La Policía considera que los
incidentes en el barrio de Gamonal (Burgos) no constituyen “un ensayo
revolucionario exportable al resto del territorio nacional”. El informe del
pasado 17 de enero explica que los actos violentos fueron provocados
fundamentalmente por “integrantes del colectivo anarquista burgalés” y que los
representantes vecinales intentaron en todo momento evitar los altercados. Los
hechos, según la
Comisaría Provincial de Burgos, tampoco responden “a un
patrón de lucha ya empleado en otros conflictos, destinado a ser extrapolado a
otras circunstancias o lugares”. El informe concluye que la extensión de las
protestas a otras ciudades españolas se debe fundamentalmente “a la presencia
importante de la
Asamblea Gamonal 15-M en las movilizaciones, que ha buscado
apoyo a través de su propia estructura ya creada y consolidada en años
anteriores”. Entiende que el 15-M
intentó que “una movilización por un problema casero y técnico” se
convirtiese “en un movimiento social a nivel nacional en contra de la clase
política, la banca y, en general, con los mismos objetivos del movimiento,
manteniendo el estado de tensión para que el movimiento iniciado no muera por
sí mismo”. El documento detalla la génesis de la llamada Plataforma Ciudadana
Contra el bulevar de la calle Vitoria y cómo, en sus asambleas, se fue colando
un número creciente de “elementos anarquistas de la ciudad, una de cuyas sedes
o lugares de reunión se encuentra, precisamente, en el barrio de Gamonal”. Los
agentes detallan las fechas de las asambleas así como sus asistentes y destacan
que todas las manifestaciones de finales de 2013 fueron comunicadas a la Subdelegación del
Gobierno en Burgos y se desarrollaron “siempre sin que se produjeran
incidentes”. Sin embargo, “a medida que se aproximaba el inicio de las obras”,
en las asambleas, convocadas en la
Parroquia la Inmaculada, “las posturas se fueron radicalizando”
y, en los actos públicos, “fueron tomando protagonismo personas vinculadas al
partido Izquierda Anticapitalista, anarquistas y militantes de la asamblea
Gamonal 15M”. Esta presencia se hizo mayor con la disolución de la plataforma
para desvincularse de los actos violentos que provocaron 46 detenciones. Los agentes
achacan a los anarquistas “el dirigismo en los desórdenes públicos”. Subrayan
que acudieron a las asambleas de forma “importante y planificada”, previa
reunión en sus locales para coordinarse. Aseguran que, tras las manifestaciones,
“impulsaron y dieron origen a los incidentes” y, “de forma inmediata,
desaparecieron de la zona”. Y apuntan haber observado “la presencia, si bien
de forma no destacada, de elementos de Resaca Castellana y de Colectivo de
Jóvenes Comunistas”. El informe insiste en que, en las protestas, no se detectaron
radicales de fuera de Burgos. Toda una versión de los hechos que separa las
manifestaciones pacíficas de los vecinos y la de los violentos. La cuestión
está en saber si fueron los vecinos de Gamonal los promotores de los cambios
operados, si fueron gracias a la fuerza de los violentos o fueron ambos los que
ganaran la partida.
Apoyo a Gamonal en el partido
del Deportivo de La Coruña
y Las Palmas en A Coruña.
