La
música, el poder terapéutico para evocar emociones y recuerdos
José
María Manzano Callejo evoca, en un artículo hace dos
semanas en Nuevatribuna.es, las emociones y recuerdos de la música. “La relación entre psicología y música se
remonta al estrecho entrelazamiento entre la constitución de la psicología como
disciplina científica y la consideración de los hechos musicales. Los primeros
estudios, en los años 50 del siglo XX, se referían a la percepción acústica y a
la capacidad de los individuos de discriminar la altura de los sonidos,
evaluando si había personas dotadas de ‘oído absoluto’, capaz de reconocer las
tonalidades; en este sentido, fueron los trabajos del húngaro Géza Révész,
verdadero pionero de la psicología de la música. Según Gjerdingen (2002), la
psicología de la música o psicología musical es una especialización de la
psicología que tiene como objeto las respuestas de la mente a los estímulos
musicales, a las modalidades en que las elabora, controla las prestaciones y
las evalúa. La comprensión de una pieza musical, en general, activa una
compleja red de capacidades cognitivas que invierten habilidades como la
memorización, la atención o el análisis de estructuras. El estudio de los
procesos cognitivos aplicados al ámbito musical es el fruto de una larga
gestación que hunde sus raíces en las primeras experimentaciones de la psicología
científica”. Manzano investiga a qué edad y cómo se desarrolla en el niño la
capacidad de comprender la música. A los 8 meses, el niño, completando el
desarrollo auditivo, produce espontáneamente balbuceos de canciones (babbling
song), se divierte haciéndolo y repite tales vocalizaciones con una cierta
frecuencia, así como vocaliza simples sílabas. Incluso a los cuatro meses puede
mover los ojos en sentido vertical adecuadamente al escuchar un sonido alto o
bajo. “Las respuestas del niño en los primeros 3 años son motoras o vocales:
logra reconocer breves melodías y, a los 3 años, sabe cantar pistas musicales
con una extensión tonal de una tercera menor descendente (por ejemplo, sol-mi)
que corresponde al sonido de una sirena o de los cánticos; luego, discrimina
las estructuras rítmicas y las reproduce con el latido de las manos ya a los
cinco años… A partir de los 7 años, las habilidades musicales se desarrollan
aún más, logrando discriminar diferentes intervalos melódicos, distinguiendo
notas individuales de acordes. Todo esto sucede tanto por mayores capacidades
cognitivas como por un proceso de ‘aprendizaje tonal’, según el cual, a partir
de los 6 años, nuestro oído se vuelve sensible a los sonidos que escucha. Por
último, hacia los 12 años, completa el desarrollo musical, volviéndose así
capaz de percibir las modulaciones entre los tonos, o las armonizaciones
disociativas, de reconocer el ritmo de una melodía y empieza a aparecer el
juicio estético de la música”.
Según Manzano, se sabe,
en la influencia de la música en las emociones, que los intervalos entre las
notas son responsables de reacciones bastante reproducibles entre individuos
diferentes; las composiciones para semitonos generan tensión, mientras que un
intervalo de quinto (do-sol) es tan perfecto y agradable que resulta el
equivalente musical de un círculo en las artes figurativas. “A menudo, se
considera la música como el ‘lenguaje de las emocione’: su capacidad de evocar
y expresar emociones constituye su característica fundamental y primaria. La
música expresa emociones que los oyentes perciben, reconocen, o son
emocionalmente tocados. Además, varios estudios han sugerido que la razón más
común por la que se escucha la música es para poder influir en las emociones,
para modificarlas, para liberarlas, para sintonizar con su estado emocional,
para alegrarse o consolarse, o para reducir el estrés. Un estudio realizado en
2003 por Adrian North, de la Universidad de Leicester, Inglaterra, demostró que
los clientes de un restaurante de lujo eligen los platos más caros del menú si
en la sala se difunde música sofisticada y clásica. Según North, esto sucede
porque los clientes, escuchando música clásica, se perciben como personas más
refinadas; así para permanecer en sintonía con esta su imagen de sí mismos,
delante de la carta de los vinos no reparaban en gastos. Se trata de un
mecanismo llamado efecto Château Lafite y, aunque inconscientemente, confirma
lo mucho que somos capaces de darnos cuenta del valor emocional de la música y
del tipo de influencia que tiene sobre nuestras sensaciones. Este fenómeno, a menudo
referido como la ‘banda sonora de nuestras vidas’, se debe a la fuerte conexión
entre la música y el hipocampo, un área del cerebro crítica para formar y
recuperar recuerdos. Esta conexión es la razón por la cual la música se usa con
frecuencia en terapias para afecciones como el Alzheimer y la demencia, las
melodías familiares pueden ayudar a los pacientes a recordar experiencias
pasadas y mejorar su función cognitiva”.
