Mohamed bin Salmán, Rafael Nadal, Jon Rahm y Fernando Alonso .El régimen de Arabia
Saudí tira de petrodólares para reconvertir su economía. Para ello se sirve de
un potente fondo de inversión controlado por el príncipe heredero, con el que
ha comprado la participación de Telefónica. Mohamed bin Salmán (popularmente
conocido como MBS) expone su abundancia en recursos financieros, los
petrodólares provenientes del oro negro. Es la economía del mundo que más
creció el año pasado, muy por encima de India o China: su PIB subió un 8,7%,
hasta los 1,52 billones de euros (el de España es de 1,33 billones). Hoy, tres
estrellas del deporte español, Nadal, Rahm y Alonso se han rendido a la
influencia de Arabia Saudí. El tenista es embajador de la Federación de Tenis
de Arabia, el golfista compite en el circuito saudí y el piloto de F1 lleva a
una empresa del país asiático como patrocinador principal de su monoplaza.
Fernando
Alonso también está bajo la influencia del dinero de Arabia Saudí, pero su caso
es diferente al de sus dos compatriotas. El piloto asturiano está vinculado con
Arabia de una forma indirecta. Y es que, desde su fichaje por Aston Martin,
siempre ha pilotado con el patrocinio de Aramco en su monoplaza. Aramco es una
compañía saudí que explota petróleo, gas y productos petroquímicos que, a
partir de la temporada 2024, será el patrocinador principal y aparecerá en el
nombre oficial durante el Mundial. Se trata de la segunda empresa más valiosa
del mundo (solo por detrás de Apple y por delante de Microsoft) con un valor de
1.887 billones de dólares y se convierte así en el gran sustento económico de
la escudería dirigida por Lawrence Stroll y, por lo tanto, el valedor del
contrato del dos veces campeón del mundo. No hay deporte que no interese al país árabe, desde el pádel hasta
las carreras de caballos, pasando por el Rally Dakar, que se celebra en estas
fechas en el desierto saudí, según recoge un detallado informe de la
organización británica pro derechos humanos Grant Liberty. Otro caso
paradigmático es el del ajedrez. Pero, en este caso, la excampeona del mundo
Anna Muzychuk renunció a participar en el Mundial que se celebró en aquel país
en 2017. Lo hizo porque no se respetan los derechos de las mujeres, según
explicó ella misma, y a un alto precio: perdió los títulos que tenía y la
posibilidad de ganar el premio de esa edición.
El hecho de que Rafa Nadal se haya
convertido en embajador del tenis de Arabia Saudí es una operación más de
sportwashing.
Las dos principales
estrellas españolas del deporte, el tenista balear, Rafael Nadal, y el golfista
vasco, Jon Rahmh se han dejado convencer por los petrodólares. Al anuncio el
pasado lunes de que el tenista balear Rafael Nadal será
embajador de la federación de Arabia Saudí se une el fichaje para el
circuito de golf del país de Jon Rahm, quien pasó en un año de declarar que “el
dinero no me cambia la vida” a dejar EEUU e irse al golfo arábigo con un
suculento contrato bajo el brazo. Nadal promocionará el tenis local y ha
anunciado que va a abrir una sede de su academia en Arabia “Mires donde mires
en Arabia Saudí, puedes ver crecimiento y progreso, y me emociona formar parte
de ello. Sigo jugando al tenis porque me encanta. Pero, más allá de jugar,
quiero ayudar a que este deporte crezca en todo el mundo, y en Arabia Saudí hay
un gran potencial”, argumenta el tenista en la nota difundida por la federación
saudí de tenis. Daniel Sánchez Caballero lo explica
en ElDiario.com: “Lo que para Nadal es una tierra de ‘crecimiento y progreso
mires donde mires’ es un país en el que, según los análisis de Amnistía
Internacional, los derechos humanos y de los migrantes no se respetan y se
suceden ataques a la libertad de expresión, detenciones arbitrarias, juicios
sin garantías, torturas y discriminación de las mujeres y el colectivo LGTBQ+.
