domingo, 30 de mayo de 2010

Los políticos españoles se enfrentan, divididos, a su crisis.


Al enfrentarse con la crisis actual, algunos políticos y empresarios, con la excusa de salvaguardar su intimidad, se resistieron a revelar su sueldo. En cambio, los diputados de las Cortes que exigían un recorte “profundo” del gasto público sí reclamaron el pasado martes conocer el sueldo de algunos gerifaltes de las finanzas. Gaspar Llamazares pidió al Gobierno que facilitara las “remuneraciones públicas anuales” del Gobernador del Banco de España “desglosadas por conceptos”. IU se adelantaba así a las medidas anunciadas por otras formaciones para romper la opacidad que, “por tradición”, rodeaba a la retribución pública de Miguel Ángel Fernández Ordóñez, cuyo sueldo se mantenía en secreto. “En la legislatura anterior –recordó Joan Herrera, portavoz de ICV– solicitamos que su salario se hiciera público y el Gobierno se negó, de forma insólita y lamentable”. También él reclamó conocer el sueldo, renta y patrimonio del Gobernador. “Es impresionante –se lamentó– que lo desconozcamos de alguien que se dedica a hablar de reformas laborales, cuando es un cargo público y debería ser absolutamente transparente. Es un ejemplo de desfachatez”.


Fernández Ordóñez, Gobernador del Banco de España.


Extraordinariamente sorprendido se mostró Joan Ridao, del ERC, de que no se conociera este dato. “Hay que hacer pública esta cifra –exigió– y aplicarle la rebaja del 15 % del salario”. José Antonio Alonso, portavoz del PSOE, proclamó que las retribuciones del gobernador del Banco de España deben ser tan públicas como las de cualquier otro servidor público. Incluso la portavoz del PP en la Cámara se unió a esta demanda. “No sé si está regulado o no –declaró Soraya Sáenz de Santamaría–, pero no debe haber ningún problema para conocer el sueldo de los que son servidores públicos”. En cambio, CiU se mostró más reservado. “En este momento –replicó Joseph Antoni Durán i Lleida, portavoz del Grupo Catalán–, por desgracia, hay cuestiones más importantes a las que prestar atención hablando de sueldos”. Según Pedro Aspiazu, portavoz económico del Grupo Vasco, con la crisis, se han roto muchas tradiciones. “Y no entiendo el silencio en torno al sueldo del Gobernador del Banco de España”. Francisco Jorquera, portavoz del BNG, reprochó a Fernández Ordóñez que “se permita el lujo de decir que es necesaria una reforma laboral para abaratar el despido mientras apela a que es tradición no comunicar su sueldo”. “Por encima de las tradiciones –zanjó Díez–, está la Ley. La mejor tradición democrática es la que defiende la transparencia y el control público. Lo mismo sobre las sociedades públicas que sobre el Banco de España”.


Fachada del edificio de la calle Alcalá del Banco de España.


Al día siguiente, miércoles, ya se conocía el dato: el gobernador del Banco de España se había recortado un 15% de su sueldo y cobraría, a partir de junio, 165.026 euros brutos anuales. Miguel Ángel Fernández Ordóñez había adoptado esta decisión para alinearse con el recorte de los salarios en las administraciones públicas. Iniciativa que emulaba la medida que Zapatero anunciaba en el Congreso sobre una reducción de sueldo para los altos cargos del Ejecutivo. Sin embargo, de puertas para adentro, el Banco de España no parece haber hecho grandes sacrificios. Porque, mientras el Fondo Monetario Internacional apremia a España a rebajar el gasto, sus altos directivos siguen cobrando altísimos salarios y sus condiciones son conocidas por su excepcional generosidad. No es un secreto que el FMI, la OCDE (Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica) el Club de Países Ricos, el BCE (Banco Central Europeo), y la CE (Comisión Europea), que impuso a España el recorte en el gasto, tratan a sus funcionarios con el máximo mimo y ni mencionan la congelación salarial. Sus sueldos se pagan con las aportaciones de todos los Estados miembros y los salarios son libres de impuestos gracias a los acuerdos internacionales. Las remuneraciones de los cargos de más responsabilidad, son estratosféricas. Un jefe puede llegar a ganar entre 140.000 y 275.000 euros limpios, sin contar las ayudas a la vivienda y a las familias aparejadas a estas retribuciones, igualmente concedidas por el Banco de España. El regulador bancario español, que ha insistido muchas veces en la necesidad de contener el gasto y ha aplaudido la eliminación de los 2.500 euros del cheque-bebé, ofrece a sus empleados un complemento de 991,14 euros anuales como ayuda familiar, aunque no se tenga descendencia. Además de otras prestaciones que aumentan con la edad de cada uno de los descendientes.


Lo primero que me llama la atención del recorte de Zapatero es la elección de las víctimas para salir del apuro económico. No ha comenzado con los más ricos y millonarios que deja para el final, sino con los funcionarios, pese a no ser ellos los que provocaron la crisis. Ellos serán los primeros en pagar los ajustes que se suponen necesarios para salir de ella. Más de siete millones de funcionarios, pensionistas, padres con hijos recién nacidos y personas dependientes serán los afectados más directos del ahorro de gasto aprobado el jueves por el Gobierno. Al ser conscientes de la gravedad de la situación, no se enfrentan con la medida gubernamental ni se niegan a arrimar el hombro para salir de la crisis. Pero ven injusto que sean ellos, la mayoría de clases medias y bajas, los únicos que tengan que pagarla, mientras que otros organismos, como los bancos, recibieron ayudas del Estado y fueron mimados para que continuaran su negocio, sin que nadie les haya obligado a aportar su granito de arena. Tampoco las clases más altas y las empresas con más beneficios. En cambio, los funcionarios asumirán el 45% del recorte de 15.250 millones aprobado por el Gobierno. Y, en el 2011, se congelará la pensión de cuatro millones de personas. Las medidas aprobadas recibieron el aplauso de la patronal y la crítica de los sindicatos, cada vez ven más propensos a una huelga general porque no entienden que las víctimas de la crisis sean las que tengan que pagarla, mientras los culpables se hacen los suecos.


Durante su intervención en el II Foro para el Debate de las Ideas, organizado por la Universidad de Almería, Felipe González asegura que algunos partidos de la oposición “no quieren mojarse” ante la necesidad que tiene España de reducir su déficit público. El ex presidente del Gobierno advierte de que el país “no está para ponerse de perfil para que no le vean” y añade que es “la hora de la verdad”, no sólo para el Gobierno sino también para la oposición. “Hay que pasar de la literatura a las matemáticas –advierte González–, y no caer en las frases hechas para quedar bien”. En respuesta a preguntas de los medios de comunicación sobre una posible subida de impuestos a las personas con mayor patrimonio, González reconoce que hay que buscar fórmulas para “repartir equitativamente” la carga fiscal. Y apunta que España presenta una sobre el producto bruto “bastante por debajo” de la media europea, algo que, a su juicio, tiene que ser “corregido”.


