El Veto o Pin Parental. ¿De quién son los hijos?
El Veto o Pin Parental (el pin es un número de
identificación personal utilizado en ciertos sistemas, como el teléfono móvil o
el cajero automático, para identificarse y obtener acceso al sistema) propuesto
por Vox a las actividades complementarias de los colegios responde a la
creencia de que la escuela instruye y la familia educa en valores
(occidentales, se supone). “Los hijos son de los padres”, argumenta el partido
ultraderechista, secundado por gran parte de Ciudadanos y del PP. “Un
planteamiento –escribe Carina Farreras en La Vanguardia del pasado jueves– que
resulta falaz desde su base porque no es esa la misión que la sociedad en su
conjunto otorga a la escuela, procuradora de valores compartidos; es contrario
a todo ordenamiento jurídico, no solo nacional, sino internacional; y es
innecesario, pues las denuncias pueden contarse con los dedos de una mano
cuando en España hay ocho millones de alumnos. El gobierno ha amenazado con
llevar esta iniciativa a los tribunales. El veto parental está sobre la mesa de
las comunidades de Madrid y Andalucía, además de Murcia. Vox lo incluye en los
acuerdos previos a la aprobación de presupuestos lo que ha provocado una
escisión en las opiniones del partido Popular y Ciudadanos”… Al llamado Pin Parental,
debieran llamarlo Pin Patriarcal, que, además, concuerda con las siglas del PP.
El sentido de posesión de los hijos, que son una responsabilidad y no una
propiedad ni un seguro de vida, nos retrotrae a un pensamiento medieval,
recuperado por el Nacional Catolicismo, que cosificaba a la esposa y a los
hijos como una posesión más del padre, del hombre, de la que podía disponer
cómo, cuándo y de la manera que quisiera. “En Francia, los niños dejaron de ser
propiedad de los padres hace unos cuantos siglos”, manifiesta Enric Prats,
profesor de pedagogía y autor del libro ‘La escuela importa’. En 1699, el
obispo Fénelon, escribió una frase célebre: “Los hijos son menos de los padres
que de la República; son la esperanza y la fuerza”… En
la respuesta ultraderechista a esta declaración se esconde la creencia de que
los hijos no pueden comportarse, pensar o ser de forma distinta a como desean
los padres, considera el psicólogo Jaume Funes, ex adjunto para la infancia al
Síndic de Greuges. La escuela no puede, bajo esa premisa, abrir ventanas de
conocimiento. “Quieren que siempre se vean las cosas a través de los ojos de la
familia, un intento imposible hoy por la tecnología”, celebra Funes. “No
quieren que vayan a talleres sobre sexualidad en el que se les habla de
diversidad, propuestos por la escuela, pero no se enteran de que sus hijos
llevan páginas y páginas de videoporno”.
Ignacio Aguado, en el programa “Vuelta al cole”, de Telemadrid.
Hace tres meses, Ignacio
Aguado, abogado y vicepresidente de la Comunidad de Madrid en el gobierno de la
popular Isabel Díaz Ayuso, acudía a las aulas junto a los niños en “Vuelta al
cole”, un programa de Telemadrid. Allí trató de explicarles, la necesidad de la
educación sexual. En el vídeo, se observan las dificultades
que atravesó el líder de Ciudadanos ante la pregunta de dónde vienen los niños.
“A ver…”, arrancó el político, mientras dibujaba, en un estresante silencio,
dos monigotes en la pizarra a los que identificó como “un hombre y una mujer”.
“Puedes hablar, ¿eh? No te preocupes”, le recriminaron unos alumnos. De pronto,
el político rompió el silencio al explicar: “Aquí está papá y aquí está mamá.
Se quieren, quieren formar una familia y viene un niño. Viene sobre todo del
amor de dos personas que se quieren. Eso es lo más importante. Que haya amor y
se quieran los padres”. Diego, uno de los niños, de 9 año, comentó: “Es que me
lo has explicado con muy poco detalle… Yo sé de dónde vienen porque, aparte de
que lo hemos estudiado en el colegio, mi padre es médico. Y, si no lo supiese,
según la explicación que usted nos ha dado, sería ‘Ah, pues los bebés nacen
cuando un chico y una chica se quieren y entonces de su amor aparece un bebé
por magia… Podía haber explicado por qué y cómo se forma la vida”, continuó,
mientras otra niña lamentaba que “no sabía cómo decirlo muy bien y, al final,
había dicho “Pues si hay amor, hay niños”.
