Melilla, miles de inmigrantes sin papeles tratan de llegar a España.
Inmigrantes, intentando
saltar la valla metálica.
Los inmigrantes africanos siguen saltando las
altas vallas metálicas con concertinas (alambres con
cuchillas), o llegando a nado, pese a los numerosos casos de heridos o
muertos en el intento. Y, si logran atravesarlas, se encuentran con un último
obstáculo: los efectivos de la
Guardia Civil cuyos métodos de actuación el pasado 6 de
febrero, en Ceuta, provocaron una avalancha de duras protestas nacionales e
internacionales. En esta
ocasión fueron al menos 15 inmigrantes los que murieron en aguas mediterráneas,
cuando trataban de alcanzar y acceder al territorio español. Como consecuencia
de estas muertes, las autoridades españolas decidieron evitar el uso del
material antidisturbios hasta que el Ministerio del Interior o la Dirección General
de la Guardia Civil
no clarifique en qué supuestos pueden y deben utilizarse y de qué manera.
Desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), se ha criticado duramente que
no “tengan protocolos de actuación” para saber qué hacer en estos casos. Juan
Antonio Delgado, portavoz del colectivo, aseguró que la Ley de extranjería en el
Congreso “pareció un laberinto interpretativo en el que cada grupo la interpretaba
a su manera”. Y añadió que “si en el
Congreso no se ponen de acuerdo con lo que establece la ley, habría que ponerse
en la piel del agente que está en la valla o a pie de playa. Queremos garantías
jurídicas para los agentes y para los inmigrantes”. Sobre si hubo, o no,
devoluciones en caliente fuera de la ley, guardan un prudente silencio. Pero, en su discurso sobre la política migratoria, el PP ha
mostrado un nivel de cinismo preocupante. Jorge Fernández afirma que “entrar de
forma violenta” es entrar “ilegalmente de forma masiva” porque los inmigrantes
“se llevan por delante a las autoridades y agentes marroquíes y se producen
agresiones”. “Creo –advierte el ministro del Interior– que no es mucho pedir
que quien quiera venir a España lo haga por los pasos habilitados al efecto y
de forma legal”. El titular de Defensa, Pedro Morenés asegura que hay una relación
entre los que entran por Marruecos y el yihadismo y las drogas. “Una situación
que hay que atajarla en la medida omnicompresiva de todos ellos”. Y Juan José
Imbroda, el presidente de la ciudad de Melilla, pregunta que, si se pueden
tirar pelotazos a los españoles, ¿por qué no a los inmigrantes? “A ver –se
pregunta, indignado– ¿qué lectura es esta? Si se puede actuar contra grupos de
españoles con métodos antidisturbios, ¿por qué no se puede actuar con los
extranjeros?... Si los dejamos entrar, no ponga usted a guardia civiles ni a
nadie. Que entren. Montamos un puente, ponemos azafatas con un comité de
recibimiento y san se acabó”. Declaraciones publicadas a principios de marzo, un
mes después de los graves sucesos de la playa ceutí de El Tarajal, en la que
dispararon pelotas de goma y botes de humo contra un grupo inmigrantes que
intentaban entrar en territorio español.
Un operativo repara la valla fronteriza entre Marruecos y Melilla, después de un salto masivo.