Zapatero, contraataca a García-Escudero.


El martes, en el Senado, se registra una de las broncas más sonadas entre los senadores del PP y los del PSOE. La sesión de control al Gobierno finaliza con palmas, gritos, abucheos… El PP llama “incapaz” al presidente, además de “anti-social”, “esquizofrénico” y unas cuantas lindezas más. El enfrentamiento entre García-Escudero y Zapatero se salda con insultos de ida y vuelta. “¿Dónde está el que hace cinco meses iba a enseñar a Europa a salir de la crisis?”, se mofa el primero. “¿Dónde, el gran defensor de los derechos sociales de los pensionistas?”, sigue mofándose “¿Dónde queda, señor Zapatero, porque le estoy mirando y no le reconozco?”. Después de reclamar elecciones anticipadas y de asegurar que “no está en condiciones de liderar nada”, el presidente del Gobierno le responde en su turno de réplica: “A usted no le preocupa el déficit, ni España; le preocupan las elecciones. Y les diré una cosa: perdieron las de 2004, perdieron las de 2008 y perderán las próximas”. En ese momento, la bancada socialista se levanta para aplaudirle mientras que los senadores populares gritan: “Zapatero dimisión”. Tras varios minutos de aplausos, gritos y golpes en los escaños de la cámara, el presidente del Senado, Javier Rojo, califica de “lamentable” la imagen que están dando a la sociedad. “A mí, personalmente, me parece que es lamentable… No se puede tolerar este comportamiento que estamos teniendo en la Cámara”. Zapatero mira, ciego de ira, a García-Escudero, mientras él recibe las miradas de de las socialistas Ruth Porta y Carmela Silva, en la fila superior a la suya.


El Consejo de Ministros del viernes aprueba al fin las primeras medidas que entrarán inmediatamente en vigor. Tanto el personal administrativo como médicos, jueces, profesores, policías y militares, carteros, inspectores de Hacienda sufrirán una rebaja media del 5 % de su sueldo. El recorte llega al 15%, aplicado a los que más ganan como a miembros del Gobierno. Los 91.982 euros brutos anuales de Rodríguez Zapatero se quedaban reducidos a 78.185 (1.150 euros brutos menos al mes). El tijeretazo de este año supondrá un ahorro en el medio año que queda de unos 2.250 millones. En 2011, el ajuste se calcula en unos 4.500 millones. En total, el ahorro en personal se estima en unos 6.750 millones, más de un tercio del ajuste total. Fomento asume otro tercio. Los pensionistas (8,6 millones) serán el mayor colectivo afectado por el ajuste, lo que supondrá un ahorro de 1500 millones. La congelación no afectará a las pensiones no contributivas ni tampoco a las pensiones mínimas. Igualmente, se endurecen las condiciones para el retiro. Las ayudas a la dependencia ya no serán retroactivas. En la Sanidad, las recetas serán más baratas y eficaces. Se esfuma el objetivo del 0,7% del PIB. Desaparece el cheque bebé en 2011…


Imagen de Rajoy ante el supuesto hundimiento del Gobierno socialista.


El PP presenta una alternativa al ajuste del gasto en la que se eliminan cinco ministerios o se integran en otros (Política Territorial, Vivienda e Igualdad, Cultura, Sanidad…) y se revisan en profanidad las subvenciones públicas, concretamente, las ayudas a los partidos políticos, los sindicatos y las organizaciones sociales empresariales. Los socialistas manejan un documento en el que analizan las propuestas que el PP llevó al Pacto de Zurbano. Pero, según las cuentas socialistas, tales medidas aumentarían el déficit en 15.000 millones, la misma cantidad que ahora se quiere ahorrar. El PP lleva meses reclamando un corte del gasto público, cuantificado en 10.000 millones. Ahora que lo ha conseguido, se levanta como el defensor de los gastos sociales pero, en el pleno del Congreso, se niega a apoyar a Zapatero por recortar el salario de los funcionarios y eliminar el “cheque bebé”, iniciativa que fuera criticada por el PP cuando se presentó. El PP no está dispuesto a ayudar al Gobierno. “Nuestra gente –declaran sus afiliados– quiere que Zapatero se vaya como sea. Creen que es una urgencia nacional. No tiene sentido respaldarle ahora, cuando sólo queda que pida elecciones anticipadas. Y no tardará mucho en hacerlo”.


Rostros del PSOE en el Congreso de los diputados.


La tensión es muy alta en el Congreso, pero, tras el pleno, disminuye. Tanto los parlamentarios como los alcaldes, concejales y demás cargos de la administración local, acuerdan recortarse los sueldos de forma gradual hasta un 15%. La medida es apoyada por unanimidad por todos los miembros de la dirección de la FEMP, reunidos el pasado martes en Madrid. Por otra parte, en el Congreso hay unanimidad para recortar un 10 por ciento los sueldos de los diputados. Porcentaje que sube al 15 por ciento en el caso del complemento del que disfruta el presidente de la Cámara, José Bono. El mismo esquema se aplicará en el Senado.


ERC, IU, ICV, BNG y NaBay proponen ajustes progresistas.


EL PSOE gana en las Cortes por la mínima de un voto, pero la izquierda muestra a Zapatero otra forma de salir de la crisis. ERC, IU, ICV, BNG y NaBai proponen ajustes “progresistas” para recaudar 8.000 millones de euros más Los ocho diputados que forman los cinco grupos citados explican su iniciativa que incluye una reforma del impuesto sobre la renta, cambios en el impuesto de sociedades para que las empresas que ganan más de 100 millones de euros tributen al 35 %, recuperación del impuesto sobre el patrimonio para quienes superen el millón de euros, supresión del régimen fiscal para algunos trabajadores, limitación al 5% de la participación en las sociedades de inversión variable (SICAV) que gestionan grandes patrimonios, creación de un nuevo tributo sobre las operaciones bursátiles en el mismo día “para desincentivar los ataques especulativos” y otras medidas para intensificar la lucha contra el fraude fiscal. Son grupos que “no se resignan” a que la reducción del déficit público se haga únicamente ajustando el gasto, como manifestó Uxue Barkos, la portavoz de NaBai, razón por la que presentan una amplia reforma fiscal “progresiva y progresista” capaz de sacar al país del “camino de la recesión, la movilización y la contestación social”, según dice el portavoz de IU, Gaspar Llamazares. Sólo con la recuperación del impuesto sobre el patrimonio, eliminado por el Gobierno socialista, se recuperarían, según Herrera, unos ingresos anuales de 1.500 millones que habría hecho innecesario el ajuste sobre las pensiones. Pero ninguno de sus ajustes es tenido en cuenta por la mayoría de diputados.