Memoria autobiográfica, por qué la música
nos lleva a eventos del pasado
“La música, a menudo
considerada un lenguaje universal, tiene una profunda capacidad para evocar
emociones, recuerdos e incluso respuestas físicas como golpear los dedos de los
pies o asentir con la cabeza. La neurociencia ha comenzado a responder a estas
preguntas, revelando una sinfonía de actividad que nos ayuda a entender por qué
la música es tan poderosa. Escuchar o tocar música involucra múltiples áreas
del cerebro, por lo que es un excelente ejercicio para la mente. Así, la
corteza auditiva decodifica elementos como el tono y el volumen, mientras que
las regiones frontales, incluida la corteza prefrontal, procesan el contenido
emocional de la música; la corteza motora se involucra cuando golpeamos nuestro
pie al ritmo o tocamos un instrumento, y el hipocampo, una región asociada con
la memoria, conecta la música con nuestras experiencias y emociones pasadas. La
música y la memoria evoca ecos del pasado, así la música tiene un vínculo único
con nuestros recuerdos. Una vieja canción puede transportarnos a un lugar y
tiempo específicos, evocando emociones vívidas. Este fenómeno, a menudo referido
como la ‘banda sonora de nuestras vidas’, se debe a la fuerte conexión entre la
música y el hipocampo, un área del cerebro crítica para formar y recuperar
recuerdos. Esta conexión es la razón por la cual la música se usa con
frecuencia en terapias para afecciones como el Alzheimer y la demencia, las
melodías familiares pueden ayudar a los pacientes a recordar experiencias
pasadas y mejorar su función cognitiva”.
La música, la medicina del futuro.
Al aprovechar la
estimulación emocional, cognitiva y motora que proporciona la música, los
terapeutas pueden ayudar a los pacientes a mejorar su estado de ánimo,
cognición y función motora. “Los estudios —escribe José María Manzano— han
demostrado que el entrenamiento musical puede mejorar las capacidades
cognitivas. Tocar un instrumento o cantar requiere habilidades motoras y
cognitivas complejas, estimulando la plasticidad del cerebro, su capacidad para
cambiar y adaptarse como resultado de la experiencia. Esto puede conducir a
mejoras en áreas como el desarrollo del lenguaje, la atención, la memoria e
incluso las habilidades espaciotemporales, que son cruciales para resolver
problemas matemáticos complejos. Dado su profundo impacto en el cerebro, no es
de extrañar que la música se utilice cada vez más como una herramienta
terapéutica. La musicoterapia ha demostrado ser prometedora en el tratamiento
de una variedad de afecciones, que incluyen: enfermedad, depresión y accidente
cerebrovascular. Al aprovechar la estimulación emocional, cognitiva y motora
que proporciona la música, los terapeutas pueden ayudar a los pacientes a
mejorar su estado de ánimo, cognición y función motora. En conclusión, la neurociencia de la música
es un campo de rápido crecimiento que continúa revelando las formas extensas y
profundas en que la música interactúa con nuestros cerebros. No es solo una
forma de arte, sino una herramienta poderosa que puede provocar cambios
emocionales, cognitivos e incluso físicos, apuntalando su papel vital en
nuestras vidas y en la sociedad. Por último, compartir esta reflexión del
filósofo alemán Arthur Schopenhauer: “En la música todos los sentimientos
vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad”.
