Pedro Sánchez, Ursula von der Leyen y Michel Barnier conversan con
refugiadas afganas en la base de Torrejón.El presidente del
Gobierno, Pedro Sánchez, junto con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula
Von der Leyen, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el jefe del
Servicio Europeo de Acción Exterior, Josep Borrell, visitaron el pasado día 21
el campamento levantado en la base de Torrejón de Ardoz (Madrid). Sánchez
convocaba así una cumbre europea y rompía siete días de silencio sobre la
crisis en Afganistán. En esta ocasión sí habló largo y tendido de España y aseguró
que “España está a las duras y a las maduras”. “Esto es –declaró– una tragedia humana. El Gobierno ha estado pendiente
de esta crisis desde el primer segundo”. Recordó que Afganistán no es un lugar
ajeno a España ya que, con el trabajo en la provincia de Bagdhis,
“hemos permanecido veinte años en el país y hemos logrado mantener una cierta
paz y estabilidad”. Y agradeció el trabajo de la policía nacional y de los
diplomáticos que estaban todavía en Kabul. Por su parte, el presidente de la
Comisión, Charles Michel, aseguró que fue el propio Sánchez quien ofreció que
Torrejón se convirtiera en el centro de reubicación para los afganos que
trabajaron para el Servicio europeo de Acción Exterior. Igualmente, Von der
Leyen agradeció la labor de España, “ejemplo de lo que es el alma de Europa” y
puso el foco en la ayuda humanitaria que la UE iba a ofrecer. La presidenta de
la Comisión Europea aseguró, además, que la ayuda a Afganistán por parte de la
UE iba a continuar. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, indicó que
España tiene “su cuota de solidaridad” y que aquí se quedarán “unos 50” afganos
con estatus de refugiado que es lo que a un país de este tamaño “le corresponde”.
Desde la semana pasada, los principales líderes europeos, como Ángela Merkel,
Emmanuele Macron o Boris Johnson, comparecieron públicamente y convocaron una
reunión de urgencia con sus Ejecutivos. Por su parte, Sánchez se limitó a dar
constancia del plan de evacuación de los españoles y colaboradores afganos con
las tropas españolas y la Embajada española en Kabul a través de su cuenta de
Twitter.
Desesperación en Kabul: Miles de afganos intentan huir de los talibanes
en aviones. ¿Por qué esta huida enloquecida y caótica?
María Elena Valenciano
Martínez-Orozco, política socialista y exvicesecretaria general del PSOE, tras
la victoria de Alfredo Pérez Rubalcaba en el XXXVIII, comentó en Vozpópuli: “Las
imágenes de la estampida de los occidentales y sus
colaboradores afganos, abandonando el país a toda velocidad, son la
contundente prueba de la derrota militar, política y moral que han sufrido las
democracias liberales en Afganistán. Resulta difícil creer que esta salida casi
de emergencia sea el resultado de un verdadero acuerdo entre los Estados Unidos
y los líderes talibanes. De haber sido así, ¿por qué esta huida enloquecida y
caótica? Si hubo un pacto, alguna de las partes no lo ha cumplido. Esta misma
semana ha habido informaciones que en las que se aseguraba que Estados Unidos
ha congelado 8.100 millones de euros del Banco Central de Afganistán para
evitar que caiga en manos de los talibanes. Cabe entonces preguntarse qué ha
sucedido con todo el material bélico del que disponían la OTAN y los
norteamericanos en el país. Ni siquiera ha habido tiempo de sacarlo del país o
de destruirlo. A pesar de las muy inquietantes informaciones que llegan desde
el terreno, testimoniando ejecuciones y desapariciones, y del terror general
visible en la presencia masiva de afganos tratando de acceder al aeropuerto o
en las largas colas – a 40° y un sol de justicia– delante de las embajadas
occidentales, así como de las llamadas de socorro en redes sociales y en medios
de comunicación que estaban haciendo cientos de mujeres profesionales,
periodistas o activistas, no es difícil entender que las cancillerías
occidentales con alguna excepción– y la
Unión Europea hayan mantenido una actitud bastante prudente con respecto a la
victoria de los talibanes (….) Lo cierto es que no deberíamos esperar mucho de
uno de los grupos de orientación wahabista más intolerantes y violentos de todo
el espectro radical suní. No sólo tenemos la experiencia ya vivida durante el
anterior gobierno de los talibanes, también sabemos cómo han ejercido el poder
durante estos años en los territorios que han seguido controlando. Aunque es
conocido que los talibanes no son un grupo homogéneo y que en las negociaciones
de Doha en 2018 se manifestaron serias discrepancias. Entre ellas, les une la
interpretación más supersticiosa, anacrónica y salvaje de la ‘sharía’, esa que –
además de otras cosas– reduce al mínimo la libertad y la dignidad de las mujeres
y de las niñas. Allá dónde mandan los talibanes, las mujeres tienen prohibido
reír fuerte: no debe escucharse su voz.