José Ignacio Torreblanca.


“Si España quiere tener algún futuro –escribe José Ignacio Torreblanca, profesor titular en el Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad Nacional de Educación a Distancia–, debería revisar aún más profundamente sus prioridades de gasto. En el año 2009, España no solo invirtió el triple que Alemania en infraestructuras (1,79% del PIB frente a 0,69%), sino que, como hemos conocido por boca del propio Ministro de Fomento, esas inversiones se realizaban sin ‘el análisis de la previsión de la demanda para valorar la viabilidad económica de las obras o el estudio de las necesidades de mantenimiento’. Mientras que el Gobierno se gastaba una parte de los 17.200 millones anuales de presupuesto para infraestructuras en lindezas como una doble entrada de alta velocidad a Galicia o Cantabria, España seguía sin una red pública de educación infantil (0-3 años), contaba con una red de escuelas de Primaria que en su mayoría datan de los años sesenta, soportaba un fracaso escolar del 30% en la Educación Secundaria Obligatoria, disponía de una Formación Profesional víctima de un abandono histórico, no contaba con ninguna de sus 77 universidades entre las primeras 150 del mundo y se conformaba con unos servicios de empleo incapaces de gestionar de forma ágil y flexible el reciclaje formativo de los desempleos para orientarlos a nuevos empleos. Cuando en 1986 me matriculé en el último curso de Bachillerato en el instituto público de Hillerød, una pequeña población de unos 30.000 habitantes al norte de Copenhague, mi sorpresa fue mayúscula: en mi instituto danés, además de tener menos de 20 alumnos en clase, se impartían tres idiomas, había piscina cubierta, varios campos de fútbol, aula de teatro y clases de 10 o 12 instrumentos musicales. Sin embargo, las carreteras danesas eran solo regulares, y sus trenes de cercanías, aunque puntuales, estaban viejos. Cruzar el país era una pesadilla, pues cada pocos kilómetros tenías que meter el coche en un transbordador para cruzar de una isla a otra. Eso sí, la asistencia dental era gratuita para todos los daneses, su sistema de becas fantástico y su red pública de residencias de ancianos sencillamente apabullante”.


“No he mirado cuál era la renta per cápita de Dinamarca en 1986 –añade Torreblanca–, pero imagino que no sería muy distinta de la de España hoy en día. Los daneses tardaron bastantes años y dudaron mucho a la hora de construir los grandes puentes que los unen hoy con Escandinavia y con el continente, ya que los costes eran enormes y las prioridades educativas y de bienestar estaban claras. Hoy siguen siendo uno de los países más ricos del mundo, con mejores niveles educativos y con tasas de paro ridículamente bajas, a la vez que una de las sociedades más igualitarias. Al otro extremo de Europa, en España, teníamos unas infraestructuras penosas que era necesario modernizar, pues suponían una de las razones de nuestro histórico atraso. Sin embargo, parece que no supimos o no quisimos parar. La airada reacción del presidente de Cantabria ante el anuncio de la suspensión del proyecto del AVE Palencia-Cantabria, advirtiendo al presidente Zapatero de que los cántabros no tolerarán ‘la humillación’ (sic) de ir a Madrid en alta velocidad pasando por Bilbao, muestra todavía hasta qué punto a este país se le han subido las infraestructuras a la cabeza en detrimento del gasto social o educativo. Si España quiere tener algún futuro, debería revisar aún más profundamente sus prioridades de gasto y sus actitudes hacia la educación. De lo contrario, seguirá siendo ese país que un ex ministro de Exteriores alemán describió irónicamente como ‘un precioso país lleno de autopistas vacías”.


Y mientras los diputados del Congreso debaten sobre el ajuste propuesto por el Gobierno para reducir el déficit, otros políticos, como la 'lideresa' Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, quien cobrará tras el recorte 89.967 euros, unos 12.000 más que el mismo jefe del Gobierno, presume de austeridad y anuncia que sus consejeros “van en muchísimas ocasiones en Metro” e irán en coches de gama “media-baja”. Aguirre vuelve a acusar a Zapatero de ser “el más despilfarrador de todos los países europeos”. Aprovecha su presencia en la cadena de los obispos para cargar contra la política educativa del Gobierno. Y aprovecha el anuncio de la rebaja de salarios para pedir perdón por haber dicho en la Asamblea que ella era “pobre de pedir”. Declaraciones que le valieron duras críticas.


Coches oficiales de la comunidad de Madrid ocupan la Puerta del Sol, peatonizada.


Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid recortó el gasto en 1.041 millones para el año que le queda antes de las elecciones municipales. El ahorro es equivalente a un 20 % del presupuesto local. El alcalde, Ruiz Gallarón, que gana más que Aguirre y que el presidente del Gobierno, se rebaja igualmente el 15 % de su sueldo, lo mismo que los concejales y los altos cargos municipales. El Ayuntamiento de Madrid rebaja el número de coches oficiales –de 167 a 57– para sus altos cargos. Además, se renegociarán los contratos para cambiar los automóviles por otros de menor gama.


Por toda España se oyen las risotadas de Francisco Camps y de Rita Barberá. El presidente de la Comunidad valenciana insiste en su inocencia. “No hay nada que ocultar –asegura, intentando demostrar que todo es un falso montaje–. Cuando se sepa la verdad, los acreedores deberán pagarlo”. Señala que, durante los siete años que preside la Generalitat, no ha dejado de trabajar al servicio de los ciudadanos, “mal que les pese a los socialistas, que han abandonado la política y se han dedicado solo al insulto y la crispación”. La alcaldesa de Valencia le apoya, atacando con un lenguaje directo y descarado a todo aquel que duda de President . Se refiere al presidente Zapatero como “un incompetente, ignorante, inmoral y miserable”. "Comprendo –añade– que su mujer no pueda más. Tiene que estar harta”. Desde Génova, 13, el líder del PP calla y en el partido exigen que “reaccione” cuanto antes. El juez Pedreira ve indicios de siete delitos graves en el Govern de Camps y envía parte de la causa al TSJCV.

Pero, dejemos ya la dura realidad política de esta crisis para reírnos a pierna suelta de su triste sombra. Cinco dibujos que sirven como aperitivo.






Cinco más de Manel Fontdevila: No, sin mi chófer, Valencia-Madrid, Grades acuerdos, FMI y Medidas valientes).






Otros cinco de Territorio Vergara: Estrecheces, Aprobado el tijerazo, Es un montaje, Desgaste y De cajón.





Y los cinco últimos, de Pep Roig: Patriomusical insonoro, Alegría, alegría, Ajustes desde abajo, El poder del poder y Solidaridad.







Y, para terminar, tres vídeos de recuerdo.

Monumental bronca en el Senado.


Las cosas de Buenafuente.

viernes, 28 de mayo de 2010

La impuntual, Cristina Fernández.