Tras los sucesos de la tercera semana de enero, la
asamblea de Gamonal decidió mantener las manifestaciones y acordó nuevas
movilizaciones para pedir la retirada de los cargos contra los 46 arrestados. Y
se llevaron a cabo “ocupaciones pacíficas” de las oficinas bancarias de la
calle Vitoria que sufrieron destrozos, con el fin de presionarlas para que no
se personen en esas causas. El hecho es que sin la reacción del barrio obrero
de Gamonal las obras del bulevar “innecesario” se hubieran llevado adelante,
imponiéndose la promesa electoral de Javier Lacalle. Gamonal le forzó a frenar
la construcción del bulevar cuyo coste ascendía a ocho millones. Sus vecinos
consiguieron que el alcalde paralizase definitivamente las obras. Hartos de los
continuos recortes en materias como educación y sanidad, y de la falta de
ejemplaridad de una clase política cómplice con la corrupción, los vecinos consiguieron
cambiar, al menos en este asunto, el rumbo del Ayuntamiento. “Estoy orgullosa
de lo que se ha logrado –declara la burgalesa Patricia Gómez en Vozpópuli–. Es
la manera de que el resto de España espabile. Sin embargo, no me lo acabo de
creer. Creo que puede ser una estrategia política. Ellos nunca pierden,
nunca he visto a los políticos dar su brazo a torcer sin un plan B”. La suya –advierte
el periódico digital– es una alegría con matices. Tere, vecina de Gamonal, está un poco a la expectativa y hasta que no
tapen el agujero no se fía. “La gente no se cree lo que dicen los políticos,
mienten más de lo que hablan. Para que, en Burgos, hayamos llegado a esto...
Nos han quitado tanto, tanto, que nos han robado hasta el miedo”. De hecho, la Asamblea Vecinal de Gamonal
acordó seguir con las acciones pese a la paralización de las obras.
“La clave para entender por qué Gamonal actúa
como Fuenteovejuna es su identidad –explica Begoña Bernal, profesora de Patrimonio
Urbano de la Universidad
de Burgos–. En el resto de barrios, preguntas a la gente de dónde es y dicen
que de Burgos. Sin embargo, los de Gamonal dicen que son de Gamonal. Al tener una
identidad tan fuerte, son muy resistentes a las cosas. Todavía hay como dos
ciudades: Gamonal por un lado y Burgos por otro. Gracias a que los vecinos defienden su
barrio, están
salvando de un disparate a toda la ciudad. Los ciudadanos
burgaleses les tenemos que estar muy agradecidos por parar el proyecto y por
hacer ver que la democracia no se sostiene gobernando en contra de los
ciudadanos. Que la gente no confunda esto con una obrita de mejora de una calle
del barrio, es el eje sustancial de la ciudad”. Antonio Miguel Méndez Pozo, constructor
y propietario de Promecal, grupo de comunicación especializado en información
regional y servicios, con El Diario de Burgos al frente, ha sido el
fantasma que nunca ha dejado de sobrevolar la capital burgalesa. Y si, en esta
ocasión, el proyecto del bulevar no fue a parar por completo a las manos de
Méndez Pozo, tampoco se quedó sin su parte del pastel: el diseño del bulevar de
la discordia corrió a cargo
de MBG Ingeniería y Arquitectura S.L., una firma gestionada por su hijo mayor,
Miguel, y por la que ya ha cobrado 240.000 euros. Además, la obra adjudicada en
un barrio lastrado por el paro y con un problema eterno de falta de
aparcamientos en superficie, iba a correr por cuenta de dos constructoras
burgalesas, Copsa y Arranz Acinas, socias del todopoderoso constructor. El
clima de tensión es tal que todas las manifestaciones pasan por delante de la
sede del Grupo Promecal, deteniéndose ante el periódico y aumentando los gritos de protesta. “La sombra
de Méndez Pozo –afirma José María Chomón, periodista y coautor del libro ‘El
Jefe’– es alargada. Durante los últimos cuarenta años, no hay ‘barullo’ en el
que no esté metido”.
Llama la atención que, en Burgos, paradigma de
ciudad conservadora, un problema por unas obras haya destacado tanto,
produciendo una movilización social sin precedentes. Una ciudad que, por otra
parte, parece no aprender de los tejemanejes históricos de Méndez Pozo con el
beneplácito de los dirigentes de la época. Cabe recordar que el exalcalde, José
María Peña San Martín, ya fue inhabilitado 12 años en el 'Caso de la Construcción' que
también condenó al constructor, Méndez Pozo, a siete años de cárcel. Y, sin
embargo, años más tarde, volvió a presentarse a unas elecciones y sacó dos
concejales. Si algo ha defendido el equipo de gobierno del consistorio burgalés
es que el bulevar estaba recogido en su programa electoral y que había
cumplido todas las normas propias de una ejecución urbana de este tipo.