También es el Estado donde el príncipe heredero ordenó descuartizar a un
periodista crítico en una de sus embajadas, según constató un informe oficial
de EEUU. “Que Rafael Nadal se haya convertido en embajador del tenis de Arabia
Saudí es una operación más de sportwashing”, ha valorado la organización internacional.
“El sportswashing se da cuando los líderes políticos utilizan los deportes para
tratar de legitimarse en el escenario mundial mientras desvían la atención de
los problemas de derechos humanos en sus países”, explicaba a este periódico el
profesor de Ciencias Políticas de la Universidad del Pacífico (Oregón, EEUU) y
experto en política deportiva Jules Boykoff”.
El vasco Jon Rahm: “Juego por amor al deporte”.El
vasco Jon Rahm rechazó en junio de 2022 irse al circuito de
golf de Arabia Saudí (LIV Golf) porque su vida “no cambiaría lo más mínimo por
400 millones de euros”. Él jugaba, sostenía, “por amor a este deporte”. “Entiendo
el aliciente que tiene el LIV. Entiendo, para decirlo de forma amable, las
razones por las que (muchos jugadores) lo eligieron. Para ser honesto, el
formato no me atrae. Tres rondas sin cortes para mí no es golf. Quiero jugar
contra los mejores del mundo con un formato que se usa desde hace cientos de
años”, afirmó entonces. La línea del “amor por el deporte” y el “formato que se
usa desde hace cientos de años” debía estar en los 500 millones, cantidad por
la que acabó firmando por el país un año largo después de aquella declaración.
La decisión puede tener un coste (no económico) para Rahm, que puede perderse
algunos de los principales torneos del mundo por dejar el circuito occidental. Jon
Rahm quiso hacer públicas las razones que le han hecho aceptar finalmente la
oferta para unirse al LIV Golf dejando el PGA Tour, una competición de la que
había sido su más acérrimo defensor hasta su marcha al circuito saudí con un
suculento y estratosférico nuevo contrato que le va a reportar unos 550
millones de euros. Jon Rahm quiso hacer públicas las razones que le han hecho
aceptar finalmente la oferta para unirse al LIV Golf dejando el PGA Tour, una
competición de la que había sido su más acérrimo defensor hasta su marcha al
circuito saudí con un suculento y estratosférico nuevo contrato que le va a
reportar unos 550 millones de euros. Rahm aseguró ante las cámaras de Fox News
que “el dinero es genial, obviamente es maravilloso, pero lo que he dicho antes
es verdad, no juego al golf por dinero, juego por amor al deporte”, añadiendo:
“Pero, como marido, como padre y como hombre de familia, tengo la obligación de
darle a mi familia las mejores oportunidades y el mayor número de recursos
posible. Y ahí es donde eso entra. El dinero, obviamente, es y ha sido un
factor importante en esta decisión, pero hay muchas otras cosas, como mencioné
antes, que lo hacen tan emocionante”. Para
el golfista vizcaíno, hay otros factores al margen del puramente económico que
han sido claves en su marcha al circuito saudí: “El amor al juego y querer que
crezca en un mercado global, ser parte del equipo, ser capitán, espero, ser
líder para los compañeros, es algo que es tan especial que me hace querer
trabajar más duro aún de lo que he hecho hasta ahora”. En la misma entrevista
hecha en ABC el 8 de diciembre del 2023 En la misma entrevista, Rahm ponía como
ejemplo al equipo de sus amores, el Athletic Club, a la hora de referirse a su
objetivo de crear afición al golf entre los niños españoles: “Siendo europeo
crecí siendo aficionado Athletic de Bilbao, espero que los niños españoles en
el futuro crezcan queriendo ser parte del equipo que estamos construyendo. Es
algo que, espero, estemos relacionados por mucho tiempo”.