La presidenta, entre otros presidentes.


Nestor-Cristina, las dos caras.


Así ven los argentinos a su presidenta, Cristina Fernández. Una presidenta que se pierde entre la vanidad de sus retoques estéticos y la impuntualidad de sus citas. Guillermo Cherashny la describe magistralmente en Movimiento Argenlibre, publicado por Lic. Scolaro.

“La Presidente pasó del violeta furioso al champagne con brillos, luego al blanco, luego al tapado de tercipelo turquesa o un azul raro y de ahí al vestido negro de noche para la cena de gala en la Casa Rosada e hizo que, con tanto cambio de guardarropa, seis presidentes latinoamericanos se fueran antes de concurrir a la cena en la Casa de Gobierno. En uno de sus habituales caprichos, Cristina se quedó de más en el desfile, bailando al compás de una murga, para luego ir en helicóptero a Olivos, tardando una hora para que Alberto Sanders le batiera y le semi-recogiera el cabello para ponerse un vestido negro con medias negras y zapatos de igual color. Habitualmente usa todo engamado, con la característica de los tacos de más de 10 centímetros, debido a su escasa altura, y su sello inconfundible: pintura en la cara y en los ojos que se superpone desde el violeta furioso al negro nocturno.

“A diferencia de los tres primeros atuendos, donde tuvo el mismo peinado y no había necesidad del batido y semi-recogido que demora más de una hora, esto último se produjo cuando había presidentes de seis países esperando para la cena de gala. Así fue que el matutino brasileño Folha de Sao Pablo destacó la cara de disgusto del presidente Lula cuando Cristina bailaba al compás de la murga mientras la esperaban para cenar en la Casa Rosada. Pero ya sabemos que nuestra presidente se cree que es el ombligo del mundo. Hasta ahora, los demás mandatarios se volvían a sacar la foto nuevamente porque ella llegaba siempre tarde, por la maldita pintura o porque no sabe caminar con tacos tan altos debido a su edad. En la cumbre de Madrid, ya señalamos que llegó entre las primeras y tuvo que esperar. Entonces, cuando vio a la premier finesa, señalando su celular, le dijo: "This is Nokia", a tres metros de distancia, ya que no podía hablar con ella porque no sabe inglés y tenía miedo de que la finlandesa le hablara de tecnología o cosas complicadas para su escaso nivel intelectual. En todas las fotos que tomamos del diario La Nación (ver nota aparte) se ve claramente el desborde de pintura en la cara y en los ojos, producto de que en cada cambio de modelo aparece una nueva capa de pintura, pareciendo capas geológicas”.

jueves, 27 de mayo de 2010

Dos opiniones (divergentes) sobre Bardem.


El pasado domingo, en Cannes, Javier Bardem quiso dedicar el premio ganado al equipo de la película “Biutiful”, a su madre, Pilar –presente en la sala–, y a sus hermanos Carlos y Mónica. Pero, especialmente, a Penélope Cruz, su pareja, que se sentaba junto a él en la platea del teatro, dedicándole estas palabras que provocaron las lágrimas de la actriz, emocionada: “A mi amiga, mi compañera, mi amor. Penélope: te debo muchas cosas y te quiero mucho”. Y aprovechó el galardón a la mejor interpretación, que compartió ex aequo (en pie de igualdad) con otro de los favoritos del certamen, Elio Germano, para poner la nota romántica a la velada, con esta declaración de amor en toda regla a la actriz y compañera, a quien por primera vez mencionaba en público. Declaración perseguida desde hace meses por las revistas del corazón que hubieran querido reservarse la exclusiva, con sus fotografías, en primera página, pagando para ello lo que fuera necesario.

Pero Bardem lo hizo como y cuando quiso. Y aprovechó el momento en que ganaba con esta película uno de los pocos premios de prestigio que le faltaban, el de mejor actor en el Festival de Cannes, demostrando así que el amor verdadero ni se compra ni se vende y sorprendiéndonos con su declaración. La verdad es que nadie se la esperaba, ya que la pareja había llevado muy en privado su relación, aunque ya se dejaron ver juntos en la gala de los “Goya” y de los “Oscar”. Con ella demostraba la independencia de sus sentimientos frente a la moda de los mercaderes de sentimientos-mercancías. Con 41 años y tras el triunfo en Cannes, a Bardem sólo le falta ganar la Berlinale, con la ceremonia de entrega de sus “Osos”. Pero, tranquilos, que todo llegará.

No obstante, no faltan los que critican la salida del actor, y quienes sostienen que no hay mucha seguridad en los sentimientos, cuando uno necesita exteriorizarlos. De ahí el recelo ante la expansión de Javier Bardem en Cannes. Así interpreta Matías Vallés el amor confeso del actor en la declaración que hiciera a Penélope en Cannes: “El actor sigue la estela de Zapatero en el Parlamento y, en lugar de aprovechar su premio para rendir homenaje a Garzón, se hace el harakiri en público con una sonrojante declaración a Penélope Cruz. Rodeado de franceses, para rematar su mal gusto… El actor –concluye Matías en la página de su blog ‘Al Azar’ que titula: “Bardem, como Zapatero”– es un falso duro, a falta de decidir si su traición es más grave como varón o como español. La intimidad tiene su propia higiene y, al violarla, autoriza un análisis público. Es posible que el novio de Penélope Cruz haya procedido a su character assassination para liberarse de la insistencia de su novia sobre sus sentimientos. Craso error, porque su proclamación universal no saciará la ansiedad de la destinataria. Siempre creemos que no nos aman lo suficiente, porque somos conscientes de la insuficiencia de nuestro amor”.

Dos modos de ver e interpretar la estrella de este autor, que, para bien o para mal, no deja de brillar en el firmamento de celuloide.

Javier Bardem: ’Te quiero mucho, Penélope’




miércoles, 26 de mayo de 2010

Fallos técnicos impiden el juicio contra “Sangre y Honor”.

Miembros del grupo neonazi “Blood & Honour”, ocultos con cascos de moto o gorras, llegaron ayer a la Audiencia para ser juzgados. Hoy, solventados los impedimentos, vuelven para ser juzgados.
El jefe, Roberto Luengo, y 18 integrantes del grupo neonazi “Blood & Honour”(Sangre y Honor), no se sentaron ayer en el banquillo de la Audiencia Provincial de Madrid por no haber en la sala un reproductor de cintas en las que estaban grabadas las principales pruebas de los imputados por orden del juez instructor. Con 33 años y una carga neonazi a sus espaldas, Roberto Luengo, empleado de una empresa de seguridad, había sido acusado de ser el fundador y principal dirigente de Blood & Honour, una grupo asentado en las provincias de Madrid, Zaragoza, Sevilla, Burgos y Jaén cuyo objetivo último era, según un informe de la Guardia Civil, incitar “a la discriminación y al odio hacia distintos grupos por razón de su ideología, por motivos racistas y antisemitas”. La fiscalía pide entre dos y cinco años de prisión para los integrantes de la banda por asociación y tenencia ilícitas de armas.