“En el programa electoral cabe todo –recuerda Bernal–. El papel aguanta
cualquier cosa. También pusieron que no iban a subir impuestos y lo han hecho.
La gente está harta, sólo quieren llenar las arcas porque se debe muchísimo. El
hecho de que se vote a la derecha no quiere decir que tengamos que aguantar
todo lo que digan”. Pero no todos opinan lo mismo. “Es un fracaso político,
estoy a favor del bulevar pero no de que roben dinero”, aclara una burgalesa
del centro. “No me parece que la decisión política sea la correcta pero estoy a
favor de que no se haga como quieren, dando obras al de siempre. Algo hay que
hacer”. Al margen de quienes fueron o no los representantes, lo cierto es que
se hizo caso omiso a las manifestaciones pacíficas que durante más de dos meses
estuvo realizando la ya extinta plataforma vecinal 'Bulevar no ahora', creada
para expresar su malestar con el proyecto. Y sólo en los últimos días, en que
los manifestantes ý antidisturbios se enfrentaron, consiguieron parte de lo que
pretendían.
Joaquín García Díez, portavoz de Pesca del Grupo Popular en el
Congreso
Joaquín García Díez, portavoz de Pesca del Grupo
Popular en el Congreso, cuestiona la actuación del gobierno municipal de Burgos
en el conflicto del barrio Gamonal y
achacó al alcalde, Javier Lacalle, errores políticos y prepotencia,
reprochándole la responsabilidad de haber acabado cediendo a la presión de la violencia.
En un post
publicado en su blog personal, el diputado lucense señala que la
responsabilidad de lo ocurrido en este barrio burgalés no sólo es de los
violentos, “sino también, en
distinto grado, de los que ceden a la presión violenta. Evidentemente,
algunas cosas se han tenido que hacer mal”. A su juicio, “han fallado algunas cosas” y, en ese
capítulo de errores, cita “en primer lugar, y empezando por el alcalde, la
actuación con cierta prepotencia ante los vecinos en los primeros momentos, paralizando
las obras temporalmente cual repliegue de alas ante los primeros
síntomas de violencia callejera después, y, finalmente, retirando
el proyecto definitivamente, horas después de que el pleno del ayuntamiento
acordara lo contrario. Un alcalde, una corporación municipal, deberían tener
muy claras las prioridades de su ciudad y sus habitantes –añade–. Si, como se
dice, en ese barrio, se había cerrado una guardería pública, la población no
estaba precisamente contenta con su situación y la crisis había hecho mella de
manera sensible en ese barrio, los
experimentos con gaseosa”. El diputado quiere dejar claro que “estos errores políticos en ningún caso
pueden justificar una ola de violencia” y un “desafío a las
instituciones del Estado” que, en la actual coyuntura, “supone todo un peligro
y un reto”. “Que una vez finalizado el conflicto y retirado el polémico
proyecto, este movimiento asociativo desproporcionado decida continuar
movilizándose al grito de ‘España
entera es gamonalera’, jaleado en las redes sociales con llamadas a que
cunda el ejemplo, sólo persigue acabar con la legalidad por la vía de la
coacción –advierte–. Estamos ante un problema político o ideológico. Los
profesionales de la desestabilización pretenden crear un falso conflicto y si
pueden, extenderlo al resto de España”.