El alambre de púas y el liso de acero galvanizado son utilizados para obstaculizar el paso en las fronteras. En la madrugada del lunes, 10 de marzo, Melilla sufrió un nuevo intento por parte de 150 inmigrantes, dispuestos a traspasar la frontera. Pese al rechazo de las fuerzas de seguridad españolas y marroquíes a uno y otro lado de la alambrada, una veintena de los subsaharianos sí logro superar la doble valla de seis metros de altura cada una y los controles policiales a uno y otro lado del perímetro fronterizo. Era la segundo tentativa que se registraba en menos de 24 horas. La última había sido protagonizada por 700 inmigrantes subsaharianos, divididos en dos grupos de 500 y 200, que pretendían pasar sin papeles a Melilla. La AUGC en Melilla señaló que el inicio de la instalación de las mallas anti-trepa en el vallado, que harían prácticamente imposible ser escaladas, "hizo que subiera la tensión en la valla" ya que los inmigrantes que esperaban en la montaña del Gurugú y alrededores, querrían pasar a la ciudad española antes de que sea más difícil el salto de la alambrada". Unos 200 inmigrantes intentaron entrar en Melilla en la madrugada del domingo, 16 de marzo, pero un fuerte dispositivo de las fuerzas de seguridad de Marruecos y España evitaron que pasasen a suelo español. Los hechos ocurrieron sobre las 5:00 horas, momento en el que el dispositivo permanente de la Guardia Civil en la doble valla avistó, en una zona próxima al puesto fronterizo de Beni-Enzar a un grupo numeroso, de unos dos centenares de personas, en dirección al perímetro fronterizo, y dio aviso a la Policía marroquí, dentro de la colaboración que mantienen ambos cuerpos. Nueve días antes, el Ministerio del Interior había empezado a instalar en ese tramo de la alambrada las mallas antitrepa anunciadas por el ministro del Interior. Y el 19 de marzo, la AUGC criticaba "otro asalto masivo y agresivo a la valla, mientras los miembros de las FCSE (Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado) estaban con manos atadas y sin protocolo de actuación para poder intervenir". Con esta entrada, la séptima que tuvo lugar en este año de 2014, el CETI (Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes) triplicaría el número de acogidos, más de 1.500, frente a su capacidad óptima, de 480, lo que obligó a colocar más tiendas de campaña y proveer de más raciones de comida para atender a los nuevos inmigrantes.
Jorge Fernández Díaz, en
el perímetro fronterizo de Ceuta.
El pasado 6 de marzo, un mes después de la
tragedia de Ceuta, Jorge
Fernández Díaz acudió a Melilla para visitar el perímetro fronterizo
y el CETI. El ministro del Interior anunció medidas de refuerzo de la valla fronteriza
y de vigilancia para hacer frente a la inmigración. Y, a finales de mes, comenzaban
unas obras junto al perímetro fronterizo donde se desplazó maquinaria pesada
con la que se cavaron fosos. Fuentes policiales españolas informaron a Efe de
que, en varias zonas, se avistaba la colocación de una verja de unos dos metros
de altura, delante de la cual se colocarían varios rollos de concertinas
superpuestos. Ante el problema de la inmigración ilegal y los asaltos masivos a
las fronteras en Ceuta y Melilla, el Ejecutivo insistió en pedir, ante la Unión Europea , un pacto de
Estado para conseguir ayudas. Mariano Rajoy
plantea que, en la cumbre entre la Unión y África que se celebrará en Bruselas los
días 2 y 3 de abril, se incluyan las cuestiones de la inmigración y se refuerce
la cooperación con los países de origen y tránsito. El jefe del Ejecutivo
reclama una legislación europea común en la materia, tanto en la inmigración
legal como en la que mueven las mafias, y que englobe todas las cuestiones,
desde la reagrupación familiar a las repatriaciones. De momento, el PSOE
desiste de plantear en el Congreso la “reprobación” del ministro del Interior
por los sucesos de Melilla. En el Grupo Popular, confían en que los socialistas
“vayan
bajando el tono de sus ataques, dirigidos a desgastar al
Gobierno ante la proximidad de las elecciones europeas”.
A mediados de mes, se conocía el informe del
colectivo “Caminando Fronteras”, elaborado a partir del testimonio de los
supervivientes de la tragedia de Ceuta. En él se desprende que los agentes
destacados en la madrugada del 6 de febrero, en la playa de El Tarajal, dispararon
pelotas de goma y botes humo contra los inmigrantes, negando tajantemente el
auxilio a quienes se encontraban en el mar, tanto a los que pidieron ayuda a la
patrullera española como a quienes se encaramaron a las rocas del espigón. El
trabajo parte de 28 entrevistas con 25 hombres y tres mujeres procedentes de
Senegal, Costa de Marfil y Camerún que aquella madrugada intentaron entrar en
Ceuta en un grupo de 300 personas de las que al menos 15 perdieron la vida. A lo .largo de las entrevistas, “todos los testimonios
fueron persistentes” y coincidieron entre sí, al describir que la Guardia Civil , “al
principio, disparaba al aire” pero, cuando empezaron a llegar al área española,
tiraron “a los cuerpos de las personas que se encontraban en el agua”. Apuntaron a los flotadores y éstos “se
pinchaban”, pero “muchas de las balas de caucho alcanzaron partes vitales de
los cuerpos, sobre todo la cabeza y la cara”. El informe advierte que
los guardia civiles se encontraban apostados en las piedras del espigón. “Disparaban
desde allí a corta distancia de los inmigrantes que estaban en el agua y utilizaban
las culatas de sus armas para impedir que se agarrasen a las rocas. Todos ellos
disparando a las personas e
introdujeron gases lacrimógenos en el agua”, mientras los inmigrantes
estaban “bloqueados por los marroquíes, de un lado, y los españoles pegando del
otro”.