Grafiti de la artista afgana Shamsia
Hassani.
“Por otro lado –continúa
Valenciano–, los afganos y afganas que, durante estas dos últimas décadas,
habían apostado por un país abierto y democrático, no dejan de advertirnos
sobre la verdadera naturaleza de los nuevos dueños del país, hoy mejor armados
que hace 20 años. Los talibanes han sabido aprovechar tanto los errores de las
fuerzas de ocupación extranjeras como la incapacidad y la corrupción de los
gobernantes afganos. Los talibanes han sabido aprovechar tanto los errores de
las fuerzas de ocupación extranjeras como la incapacidad y la corrupción de los
gobernantes afganos. Financiados gracias al tráfico de heroína, resistiendo en
sus feudos y en la zona tribal de Pakistán, los líderes talibanes han ido
tejiendo una estrategia de acuerdos y compromisos con los dirigentes locales y
jefes de tribu de la que, aparentemente, la inteligencia occidental no se ha
enterado. Por otro lado, desde que Obama dio por finalizada la acción de
combate, en 2014, hasta la retirada pactada por Trump, en 2020, los talibanes
han estado preparándose para el asalto definitivo a Kabul mientras Occidente
perdía todo interés por Afganistán. A fecha de que hoy, todo está perdido, el
esfuerzo –que iba a ser largo, evidentemente– de construcción de una sociedad
democrática se ha esfumado y nadie sabe, incluidos los nuevos jefes talibanes,
cuál será el destino de Afganistán. Una cosa sí sabemos: desde la salida del
poder de los talibanes, el índice de nacimientos por mujer ha caído
radicalmente en el país y el porcentaje de niñas que acuden a la escuela
primaria ha aumentado un 80%. Esos eran los primeros síntomas de la
emancipación de las mujeres afganas que había que sostener durante años. Pero,
hoy, para ellas, el tiempo camina hacia atrás, sobre eso caben pocas dudas. Los
países occidentales deben ejercer la máxima presión para impedir un nuevo
apartheid de las mujeres afganas y la instauración de un régimen teocrático al
margen de la ley en Afganistán. Tenemos que atenernos los hechos que ponen
seriamente en cuestión los discursos de los nuevos talibanes. La comunidad
internacional, con Naciones Unidas a la cabeza, debe desplegar en el país una
sólida y sostenida acción humanitaria que permita proteger a los millones de
afganos que tienen un infierno por delante. ¿Dónde está la ONU? La organización
revolucionaria de mujeres de Afganistán (RAWA en sus siglas en inglés) nos
enseñó las 29 principales prohibiciones para las mujeres que los talibanes
imponen en sus dominios. Una de ellas es la prohibición de reír. No demos
ningún crédito a quienes no permiten reír a las mujeres”.