Nadal será embajador de la federación de Arabia Saudí.
En el caso de Nadal, no
ha trascendido una cifra dineraria concreta, pero sí se conoce que el acuerdo
es “a largo plazo para ayudar al crecimiento del deporte e inspirar a una nueva
generación de tenistas en Arabia Saudí” e incluye que se abra una sede de la
academia tenista del balear en el país. Así, petrodólares saudíes pasarían a
engrosar una cuenta del banco que en el balance total acumula nueve cifras, 300
millones de euros. Además, el compromiso es que pase un tiempo anual en el país
y, como embajador, publicitar las bondades del país. Otra incógnita que el
tiempo irá despejando es el daño en términos de imagen que puede tener para él
este acuerdo. De momento, el tuit (post de X) en el que el tenista anunciaba su
decisión está lleno de respuestas decepcionadas con el balear. Estas dos
estrellas españolas no son las únicas convencidas por el dinero que surge del
petróleo saudí. Nacionales e internacionales, personas y organizaciones han
caído en la tentación de los dólares saudíes. En el tenis, aparte del fichaje
de Nadal, el país ya lleva unos años ganando posiciones. Ya organiza la Next
Generation ATP Finals, un torneo que reúne a los mejores sub 21 del mundo y van
cogiendo fuerza los rumores de que albergará también WTA Finals, un torneo en
el que compiten a finales de año las mejores tenistas del mundo, y un Masters
1000, el segundo escalón de los torneos de élite, solo por detrás de los cuatro
Grand Slams.
Nadal, en Riad, junto al ministro de Deportes, el
príncipe Abdulaziz bin Turki al Said, y la presidenta de la federación saudí de
tenis, Arij Mutabagani.
Sánchez Caballero lo
recuerda en su reportaje “Los petrodólares de Arabia Saudí compran
a las estrellas del deporte español”, publicado en ElDiario.es: “Capítulo
específico merece el fútbol, aunque no es el único. A nivel nacional, la
Supercopa española, una competición que disputan equipos españoles, se disputa
allí desde hace unos años gracias a un acuerdo impulsado por el entonces
presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, e
intermediado por el exjugador Gerard Piqué, un acuerdo con varios millones en
comisiones que investiga la Justicia. Sonados son los dos mundiales de fútbol
que les han caído a las monarquías autoritarias del golfo Pérsico. El de Qatar
(2022) se demostró que fue comprado y además trastornó todo el calendario del
fútbol en un gesto sin precedentes. El de Arabia Saudí aún es oficioso, pero la
FIFA ha maniobrado para que sea inevitable: no hay más candidatos. El impulso
que el megafondo de inversión público del país (PIF) le está dando a la liga
saudí ha copado titulares los últimos dos veranos. El país ha pasado de recibir
veteranos en retirada (el actual entrenador del Barça, Xavi Hernández, acabó
allí su carrera) a fichar estrellas. Desde que abrió la veda con el fichaje de
Cristiano Ronaldo, al que paga 200 millones de euros al año, el PIF se ha gastado
varios miles de millones en una liga de tercer o cuarto escalón mundial. El
perfil de jugador comprable ahora es cualquiera, desde estrellas en su apogeo a
jóvenes promesas. Algo parecido está sucediendo con la Fórmula 1, en la que el
país invierte cientos de millones de euros cada año –patrocinio del equipo
MacLaren incluido– y celebra un Gran Premio. O en el boxeo, deporte del que
cada vez se celebran más combates en tierras saudíes. Incluso los deportes
virtuales, conocidos como e-sports, han recibido montañas de dólares árabes.
Desde 2021 –y es una estimación a la baja– Arabia Saudí se ha gastado más de
6.000 millones de euros en sportwashing”.