El drama de Tarajal.
El colectivo acredita con dictámenes médicos en
un informe de 64 páginas que, al menos quince de los inmigrantes que intentaron
entrar en grupo en la ciudad autónoma sufrieron “lesiones traumáticas” y que
uno de los fallecidos presentaba una “circular” en la cara, como posible
resultado del impacto de una pelota de goma. “Se ha verificado –reflejaba el
análisis– la existencia de 15 personas con lesiones de naturaleza traumática de
las cuales se reseñan ocho más graves y secuelas”. Entre ellas, figuran algunos
de las 23 personas de origen subsahariano que, según el ministro del Interior,
llegaron a pisar territorio español, donde “ninguno recibió asistencia sanitaria”. Muchas
balas de caucho alcanzaron partes vitales de los cuerpos, sobre todo la cabeza
y la cara.”Todos” fueron atendidos “de emergencia” en la playa marroquí
contigua al espigón fronterizo del Tarajal, en cuyas inmediaciones tuvieron
lugar las muertes, “y 19 fueron trasladados a hospitales de la zona”. Uno “fue
hospitalizado durante dos semanas” en Tetuán, aunque “se le denegó el
certificado” facultativo, y “ninguno recibió parte médico ni informe sobre sus
lesiones o tratamiento dispensado”. De los heridos “al menos tres siguen
sufriendo secuelas graves que comprometen su estado de salud por haber perdido
la visión parcial o total de uno de sus ojos”. El informe refiere que otros
lesionados “no quisieron ser asistidos por temor a dar sus datos personales” o
“no dieron su consentimiento para que su atención quedara reflejada”.
Heridas de los emigrantes provocadas por los
pelotazos en Ceuta y recogidas en el informe de Caminando Fronteras.
En medio de esta situación, “había heridos que
intentaron llegar y pedir auxilio y los agentes no se lo prestaron –cuenta uno
de los supervivientes–. Vi cómo cuatro personas querían ir hacia el barco y
empezaron a pegarles”. Según la opinión de todos los entrevistados, si la Guardia Civil
hubiese colaborado en el rescate de los que se estaban ahogando, “posiblemente
hubiesen salvado sus vidas”. Dos refieren las circunstancias de una de las
muertes, la de Oumar Ben Sanda: “Sanda pidió socorro, extendió su mano hacia la
roca y el guardia civil le pegó y envió de nuevo al agua”. Según los emigrantes
que alcanzaron la playa, la
Guardia Civil “redujo con violencia a las personas que
llegaban” y en dos de los casos “un agente disparó sobre la cabeza de los
heridos mientras estaban tumbados sobre la arena. Había una mujer guardia civil.
Nos puso de rodillas y nos pegó con la porra. Era la única mujer que vimos. Tendría
unos 30 años, con pelo más bien claro y delgada. Sus golpes me provocaron daño
en la cadera e inflamación en la pierna derecha”, dice uno de los testimonios. El
informe repasa las devoluciones sobre la marcha de los 23 inmigrantes que
consiguieron llegar a la playa ceutí, con las declaraciones de nueve de los
afectados, entre los que se encontraban un chico camerunés de 16 años y una
mujer. En sus relatos dicen que fueron reducidos con violencia. “Ni ella, que recibió en la cabeza el impacto
de una pelota de goma, ni otro joven que sangraba abundantemente, recibieron
asistencia en la playa española”. Los testigos y damnificados por la
tragedia establecen una relación causa-efecto entre los fallecidos y heridos y
el uso del material antidisturbios por parte de la Guardia Civil. Las
condiciones de entrada de los inmigrantes suponían ya una situación objetiva de
riesgo para su integridad física, por lo que el uso de la fuerza determinó una
situación de peligro concreta y evitable. Señalan que no se tomaron medidas específicas
para el rescate de las personas en el agua, ni se activaron los protocolos de
salvamento y primeros auxilios adecuados.