Los talibanes advierten de que habrá 'consecuencias', si EEUU mantiene
sus tropas más allá de agosto
Marxenko, el responsable
del Grupo Tamarant, publicaba el pasado lunes el artículo “Lágrimas de
cocodrilo por las mujeres afganas” en el que decía: “Muchas lágrimas de
cocodrilo hemos visto estos días por las TVs –muchas–,
al hablarnos de las mujeres y de las niñas afganas. Me rompe el corazón Ursula
Von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea. Pero, si fue ella y sus
gringuitos quienes alimentaron e impulsaron esas fieras. Fueron ustedes,
díganlo, ¿por qué no lo reconocen? De la tragedia de Afganistán nos habló la
presidenta Von der Leyen en la base militar de
Torrejón de Ardoz el pasado 21 de agosto. Lo que no nos dijo es que ‘esa crisis
humanitaria’ había sido creada por las ratas del capitalismo –por ellos mismos – en sus guerras de rapiña y que,
después de veinte años de ocupación militar, de la noche a la mañana trataron
de escapar, dejando atrás a sus colaboradores y a su personal diplomático. Y ante
el espectáculo bochornoso que se les creó en el aeropuerto, no hubo otra salida
que dar marcha atrás y darles asilo político a sus colaboradores directos. De
lo contrario, hubiesen sido degollados por esas pandillas de desalmados Mullahs,
instruidos y bien armados con fusiles de asalto y ametralladoras por la CIA, el
ISI servicio secreto de Paquistán y los descuartizadores de RIAD... ¡No!, esto
no lo dicen, los esconden. Cuando lo lógico era haber mantenido a sus perros a
unos cien kilómetros del Kabul, hasta que evacuaran el personal correspondiente”.
Marxenko continúa: “Pero
me alegro de que hayan trasmitido y dado a conocer la clase ratas que son, y el
concepto que tienen de su democracia y sus DD.HH. Pues, cuando, con la
complicidad de los Cascos Azules, derrocaron y asesinaron al presidente
demócrata, Mohammad Najibulá, como era de izquierdas, se frotaban las manos y
tiraban voladores, hasta que pronto se vio la catadura ‘humanista’ de sus
perros; y se vieron las mujeres metidas en una jaula como si fueran pajaritos
con esos chadors. ¿A caso no es verdad? Tendríamos que preguntarnos ¿qué ejército
y qué policía habían formado los aliados, para defender el país y las
instituciones de Afganistán? Que, de la noche a la mañana, desaparecieron y “el
presidente” Ashraf Qani tuvo que salir corriendo como un conejo, pues se quedó
más solo que la una”.
Tres
días más tarde, el jueves, 26, Marxenko insiste: “La
CIA en acción, despejen la pista –Roma no paga a traidores– que ya hemos soportado
demasiado espectáculo y estos chilabos nos han colmado el vaso… ¿Qué importa
que haya marines entre las víctimas? En el acorazado Maine también los había.
Claro que ahora la culpa es de los talibanes o de Al-kerrisa… Lo mismo da, la
cuestión es escapar de la chamusquina”… Y, sobre la entrevista del periodista
derechista, Alfonso ‘Rojo’, con al coronel, Pedro Baños, Marxenko añade: “La
caída de Afganistán en manos de los talibanes es un fracaso espantoso para los
USA’. Si, en nuestro país –España–, la corrupción hace temblar las piedras,
vemos cómo las élites roban miles de millones, los PePeros desvalijaron la
hucha de las pensiones... y bankeros, monarkas, magnates se fueron de
rositas… Y al juez que, por error, les
toque un pelo, le ponen de patitas en la calle. ¿Quién se iba a creer que esta plaga
de ratas y su entorno fueran a Afganistán a promover una democracia, a hacer
que las instituciones funcionaran de forma decente y que los tribunales fueran
implacables con la corrupción? Presiento que usted, coronel Pedro Baños,
también está en la nebulosa… Pero, si Al
Qaeda y el estado islámico ISIS, son frankistas de la CIA y de la OTAN, ¿cómo
es posible que usted también se preste a vender ese pescado podrido?... Y no
digamos nada del ‘avión’ que el corrupto Federico Trillo alquiló en el
vertedero de los rusos, para repatriar aquellos 62 militares españoles, que
quedaron espachurrados por las montañas de Turquía”.