El tenista mallorquín, Rafa Nadal.Bajo el titular “Rafa de
Arabia” en Público, Davis Torres escribe: “A Rafa Nadal lo han nombrado
embajador del tenis en Arabia Saudí y los envidiosos del lugar han salido a
agitar los mismos cencerros de siempre. Que si Arabia Saudí es una dictadura
atroz, que si allí se limpian el culo con los derechos humanos, vamos, como si
Rafa se fijara en esas cosas. Él va a lo suyo, que es el deporte, el noble arte
de pegar raquetazos, y rara vez se le ocurre subir a la pegajosa red de la
política. Igual que Jaume Canivell, el comerciante catalán de porteros
electrónicos en ‘La escopeta nacional’, de Berlanga, Rafa, durante su larga
carrera de deportista, ha tenido bastante cuidado de no posicionarse casi nunca
en un sentido o en otro. “Apolítico total. De derechas. Como mi padre”. Las
pocas veces que a Rafa se le ha ocurrido subir a la red y lanzar una volea
contra el independentismo catalán o contra la moción de censura que destronó a
Mariano, se llevó el pelotazo de vuelta en toda la boca. Probablemente, por eso
mismo jamás se le ha ocurrido opinar del drama de los desahucios, del
descuartizamiento de la sanidad pública, de las inyecciones multimillonarias a
la banca, del secuestro de la Justicia y de otros temas más o menos peliagudos
e improcedentes. A Rafa, cuando gana un torneo, le ponen el himno nacional y
ondean la bandera española bien alta, y entonces, con el himno y la bandera, él
va que chuta. Las malas lenguas dicen que todo ha sido cuestión de dinero, que
a Rafa los jeques árabes lo han comprado gracias a un cheque con una barbaridad
de ceros a la derecha, pero las malas lenguas no acaban de comprender que si
algo le sobra a nuestro héroe, aparte de talento y visión para el tenis, es
dinero. Si a Rafa le hubieran pedido ser embajador del tenis en Burundi o en
Madagascar, que son países más pobres que una rata, hubiera aceptado encantado
y además gratis. Lo que pasa es que no se lo han pedido y así difícilmente
puede uno aceptar nada. “Donde quiera
que mires en Arabia Saudí puedes ver crecimiento y progreso”, dice Rafa, “y
estoy ilusionado por formar parte de este proyecto”. Como las autoridades del
país se tomen estas declaraciones al pie de la letra, lo mismo vemos a Rafa
decapitando a disidentes o apedreando mujeres, dos de las disciplinas en las
que Arabia Saudí es líder mundial indiscutible y en las que podrían aprovechar
a fondo su ilusión y la fuerza de sus brazos. Tampoco se entiende en qué más
cosas puede ver uno crecimiento y progreso en Arabia Saudí, aparte de la
obscenidad y el despilfarro…”.
Maruja Torres se hace
viral al cuestionar los valores de Nadal por convertirse en embajador de Arabia
Saudí. La decisión de Rafa Nadal ha provocado numerosas reacciones entre
importantes figuras públicas de nuestro país. Una de las más difundidas en
redes sociales es la de la escritora y periodista Maruja Torres, que reposteó
con un comentario la publicación del también periodista José Luis Sastre. El profesional de la 'Cadena SER' compartió
una imagen de una carta de 'El País', firmada por Pablo Erskine Rodríguez desde
Alcorcón (Madrid): “Rafa Nadal se ha convertido en el embajador del tenis de
Arabia Saudí, un país en el que la homosexualidad está prohibida, las mujeres
son apedreadas si no llevan puesto el hiyab en público y los derechos humanos
son increíblemente escasos. No entiendo la necesidad de venderse de esa manera,
pero tampoco lo culpo: cuando se trata de grandes sumas de dinero, la dignidad
y la honra desaparecen. ¿Realmente vale la pena sacrificar principios por unos
millones de más?”. “La cuestión -añade Maruja Torres- es si había principios”.