Uno de los
inmigrantes heridos, auxiliado por dos de sus compañeros.
Esteban González Pons, vicesecretario general de Estudios
y Programas del PP, alabó al ministro del Interior por su “rápida” intervención
para cerrar el tema”. Durante la comparecencia posterior al Consejo de
Ministros, Jorge Fernández Díez presumió de que su Ministerio realizó “un
ejercicio de transparencia sin precedentes” al haber aportado los vídeos de lo
ocurrido, “al alcance de todo el mundo”. Insistió en que “decir que el disparo
de pelotas de goma causó la muerte de los inmigrantes es un silogismo que no se
sostiene”. Y repitió que los agentes de la Guardia Civil
“lanzaron pelotas de goma pero no les dispararon”. Remarcó que los quince
fallecidos eran “ilegales” y “murieron en territorio de Marruecos”. Pero la ONG “Caminando Fronteras” habló
de las heridas en la cara y en la cabeza de los inmigrantes fallecidos y de los
heridos con marcas de las pelotas de gomas. Dijo que hubo otros 15 heridos,
además de los 15 fallecidos, de los que ocho quedaron con secuelas más graves
tras intentar entrar a nado en la playa del Tarajal. Denuncia que recibieron culatazos
de los guardias civiles cuando intentaron tomar la tierra firme. Gracias a las 28 entrevistas realizadas y a los informes
de los médicos, la ONG
elabora un contundente dossier en el que reafirma que “la Guardia Civil tiró a
dar a los inmigrantes con el material antidisturbios y que se les negó la ayuda
que pedían cuando se ahogaban”. Indican que los fallecidos tenían heridas en la
cara y en la cabeza que coinciden con la forma de las pelotas de goma. Uno de
los cuerpos que estaba en la morgue de Fnidq (Marruecos) “tenía un labio
completamente roto y una herida en la frente. Y de los siete que estaban en
Mdieq, uno tenía la cabeza vendada y tres presentaban heridas en la oreja, el
ojo y el pecho”. En los informes médicos se recoge que uno de los heridos tenía
una herida de cinco centímetros en la coronilla; otro, una herida de siete
centímetros sangrante, en la nariz; un tercero, un traumatismo con edema de
pupilas y un cuarto, un edema de los párpados superior e inferior del ojo
derecho que no le permitía abrirlo. Y que los que lograron llegar a la playa
española no recibieron asistencia sanitaria. “Todos los testimonios
recogidos por el colectivo –afirma el documento– señalan que los agentes de la Guardia Civil
tiraban sobre los flotadores y que muchas de las balas de caucho alcanzaron
partes vitales de los cuerpos, sobre todo, la cabeza y la cara”. Y quienes
sobrevivieron también denuncian “la violencia ejercida por los guardias civiles
que se encontraban apostados en las piedras del espigón”.
El delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco
Antonio González.
El delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco
Antonio González, lamenta, a principio de marzo, las críticas de la comisaria
europea de Interior, Cecilia Malmström,
sobre lo ocurrido el pasado 6 de febrero en la frontera que separa Ceuta
de Marruecos. “Espero que aprenda geografía porque yo creo que desde Suecia,
Noruega o Finlandia se pueden hacer declaraciones que pueden estar
descontextualizadas por desconocimiento manifiesto de lo que está hablando y
del sitio del que está hablando” González señala que, en España “se protegen
las fronteras para que en el norte estén cómodos”. Afirma que la comisaria
europea debería visitar Ceuta y Melilla, “que vea lo que hay con sus propios
ojos y después que opine y lo que diga lo haga con responsabilidad” y anima a las asociaciones que representan a los agentes de la Guardia Civil a
querellarse contra el colectivo “Caminando Frontera”. El representante del
Ejecutivo en la ciudad duda de la credibilidad de los testimonios recopilados
por la ONG y
defiende, de nuevo, la actuación de los agentes. “Nosotros tenemos información
proporcionada por Marruecos que señala que todas las autopsias, hechas por
forenses profesionales, determinan que las muertes fueron por ahogamiento. Así
que no sé qué informes son esos o qué buscan, aunque creo que solo pretenden
atacar a la Guardia
Civil y criminalizar su actuación. Decir que los guardias
disparaban a bocajarro las pelotas de goma a los inmigrantes que llegaban a la
playa es una barbaridad… ¿Dónde se ha visto eso? Yo desde luego no lo he visto
en ninguna imagen y no hay ni un solo guardia civil que haga eso jamás”. El
delegado en Ceuta espera que alguna de las asociaciones del instituto armado
“presente una querella criminal “y se obligue a los profesionales que han
firmado ese informe a que lo ratifiquen en una sede judicial y a ver si son
capaces de mantenerlo delante de un juez”.