Marxenko concluye: “Ursula
Von der Leyen, política y médica alemana y actual presidenta de la Comisión
Europea, nos avisa de que no se destinará “ni un euro de ayuda humanitaria a
los talibanes”, si violan los derechos humanos… Interesantes sus declaraciones.
Pero lo cierto es que a los bancos y los grandes traficantes de OPIO les
importa un rábano sus DD.HH. ¿A ver quién
controla las múltiples vías de escape que tienen, en especial los yankis a
través de Paquistán? De sobra saben los talibanes que sus campos de amapolas
son una preciosidad, millones de dólares florecientes que enloquecen al más
encallecido... Por otra parte, está la mafia rusa y los chinos a ver quién
agarra la tajada primero, en la cuestión del litio y otros recursos. Ahora bien,
que quede bien claro que esa entrega del poder de manera gratuita a los
talibanes es bastante sospechosa, ahí hay gato encerrado”.
Pese a las promesas de
tolerancia de los talibanes, impactan las fotografías del cómico, Nazar
Mohammad, también conocido como Khasha Awan, sentado en la parte trasera de un
coche, entre dos talibanes armados. El comediante fue asesinado el pasado 22 de
julio por los dos extremistas islámicos, tras tomar estos la provincia de
Kandahar. La detención del mismo fue conocida por “burlarse a través de
canciones y bailes de temas que sus seguidores le sugerían”. Algunos de sus
vídeos incluso fueron subidos a la red social Tik Tok. Combatientes del
movimiento fundamentalista detuvieron al comediante. En la fotografía, se
aprecia a Khasha en el interior del auto, junto a dos hombres armados, uno de
los cuales abofetea al humorista. “Una bofetada en la cara del famoso cómico es
una bofetada sobre la cara de todo el pueblo afgano y un insulto a la humanidad
ya la dignidad humana”, expresó Sarwar
Danish, exvicepresidente de la nación de Medio Oriente. En las imágenes puede
verse como el cómico habla al que está grabando el vídeo, lo que hace que el
insurgente de su derecha lo abofetee. Mientras tanto, el que está sentado a su
izquierda se ríe y cambia su arma por otra más grande. El vídeo supuestamente
se habría grabado después de que los talibanes sacasen al cómico de su casa a
rastras para fusilarlo. Según recoge el medio RTA, Nazar fue asesinado con
varios disparos y le fue cortada la garganta.
Joe Biden anunció en
algún momento la posibilidad de que las tropas estadounidenses alargasen su
estancia en Kabul debido a la situación crítica y la complejidad de las
evacuaciones, pero su opción no fue bien recibida por los talibanes. Suhail
Shaheen, portavoz talibán, señaló en una entrevista concedida a la agencia
británica 'Sky News' que habrá “consecuencias” si los soldados americanos no
han abandonado Kabul el próximo martes, 31 de agosto. “Si EE.UU. o el Reino
Unido buscaran más tiempo para continuar con las evacuaciones, la respuesta es
no. O habría consecuencias”, así habría advertido Shaheen a la Administración
Biden, advirtiendo de que “es una línea roja” e insistiendo en que no hay “necesidad”
de prolongar la presencia estadounidense en Kabul más allá de agosto. El
objetivo de Biden, como él mismo había remarcado en las últimas horas, seguía
siendo completar las evacuaciones antes del 31 de agosto, aunque se había
abierto a extender la permanencia del Ejército en la zona ante la caótica
situación, en especial en el aeropuerto de la capital, donde se suceden los
momentos de mayor tensión y caos. Otros gobiernos, como el británico, habían
solicitado a Estados Unidos alargar la estancia de los soldados para poder
culminar con éxito las repatriaciones de ciudadanos y colaboradores afganos.