El 22 de diciembre de 1999, Luengo fundaba, junto a Francisco José López, el grupo en Getafe (Madrid). Conocido como “el pequeño ‘führer’ de Getafe”, durante cinco años, fue el presidente de la asociación, hasta que, en 2004, desapareció de la directiva del mismo. La Guardia Civil asegura en su informe que, pese a ello, “en la práctica, sigue desempeñando el papel de auténtico líder”. En su informe, pone, como ejemplo, lo sucedido en un concierto de rock racista organizado en Salamanca del Jarama por su grupo en febrero de 2005 para recaudar fondos. La Benemérita asegura que Luengo controlaba la presunta venta de armas prohibidas a otros skinheads así como toda la parafernalia xenófoba, y, con las ganancias obtenidas, financiaba las actividades de su grupo. Él decidía quién podía pasar a ser miembro de pleno derecho del grupo, tras tres años de militancia y daba “instrucciones, órdenes y directrices” a todos los integrantes de la banda, que luego debían informarle del resultado de las misiones que les encargaba.

La sección española Blood & Honour realizó actos conmemorativos, coincidiendo con fechas relevantes del nacional-socialismo, como el nacimiento de Adolf Hitler o el fallecimiento de su lugarteniente, Rudolf Hess. Suelen ser conciertos a los que acuden centenares de seguidores de este grupo radical. El 12 de febrero se celebró el quinto aniversario de la fundación, por lo que anunciaron el concierto en su página web. Los grupos que tocaron en el concierto fueron contratados directamente por Roberto Luengo. Entre ellos estaba el inglés Secction 88. Luengo contactó con ellos en un viaje que realizó a Londres el 29 de enero para asistir a un concierto conmemorativo del 72º aniversario del nombramiento de Hitler como canciller (30 de enero de 1933). En esa reunión también contactó con el grupo alemán Faustrecht. El tercer grupo de música fue Estandarte 88, formado por miembros de “Sangre y Honor”. Éste es un habitual de los conciertos de la sección española, según fuentes judiciales.

Hoy, a las diez de la mañana, si nada más falla, la vista oral tiene prevista su continuidad y está previsto que se alargue hasta el 10 de junio. El tribunal de la Sección Tercera ha denegado al “Movimiento contra la Intolerancia”, representante de la acusación popular, que muestre, como pruebas de incitación al odio, diversos CD de conciertos de música y de reuniones de este grupo. Su presidente, Esteban Ibarra, que ha reconocido estar amenazado de muerte por denunciar a los grupos neonazis, ha manifestado que esperaba que este juicio sea “un mensaje inequívoco” de que el nazismo en España “no tiene ningún futuro”.

martes, 25 de mayo de 2010

Los curas de CajaSur no se fían de nadie, y menos de los socialistas.



Santiago Gómez Sierra,ex presidente de CajaSur.

CajaSur, nombre comercial de la fusión de la Caja de Ahorros de Córdoba y Monte de Piedad de Córdoba, entidad vinculada a la Iglesia Católica, y la Caja Provincial de Ahorros, de la Diputación Provincial, se negó a fusionarse con Unicaja dentro del proceso de reordenación bancaria. Como consecuencia del rechazo, el viernes pasado, el Banco de España intervenía CajaSur, con unas pérdidas de 596 millones de euros en el año fiscal de 2009 y de 114 millones de euros en el primer trimestre de este año. Desde el propio Banco de España se había instado a CajaSur, y en especial a la Iglesia Católica, mayoritaria en la entidad, a que se uniera a otra caja de ahorros. La propia entidad era consciente de esta necesidad. Pero, pese al avanzado proceso con Unicaja, la primera caja de Andalucía, Santiago Gómez Sierra, sacerdote, deán de la catedral de Córdoba y presidente de CajaSur, prefirió la intervención del Banco de España antes de fusionarse, con la excusa de que no se fiaban del presidente de esta última entidad, Braulio Medel. Los dos personajes tienen pocas cosas en común. Además se repelen, lo que no allanó precisamente el camino hacia el entendimiento.

Demetrio Fernández, el obispo de Málaga, absuelve de todo pecado a los curas que dirigieron CajaSur hasta su final. “La Iglesia –declara este prelado– ha estado dispuesta a perderlo todo, con tal de salvar los puestos de trabajo”. Y Miguel Castillejo, el cura cordobés que la gestionó durante más de dos décadas, el mismo que pagaba dietas millonarias a los consejeros de la caja por asistir a una exposición o a la coronación de la Virgen de la Fuensanta, guarda un prudente silencio. Pero sigue cobrando una generosa pensión vitalicia de casi 250.000 euros al año que heredarán sus cuatro hermanas hasta que la última de ellas muera. El escritor Manuel Gahete presentaba, hace dos días, su libro, “Manuel Castillejo, la acción y la palabra”. El mismo que recibiera de manos de Manuel Pimentel, entonces ministro, la Medalla al Trabajo. Gahete comenta que Miguel Castillejo “tuvo una visión profética y consiguió que una caja pequeña se expandiera por toda España. En 10 años, cuadruplicó el volumen de negocios de CajaSur, por eso creo que don Miguel es un hombre imprescindible”.

En sólo tres años, los créditos a clientes de CajaSur aumentaron un 57 %, sobre todo en el ámbito inmobiliario. Uno de cada tres euros prestados por la caja se concedió a constructoras y a empresas inmobiliarias. Y en mayo de 2007, el organismo supervisor, después de constatar que los sistemas de control eran arcaicos, cuando no inexistentes, puso a la caja unos cuantos deberes. Pero el saldo siguió siendo muy elevado y un lastre, ahora que el ladrillo se había venido abajo. En un año, sus participaciones habían perdido la mitad de su valor. Además, fruto de su generosidad con la Iglesia, en 2009, Cajasur tuvo que restar 6,3 millones de su resultado por la cesión de dos inmuebles a una fundación del Cabildo Catedralicio de Córdoba.

Pero los mismos curas que la muñeron hasta dejarla sin leche, en una situación de extrema gravedad por los errores y abusos cometidos, ahora se negaban a fusionarse con UniCaja. Santiago Gómez Sierra asegura que “estaba débil, aunque sana”. Y, con la excusa de defender a la plantilla, la Iglesia rompió la fusión por motivos ideológicos. Hasta que, cansado de esperar y colmada su paciencia, el Banco de España decidió intervenirla. Ahora, el futuro de la caja está en sus manos y los consejeros se enfrentan a multas de 150.000 euros y a la inhabilitación. En cuanto al futuro de los 3.000 empleados, su continuidad en la caja depende de cuál sea la opción que finalmente elija el Banco de España. Si opta por fusionar a CajaSur con otra entidad, podrán salvarse la mayoría (el recorte dependería de las duplicidades con la otra caja); si decide venderla, sobrevivirían menos (los que quisiera la adquiriente), y si opta por la liquidación, irán todos al paro. Y la Iglesia rezará por ellos, naturalmente.

domingo, 23 de mayo de 2010

Crisis, quiebras y otros altibajos y movidas.