El periódico “Correo de Burgos” tacha en su
editorial de “aquelarre vecinal” las protestas de los vecinos que lograran la
paralización definitiva de las obras en el barrio de Gamonal. “Una simple obra
de restricción vial y ajardinamiento e incluso un sospechoso parking –dice en
su editorial tras la paralización de las obras– no son causas suficientes para
generar semejante aquelarre vecinal”. Un diario propiedad de José Luis Ulibarri, que además es socio de
Méndez Pozo en la televisión autonómica de Castilla y León. Desde el periódico
conservador se asegura que el éxito de las protestas no será positivo en el
futuro para los vecinos. Uno de los párrafos dice: “En Gamonal ha explotado la marginalidad urbana y social de un barrio
que es un engendro urbanístico, el penoso orgullo de paria en el que se han
refugiado sus vecinos, la rabia contra un poder arrogante y sordo, la inquina a
una casta empresarial enriquecida con la especulación inmobiliaria que a ellos
ha empobrecido, la acusación contra el tótem mediático que mueve hilos
políticos”. Por su parte, el “Diario de Burgos” carga contra las redes
sociales por apoyar las protestas y contra los medios que han traído luz sobre
las causas de las movilizaciones en Gamonal. Ambos periódicos son propiedad de
constructores: uno imputado en la
Gürtel, otro condenado a cárcel en los 90, por corrupción. La
paralización de las obras del bulevar no sentó nada bien entre la prensa local
y conservadora de la provincia burgalesa. Las reacciones fueron furiosas y
enconadas contra los vecinos, contra el alcalde de la ciudad, y hasta contra
los medios afines. Así lo atestiguan las informaciones, editoriales y artículos
que recogen los medios de derecha, en los que se vuelve a reprochar a los
manifestantes sus movilizaciones y se lamenta que el alcalde haya cedido a la
presión de la calle. Uno de los que más muestra su descontento es Antonio Pérez
Henares, director de Publicaciones de Promecal, la editora del “Diario de
Burgos”. En un artículo de opinión en su periódico, Pérez Henares carga
contra las redes sociales y los medios que se han hecho eco de la protesta y
sobre sus causas de fondo. Dice, entre otras cosas: “Hay algo más, sin embargo,
y aún más nocivo. Son las llamadas redes sociales y en particular aquellas que
tan solo admiten como posibilidad expresiva la consigna aquilatada en un número
tan escaso de caracteres que solo quepa lo que en una pancarta cabe. O sea, más
o menos, una consigna. En tal ámbito campan como pletóricos conquistadores los
nuevos guardias rojos de la revolución cultural, que ahora llaman tuit a lo que
llamaron dazibao, prestos a replicar hasta la náusea una soflama, a reproducir
urbi et orbi la consigna, a convertir en verdad la más goebbelsiana de las
mentiras”. Pérez Henares, que dedica su texto a sus compañeros del periódico,
menciona a la “Santa Inquisición autoproclamada progre”, de la que asegura “no
tiene nada que ver con el periodismo”. El directivo de Promecal asegura que el
periodismo “es una digna profesión que nada tiene que ver con el agripop·
(sic), y que “así hay que decírselo por mucho que a algunos les moleste”. El “Diario
de Burgos” ya insinúa, desde su
portada, la posible dimisión del alcalde de la ciudad, Javier
Lacalle. Y destaca que el primer edil burgalés ha tomado la decisión de
paralizar la obra a pesar de que todo su equipo la rechazó en el pleno del ayuntamiento.
De Cospedal pone en duda
el “motivo” de las protestas en Gamonal.
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal,
aseguraba el lunes pasado, en una rueda de prensa en la sede nacional del PP, que
es “sorprendente” que continúen los incidentes en el barrio de Gamonal (Burgos)
después de que el alcalde de la ciudad haya anunciado que no seguirán adelante
las obras para construir un bulevar. A su entender, “habrá que plantearse cuál
era el motivo” de esas manifestaciones “tan violentas”. “Es bastante sorprendente que después
de anunciar el alcalde que el proyecto no sigue adelante, siga habiendo
manifestaciones, ¿verdad? Es bastante sorprendente y, por lo tanto, habrá que
plantearse cuál era el motivo de la manifestación. Creo que eso es bastante
evidente”, declaró Cospedal en una rueda de prensa en la sede nacional del PP,
tras la reunión del comité de dirección del partido. Cospedal señalaba que
“nunca” se ha llamado desde 'Génova' al alcalde de Burgos para que “se
replanteara nada” en relación con las obras del bulevar en Gamonal, puesto que
iba en el programa electoral con el que el PP se presentó a las elecciones
municipales. Es más –añadió–, el PSOE llevaba una iniciativa similar en su
programa.