Una extensión que, ante las amenazas directas de los talibanes, volvió a estar
en el aire. El presidente de Estados Unidos se esforzó por sacar de suelo
afgano a sus compatriotas y colaboradores a la mayor celeridad posible; causa a
la que sumó el apoyo logístico del Gobierno de España. Biden esperaba poder
completar la evacuación para entonces, puesto que “no hay motivo para que no se
pueda mantener el buen ritmo de evacuaciones que estamos teniendo durante la
última semana”. Y, ante las imágenes del aeropuerto, añadió: “Me duele el
corazón por la gente que se puede ver”. “La situación de seguridad cambia
rápidamente. Sabemos que los terroristas pueden aprovecharse de la misma”, dijo,
haciendo referencia a las advertencias de un posible atentado, probablemente
por parte del grupo Estado Islámico.
Panjshir,
sita al noreste, cerca la frontera, el último bastión que resiste a los
talibanes, cerca la frontera con Pakistán y Tayikistán.
La ministra española de Defensa,
Margarita Robles, insistía el pasado lunes en que el Gobierno tiene intención
de sacar de Afganistán a todas las personas que pueda mientras sea posible, si
bien creía que era algo que no dependía de ella, sino de la situación en el
terreno y en particular del plazo fijado por Estados Unidos para la salida de
sus tropas. Robles visitó el Cuartel General de la Unidad Militar de
Emergencias (UME), en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), donde
precisamente sus integrantes habían levantado “con toda rapidez” el campamento
en el que se acogía a los afganos evacuados. En declaraciones a la prensa, dejó
claro que la intención era seguir “trabajando para traer al mayor número de
personas posible”, si bien admitió que era algo que “no depende de nosotros”
puesto que es actualmente Estados Unidos quien controla el aeródromo y, a
priori, su plan era sacar todas sus tropas antes del 31 de agosto. “Traeremos a
los que podamos durante el tiempo que podamos”, recalcó, sin pronunciarse sobre
la advertencia de posibles “consecuencias” hecha por los talibanes después de
que Washington haya dejado entrever que podría no cumplir con el plazo previsto
y mantener sus efectivos desplegados en el aeropuerto más allá de esa fecha. El
aviso a Estados Unidos no fue el único que lanzaron los talibanes en las
últimas horas. El grupo terrorista controla 33 de las 34 provincias que
configuran el mapa afgano. Únicamente una escapa a su dominio: Panjshir, sita
al noreste, cerca la frontera con Pakistán y Tayikistán. La zona es el último
bastión de la resistencia que aún cuenta con voces políticas que incitan a
desafiar a los talibanes. El movimiento ha avisado de que está ultimando un
ataque contra la provincia, donde se encuentra refugiado el vicepresidente
afgano, Amrulá Salé.
A pesar de las promesas
de los talibanes, que aseguraron que habría una “amnistía general” para todos
aquellos que consideran traidores, las informaciones que llegan desde
Afganistán demuestran lo contrario. Michelle Bachelet, Alta Comisionada de la
ONU para los Derechos Humanos, aseguraba el pasado martes que su oficina ha
recibido informes “creíbles” sobre atrocidades y crímenes que los talibanes
están llevando a cabo en Afganistán tras su llegada al poder. Entre las
denuncias recibidas, se constatan ejecuciones sumarias de civiles, represiones
violentas de protestas pacíficas, expresiones de disidencia y se alerta del
reclutamiento de niños para el combate. La situación de las
mujeres es crítica. Aunque los talibanes aseguraron en un primer momento que
permitirían a las mujeres “trabajar y estudiar”, la condición marcada por el
principal portavoz talibán, Zabihulla Mujahid, es clara: “No va a haber ninguna
discriminación contra la mujer, pero siempre dentro de los márgenes que
tenemos. Nuestras mujeres son musulmanas y también están felices de vivir en el
marco de la sharía”. El mismo miércoles pedía a las mujeres trabajadoras
quedarse en casa “por su seguridad”. La excusa esgrimida por los talibanes es
que sus combatientes “no han sido entrenados para respetarlas. Nos preocupa que
nuestras fuerzas de seguridad, que son nuevas y aún no han sido muy bien
entrenadas, puedan maltratar a las mujeres”, aseguró Mujahid en declaraciones
recogidas por The New York Times: “No queremos que nuestras fuerzas, Dios no lo
quiera, hagan daño o acosen a las mujeres”.