Vinicius Junior, del Real Madrid, reacciona durante el partido de fútbol entre el Valencia CF y el Real Madrid en el Estadio MestallaVinicius En contrate con el
equilibrio de la música, cabe mencionar la repercusión de los insultos racistas
a Vinicius, jugador del Real Madrid, un hecho que convulsiona al fútbol español
y empuja a las autoridades políticas y judiciales a actuar con una contundencia
y una rapidez que no se dieron en ocasiones anteriores. Los insultos racistas
en Mestalla durante la disputa del partido entre el Valencia y el Real Madrid
el pasado domingo provocaron una tormenta judicial, política y social que
trasciende más allá del fútbol y reabre un viejo debate: el de si el fútbol
español, y por añadidura el resto de la sociedad, es racista. El Comité de
Competición, órgano colegiado dependiente de la Federación Española de Fútbol
(RFEF), ha tomado cartas en el asunto, sancionado al Valencia con el cierre
parcial del estadio durante 5 partidos, en concreto cerrando la grada sur,
conocida como 'Mario Kempes', y donde se congregan algunos de sus hinchas más
ultras y radicales. La decisión se tomó como consecuencia de los graves hechos
ocurridos durante el encuentro de Liga, cuando el madridista Vinicius fue
víctima de ataques racistas. El comité “considera
probado” que, tal y como reflejó el árbitro en su acta, “hubo gritos racistas a Vinicius, jugador del Real Madrid CF,
durante el mencionado partido, alterando el normal desarrollo del mismo y
considerándose las infracciones muy graves”. Aparte del cierre de la grada, al
Valencia se le impone una sanción económica de 45.000 euros, aunque cabe
recurso. Parece que el club levantino no quiere evitar la sanción para que su
imagen no salga perjudicada y sea consecuente con su promesa de actuar contra
el racismo en sus 'filas'. Gracias a las pruebas videográficas, el Comité de
Competición pudo constatar que antes del inicio del partido, con ocasión de la
entrada de los jugadores en Mestalla, tras bajar del autobús del Real Madrid,
cientos de seguidores que se apostaban en los alrededores coreaban el cántico: “Eres
un mono...Vinicius, eres un mono...eres un mono, Vinicius eres un mono”. También
se pudo comprobar cómo un espectador gritó desde la grada a la que se enfrentó
Vinicius: “Puto negro, que eres un idiota”, “·me cago en tus muertos, hijo de
puta”, “Vinicius idiota”, “puto negro, hijo de puta”, “Vinicius perro (...)
hijo de puta”, “mono, que eres un puto mono”. Tras la expulsión en el minuto 90
del brasileño, el Comité reconoce que se produjo un cántico generalizado por
toda la grada de “Mono, mono” que luego pasó a “Tonto, tonto”, tal y como
denunció el mismo el entrenador madridista, Carlo Ancelotti.
Florentino Pérez se reúne con Vinicius para darle su apoyo ante los
ataques racistas sufridos.El entrenador del Real
Madrid, Carlo Ancelotti comenta: “Tras los
banquillos te dicen 'hijo de puta', 'maricón', 'que se muera tu madre'. ¿Por
qué? Todo esto es una gran oportunidad de pararlo. Y quiero decir que España no
es racista; pero hay racismo en España. Y tiene que cambiar (...) Hay países
donde no te insultan, como Inglaterra. Allí lo resolvieron hace mucho: cuando
expulsaron cinco años de Europa a los ingleses. Tomaron medidas. Y puede haber
casos aislados de racismo, pero en los partidos de Inglaterra no hay policía. En
cambio, aquí ¡mira eso! Aquí parece que vas a la guerra. Furgón a un lado,
furgón a un lado, furgón a un lado... pero, ¿qué es esto?”. Tras el Valencia -
Real Madrid, Ancelotti matiza sus declaraciones, diciendo que no van dirigidas
a todas y cada una de las personas que estaban en el estadio, sino a los
infractores: “Cuando hablo de Mestalla no es de 46.000 personas, sino de un
grupo que lo ha hecho muy mal. Como en Mallorca, Valladolid... es una
costumbre. Más allá del racismo, parece costumbre insultar”. Por su parte, Florentino Pérez, presidente
del Real Madrid, critica duramente los insultos racistas recibidos por el
futbolista brasileño, Vinicius Júnior, en el partido frente al Valencia en
Mestalla y señala que “hay que cambiar radicalmente la estructura arbitral del
fútbol”. El máximo dirigente del Real
Madrid provecha la visita institucional a la sede de la Comunidad de Madrid
para celebrar la Euroliga que ganó el equipo de baloncesto y da su opinión
sobre lo ocurrido en Mestalla. “Fue algo realmente muy grave, con el agravante
de que no es la primera vez que ocurre. La sociedad no se merece lo que está
pasando y quiero dejar claro que el Real Madrid no va a tolerar más incidentes
e insultos racistas contra ninguno de nuestros jugadores”, comenta Florentino.