Edificio donde se encuentra el ático de Lacalle.
Imagen Google Maps.
“Desde el Ayuntamiento de Burgos –escribe Ignacio
Escobar–, hace días que insisten en una idea: que el famoso constructor
condenado por corrupción, Antonio Miguel Méndez Pozo, no tiene nada que ver con
la polémica obra de Gamonal. Sin embargo, una de sus empresas ganó el concurso
para diseñar el proyecto, y otra de las adjudicatarias, la constructora Arranz
Acinas, es aliada de Méndez Pozo en varios negocios. Méndez Pozo y
Arranz Acinas son socios en la concesión del hospital público de
Burgos, en una empresa de hormigón, en unas parcelas de Palencia, en la
circunvalación de Burgos…, y también edificaron juntos una de las
urbanizaciones céntricas más conocidas de la ciudad: el Residencial San
Agustín, unas viviendas construidas junto al nuevo bulevar ferroviario. Uno de
los pisos más caros del residencial es, precisamente, el ático de lujo donde
vive el alcalde de la ciudad, Javier Lacalle: una vivienda de la que el alcalde
no ha informado en su declaración de bienes en el Ayuntamiento, construida
sobre terrenos recalificados por el PP y cuya descripción en el Registro de la Propiedad no coincide
con la realidad. Javier Lacalle era concejal del Ayuntamiento de Burgos cuando
se recalificó la parcela y, más tarde, primer teniente de alcalde y responsable
de Urbanismo cuando se terminó de construir. Desde ese puesto, fue uno de los
principales impulsores de la mayor operación urbanística de la ciudad: el bulevar
ferroviario, levantado sobre las antiguas vías del tren. Esta
operación supuso la recalificación y revalorización de numerosos terrenos,
muchos de ellos de Méndez Pozo, además de un gran agujero en las cuentas de la
ciudad. El Ayuntamiento de Burgos ya lleva gastados en el bulevar 63 millones
de euros que todavía hoy debe a los bancos. El proyecto completo del bulevar ferroviario
aún está sin terminar (…)”.
El ex presidente de Castilla La Mancha, José Bono, en la corrida de la Feria
de Burgos, invitado por Méndez Pozo.
“El alcalde de Burgos
–continúa Escobar– compró sobre plano su primera vivienda en el Residencial San
Agustín el mismo año en que fue nombrado concejal de Urbanismo, en 2003, según
figura en su declaración de bienes. Era una casa de 84 metros cuadrados
construidos y dos habitaciones. Pero a principios de 2012 –ya siendo alcalde–,
Javier Lacalle se cambió de casa dentro del mismo edificio a una de las mejores
viviendas: un ático en el décimo piso de 167 metros cuadrados
construidos y con amplias vistas a la ciudad, según fuentes que conocen
directamente la vivienda. El alcalde vendió su anterior piso a uno de sus
subordinados: al gerente de Servicios Sociales del Ayuntamiento, Álvaro Varona
Cristóbal (…) A pesar del fin de la burbuja inmobiliaria, los pisos en el
Residencial San Agustín siguen siendo de los más caros de la ciudad. En el
portal inmobiliario Idealista aparecen anuncios en ese mismo residencial con
precios
superiores a los 4.000 euros por metro cuadrado. Uno de los arquitectos que firmó los planos del
edificio es Blanca Méndez, la segunda hija del constructor Méndez Pozo. La
inmobiliaria Río Vena, propiedad de Méndez Pozo, es uno de los promotores de la
obra junto con Arranz Acinas, adjudicataria, a través de otra empresa, de la
obra de Gamonal. El alcalde de Burgos es amigo personal de Blanca Méndez, hasta
el punto de que fue uno de los políticos que asistió a su boda, que se celebró
en Burgos el verano de 2008, cuando Lacalle era concejal de Urbanismo. Además
del hoy alcalde, a la boda de la hija del poderoso constructor acudieron, entre
otros políticos, el presidente de la
Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera (PP); el
entonces presidente del Congreso, José Bono (PSOE); el entonces presidente de
Castilla-La Mancha, José María Barreda; la secretaria general del PP, María
Dolores de Cospedal y el hoy presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Rajoy no
estuvo en la ceremonia, pero sí llegó a la cena”.