Nadal y blanquear la ropa. La viñeta de Pedripol.Marcelo Noboa escribe en
su “Carta abierta a Rafa Nadal”, publicada en ElDiario.es: “A mi hermano
Alberto y a mí, nos unen muchas cosas, entre ellas está el deporte
(especialmente el fútbol y el tenis). Mantenemos, de vez en cuando, interesantes
y entretenidos debates (¡y disputas!) en torno a nuestros respectivos equipos
de futbol (él, un forofo del Real Madrid y yo, culé). En cuanto al tenis, los
dos coincidimos en nuestra admiración por Roger Federer. Pero, hasta el
momento, jamás pudimos coincidir en el debate: Nadal/Djokovic. (…) Pues bien,
todo ello lo has echado por la borda, has conseguido
decepcionarme/decepcionarnos a millones de admiradores tuyos. Ya no podremos
ver un partido tuyo sin quitarte la careta de ‘embajador del deporte de Arabia
Saudita’. Has preferido venderte a una de las dictaduras medievales más
despiadadas que perviven en este mundo a la deriva, por un puñado de
petrodólares sangrientos, justo cuando a otro deportista de élite, al alemán
Toni Kross (Real Madrid), le silbaban por manifestar que ‘Irse a Arabia (los
deportistas) es una decisión por dinero y va contra el fútbol…la falta de
derechos humanos me impediría irme allí’. Lo silbaban quienes aplaudían a su
vez la designación tuya como embajador, por parte de la Federación de Tenis de
Arabia Saudí. Que me hayas decepcionado a mí, en realidad carece del más mínimo
interés. Lo relevante es que, al aceptar el nombramiento, has aceptado
representar a los que persiguen a miles de homosexuales con la cárcel y el castigo
físico. Has decepcionado a millones de mujeres que luchan por salir de la
represión y carecen de los más elementales derechos de los que gozan tu mujer,
tu familia, la mía y millones de hombre y mujeres en el mundo democrático. No
si procede recordarte que el último informe de Amnistía Internacional
(2022/2023) sobre el país que, a partir de ahora serás su embajador deportivo,
es decir, la cara visible del régimen Saudí, coloca a este país en la lista
negra de los que menos respetan los derechos humanos y donde la tortura, los
malos tratos, las violaciones, la discriminación de la mujer, las ejecuciones
colectivas, los juicios arbitrarios, la eliminación de periodistas, la
prohibición de partidos políticos, sindicatos, manifestaciones, la pena de muerte…son
moneda común. Pero tú, sin pestañar y, peor ruborizarte, declaraste: ‘Mires por
donde mires, allí puedes ver crecimiento y desarrollo”…Te faltó decir “no como
en la España bolivariana, filoterrorista, en el que el hambre y la miseria
están presentes’ (Te habría quedado la frase redonda). Después de formar parte
de la élite del deporte durante muchos años, pasas a formar parte de la élite
que blanquea la represión del régimen saudí (fútbol, golf, formula 1…) Y ahora
tenis, con Rafa Nadal. No sé si en el contrato firmado con ellos te obligan a
sentarte junto a Mohamed Bin Salmán, vicepríncipe heredero, quien ordenó el
asesinato del periodista Jamal Khashoggi…. Pero ahora que lo pienso, es lo de
menos. Te sentarás igual”.
Anna Muzychuk.La Gran Maestra de
Ajedrez Anna Muzychuk se negó a jugar en Arabia Saudita y dijo: “En unos días,
perderé dos títulos mundiales, uno tras otro. Porque decidí no ir a Arabia
Saudita. Me niego a jugar con reglas especiales, a usar abaya, a ser acompañada
por un hombre para poder salir del hotel, para no sentirme como una persona de
segunda clase. Seguiré mis principios y no competiré en el campeonato mundial
de ajedrez rápido y blitz donde en solo 5 días podría haber ganado más dinero
que en docenas de otros torneos combinados. Todo esto es muy desagradable, pero
la parte triste es que parece que a nadie le importa. Sentimientos amargos,
pero no puedo volver atrás. Al menos, me queda la satisfacción de que, desde
entonces, no se ha vuelto a celebrar ningún campeonato internacional de ajedrez
en aquel país”. Los futbolistas (y algún tenista) deberían aprender de ella...