A Dauda una concertina le
desgarró el brazo.
El escándalo de la actuación de la Guardia Civil
provoca inmediatamente la suspensión de las armas contra los inmigrantes que burlaban
la frontera. Pero el roce con la valla metálica con la concertina barbada, un tipo de alambre de
púa o alambre de cuchillas fabricado en grandes bobinas que se
pueden expandir como un bandoneón, no ha dejado de lastimar. Dauda, por
ejemplo, de 23 años y natural de Burkina Faso, lograba, en su tercer intento del pasado 19 de marzo, saltar
la valla metálica de tres metros. Pero
el brazo se le quedó enganchado en una concertina. Se oyó un sonido desgarrador
y se produjo la caída, con su brazo abierto en canal.
Valla fronteriza de Melilla.
Cientos de inmigrantes de origen subsahariano protagonizaron
el pasado viernes varios intentos de entrada a Melilla en distintos grupos,
algunos de los cuales se encaramaron a la valla desde donde lanzaron gritos como
“España,
España””Bosa, bisa” (victoria, victoria) o “Libertad”. Unos 400
inmigrantes lo intentaron por una zona,
situada entre Villa Pilar y el CETI, mientras que otros 300 lo hacían por las
inmediaciones del paso fronterizo de Beni Enzar. Una veintena se mantuvo varias
horas encaramados a la valla, algunos de ellos enganchados en ella, otros,
negándose a bajar, pero sólo una decena de ellos lograron atravesar la verja,
mientras el resto era frenado por las Fuerzas de Seguridad españolas y
marroquíes, cuyos efectivos fueron reforzados en las últimas semanas.
Diez organizaciones humanitarias radicadas en
Marruecos, incluida la católica Cáritas, e importantes colectivos civiles en
favor de los derechos humanos, aumentan la presión sobre los Gobiernos de
España y Marruecos que impulsan el acuerdo de
ejecutar las devoluciones en caliente de inmigrantes irregulares.
Las organizaciones reclaman la presencia de observadores internacionales en
Ceuta y Melilla para que comprueben sobre el terreno la “violación de los
derechos de los inmigrantes”. Es el punto clave de la reunión que los ministros
del Interior de ambos países iban a celebrar el miércoles pasado en Tánger. La
cita oficial se suspendió por los funerales
del expresidente Adolfo Suárez pero la presión de las ONG y las
entidades sociales no han dejado de sentirse. Las ONG denuncian en su escrito
que los inmigrantes son muchas veces desplazados a la fuerza desde el norte de
Marruecos hasta Rabat, capital donde se concentran ahora por centenares,
especialmente tras el pasado mes de diciembre, coincidiendo con el inicio del
periodo de regularización inédito puesto en marcha por el gobierno marroquí en
enero. Desde entonces se han apuntado en esas inscripciones más de 13.000
irregulares pero apenas se han concedido 300 permisos de estancia. Marruecos y
España estiman en unos 40.000 los inmigrantes irregulares que pueden estar en
el país norteafricano a la espera de cruzar de alguna manera la frontera hacia
Europa. La intención de España es convencer a Marruecos para que aplique ya el
artículo 11 del acuerdo de readmisión bilateral firmado en marzo de 1992, y que
no entró en vigor hasta diciembre de 2012. Un tratado que contiene una serie de
condiciones para ese tipo de readmisiones que se han demostrado muy complicadas
de cumplir: “La solicitud deberá ser presentada en los 10 días posteriores a la
entrada ilegal en el territorio del Estado requerido. En ella se harán constar
todos los datos disponibles relativos a la identidad, a la documentación
personal eventualmente poseída por el extranjero y a las condiciones de su
entrada ilegal en el territorio del Estado requiriente, así como cualquier otra
información de que se disponga sobre el mismo”. Esta misma semana el colectivo
a favor de los derechos humanos Human Right Watch ha denunciado desde Bruselas
que ese tipo de comportamientos, sin garantizar los debidos procesos de
vigilancia y protección “violan las leyes españolas, europeas e
internacionales”. Y llaman la atención sobre el trato violento de las fuerzas
de seguridad marroquíes hacia esos inmigrantes devueltos sin ninguna protección.