Francisco Franco (Izq) camina junto al general Juan
Yagüe (Der), en una imagen de archivo.
Con motivo de una exposición que cuenta con la colaboración
del Ayuntamiento, el “Diario de Burgos”, propiedad del constructor del bulevar
de Gamonal, elogia la figura del general Juan Yagüe, uno de los máximos
impulsores de la sublevación militar en 1936, conocido como “el carnicero de
Badajoz” por los fusilamientos que llevó a cabo en esta ciudad en la Guerra Civil. Tras intentar
sofocar Gamonal, el alcalde, Javier Lacalle, “patrocina” el homenaje a Yagüe. El periódico de
Méndez Pozo afirma que “la exposición, que
lleva por título ‘Un hombre y el resurgir de Burgos. Yagüe’, no sólo ensalzará
la figura del general sino que aspira a ser un crisol de la época en la que
estuvo al frente de la VI
Región Militar”. La fundación que lleva el nombre del militar
quiere “ensalzar la figura del general y su relación con Burgos, ciudad en la
que murió en 1952 y en la que su huella es todavía reconocible”, afirma el
periódico En efecto, el Ayuntamiento acoge en su sala de exposiciones
del monasterio de San Juan una muestra en honor al general golpista, instigador
de algunas de las peores matanzas de la Guerra Civil. La
exposición está organizada por la hija del sanguinario militar, María Eugenia
Yagüe, con la intención de conmemorar el 70 aniversario de su llegada a la Capitanía General
de Burgos. Tal exposición vulnerara la ley 52/2007 de Memoria Histórica al
tratarse de un acto de exaltación de un responsable del conflicto bélico en un
recinto municipal. La muestra está programada para el próximo 22 de abril, bajo
el título Un hombre y el resurgir de Burgos, y reunirá cientos de
documentos sobre su trayectoria militar, fotografías y objetos personales como
algunos de sus uniformes. La Federación Estatal
de Foros por la Memoria,
indignada, inició ya la recogida de firmas a través de Change.org para solicitar al alcalde de
Burgos que cancele este homenaje a “uno de los mayores asesinos de la España reciente” por
respeto a las víctimas del franquismo. La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica
[ARMH], responsable de la apertura de más de una veintena de fosas en la provincia de Burgos con
el resultado de cerca de 300 víctimas de la represión identificadas, considera
“inadecuado” que se ceda un espacio público “para hacer apología del golpismo”.
“La exposición es un homenaje al militar golpista”, lamenta José María Rojas,
miembro de la asociación en Burgos. El historiador Francisco Espinosa, que ha
plasmado las consecuencias del paso de Yagüe por Badajoz en su libro ‘La
columna de la muerte’, lamenta la excusa para este homenaje. “Hace poco se
dedicaron unas jornadas a Serrano Suñer. Defensa mantiene la cátedra Kindelán en honor al jefe de la aviación durante la guerra y
ahora justifican el homenaje a Yagüe. Dice que era un bienhechor de Castilla
que realizó muchas obras públicas. Cualquier día se buscarán otro motivo para
homenajear a Franco”.