Michelle Bachelet proclama que los derechos de las mujeres son una “línea
roja fundamental” en el trato de los gobiernos con los talibanes.
El pasado jueves se cometió
un doble atentado en los accesos al aeropuerto de Kabul y en
un hotel cercano que dejó un centenar de muertos y 140 heridos, según los
últimos balances. Los servicios de inteligencia americanos lo habían advertido
repetidamente en los últimos días, previendo que algo así podía ocurrir y
anunciando abiertamente que un atentado era “muy inminente”. Las explosiones no
sorprendieron y su incidencia sobre el terreno fue por el momento incierta. El
ataque suicida fue reivindicado por ISIS, también conocido como ISIS-K (ISIS-Khorasan),
la rama afgana del Estado Islámico. Los terroristas del ISIS
consideran a los talibanes “malos musulmanes” y “agentes” de Estados Unidos. Entre las víctimas se encontraban 13 militares
estadounidenses y niños, junto con multitud de civiles afganos. El primer atentado
fue en uno de los accesos al aeropuerto, en concreto en la puerta Abbey, una de
las 4 entradas al aeródromo donde se agolpaban multitud de personas esperando
poder acceder a un avión de evacuación. El segundo ataque tuvo lugar en el
hotel Baron, que se encuentra también muy próximo al aeropuerto de Kabul. Desde
el Pentágono confirmaron el doble atentado suicida, seguido de varios tiroteos.
El grupo terrorista autor de los mismo se creó en 2015, en pleno auge del
califato islámico. Esta facción yihadista es enemiga declarada tanto de Estados
Unidos como de los talibanes. De hecho, el atentado fue condenado por el
régimen talibán de Kabul, aunque reprochó a Estados Unidos que haya ocurrido ya
que “la seguridad de dicha zona (el aeropuerto y sus accesos) era su
responsabilidad”. El riesgo de atentado era alto, así lo advirtieron horas
antes los servicios de inteligencia estadounidenses y británicos, por lo que se
comenzó a agilizar las evacuaciones y la retirada del personal para cumplir con
el plazo exigido por los talibanes de que las tropas extranjeras abandonen
Afganistán, que vence el próximo día 31.
El presidente de los
EEUU, Joe Biden, condenó enérgicamente los atentados acaecidos en el aeropuerto
y en los aledaños de la ciudad de Kabul. “Los militares que han dado su vida
son héroes –dijo– son héroes que estaban en una misión para salvar la vida de
otros y eran parte de un esfuerzo de evacuación como no se ha visto nunca en la
historia, con más de 100.000 afganos que nos han ayudado y ciudadanos
estadounidenses evacuados. En las últimas 12 horas hemos conseguido sacar a
otros 7.000, con los militares más generosos del mundo. Nos sentimos ultrajados
y doloridos. Las vidas que hemos pedido hoy han sido dadas en servicio de la
libertad y la seguridad. No vamos a perdonar ni olvidar a quienes realizaron
este ataque, igual que cualquiera que ataque a EEUU. Os vamos a cazar y os lo
vamos a hacer pagar. Voy a defender a mi gente con todo lo que tengo”, aseguró
el presidente. “Sabíamos que iba a haber ataques y hemos
estado en contacto constante con nuestros líderes militares, que dijeron que
teníamos que terminar la misión. Tenemos que completarla y eso es lo que les he
ordenado. No vamos a dejar que los terroristas paren nuestra misión, vamos a
seguir con la evacuación. Vamos a responder con fuerza y precisión”. El sábado
Estados Unidos lanzaba un ataque aéreo contra un integrante de Estado Islámico
Provincia de Jorasán (ISKP), la filial del grupo terrorista en Afganistán, reivindicando
el atentado del pasado jueves. “Los primeros indicios señalan que hemos matado
al objetivo. No sabemos de víctimas civiles, avanzó en un comunicado recogido
por la cadena estadounidense CNN. Un funcionario señaló que el ataque había
sido autorizado por el presidente de Estados Unidos.