Francisco Martínez, secretario de
Estado de Seguridad, no dilucidó, en su comparecencia en la comisión de
Interior del Congreso de la semana pasada, cómo se produjo la muerte de
quince inmigrantes en Ceuta. Entre la documentación ofrecida a la
oposición no se encuentran los vídeos ni los audios grabados durante el disparo
de pelotas de goma. Martínez se limitó a asegurar que el pasado 6 de febrero “no
se lanzó material antidisturbios” a los inmigrantes que trataban de llegar a
nado a la costa española y negó que los disparos generasen “pánico” entre
ellos. Cifró en 145 las pelotas de goma y en cinco los botes de humo lanzados
por los agentes, quienes no habrían observado a ningún inmigrante en situación
de peligro. “Si nadie dio la voz de alarma es porque en la playa española nadie
se estaba ahogando; murieron en aguas marroquíes”, sostuvo Martínez, quien
añadió que, pese al rastreo de los miembros del Grupo Especial de Actividades
Subacuáticas (GEAS), ese día no se encontraron cadáveres en nuestras aguas. El
secretario de Estado, que defendió en todo momento la actuación de la Guardia Civil , echó
la culpa a los inmigrantes de su propia muerte por tratar de imitar la “fácil”
entrada a nado en la playa del Tarajal que tuvo lugar el pasado 17 de
septiembre. Entonces, había bajamar y el 6 de febrero, pleamar, dijo el
secretario de Estado. Además de justificar la desgracia por la subida de la
marea, Martínez añadió que “no sabían nadar” y que algunos llevaban “artilugios
de circunstancia a modo de chaleco salvavidas, como un saco de arpillera con
botellas vacías”. La tragedia, según el
secretario de Estado de Seguridad, se produjo cuando “personas cansadas y
excitadas se adentraron en el mar sin orden ni concierto, convencidas de que
atravesarían ese trayecto con el agua a la altura del pecho”.
Gaspar Llamazares cargó contra él
por incurrir en “la negación de los hechos y la mentira”, un “papelón” que, a
juicio del diputado de Izquierda Unida debe ser rectificado por Interior.
“Usted elude que no hubo pánico”, añadió el portavoz de Izquierda Unida ,
quien consideró que el uso de material antidisturbios fue “imprudente”.
Martínez tampoco reconoció quién decidió disparar y se limitó a decir que “no
hubo una orden imperativa”. Los vídeos y audios, que reproducen las
comunicaciones entre los guardias civiles durante la tragedia, sólo aclararon
otro aspecto polémico de la actuación del cuerpo armado: las expulsiones en
caliente. Tal y como muestra una de las ocho grabaciones proyectadas durante la
comparecencia, las entregas ilegales de inmigrantes a las fuerzas de seguridad
marroquíes fueron practicadas a través de una puerta de la valla fronteriza,
justo después de la llegada de los inmigrantes a la Playa del Tarajal. El resto
de los vídeos, grabados por varias cámaras desde diferentes localizaciones,
refleja cómo un grupo de unas doscientas personas se dirige hacia el perímetro
fronterizo y, acto seguido, se desvía hacia la playa; la recogida de cadáveres
en el lado marroquí y el lanzamiento de piedras a la zona española. La
selección de las grabaciones por parte de Interior indignó a Xabier Mikel Errekondo.
“Han muerto quince personas y no saben cómo, dónde ni cuándo. No sé a qué ha
venido usted aquí”, le espetó el diputado de Amaiur. “¿Dónde están el audio y
los vídeos de los disparos de las pelotas de goma y los botes de humo? Tengo la
sensación de que nos están tomando el pelo de manera burda”. Tanto él como
Llamazares aludieron al informe de la ONG Caminando Fronteras que revela, a partir de
entrevistas realizadas a médicos e inmigrantes, que los supervivientes
presentaban heridas
causadas por el material antidisturbios. El secretario de Estado, en
cambio, aseguró que ninguno fue alcanzado ni presentaba lesiones, pues el
objetivo de los disparos fue delimitar la línea divisoria con España y buscar
un efecto “disuasorio”. Pese a que, según él, los guardias civiles no tiraron a
dar, informó de que, a partir de ahora, los agentes tienen prohibido disparar
pelotas de goma hacia el mar.