“Acabamos de ver –escribe Vicenç Navarro,
Catedrático
de Ciencias Políticas y Políticas Públicas, en un artículo en Público.es
titulado ¿Quiénes son los violentos y antidemocráticos?– cómo los
vecinos del barrio de Gamonal, abandonados por las autoridades públicas,
decidieron rebelarse y responder con contundencia y persistencia, a través de actos
de resistencia y oposición a políticas que se estaban imponiendo a la
población, y que carecían de mandato popular para aplicarlas. Dichas
manifestaciones alarmaron a los establishments políticos y mediáticos del país
por su posible contagio a otras partes del paisaje urbano español… De ahí el
gran temor que aquel complejo tenía de que las protestas populares se
extendieran rápidamente a otros lugares de España. El grado de deslegitimación
de las llamadas “autoridades representativas”, así como el nivel de enfado y
hartazgo de la población, es tal que hay un temor de explosión social entre esas
autoridades, que inmediatamente se movilizaron para evitar que aquella
experiencia se exportara a otras partes del territorio español. Es interesante
notar que, inmediatamente después de las cargas policiales en Burgos, hubo
movilizaciones en muchos barrios populares de otros centros urbanos, en
solidaridad con los ciudadanos del bario de Gamonal. Aquí en Barcelona, vecinos
de uno de los barrios más populares de la ciudad, el Raval, se manifestaron en
la calle en apoyo de los ciudadanos del barrio de Gamonal de Burgos. Catalanes
salieron a la calle en apoyo de castellanos, en un acto de solidaridad y
hermandad que no debería pasar desapercibido en un periodo en el que las
estructuras de poder, agitando banderas, quieren dividir a las clases
populares. Una respuesta predecible del establishment político del Partido
Popular y de su gobierno –el más ultraconservador que haya existido en España
durante el periodo democrático– fue el de acusar a los vecinos del barrio de
violentos e irrespetuosos con el proceso democrático, intentando demonizarlos.
Las declaraciones de dirigentes del PP y de medios próximos han sido unánimes, definiéndolos
como violentos y antidemocráticos, acusaciones profundamente injustas, pues, en
realidad, estos vecinos estaban defendiendo la democracia, exigiendo a una
estructura política, instrumentalizada por poderes económicos, que sus
representantes dejaran de llevar a cabo las políticas urbanísticas para las
cuales carecían de mandato, una situación que, a otro nivel, está también haciendo
el gobierno Rajoy. Los ciudadanos tenían todo el derecho democrático, incluso
el de desobedecer leyes antidemocráticas, a conseguir que se respetara la
voluntad popular. (…) Hoy en España, un gobierno elegido por menos de un tercio
del electorado está llevando a cabo reformas (en realidad contrarreformas) como
la ley del aborto, o la reforma laboral, o los recortes de gasto público, a las
que la gran mayoría de la población se opone, violando con ello el principio
fundamental de que el gobierno tiene que hacer lo que el pueblo desea. Como
repitió Martin Luther King, la
Constitución de EEUU comienza con la espléndida frase
“Nosotros, el pueblo, decidimos…” (We,
the people, decide…), que es violada constantemente y diariamente por los
intereses financieros y económicos que dominan las instituciones políticas. Y
lo mismo ocurre en España. De ahí la necesidad de salir a la calle y forzar una
revolución democrática en nuestro país”.
Rosa María Artal, escritora y
periodista se pregunta de qué nos quejamos.
“¿De qué nos quejamos –se pregunta Rosa María
Artal, periodista y escritora, en la web El Perispopio– Le sorprenden a la
vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, las protestas de estos
días en España porque ‘no casan’ con la recuperación. El conciliábulo
neoliberal de alto rango se ha puesto de acuerdo para corroborarlo, desde el
acomodaticio Obama a Lagarde. Se hace
ineludible, por tanto, explicarles de qué nos quejamos. Hemos entendido que, si
hubieran existido más Gamonales, se habría evitado el pozo sin fondo de las
inversiones públicas ruinosas que nos han hipotecado más allá de lo tolerable.
No hace falta buscar mucho: la Comunidad Valenciana, por ejemplo, está llena.