Tras la caída, el 14 de septiembre del 2008, de Lehman Brothers, el cuarto mayor banco de inversión de Estados Unidos, y la adquisición del Merrill Lynch por Bank of America por 44.000 millones de dólares, cundió el pánico en los mercados financieros del mundo capitalista. En apenas 24 horas desaparecieron dos de los bancos más importantes de los EEUU mientras que accionistas e inversores perdían la confianza en bolsa. Se vendieron masivamente acciones que ocultaban la tenencia de enormes activos deteriorados o tóxicos. Algunas entidades bancarias tuvieron que ser nacionalizadas o salvadas de la quiebra por sus gobiernos y otras, insalvables, quebraron o cerraron sus puertas, a la espera de tiempos mejores.


Empleado de Lehman abandonando las oficinas, en la calle.


Los mercados financieros, uno tras otro, dejaron de funcionar parcial o totalmente. El crédito se contrajo, el consumo y la inversión se desmoronaron y se produjo una recesión global. Era la quiebra más importante registrada en diez años. Ningún economista fue capaz de prever lo sucedido. Un año después, el mundo aún sufría las consecuencias de aquella crisis financiera, convertida en la mayor recesión desde la Segunda Guerra Mundial. Se esfumaron los ahorros de miles de personas que confiaban en que la autorregulación de los mercados acabaría con la crisis. A partir de esa sorprendente bancarrota, millones de personas empezaron a perder su empleo por todo el planeta. La incidencia de la crisis internacional afectó igualmente a España, pese a que, desde hace dos años, el Gobierno ha seguido con una política económica a espaldas de lo que sucedía en el resto del mundo. Hoy, con 4.612.700 parados (una tasa del 20,05 % de desempleados) y el efecto del maremoto bursátil, se hace difícil vislumbrar el final de esta crisis.



Charles Morris, autor de “El gran crac del crédito” –y uno de los que defienden que fue un acierto que Lehman quebrara–, asegura, desde Nueva Cork, que esa crisis dejó grandes lecturas: “La más importante es que los banqueros no pueden seguir insistiendo en que ellos realmente sabían lo que estaban haciendo. Todo lo demás es consecuencia de eso: hay que limitar el poder de los bancos, aunque los banqueros insistan en que no se puede poner coto a la innovación. Porque se ha llamado innovación a prácticas que eran verdaderas salvajadas o auténticas idioteces”. Ahora que la situación se va normalizando, a Wall Street le entra de repente cierta amnesia respecto a lo ocurrido. “En los casos de Lehman y AIG –apunta Morris–, se demuestra que la acción de las autoridades está limitada por nubes de incertidumbre en la regulación. Los bancos quieren impedir que el nuevo Ejecutivo imponga claridad en la nueva normativa, quieren aguar la reforma y dejar las cosas como están. Pero hay que limitar los movimientos de esas instituciones demasiado grandes para caer, y hay que dar poderes a la Administración para meter mano en cuanto empiecen a ver cosas raras”.



Richard Fuld, presidente ejecutivo de Lehman.


En infinidad de entrevistas, reportajes y libros que describen los últimos días del Lehman, su presidente ejecutivo, Richard Fuld, aparece retratado como un tipo arrogante, estúpido, codicioso, temerario y con algunas lindezas más. Vilipendiado por el colapso del banco que desencadenó la crisis económica mundial, Fuld comenta que ha sido maltratado, le han tirado basura y dice que va a ocurrir todo de nuevo. Asegura que se vio forzado a presentar la mayor bancarrota de la historia de los EEUU, después de que el banco se viera ahogado por el peso de activos tóxicos y perdiera la confianza de los inversores. Un político llegó a decirle que era el “villano” del día, mientras decenas de accionistas protestaban y pedían su cabeza. Desde entonces ha intentado escapar al foco de atención pública, pero su nombre sigue asociado a la imagen de codicia, arrogancia y fracaso. Más de una decena de juicios fueron abiertos por ex empleados de la firma, que denunciaron a los altos ejecutivos de Lehman por haber permitido inversiones de riesgo con las acciones de los planes de pensiones de la firma. Fuld fue llamado a declarar en tres investigaciones sobre la caída en desgracia del banco. Culpó a una serie de procesos por la caída de Lehman, como las “ventas cortas” abusivas, los falsos rumores, las rebajas en las calificaciones crediticias y la pérdida de confianza por parte de los clientes. Hoy, Fuld no sólo está en la calle, sino que disfruta de una generosa jubilación gracias a los “bonus” millonarios con los que fue compensado, pese a haber llevado a la ruina a sus empleados y accionistas.


Un inversor de la Bolsa de Melbourne observa cómo se desmoronan los papeles tras la caída del banco Lehman Brothers que hizo temer una catástrofe sin precedentes.


El mes de septiembre ha quedado marcado en negro en los calendarios estadounidenses. No solamente por el ataque a las Torres Gemelas, sino, además, por el estrepitoso derrumbe de otro gigante, el Wall Street. La caída del Lehman Brothers marcó el punto de partida de la crisis financiera que sacudió al país y al mundo. “Lehman Brohters fue –según explica Francis Larios, jefe de economistas para mercados emergentes de consultora Decision Economics– la chispa que encendió la crisis financiera y que se expandió al mundo entero. Claro que, antes de que quebrase, ya había una crisis parcial en el sector financiero, pero no un pánico financiero, lo que terminó por generar una recesión a nivel mundial. El colapso de Lehman fue la señal del ‘sálvese quien pueda’. Hasta entonces, se tenía la sensación de que a una institución con tantas ramificaciones, tanta importancia y tanta tradición, no se la iba a dejar a la deriva. Pero, cuando se vio la reacción del Gobierno, fue el momento en el que para muchos se cayó el castillo de naipes”.



Desolados ante el crac.


Para el economista de Harvard y ex jefe de economistas del Fondo Monetario Internacional Kenneth Rogoff, no fue simplemente una cuestión de Lehman Brothers. “Todo el sistema financiero estaba completamente mal preparado para lidiar con el colapso del mercado inmobiliario y de la burbuja crediticia. El sistema llegó a un punto en el que no se podía hacer más que reestructurarlo por completo”. Sin embargo, el derrumbe aceleró la reestructuración de Wall Street. “Los mercados de crédito todavía no gozan de plena salud y siguen requiriendo en todo el mundo el soporte de los bancos centrales –explica Larios–. El crédito al consumidor tampoco fluye del modo en que fluía antes y yo creo que para esto falta bastante tiempo”. Sin embargo, no todos los aspectos de la caída son negativos para los analistas. En muchos casos, el derrumbe de Lehman tendrá un impacto duradero y hasta quizás positivo. “La crisis ha hecho que los dirigentes de las políticas macroeconómicas en todo el mundo revean la manera de manejar sus economías, el sector financiero y sus regulaciones –opina Larios–. Desde ese punto de vista, la caída de Lehman tendrá consecuencias amplias y muy duraderas”.