El director general de la Guardia Civil ,
Arsenio Fernández de Mesa junto al teniente coronel jefe de la Guardia Civil ceutí.
La destitución del director general de la Guardia Civil , Arsenio Cuco Fernández de Mesa,
no depende en último término de su superior, Jorge Fernández Díaz,
ministro del Interior. Si así fuera, admiten en el PP, el exdelegado del
Gobierno en Galicia ‘ya estaría fuera’ del Departamento. La larga amistad
personal de Fernández de Mesa con el presidente del Gobierno es, en realidad,
su seguro de continuidad, aunque en este caso, tal y como explican los
conservadores, la también estrecha relación del responsable de Interior con
Mariano Rajoy juega en contra del responsable del Cuerpo. Las fuentes
consultadas sostienen que Fernández Díaz no ha planteado al jefe del Ejecutivo
la necesidad del relevo de Fernández de Mesa, pero es lo que medita en estos
momentos. Así lo
explicaba Ana Pardo de Vera en El Público.es. “Mientras el ministro se decide
si toma o no la decisión de tratar de convencer a Rajoy, tentado por el pacto de
Estado de inmigración que le ofrece el PSOE a cambio de la cabeza del director
de la Guardia Civil
y que precisa para hacerse fuerte en Bruselas, éste permanece en un segundo
plano. Fernández de Mesa evita actos institucionales que puedan ponerle en
contacto con la prensa desde sus cuestionadas y contradictorias declaraciones en pocas horas para hablar
sobre la muerte de 15 inmigrantes en la playa de El Tarajal (Ceuta)
Sin ir más lejos, el máximo responsable del Cuerpo –de quien incluso los suyos
han subrayado siempre su afán de protagonismo– acudió a la capilla ardiente de
Adolfo Suárez en el Congreso de los Diputados el lunes a primera hora de la
noche, sobre las 21:00 h. A esa hora, la expectación mediática por el aluvión
de autoridades que acudieron a rendir un último homenaje al expresidente se
había desinflado y apenas había periodistas -ni personalidades- en el Salón Pasos Perdidos de la Cámara Baja … Durante
la rueda de prensa del pasado Consejo de Ministros, Jorge Fernández Díaz
contestó con un ‘no’ rotundo y seco a la pregunta sobre si iba a destituir a su
director general. Tampoco Rajoy se mostró públicamente favorable a relevarlo,
aunque la alergia a los cambios del presidente es de sobra conocida. Sin
embargo, los reproches
internos a la labor de éste se suceden cada vez con mayor
intensidad y la posibilidad de una crisis de Gobierno si, finalmente, se
confirma la salida del ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete,
como cabeza de lista del PP para las elecciones europeas constituiría un
escenario perfecto para, por lo menos, desplazar a Fernández de Mesa a otras responsabilidades”.
El presidente Rajoy y el ministro Fernández Díaz charlando en el Congreso.
En cambio, el Ministerio del Interior relevaba el martes a los máximos responsables policiales de Ceuta y Melilla, nombrando a dos nuevos jefes Superiores con experiencia en Seguridad Ciudadana y gestión de antidisturbios de la Unidad de Intervención Policial (UIP). El comisario José Ángel González Jiménez sería el nuevo jefe superior de Policía de Melilla. Desde 2005 desempeñaba sus labores como jefe de la Comisaría Provincial de Valladolid "con resultados operativos muy positivos", según informaba Interior por medio de una nota de prensa. Y su 'número dos' en esa Jefatura era Javier Nogueroles, ex jefe de los antidisturbios de Madrid y mando clave en los despliegues policiales para proteger el Congreso de los Diputados de las distintas concentraciones y manifestaciones convocadas en los últimos años. Por su parte, en Ceuta, el comisario Alfonso Sánchez Núñez ha jurado su cargo como nuevo jefe superior. Ingresó en el Cuerpo General de Policía en 1978 y desde entonces ha estado destinado en la Jefatura Superior de Madrid y en la de Vitoria, así como en las de Getafe y Móstoles. Era la apuesta del Departamento que dirige Jorge Fernández Díaz ante los acontecimientos vividos en las últimas semanas en ambas ciudades autónomas donde se están produciendo numerosos asaltos de inmigrantes a las vallas fronterizas con Marruecos.