Otros comentarios,
imágenes, fotos y fotomontajes:
Esta semana hemos visto a miembros del PP cuestionar la democracia, la constitución y a instituciones del Estado. Especialmente González Pons y Núñez Feijóo. Al final se nos vuelve anarkistas....
En su columna publicada en La Vanguardia, Jordi Évole bromea con que
Nadal puede ser de esos que dicen “ni de izquierdas ni de derechas” o “ni
machista ni feminista” y cuestiona su papel como embajador del tenis saudí “a
cambio de un cheque de no sé cuántos ceros”. Recuerda, además, la compra de
eventos internacionales por parte del Estado. “A ver si entre tanta compra
compulsiva se van a liar y adquieren la Marcha del Orgullo LGTBI+. Verás qué
risas”, bromea. El presentador de Lo de Évole pone sobre la mesa la implicación
del príncipe heredero saudí en el asesinato y descuartizamiento del cuerpo del
periodista saudí Jamal Khashoggi y los casos de ejecuciones en público que se
cometen en Arabia Saudí. “Deben de ser
leyendas urbanas, mucha literatura. Si no, no me explico cómo ciudadanos
ejemplares como Nadal, Cristiano o Messi acaban rendidos a semejante régimen”,
cuestiona.
El actor Alberto San Juan comparte su opinión sobre el uso político de
los símbolos nacionales -como la bandera de España- durante una entrevista en El
Español. Unas declaraciones que no han dejado indiferente a nadie. El
intérprete estrena la serie Cristóbal Balenciaga y la obra de teatro Macho
grita. En esta última repasa la historia de nuestro país, el cual reconoce que “ama
profundamente” porque es “bellísimo” y le encanta su “diversidad”. Sin embargo,
el actor considera que conceptos como la patria y la bandera “no tienen sentido
alguno” para él. “Las banderas nacionales se han utilizado para la guerra. Eso
no lo amo y me resulta ajeno”, asegura. Si bien puntualiza que respeta a todo
aquel que lleve la bandera de España. “Teníamos una bandera tricolor
republicana y fue tumbada por un golpe militar liderado por un dictador que nos
duró 40 años y que hizo de los colores de la rojigualda, con el águila encima,
su símbolo. Fue el franquismo quien intoxicó la bandera de España”, recuerda el
actor.
El consejo de Yolanda Díaz tras conocer la denuncia de C. Tangana por
sus condiciones en el Pans and Company.“A mí lo que no me
gustaba es que viniese Vanessa, que era la encargada, y me dijese: 'Pues hoy
haces el cierre tú' y te vas a quedar sacando papelitos hasta las 12 de la
noche ahí pelándote de frío. Me mangaron horas”, explicó Tangana a Jordi Évole.
Quién sabe si Vanessa fue la que inspiró Mala mujer. “El Pans and Company me
debe por lo menos 600 euros de horas”, reveló el artista. “En aquel entonces mi
nómina mensual era de 350 pavos. Todo lo que podían ratearte si no se fichaba
bien o si te cambiaban los fiches, que era lo que me pasaba a mí”, añadió
Tangana, quien reveló que incluso llevó a la empresa a juicio. Yolanda Díaz
comparte el clip viral del artista para recordar que Inspección de Trabajo
dispone de un buzón donde los trabajadores que sufran cualquier tipo de abuso
por parte de su empresa puedan denunciarlo. “Cuando te pase #LoDePucho recuerda
que tienes a tu disposición el Buzón de denuncias ante la Inspección de Trabajo”,
recouerda la ministra de Trabajo. (Tremending).