Según Alberto Mariñas, director de “Estudios de Comunicación”, es cierto que muchas veces es difícil saber exactamente qué va a ocurrir, cuándo o cómo, pero las crisis se pueden prever y disponer de mecanismos estudiados para ser más eficaces cuando se producen. “Una empresa no sabe cuándo va a tener un incendio, pero sí tiene un sistema antiincendios, el teléfono de los bomberos y una póliza de seguros”. En este caso, de muy poco sirvieron. Pese a los intentos de los bancos centrales por actuar como cortafuegos, la globalización extendió el virus con rapidez. “Salió a la superficie un sistema bancario en la sombra, creado por los propios bancos para saltarse las normas, que arrasaba con todo lo que tocaba”, describe Jordi Galí, catedrático de la Universidad Pompeu Fabra. El pánico provocado por Lehman Brothers permitió, según explica Adela Varela, aprobar ambiciosos planes anticrisis en todo el mundo, sin que los defensores del libre mercado apenas chistaran: la patronal española llegó a pedir un paréntesis en la economía de mercado. Y ayudó a poner en marcha notables cambios reguladores.



“El lenguaje que se utiliza para explicar la crisis –escribe, en ‘Público’, Vicenç Navarro, catedrático de Políticas Públicas de la Universidad Pompeu Fabra y profesor de Public Policy en The Johns Hopkins University– es un lenguaje que aparenta ser neutro, meramente técnico, cuando, en realidad, es profundamente político. Así, se nos dice que los ‘mercados financieros’ están forzando a los países de la Unión Europea y, muy en especial, a los países mediterráneos –Grecia, Portugal y España– e Irlanda, a seguir políticas de gran austeridad, reduciendo sus déficits y deudas públicas, con el fin de recuperar la confianza de los mercados, condición necesaria para alcanzar la recuperación económica… La realidad, sin embargo, es muy distinta. Estas medidas de austeridad, promovidas por el Fondo Monetario Internacional y por la Unión Europea, están creando un gran deterioro de la calidad de vida de las clases populares, pues están afectando negativamente su protección social y están destruyendo empleo, dificultando su recuperación económica… En realidad, los mal llamados mercados tienen muy poco de mercado. Son bancos con mucho beneficio y poco riesgo. Y lo que está ocurriendo muestra la certeza de este diagnóstico”.



“En EEUU, donde existe amplio consenso sobre el hecho de que la crisis financiera fue iniciada por los comportamientos de Wall Street, la crisis bancaria fue resuelta con la aportación a los bancos de casi un billón de dólares pagados por el Estado, que benefició enormemente a los banqueros y a sus accionistas, consiguiendo incluso más beneficios de los que tenían antes de la crisis. La obscenidad de tales beneficios y las prácticas deshonestas y criminales de los banqueros (causantes de la crisis) explica su enorme impopularidad y la de tales medidas, que no repercutieron favorablemente sobre la población que vio cómo sus estándares de vida disminuyeron debido a la crisis provocada por los bancos. No fueron los mercados, sino los bancos y sus políticos en el Congreso (con nombres y apellidos conocidos) y en las administraciones Clinton, Bush y Obama (también con nombres y apellidos conocidos), los que crearon la crisis, salvaron a los bancos y ahora llaman a la austeridad”.



Terror en la bolsa.


“Una situación casi idéntica –prosigue Vicent Navarro– está ocurriendo en la UE. Los comportamientos especulativos de la banca europea fueron consecuencia de decisiones políticas que desregularon la banca, decisiones que se tomaron especialmente, no sólo en Wall Street, sino también en los centros financieros, principalmente la City de Londres y en Fráncfort, consecuencia de la enorme influencia de la banca sobre los gobiernos británico y alemán. La mal llamada “ayuda” del FMI-EU (de 750.000 millones de euros) a los países con dificultades no es una ayuda a las poblaciones de aquellos países, sino a los bancos (y muy en especial a los alemanes y franceses) para asegurarles que los estados les pagarán las deudas con los intereses confiscatorios que han exigido. En realidad, si los mercados financieros fueran mercados de verdad (y, por lo tanto, hubiera competitividad y riesgo en su comportamiento), los bancos tendrían que absorber sus pérdidas en inversiones financieras fallidas. Si el Gobierno de Grecia, por ejemplo, fuera a la bancarrota, la banca alemana tendría que absorber las pérdidas de haber tomado la decisión de comprar bonos del Estado griego. Ahora bien, esto no ocurre en los mal llamados mercados financieros debido a que hay toda una serie de instituciones que protegen a los bancos. Y la más importante es el FMI, que presta dinero a los estados para que los pague a los bancos. De ahí que, como en EEUU, los bancos nunca pierden. Las que pierden son las clases populares, pues el FMI exige a los gobiernos que extraigan el dinero para pagar a los bancos de los servicios públicos de tales clases populares”.


Baja la bolsa en Europa.


Un intermediario financiero en la bolsa alemana, que el jueves fue una de las más bajistas de Europa, comenta: “Si no regulan esto, nos vamos todos al garete. No sólo los inversores pequeños sino todo el mercado”. Según, Wolfgang Schäuble, ministro alemán de finanzas, “las bolsas están fuera de control”. Las bolsas europeas, en efecto, no dejaron de subir y bajar al ritmo que marcaban rumores imposibles de confirmar. Las bolsas de Portugal, Francia y Alemania sufrieron un mayor castigo, con pérdidas superiores al 2%. En España, se pasó la semana más histérica desde 2008, y el mercado no logró tranquilizarse. Es más, vivimos una volatilidad enorme, con oscilaciones de más del 6% entre máximo y mínimo, con un gran nerviosismo e incluso momentos de pánico. Una de las explicaciones de esas abultadas caídas a media sesión fue la preocupación de los inversores sobre una posible ampliación a toda Europa de la prohibición de las ventas al descubierto. Los políticos europeos, con la alemana Angela Merkel a la cabeza, calentaron los mercados con mensajes como: “La situación de Europa es muy peligrosa y el éxito no está garantizado”. El euro tocó mínimos, pero remontó tras el cierre de las bolsas. Según los expertos, estas subidas reflejan los problemas que existen dentro de la Unión Europea y son un síntoma de la desconfianza que ha vuelto a surgir entre los bancos, que son reacios a prestarse dinero entre sí, al igual que ocurrió al principio de la crisis financiera en 2007. El miedo al contagio en EEUU agudizó las caídas en Wall Street. El miedo cruzó el Atlántico y se agudizó después de que la Fed confirmara que los problemas europeos pueden contagiar a EEUU.