El ministro del Interior mostraba, una vez más, su "incondicional apoyo a la Policía, que durante el pasado fin de semana ha sido garantía para los españoles de las libertades y los derechos, como el de manifestación, pero también garantía de convivencia y de vivir en paz".
El ministro del Interior mostraba, una vez más, su "incondicional apoyo a la Policía, que durante el pasado fin de semana ha sido garantía para los españoles de las libertades y los derechos, como el de manifestación, pero también garantía de convivencia y de vivir en paz".
Herida provocada por las concertinas instaladas en las vallas.
Un inmigrante de origen subsahariano se subió el
viernes a lo alto de una farola situada junto a la valla de Melilla, en
territorio español. El joven permaneció
a una altura de 10 metros
y se negó a bajar, pese a la insistencia de la Guardia Civil a que depusiera
su actitud. Al lugar se desplazó un vehículo Uno Vamtac, utilizado
habitualmente por los Geos para sus despliegues en el perímetro fronterizo como
refuerzo de la Guardia Civil.
Finalmente, tras cuatro horas encaramado, se bajó voluntariamente, siendo
atendido por los miembros de la Cruz Roja
al pie del poste. Posteriormente, fue llevado al Centro de Estancia Temporal de
Inmigrantes.
Destacamos esta semana la despedida en Las Cortes
del cuerpo de Adolfo Suárez. Los restos mortales del expresidente fueron
recibidos el lunes pasado en el Congreso de Diputados donde fue expuesto en el
salón de los Pasos Perdidos. Más de 30.000 ciudadanos pasaron por su capilla
ardiente. Una gran pancarta rezaba: “Gracias, presidente” y una alabanza a su
“trabajo sin cesar” por el entendimiento de los españoles. A las puertas del
propio Palacio, el miércoles se despidió al arquitecto de la Transición con honores militares.
Otros fotomontajes de esta
semana:
Friedrich Nietzsche a la
luz de la luna; el puto viento me tapa los ojos; Beethoven y el nacimiento de
una tradición y José Múgica, presidente de Uruguay.
En el humor de la semana recordamos a Erlich:
Entre los autores de las viñetas del humor,
recordamos a Forges, El Roto, J. R.
Mora, Peridis, Fontdevila, A. López,
Vergara, Pandelet y Ricardo.
Pep Roig, desde Mallorca, sugiere: El poder del
dinero y el dinero del poder; el boticario feliz; el consenso de luto;
bendecido y bien bendecido y violencia 0/0.
Entre los vídeos de esta semana, los inmigrantes que consiguen saltar en la madrugada del viernes la valla de Melilla. Ochocientos sin papeles lo habían intentado divididos en dos grandes grupos. Las fuerzas de seguridad españolas y marroquíes impidieron que la mayoría sorteara la valla de siete metros de altura. El jueves, unos mil subsaharianos protagonizaron similar intentona, pero el despliegue policial les obligó a volver atrás.
Francisco Martínez, secretario de Estado de Seguridad, comparece el pasado miércoles ante la Comisión de Interior del Congreso para dar cuenta de los detalles sobre la tragedia en la que perdieron la vida 15 emigrantes cuando intentaban alcanzar a nado la playa ceutí de El Tarajal, en la madrugada del 6 de febrero.
Goran Bregović (Горан Бреговић, en cirílico), es un compositor nacido en Sarajevo, Bosnia-Herzegovina (antigua Yugoslavia), el 22 de marzo de 1950), de padre croata y de madre serbia. Reconocido internacionalmente por ser el autor de las bandas sonoras de varias películas de fama mundial (sobre todo las dirigidas por Emir Kusturica), Bregović es uno de los más afamados compositores de la región balcánica. Su producción mezcla sonidos del folclore tradicional con rock, música búlgara y otros estilos musicales. Es el autor del tema que representó a Serbia en el Festival de la Canción de Eurovisión 2010, "Ovo Je Balkan".