Llegada
de un avión de evacuados de Kabul a la base aérea de Torrejón de Ardoz.
Por su parte, a primeras
horas del jueves, España daba por finalizada la misión de evacuación de afganos
con la llegada a primera hora del viernes a Dubái (Emiratos Árabes Unidos) de
dos aviones A400M del Ejército del Aire procedentes de Kabul en los que
viajaban los últimos 82 militares españoles, 20 policías, tres diplomáticos y
cuatro militares portugueses que permanecían en Afganistán. Según un comunicado
difundido por el Gobierno, desde la base aérea dubaití de Al Minhad, el vuelo
de Air Europa fletado por Defensa llegó a la Base de Torrejón de Ardoz. La misión de evacuación de familias
amenazadas supuso 17 saltos de tres aviones militares entre Dubái y Kabul y
diez vuelos de aeronaves civiles de Air Europa entre los Emiratos Árabes Unidos
y la base aérea madrileña de Torrejón, además del primer vuelo de un A400M
entre Torrejón-Dubái-Torrejón que, en la madrugada del pasado 12 de agosto,
trajo su primera carga de 53 refugiados. Según el último recuento oficial, el Gobierno
español dio por finalizada la misión, tras haber trasladado a 2.206 personas a
la base aérea de Torrejón. No quedaría ya ningún ciudadano español en
Afganistán, ni militares ni diplomáticos. La operación terminó sin haber sacado
a todos los afganos incluidos en los listados del Gobierno. Un portavoz del
Ministerio de Exteriores reconoce que ha dejado en tierra a ciudadanos que
contaban con salvoconductos expedidos en la última semana para salir del país,
aunque no quiere dar la cifra por “razones de seguridad”. Pedro Sánchez aseguró
que España “buscará vías” para seguir evacuando a colaboradores y prometió que
no se iba a abandonar a Afganistán, ahora que los talibanes controlan el país,
aunque no dio detalles sobre las opciones estudiadas para lograrlo y muchos
temen que sus palabras queden en el olvido.
Imágenes, fotomontajes y
fotos sorprendentes…
Anda y que os den.
Diane Friedman, corredora
que sigue buscando récords, es residente de Ohio, tiene tres récords mundiales
de velocidad en su categoría y sigue corriendo, pese a que, a principios de
julio del 2021, cumplió 100 años.
Almeida está a un cubata de cambiar el nombre de “Puerta del Sol”, por “Puerta
de cara al Sol”. Almeida ha vuelto a
colocar al general franquista Millán Astray en el callejero de Madrid, aprovechando
que es agosto y la gente está en la playa. Dos operarios del Ayuntamiento de la
capital colocaron el pasado martes la placa donde hasta ahora estaba el rótulo
de Maestra Justa Freire.
Gracias a PP, Ciudadanos
y Vox, la calle Maestra Justa Freire, en el Distrito de Latina, vuelve a tener
el nombre de Millán Astray. En vez de homenajear a una pedagoga, hay quien
prefiere glosar a un violento militar golpista. Cosas de la democracia
maravillosa en la que vivimos…Personalmente lo he sentido como una puñalada. El
esfuerzo realizado por mucha gente para pasar página, otorgando reconocimiento a
una maestra, solo busca que nos rindamos y renunciemos a cambiar las cosas. No
lo conseguirán. Siempre antifascistas (Carlos Sánchez Mato).