Aguado
no convenció a Diego.
Ocurrió el pasado 27 de
octubre, cuando el político de Ciudadanos fue examinado de diferentes materias
y retado a distintas pruebas para valorar sus capacidades y su conocimiento de
la ciudad que gobierna. Y, como es habitual en el espacio de la cadena
madrileña, hizo frente a la complicada prueba del minuto en la pizarra, donde
los famosos invitados debían explicar un tema para que los niños lo entendiesen
en 60 segundos. La argumentación de Aguado fue demasiado sencilla e ingenua por
su parte, basada en el amor que tiene que existir entre un hombre y una mujer.
Un argumento que convenció a la mayoría de los alumnos, pero no a Diego, el
niño que no entendía su explicación y, visiblemente indignado, le matizó: “Con
lo que ha dicho, parece que, por su amor, de repente, aparece un bebé por arte
de magia”. Y se propuso dar una explicación más científica y coherente: “Un
espermatozoide y la célula reproductiva de la mujer se juntan y de ahí aparece
un ser vivo”. Un “encontronazo” que no pasó a mayores y que el mismo Aguado se
tomó con humor, como luego reflejó en las redes sociales. Pero que también
evidenció el escaso y débil argumento exhibido en las aulas por el político y
abogado.
El “Pin Parental” de Vox se ha convertido
en el epicentro de un encendido debate escolar. Y el Gobierno va a recurrirlo
allá donde se implanta.
Tres meses más tarde, Santiago
Abascal, presidente de Vox, denunció que, en las aulas, se enseñaban juegos
eróticos, lo cual era desmentido con datos por sus socios del PP. En este
sentido, Isa Serra, la portavoz de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid, posteó
el vídeo de Ignacio Aguado en el que ilustraba toscamente la necesidad de la
educación sexual. Y Anilo Albin, en @danialri, escribió en Público del pasado
martes un interesante artículo titulado “Grupos ultracatólicos impulsaron la
campaña de censura parental que ahora abraza el PP”, en el que señala que Hazte
Oír lleva ya seis años con distintas iniciativas dirigidas a fomentar el
denominado ‘Pin’, para lo cual impulsó diversos actos de presión. Una de las
activistas que lideró esos reclamos es hoy diputada de Vox en la Asamblea de
Madrid. “La Asociación Editorial Tradicionalista cuenta con dos frentes de
batalla. Por un lado, ofrece descuentos en la compra de algunos libros que
reivindican, según sus propias palabras, ‘el espíritu que animó nuestra Cruzada
de Liberación’, término con el que definen al golpe de estado franquista. Al
mismo tiempo, tiene una tarea más próxima en el tiempo, defendiendo la
implantación de la censura parental que promueve el PP. La polémica generada
por este asunto ha entrado de lleno en la Editorial Tradicionalista y, sobre
todo, en la sede de Hazte Oír. El lobby ultraconservador que dirige el abogado
Ignacio Arsuaga lleva ya varios años predicando contra la educación en materia
de violencia de género e igualdad en las aulas. Y, hoy, trata de incidir en el
debate abierto sobre el denominado ‘Pin Parental’. En Hazte Oír llevan
empleando ese término, defendido por Pablo Casado, desde al menos 2014”.
Imagen difundida por
Hazte Oír durante el reparto de propaganda a favor de la censura parental en un
colegio de Madrid.
“El derecho a la libertad
educativa de los padres y la protección de nuestros hijos está en juego; usa y
difunde el Pin Parental”, reivindicaba el lobby ultra en noviembre de ese año. Algunas
semanas antes, esa misma asociación había difundido el informe titulado “Las
leyes de desigualdad”, elaborado por el Área de Estudios de Profesionales por
la Ética (PpE). Allí se incidía precisamente en “la vulneración y recorte de
derechos fundamentales en las nuevas leyes autonómicas sobre igualdad de
género”. La portavoz de PpE era Alicia Rubio, hoy diputada de Vox en la
Asamblea de Madrid. Rubio también ejercía entonces como portavoz de “Libres
para Educar”, otra de las trincheras empleadas por los ultraconservadores para
tratar de conseguir que se implementase la censura parental. Y denunciaba “los
talleres de educación afectivo-sexual impartidos por organismos públicos y
privados que acceden a las aulas sin conocimiento de los padres”. En esa línea,
Libres para Educar proponía, a comienzos del curso de 2014, que los padres
utilizaran el “pin parental”, definido como “un escrito de solicitud de
información previa y exigencia de consentimiento expreso que puede entregarse
en la secretaría de los centros educativos para evitar, por ejemplo, que se
enseñe a niños de 12 años a ponerse un preservativo”. La Asociación para la
Defensa de los Valores Católicos en la Enseñanza (ADVCE) también lleva tiempo
embarcada en esta campaña. A comienzos del curso 2018-2019, advertía que “los
centros llevarán a cabo muchas actividades de las que no se informará mucho a
los padres”, relacionadas principalmente con “determinadas inclinaciones
políticas e ideológicas”. Y, tras advertir que se avecinaba “un nuevo curso
cargado de adoctrinamiento al que es muy complicado hacer frente”, la ADVCE
recomendaba precisamente “el uso del consentimiento informado”, otro de los
términos empleados para referirse a la censura parental. “Proponemos vigilar
muy de cerca lo que ocurre en los centros escolares y, sin volverse locos,
plantar cara ante cualquier atropello; aunque manteniendo al margen, en la medida
de lo posible, a nuestros hijos”.
La irrupción de Vox en
algunos gobiernos autonómicos fue determinante para que “Hazte Oír” decidiera
incrementar su campaña de presión. “El PP, Ciudadanos y VOX tienen la
responsabilidad histórica de legislar, en las comunidades autónomas en las que
gobiernan o influyen para que ningún niño ni ningún adolescente se vea obligado
a recibir lecciones de ideología de género o de educación afectivo-sexual por
de los activistas que se cuelan en las aulas para impartir charlas o realizar
talleres con los menores”, reivindicaba el lobby ultra en septiembre pasado,
coincidiendo con el lanzamiento de la campaña #MisHijosMiDecisión. En el marco
de esa iniciativa, Hazte Oír publicó un largo listado con los nombres de
colegios públicos de toda España en los que, según sus criterios, se “llevan a
cabo clases, talleres, charlas, etc., a cargo de organizaciones LGTB”, lo que
calificaba como “adoctrinamiento”. En noviembre pasado, esa misma asociación
promovió un manifiesto al que se adhirieron grupos como la franquista Editorial
Tradicionalista, la Asociación Española de Abogados Cristianos, la ONG católica
Remar o la plataforma Enraizados, entre cuyos objetivos figura “defender la
tradición cristiana de España como fuente de su unidad y solidaridad”. En un
manifiesto conjunto lanzado el pasado 18 de noviembre bajo el paraguas del Día
Internacional para la Prevención del Abuso Infantil, las entidades firmantes
reclamaban “la inmediata implantación en todos los centros educativos y en
todas las comunidades autónomas del Pin Parental”, al tiempo que exigían que
“se deje a los niños que sean niños y se impida a políticos, ideólogos y
activistas LGTBI, imponerles doctrinas obligatorias sobre su comportamiento
afectivo y sexual en las aulas”. Y ahora, en plena polémica sobre la
implantación de la censura parental, Hazte Oír aplaude la decisión del Gobierno
de Murcia de “introducir el Pin Parental en los centros escolares”. “Esto es
imparable –exclamaba–: los padres ya no están dispuestos a aguantar ni un
minuto más a los adoctrinadores que se cuelan en las aulas para explicar a los
niños feminismo radical, ideología de género y educación afectivo-sexual a
medida de la izquierda”, reivindicaba. Hazte Oír busca que la censura parental
llegue también a la Comunidad de Madrid. Del mismo modo, anunció que
presentaría a todos los grupos parlamentarios “una Proposición No de Ley (PNL)
que exija al gobierno regional que garantice a los padres” el acceso a la
censura parental. La portavoz de Vox en la asamblea madrileña, Rocío
Monasterio, ha exigido la aprobación de esa medida como condición indispensable
para apoyar los presupuestos autonómicos de 2020.
La censura parental –conocido como Pin Parental, propuesto por Vox en Murcia–
se hizo eco en la Comunidad de Madrid, generando un desacuerdo entre Ciudadanos
y el PP. Y Monasterio exigió aceptar esta medida como condición para sacar
adelante los Presupuestos. Sin embargo,
PP y Cs parecían discrepar sobre esta propuesta, la cual obligaría a informar a
los padres de las actividades que se realicen en los colegios dentro de las
actividades complementarias, como pueden ser las charlas sobre diversidad
LGTBI. Por un lado, el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio
Aguado, declaró ser contrario a que en esta región se implantase la censura que
proponía Vox porque “en los colegios tiene que haber una educación reglada que
no puede ser arbitraria para las familias”. Aseguró que su formación “no va a
aceptar ese tipo de fórmulas”. Pero señaló que “sí tendemos la mano a Vox y a
todas las formaciones políticas para buscar lo que nos une e intentar sacar
adelante presupuestos, leyes y hacer que esta legislatura en la Comunidad sea fructífera”.
Por el otro lado, el Consejero de
Educación y Juventud de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, se mostró “dispuesto”
a analizar una posible propuesta sobre la implantación de la censura parental
siempre que “sea legal”, respete la autoridad del profesor, la autonomía de los
centros y “mejore el sistema que actualmente tenemos aquí”. Con todo, insistió
que esta propuesta no figura en el documento acordado con Vox para que esta
formación apoyara la investidura de Isabel Díaz Ayuso y defendió el sistema
actual de la Comunidad de Madrid, basado “en la transparencia sobre el ideario
y las actividades de los centros”.
Pablo
Casado defiende el veto parental que Vox exige en las comunidades gobernadas
por el PP.
Por su parte, Pablo
Casado insistía el pasado domingo en su defensa del veto parental que Vox está
exigiendo en las comunidades en las que apoya gobiernos de la derecha. En este contexto,
el líder del PP se preguntaba “si quieren romper la Constitución y los derechos
de un padre sobre su hijo” porque, según advertía, “la Carta Magna, en el
artículo 27, consagra la libertad de los padres para que decidamos la educación
de nuestros hijos”. Pablo Casado, acusó al Gobierno de utilizar el veto
parental como “cortina de humo” para “tapar” el nombramiento de Dolores Delgado
como fiscal general del Estado. Aseguró que la “receta” para la educación en
España “es la libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos”. “Nadie
nos va a dar lecciones de principios”, dijo. Para el presidente del PP, el veto
parental es una medida que “está bien”, pero que “no descubre la pólvora. La
libertad de nuestros compatriotas es que nadie meta la mano en nuestros hogares”.
Frente a ellos, Pablo Iglesias, el vicepresidente del Gobierno, dijo que los
hijos no se inscriben en el registro de la propiedad, sino en el registro
civil. “¿Verdaderamente, hoy siguen manteniendo que mis hijos no son míos?”, planteó
Casado. “¿Me están diciendo que es como dicen a las familias en Cuba, que los
niños son de la revolución? ¿Vamos a llegar a que los niños también delaten a
sus padres cuando no son buenos revolucionarios como pasa, a día de hoy, en
Cuba?”. “Cuando hoy una ministra de Educación dice en un diario vasco que yo me
equivoco por decir que los hijos son de sus padres, mi preocupación es máxima,
porque todo el mundo se puede equivocar”, dice Casado en respuesta a Isabel
Celaá, que, en una entrevista en El Correo Vasco, consideraba “inaceptable en
democracia” las palabras de Casado pidiendo al Gobierno que “saque sus manos de
las familias” e insistía en que “no se puede confundir patria potestad con
propiedad”. Pablo Casado sigue defendiendo como propio el dogma de Santiago
Abascal, consiguiendo así reforzar a
Vox, pero impidiendo que el PP despegue. Al menos, esto es lo que indican los
sondeos electorales elaborados tras el 10-N, que también reflejan el desplome
de Ciudadanos hasta quedarse con menos escaños en toda España que los de Junts
per Cat sólo en Catalunya. Estas son algunas de las conclusiones a las que
llega el gabinete demoscópico Key Data en su último “desk research” (investigación
de escritorio) para Público, que analiza ponderadamente todas las encuestas
publicadas –y especialmente la del CIS– para ofrecer unas detalladas
estimaciones sobre los resultados que ofrecerían unas nuevas elecciones
generales si se celebrasen en este momento.
Alfonso Alonso y Alberto Nuñez Feijóo.
Esther Jaén, en
Cuartopoder.es, pone a Núñez Feijóo y Alonso en el punto de mira de los
“casadistas”. Dice que el debate sobre el pin parental ha vuelto a agitar las
aguas en el PP. Que las palabras de ambos líderes territoriales se han
considerado una “enorme deslealtad para con el presidente del partido”. Jaén asegura
que Casado ha mostrado su apoyo al veto parental y que incluso llega a comparar
las intenciones de la ministra de Educación, Isabel Celaá, cuando argumentó que
los hijos no eran propiedad de los padres, con las prácticas de dictaduras comunistas.
“Sin embargo, tanto el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo,
como el líder del PP en el País Vasco, Alfonso Alonso, decidieron seguir su
propia línea, dentro de la moderación que vienen reclamando al propio Casado y
se salieron del guión marcado por Génova. El presidente gallego, Nuñez Feijóo,
pidió sosiego para tratar un tema tan sensible como el del pin parental y,
aunque responsabiliza al gobierno de Pedro Sánchez de ‘politizar’ la educación,
advierte que él no pensaba hacerlo (tampoco para dar la razón a su jefe de
filas, Pablo Casado). Por su parte, Alonso tacha de ‘absurda’ la exigencia de
VOX de poner en marcha un pin parental, porque ‘los de Vox quieren que los
padres no cumplan el currículum si no les da la gana’ y pide sosiego y
moderación. Las palabras de ambos líderes territoriales se han considerado una
‘enorme deslealtad para con el presidente del partido’”.
Según
Enrique Javier Díez Gutiérrez, profesor de la Facultad de Educación de la
Universidad de León y Coordinador del Área Federal de Educación de Izquierda
Unida, la estrategia difundida en España por el grupo fascista VOX, a través
del que ya muchos denominan “Pin Neandertal”, tiene un largo recorrido. “Es un
clásico de la manipulación de los sistemas autoritarios, presentando el control
y la censura como un paternal ejercicio de ‘protección de los menores’, incluso
de sí mismos. Con los mismos esquemas, con las mismas falsas imágenes, con las
mismas fake news o mentiras y con los mismos vídeos, que se difunden en redes
sociales y grupos familiares de WhatsApp, donde niños y niñas ‘encantadores’,
desde Costa Rica a España, piden que en el colegio se dé matemáticas y en casa
se eduque en valores. Son las estrategias de ‘lawfare’ (guerra jurídica contra
la democracia) que los grupos ultraderechistas y los grupos evangélicos
ultraconservadores (financiados por EEUU en Latinoamérica para combatir la
teología de la liberación, que cuestionaba la desigualdad y la injusticia y
apostaba por los pobres), han utilizado para dar golpes de estado ‘blandos’, en
Brasil o Bolivia, y poner en el poder a líderes ultraderechistas como el
militar Bolsonaro o Añez. Exigen una censura educativa previa, un nihil obstat
propio del nacional catolicismo de la dictadura franquista, para controlar que
los centros educativos públicos y los profesionales cualificados que en ellos
educan, no aborden ‘temas controvertidos’. Lo cual, traducido en sus categorías,
significa que el profesorado no cuestione la homofobia, que no critique el
racismo o la desigualdad, pero que, por el contrario, las clases de religión
sigan adoctrinando en catolicismo, o que se promueva desde las administraciones
educativas neoconservadoras el militarismo o ‘jurar bandera’ en los colegios.
Es decir, pretenden que se vuelva a la educación franquista, teñida con
emprendimiento y educación financiera y con métodos coherentes con su
ideología: ‘la letra con sangre entra’. Lo que hay detrás de este pin es su
incapacidad para admitir una sociedad democrática plural y tolerante. No
admiten pensamientos diversos, visiones críticas o que cuestionen el sistema.
Su estrategia es utilizar la educación para imponer una mentalidad única, una
sola forma de ver el mundo: volver al blanco y negro del nodo franquista.
Machismo, toros, caza, nacionalcatolicismo, patriotismo de bandera,
militarismo, racismo y xenofobia, privilegios de los ricos y señoritos y
sumisión de los demás. Es su discurso del odio trasladado a la educación, a la
diversidad, a la igualdad, a la justicia y a los derechos humanos. Algo propio
del fascismo”.
Pablo Iglesias: “Claro que los hijos son de los padres y yo tengo tres.
Pero los registramos en el Registro Civil, no en el de la Propiedad”.
El vicepresidente del
Gobierno, Pablo Iglesias, con el pin antifascista en la solapa, vinculaba el
pasado martes en Teatro del Barrio, donde nació Podemos, “el merecido homenaje
que merecen los que trajeron con sangre la democracia a España” con defender su
legado de “democracia y justicia social... y eso es también la educación
pública”. Y acusó a “la ultra derecha y a la ultra ultra derecha” de “atacar la
educación pública”, que “es educación en democracia”. Iglesias hizo un paralelismo
entre lo que él llama padres y madres de la democracia, los homenajeados en el
acto al que acudía, y los que “arrancaron a niños y niñas de sus padres para
enseñarles a cantar el Cara al sol, para decirles que la letra con sangre
entra... o a las niñas para acostumbrarlas a que pasarían siempre la vida bajo
la bota de un varón”. Para Iglesias “es escandaloso que sean los herederos
ideológicos de aquéllos los que ahora dicen que educar en democracia es
adoctrinar”. Por eso, comprometió al Gobierno al que representa en la defensa
de la educación pública “frente a los que quieren volver al pasado”. Y explicó
su visión de la polémica: “La libertad no es que haya colegios que dirija la
Conferencia Episcopal, sino que cualquier niño o niña pueda recibir la mejor
educación pública independientemente de dónde nazca”. Por su parte, el diputado
y portavoz de Más País, Íñigo Errejón, dejó un vídeo donde clava los verdaderos
motivos por los que la ultraderecha y la derecha defienden el veto parental. Se
trata de un extracto de su participación el pasado martes en Los Desayunos de
TVE, donde reflexiona sobre la tendencia de los ricos a separarse de la
sociedad y sobre lo que realmente esconde toda esta polémica: el ataque a la
escuela pública. “La censura educativa –dice– es una cuestión de clase y un
ataque a la escuela pública”.
El aula de un instituto.
Victorino Mayoral Cortes,
presidente de la Fundación Cives, describe en Cuartopoder “el pin de todas las
batallas” en el que recuerda: “Quien crea que el conflicto escolar y cultural
que se vive y recrudece dentro y fuera de España es cosa del pasado, vive en
una beatifica ensoñación y debe volver a la realidad cuanto antes. Los sectores
ultraconservadores políticos y confesionales de Europa y América, hoy
empoderados por sus liderazgos fuertes y autoritarios y avances electorales,
intentan romper, frenar o hacer desaparecer los procesos de conquista de
derechos y libertades civiles individuales y colectivas, que se han sucedido
durante las últimas etapas de expansión de las democracias. De ahí sus rudos y
persistentes ataques contra las conquistas de derechos de ciudadanía igual que
han aportado las leyes más avanzadas de la democracia española en materia de
matrimonio entre personas del mismo sexo, igualdad de género, violencia contra
la mujer, o de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del
embarazo…. Es el miedo al pluralismo y el rechazo a las reglas de juego de la
escuela como servicio público abierto e integrador y garante del derecho a la
educación de todos y todas en condiciones de igualdad. Es la ignorancia y el
rechazo de la escuela como comunidad educativa democráticamente participativa y
su preferencia por la concepción primitiva de la educación como una especie de
supermercado al que cada familia acude para adquirir, según sus gustos
individuales, las mercancías de meros paquetes de conocimiento que le pueda
ofertar la empresa escolar pública o privada”.
La mala noticia, según
Gerardo Tecé en su artículo “Padres propietarios”, es que volvemos a estar
enredados por la enésima ocurrencia de la cúpula de la extrema derecha. “La
buena, que ahora podemos dibujar con más detalle el desconcertante perfil de
ese padre maleducado que entiende al educador como un empleado doméstico al que
gritarle cómo debe hacer su trabajo. El profesorado entendido como la extensión
de la dominicana que te viste al crío por las mañanas. No hay mal que por bien
no venga. ‘No consigo que pongan las tildes, voy a conseguir que se hagan
maricones’, resumía en redes sociales un profesor sevillano el jaleo provocado
por la derecha y su repentina necesidad, cuarenta años y siete reformas
educativas después, de un pin parental con el que poder vetar cierta parte del
mundo a los niños escriturados a su nombre. El término elegido para la
ocurrencia –pin parental– da algunas pistas sobre la actitud con la que estos
propietarios de críos afrontan una problemática sacada de la chistera: pulsas
el botón de limitarle contenidos desde el sofá y listo. La medida promovida en
Murcia por Vox ha sido abrazada por el PP nacional como solo se abrazan las
cosas que amas de verdad. De un tiempo a esta parte, esto no es noticia. Vox se
ha convertido en el principal camello de un Pablo Casado que compra cualquier
producto –por tóxico que sea– que el partido fascista ponga en el mercado
político. También la actitud grotesca se compra. Una actitud y unas formas que
llevan al PP a hablar de Cuba o de Stalin para exigir libertad ante una ley
educativa aprobada por el Gobierno de Rajoy en 2013. Sería un chiste si no
fuera una diarrea mental. Para 2021, calculo que Vox propondrá acabar con las
plazas reservadas a discapacitados y entonces Casado se sumará subiendo la
apuesta: exijo mi libertad de poder aparcar encima de la acera, aunque le pese
al comunismo”.
El editor de Infolibre, Jesús Maraña.
¿Cuál es el Pin de Casado?”,
se preguntaba Jesús Marañas el pasado miércoles en Info Libre. “Vox es un
movimiento nacionalpopulista de extrema derecha homologable a otros populismos
ultraconservadores surgidos en América y Europa, con el plus castizo de un
franquismo que no estaba muerto, estaba tomando cañas. Se equivoca quien se lo
tome a broma, o quien se desahogue tachando de fascistas a sus casi cuatro
millones de votantes. No hay recetas de éxito contrastado para hacer frente a
un fenómeno complejo cuyo mayor peligro consiste en contaminar por completo el
debate público y fagocitar a las opciones políticas de centro-derecha a base de
desplazarlas al agujero negro de la desinformación y la postdemocracia. Por eso
lo más preocupante no es lo que pretende Vox sin el menor disimulo, sino, en
primer lugar, ese enigma dentro de un misterio que envuelve al Pin ideológico y
estratégico de Pablo Casado. Y, por otro lado, el nexo que sí une a PP, Vox y
Ciudadanos, al margen de sus diferentes tácticas políticas o escalas morales:
los intereses económicos privados que se aprovechan de los recursos públicos
(…) Esta trampa del Pin censor no es
cualquier cosa. No se trata (sólo) de charlas o actividades complementarias o
extraescolares. No se trata (sólo) del respeto a la ley, a los docentes, a la
libertad de cátedra o al sentido común (que tanto escasea). Se trata de
democracia. No se puede estar a favor de combatir la violencia machista y
admitir que haya padres (convencidos o engañados) que puedan impedir que sus
hijos e hijas sean educados en la igualdad. No se puede estar a favor de la
libertad y el respeto al prójimo y propiciar a la vez que un padre o una madre
transmitan su homofobia a la siguiente generación. Se puede ser de derechas, de
izquierdas, liberal, socialdemócrata, neoliberal o comunista (¡ya basta de
permitir la demonización absoluta del comunismo y la confusión intencionada con
el estalinismo y sus crímenes!). Lo que no puede uno perder es el Pin demócrata”.
Javier Pérez Royo: “A Casado le regalaron
la carrera. Es un analfabeto jurídico”
“Pablo Casado es un
analfabeto jurídico”, dijo Javier Pérez Royo, Catedrático de Derecho
Constitucional, en la entrevista que concedió a “La Sexta” en referencia al
discurso del presidente del PP, intentando aferrarse a un artículo de la
Constitución, para defender el pin parental que quiere imponer VOX en las
escuelas públicas de Murcia, Andalucía, Madrid, y en todas partes en las que le
permitan mandar sobre los que deberían mandar.
Así lo ve Pep Roig en “Ultima
Hora”, en la que titula: “Pablo Casado, contra la ley Wert que aprobó Pablo
Casado”. Y así continúa: “Pero lo más estrambótico del caso es que esa norma de
la que Casado está en contra y por la que acusa al actual Gobierno de pretender
adoctrinar a sus hijos (‘Saquen sus manos de nuestras familias’, exclamó el
líder) está en vigor desde 2013 por ser uno de los artículos de la llamada Ley
Wert, Ley de Educación aprobada por el Gobierno presidido por Mariano Rajoy y
refrendada por el Parlamento por mayoría absoluta con los votos favorables de
todos los diputados del PP entre los que estaba Pablo Casado. Es decir, que el
presidente del PP, en su ‘cruzada’ anunciada contra el Gobierno de ahora, se
muestra, firme ademán, contrario contra la ley que él con su voto aprobó y
aplaudió fervorosamente (que es como se aplaude desde cada escaño a sus
respectivos jefes). O sea, que el aplauso de entonces es el abucheo de ahora.
La bendición que celebró se torna en maldición sin cuartel. Y todo por
conservar unos gobiernos regionales y aprobar unos presupuestos, todo a las
órdenes de VOX, que es el que realmente dirige el cotarro. Todo eso me lleva a
comprender el significado de aquello de ‘va como pollo sin cabeza’, mejorando
la imagen de todos los presidentes que ha habido en AP y el PP”.
Fotomontajes, imágenes y
frases sorprendentes de esta semana:
Los principios de Casado.
Talk to me in christian, joder!
El Jueves. ¿Es que nadie piensa en los niños? #PinParental
VOX ataca un sistema
educativo que es el de Rajoy. La
reacción del PP es ponerse de lado de VOX. Casado decide destrozar el PP, yendo
al son que le marca la Caspa.
. Oleaje histórico en Porto Colom (Mallorca) . Parece el faro del fin del mundo.
El humor en la prensa de
esta semana: Forges, El Roto, Peridis, Pat, Dávila, Eneko, Manel F., Javirroyo,
B. Vergara, Enrique, Atxe…
Miguel Ángel Rodríguez, MAR.
Pregunta pertinentre.
Sílabas ordenadas.
Demasiado tarde.
Mr Guaidó
Mundo animal.
La RAE considera.
¡Revolución!
El coronavirus
13. Rue de los Derechos.
Desde Mallorca, Pep Roig nos
recuerda: Gloria no deseada, Un presidente del Gobierno español,
hablando en inglés y rompiendo la tradición, Doble dirección, Propietarios, Tendencia…
¿Qué es el PIN parental? Y (Franco) no estaba muerto leré El 'PIN PARENTAL' y el Mobile Congress | La voz de Iñaki Obra maestra en Late Motive presuntamente basada en comentarios reales de Youtube. LATE MOTIV - Raúl Cimas. Youtube leído | #LateMotiv646 Hoy, "Polònia" descubre cómo era Catalunya antes del temporal. Además, la semana que comienza el juicio contra Trapero, Pilar Rahola (Cesc Casanovas) entrará en colapso al saber que el el major del Mossos tenía un plan para detener a Puigdemont. Polònia - 23/01/2020
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