“Es esencial cambiar radicalmente la estructura arbitral del fútbol en nuestro
país para que nunca se pueda hacer responsable del delito al que lo sufre, como
está ocurriendo ahora”, indica. “El VAR está para ayudar... pero no puede ser
que no haya actuado el otro día en Mestalla con los graves incidentes
ocurridos”.
Lo
que viene sufriendo el jugador Vinicius en los diferentes campos de futbol son
actitudes racistas.
Antonio Casero escribe
sobre el tema: “Lo que viene sufriendo el jugador Vinicius en los diferentes
campos de futbol son actitudes racistas y de odio de colectivos que beben en el
neofascismo instalado en diversas bandas de fanáticos aficionados que, a su vez,
están siendo alentados por periodistas deportivos y seguidores de diversos
clubes. Sigo desde hace un tiempo los programas de EL Chiringuito, en donde hay
muy buenos contertulios, pero hay periodistas y colaboradores con un fanatismo
tan elevado que solo saben desprender odios y rabia. Nuestro país no es
racista, pero aquí el racismo está muchas veces en la vida de cientos de miles
de personas que son despreciadas y rechazadas a la hora de competir por un
trabajo decente... No basta decir que uno no es racista, muchas veces son
aptitudes de hipocresía y lo que necesitamos es que la gente actúe y colabore
con un antirracismo militante. Sí, aquel que es solidario y sabe ofrecer la
mano para caminar juntos y lograr una convivencia en donde todos podamos disfrutar
del placer de una sociedad en donde todos seamos iguales, y la diversidad con
su pluralidad sean señas de identidad de un pueblo. ¿Hemos comido y compartido
alguna vez el pan con vecinos y amigos negros, musulmanes, gitanos, lgtbi,
asiáticos, sudamericanos y de otros extraños lugares? Hoy me siento Vinicius”.
El pasado miércoles jugaron
casi a la vez los 3 principales equipos del Real Madrid: el primer equipo de
fútbol, el conjunto femenino y el de baloncesto. Tres victorias y tres
homenajes a Vinicius, que sufrió el ya histórico ataque racista en Valencia y
que ha supuesto un antes y un después.
En el Santiago Bernabéu, la plantilla blanca salió al césped con la
camiseta de Vinicius y su dorsal 20 antes de jugar contra el Rayo Vallecano.
Los compañeros del brasileño quisieron mostrar de esta manera su apoyo en el
que fue el peor momento personal de su carrera. Vinicius bajó al césped para
ser homenajeado y recibió el cariño de todo el estadio. Finalmente, pese a ver
levantada su sanción tras el fallo del Comité de Competición, no disputó el
encuentro por arrastrar molestias en una de sus rodillas. Después del acto en
el centro del campo, Vinicius presenció el choque junto a Florentino Pérez en
el palco de honor. Además, en el minuto 20, la afición dedicó una ovación a
Vinicius, que agradeció el aplauso.
Javier Tebas, el presidente de La Liga de Fútbol Profesional, da marcha
atrás: “No quería atacar a Vinicius”.El mismo miércoles Javier
Tebas, presidente de La Liga, pidió disculpas por el 'caso Vinicius'. El máximo
mandatario de La Liga señaló, en una entrevista en ESPN Brasil, que “no quería
atacar a Vinicius, pero que, si la mayoría de gente lo entendió así, debe pedir
perdón. No era mi intención. Me expresé mal, en un mal momento... Si dañé a
alguien, se pensó que era racista, está lejos de la realidad. Denunciamos a los
racistas, no queremos racismo en el fútbol. Vinicius es un activo del Real
Madrid”, dijo Tebas. “Lamento lo que pasó, y por eso lo denunciamos. Y no sólo
denunciamos: tomamos acciones especiales en sus partidos. Hablamos con los
clubes, para que dieran más seguridad, identificar a los aficionados...
Queremos a Vinicius con nosotros, remató el presidente de La Liga”. Las
palabras de Tebas aparecen después de tres días en los que España ha sido el
centro de todas las miradas a nivel mundial, después de que el futbolista
afirmase que “España es un país racista”. La polémica mediática del 'caso
Vinicius', en el que se ha visto metida la liga española y en la que tanto la
competición como el país han salido mal parados, sigue provocando reacciones y
parece que esta marcha atrás de Javier Tebas también tiene que ver con ello.
El
órgano que preside ha interpuesto denuncia en los juzgados de Valencia para
judicializar cuanto antes el caso, motivo por el cual la Fiscalía se ha visto
obligada a archivar la causa y derivarla a los juzgados de Valencia. La Liga,
por su parte, denuncia que acude directamente al juzgado porque, según
sostiene, las denuncias interpuestas previamente en diferentes órganos de la
Fiscalía por cánticos racistas anteriores no han llegado a ningún sitio. “Desde
hace algún tiempo —reza el órgano—, La Liga decidió
dar un paso más en su estrategia legal y acudir directamente a los Juzgados.
Pero, a pesar de ello, dotar a La Liga de una mayor capacidad sancionadora
supondría una herramienta eficaz en la lucha contra el racismo en el deporte”.
Otros comentarios,
imágenes, fotomontajes y fotos sorprendentes:
La música tiene la
extraordinaria cualidad, entre otras, de ayudarnos a configurar nuestra idea
del mundo. Por más que los puristas insistan en que lo personal, lo político,
lo social y lo artístico no deben mezclarse, Daniel Barenboim recuerda en este
inspirador texto que la escucha y el conocimiento de las músicas más variadas
indica precisamente lo contrario. Apelando a su inquebrantable compromiso con
la paz entre Israel y Palestina, examina el increíble potencial de la música
para acercarnos, tender puentes y comprender al otro. La música despierta el
tiempo revela así el fascinante poder del fenómeno musical no sólo para arrojar
luz sobre la condición humana, sino también para dar respuesta a algunos de los
mayores retos a los que hacemos frente. Jordi Llovet escribió en El País
(Quadern): “Es el mejor libro sobre música que se ha publicado desde hace años.
La categoría intelectual y humana de Daniel Barenboim se percibe en todo el
libro y convierte al autor, no sólo en un gigante de la música europea, sino en
la persona que mejor ha entendido la dimensión intelectual y espiritual de la
música, y, por eso mismo, el papel que podría jugar en la formación de la
ciudadanía de cualquier país”.
Antonio Garamendi, presidente de la patronal CEOE, el 22 de mayo pasado.
El presidente la patronal
CEOE, Antonio Garamendi, no acierta a explicarse por qué hay tres millones de
parados y, a la vez, falta mano de obra en un montón de sectores, como la
construcción o la hostelería. “Por el motivo que sea”, afirma, hay más de tres
millones de personas sin empleo, pero faltan candidatos a cubrir esas plazas.
Rufián da en el clavo: “Es la precariedad”. El presidente de la CEOE,
Antonio Garamendi, no se lo explica, aunque el problema parece bastante claro. “Por
el motivo que sea, hay tres millones de parados y sin embargo nos falta gente
para un montón de sectores”, señala. Y apunta, en concreto, a dos sectores: la
construcción y la hostelería. El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, puede que
haya dado con la clave. “El motivo —concluye Rufián— es la precariedad. Y no se
aprovechó la Reforma Laboral para combatirla porque según quien prefirió
pactarla contigo que con Bildu y con Esquerra para quedar mejor en la tele que
en la historia”.
“Ana Rosa tiene 44 pisos turísticos y
ninguna vergüenza”: los tuiteros atan cabos entre su alarmismo por la ocupación
y sus negocios. (Tremending)
Según una investigación
de La Marea, la presentadora gestiona un lucrativo negocio turístico que
explota decenas de viviendas en las zonas más céntricas y caras de Madrid y
Sevilla.