Desde la Ciudad
de las Arts al circuito de Fórmula 1, pasando por el puerto deportivo, parques
temáticos o donaciones deportivas. ¿Hablamos de la Ciudad de la Cultura gallega? ¿De las
exposiciones universales? ¿De los aeropuertos inútiles que ni siquiera han
visto pasar aviones? ¿De las radiales que ahora también hemos de rescatar? Si
la sociedad hubiera protestado como en Burgos, nos habríamos ahorrado un buen
pico. Nos quejamos porque nos hemos encontrado con que nuestros derechos
constitucionales están supeditados al pago de una deuda que, lejos de
disminuir, ha crecido a niveles récords en la historia. Si hace un año ya
hablábamos de que era la mayor que se había registrado jamás, comprobamos que sigue
aumentando con el mismo vigor. Añade unos 10.000 millones de euros cada mes.
Aún con los insufribles recortes estamos así, ¿cómo esperan, y con qué,
paguemos semejante agujero? Estamos hartos también –y mucho– de los cuentos
sobre el empleo. El Gobierno de Rajoy ha elevado el paro desde el 22,85% que se
encontró en 2011 al 26%. Ha destruido casi un millón de puestos de trabajo. Ésa
es la verdad de
los datos, y muchos lo sabemos. Que está lejos siquiera volver al
número de parados con los que el PP inició su mandato. Eso sí, el objetivo se
ha cumplido. Se trataba de abaratar todo el empleo en España para ser más
‘competitivos’. Aunque fuera a costa de una gran precarización y del descomunal
aumento de las desigualdades sociales. Mucha gente es consciente, sin embargo,
de que hasta llegar a trabajar por un cuenco de arroz y un catre hay mucho
camino donde mejorar la ‘productividad’. Y ése es su único ‘modelo’ de país.
¿Tienen otro? ¿Cuál? No lo vemos. (…) Nos quejamos del enorme retroceso que en
sólo dos años de gobierno han perpetrado contra los derechos y libertades
civiles. De su ley del aborto alabada tan sólo por la ultraderecha francesa. De
cuanto pergeña Wert en educación. De las leyes represoras de Fernández Díaz y Gallardón.
De la destrucción de nuestra sanidad pública, que era una de las mejores del
mundo. De sus mentiras, de que nos tomen el pelo. De sus momios y prebendas, de
su autoritarismo. De su política de comunicación sectaria y manipuladora, de
sus mamporreros, que están privando de la información imprescindible a los
ciudadanos. ¿Empiezan a ver que algo ‘sí casan’ las protestas? Muchos intuyen
que sólo los ‘Gamonales’ podrán detener el podrido pastel de bodas que aún nos
reservan”.
Entre los fotomontajes de esta semana, los de
Demo-Cracia Zero: “Esto no es una democracia”. Según Fernández Díaz, Santa
Teresa está siendo intercesora para España en estos tiempos recios; La virgen
del Paro; Ha nacido una estrella; Gracias
a la ley de Gallardón, millones de espermatozoides tendrán un futuro, Misóginos
Contri y Toma recuperación.
El humor de Erlich:
Esta semana: Miclonmalvado, Runninmen, Peridis, Forges, El Roto, Ferrán, J. R. Mora, Pat…
Y Pep Roig, con sus dibujos de doble filo: Santos
políticos, El color del cristal del Gobierno, El mal necesario, La solución
casi semifinal, Pagan los de siempre y La perversión como negocio.
Terminamos con cuatro vídeos. En el primero, se registra la marcha de los manifestantes que acuden, habitualmente, a la comisaría de Policía para pedir la liberalización de los detenidos. Después, se dirigen a la sede del Grupo Promecal y critican a su propietario, Antonio Miguel Méndez Pozo, como el principal impulsor del proyecto del bulevar. La empresa ganadora de la redacción del proyecto, MBG tiene su sede en Promecal.
En el segundo y tercero seguimos las peripecias de un gato con su amo. Y en el quinto, escuchamos a unos niños nortcoreanos, tocando la guitarra.
Niños de Corea del Norte tocando la guitarra.