El euro tocó este viernes un mínimo ante la divisa estadounidense en 18 meses, al caer hasta los 1,2447 dólares por unidad.


Un broker en la bolsa alemana, que el jueves pasado fue una de las más bajistas de Europa, comenta: “Si no regulan esto, nos vamos todos al garete. No sólo los inversores pequeños sino todo el mercado”. Según el ministro de finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, “las bolsas están fuera de control”. Las bolsas europeas, en efecto, no pararon de subir y bajar al ritmo que marcaban rumores imposibles de confirmar. Las bolsas de Portugal, Francia y Alemania sufrieron un mayor castigo, con pérdidas superiores al 2%. Una de las explicaciones de esas abultadas caídas a media sesión fue la preocupación de los inversores sobre una posible ampliación a toda Europa de la prohibición de las ventas al descubierto. Los políticos europeos, con la alemana Angela Merkel a la cabeza, calentaron los mercados con mensajes como: “La situación de Europa es muy peligrosa y el éxito no está garantizado”. El euro tocó mínimos, pero remontó tras el cierre de las bolsas. Según los expertos, estas subidas reflejan los problemas que existen dentro de la Unión Europea y son un síntoma de la desconfianza que ha vuelto a surgir entre los bancos, que son reacios a prestarse dinero entre sí, al igual que ocurrió al principio de la crisis. El miedo al contagio en EEUU agudizó las caídas en Wall Street. El miedo cruzó el Atlántico y se agudizó, después de que la Fed confirmara que los problemas europeos pueden contagiar a EEUU.


Pero lo cierto es que la Banca siempre gana. Los banqueros parecen disfrutar de gran impunidad. Y los gobiernos se sienten sometidos a su voluntad. Los bancos españoles ganaron en el primer trimestre del año pasado 4.052 millones de euros, lo que supuso un descenso del 21,5 por ciento respecto al beneficio obtenido en el mismo periodo del ejercicio anterior, cifrado en 5.160 millones de euros. El hecho es que, gracias a la inyección de dinero público concedido por el Gobierno socialista, los “intocables” bancos siguen ganando. El Banco de España pide despidos más baratos para afrontar la crisis, pero el sector bancario es el único responsable de su burbuja de hipotecas “basura” y de sus inversiones en mercados americanos como AIG con el dinero de sus clientes y ahora con sus inversiones en Grecia dejando un agujero negro irreparable. Unos bancos que no ofrecen ninguna facilidad para los préstamos. Reina entre ellos la desconfianza bancaria, se muestran recelosos con sus clientes y ni se prestan dinero ni este fluye con normalidad. Pueden perder la compostura, la honorabilidad, la dignidad y la vergüenza. Pero, siempre cuentan con el apoyo del Estado.


Un nutrido grupo de diputados del PSOE piensa que, si unos abogan por abrir el debate de eliminar las ayudas del Estado a sindicatos, partidos y empresarios, por qué no abrir el mismo debate sobre la Iglesia y sus prebendas fiscales. Piden que las medidas restrictivas a funcionarios, pensionistas y otros sectores se acompañen con otras iniciativas claras y contundentes contra la banca, los grandes capitales y la Iglesia. La frase más repetida internamente, según distintas fuentes consultadas, es una muy clara: “Nos quedamos sin discurso”. Y, alguno, llegó a apuntar: “Sobre todo, sin discurso de izquierda”. El portavoz del Grupo Socialista, José Antonio Alonso, agradeció el tono y el apoyo recibido y, en cuanto a las exigencias, se limitó a decir: “Todo a su tiempo”.


Y mientras que muchos de los españolitos de a pie se las ingenian para alargar el sueldo y llegar a fin de mes, otros se tienen que conformarse con las ayudas estatales y varios millones viven como pueden, el Gobierno acaba de aprobar nueve medidas para contener el déficit: reducción del sueldo de los funcionarios, recortes en la inversión pública, pensiones congeladas, jubilación más dura, ayudas no retroactivas a la dependencia, recetas más baratas y eficaces, desaparición del objetivo del 0,7% del PIB al desarrollo, 8% del ajuste en CCAA y municipios y desaparición del cheque bebé en el 2011. La décima medida, dedicada a la subida fiscal a los más ricos, por el momento, se aplaza. El Gobierno no quiere asustar al capital. Parece querer darle tiempo para que reaccione y pueda huir, si así lo desea, a otro país en donde los ricos no son penalizados de esta manera.


Sin embargo, miembros del Gobierno han mencionado repetidamente el impuesto a los más ricos. Chaves declaró el pasado día 13 de mayo que habría un esfuerzo mayor por parte de los que más tenían. La vicepresidenta Salgado advertía, cuatro días más tarde: “En este momento no hay ninguna propuesta ni estudio concreto”. Y Blanco (Fomento): “La crisis no le va a salir más barata al que más gana. Cuando el Gobierno considere que es el momento, se tomarán las decisiones de tal forma que el que más gana contribuya más con sus impuestos a la salida de la crisis”. Corbacho (Trabajo) informó: “No está en la agenda del Gobierno subir impuestos”. La vicepresidenta De la Vega insistió: “Quien tiene más renta va a contribuir más que otros que tienen menos…Otro día hablaremos de ello”. Salgado dijo que la medida se anunciaría en el momento oportuno “e irá dirigida a quienes más tienen”, pero que no se estaba estudiando en este momento y que, en cualquier caso, Zapatero, ya había dicho que los mayores esfuerzos de “solidaridad se pedirán de forma temporal en el momento oportuno”. Y el propio Zapatero, en la deliberación del último consejo de Ministros puntualizaba: Soy el más interesado, pero ahora no toca”. Pero lo cierto es que ni ahora ni nunca, Zapatero y menos aún Aznar, encontraron el momento oportuno para atreverse a elevarles sus impuestos. De ahí el que las fuerzas de la izquierda reclamen al Gobierno medidas a los que más tienen, en vez de castigar a los funcionarios y pensionistas.

Ofrecemos hoy cuatro dibujos sobre la crisis:







Y cinco “Rotos” sobre la misma.






Manel Fontdevila nos muestra: Quien más tenga, A la valenciana, Todo-todo-todo y Los hilos.





Territorio Vergara: Gravando a las rentas más altas, Exaltación de la amistad, Maquiavélico y Movilización.





Y Pep Roig: Rumores, rumores, El color del cristal, Pensionistas de usar y tirar, Solvencia, El pernicioso futuro codicioso, y No hagan olas.







Cuatro vídeos ratifican lo dicho anteriormente: