El buque "Sinaia", cargado de exiliados españoles, sale de Séte (Francia) el 23 de mayo de 1939.
Arribo de los contingentes españoles al puerto dc Veracruz, el 12 de junio de 1939.
Llegada de los Principes de Asturias, 69 años después, al aeropuerto de Veracruz.
Los Príncipes de Asturias, Felipe de Borbón y Leticia Ortiz, tras su llegada por líneas regulares a México, D.F. en el que iniciarán, junto al presidente, Felipe Calderón, el Ier Congreso de la Cultura Iberoamericana, se entrevistarán con representantes del exilio republicano español, con motivo del 70 aniversario de la fundación del Colegio de México. Obviamente, la mayor parte de aquellos exiliados ya ha muerto, así como el general y jefe de gobierno, Láraro Cárdenas, quien, gracias a sus labores y buenos oficios, los acogió, lo que provocó una ruptura de relaciones con el franquismo. Pero el heredero de la Corona española y su esposa tendrán la oportunidad de hablar con los descendientes de los perdedores de la guerra civil española en México.
Los Príncipes fueron recibidos y acompañados por el presidente, Calderón, quien no ha olvidado que Don Felipe estuvo en su toma de posesión hace dos años, cuando los resultados de las elecciones presidenciales fueron impugnados por el candidato perdedor, López Obrador. Que Calderón sea conservador y Zapatero socialista no ha impedido que ambos se entiendan. Un entendimiento que supera los recelos políticos que surgieron en la etapa Fox-Aznar y que entronca con las óptimas relaciones iniciadas por el general Lázaro Cárdenas con los exiliados españoles durante la guerra y la postguerra.
Calderón y su esposa, Margarita Zavala, acompañarán después a los Príncipes en una visita a Morelia –tierra natal del presidente– en donde está previsto que se encuentren con un grupo representativo de aquellos niños, que en 1937 viajaron a México desde España, huyendo del horror de la guerra. Medio millón de españoles salió entonces de España permaneciendo en Francia la mayoría de representantes del mundo sindical y del trabajo, mientras que el cultural, académico o artístico, se refugió en México. Entre 1939 y 1948, llegaron a este país entre veinte mil y treinta mil exiliados republicanos españoles. Los primeros de ellos, los famosos “Niños de Morelia”, medio millar de españolitos, llegaron a bordo del “Méxique” al puerto de Veracruz, en junio de 1937. “México –prometió el entonces presidente, Lázaro Cárdenas– será una nueva patria para aquellos que luchan por la libertad y nunca aceptarán la tiranía”. Promesa que se mantuvo íntegra durante cuarenta años en los que este país reconoció al Gobierno Republicano en el exilio.
Hace 69 años, el “American Friends Service Commitee”, comité inglés de ayuda, con aportaciones de cuáqueros ingleses y americanos, y el Gobierno mexicano del general, Lázaro Cárdenas, contrataron el buque francés, ‘Sinaia’, para un viaje de Francia hasta México en el que viajaron 1.599 expedicionarios españoles: 953 hombres, 393 mujeres y 253 menores de edad. Un alto porcentaje eran milicianos de las unidades de los cuerpos del Ejército del frente de Aragón, en retirada tras la batalla del Ebro. Fue el segundo descubrimiento de América en el que los españoles, un fuerte porcentaje de funcionarios, catedráticos y maestros, escritores, artistas y periodistas exiliados no eran ya conquistadores, sino simples conquistados.
El “Sinaia” salió de Séte (Francia) el 23 de mayo de 1939 y llegó a Veracruz el 12 de junio. El doctor Negrín, a la sazón presidente de la Republica en el exilio, subió a bordo del "Sinaia" y fue saludado con el himno de Riego. En el puerto, una multitud de 20.000 personas recibió a los emigrantes españoles, que ondearon banderas, gritaron consignas, puño en alto, y desplegaron varios carteles preparados durante la travesía: “¡Viva México! ¡Viva España!, ¡Viva el presidente Cárdenas!”. Fue un recibimiento mucho más emotivo que el de ayer, de los Príncipes de Asturias.
Mañana, continuación: (II) Exiliados españoles en México: de conquistadores a conquistados.