Relajación con abejas
Cuando la salud mental
está en jaque debido al estrés sufrido por la pandemia de la COVID-19 o a otras
causas, surgen nuevas formas de combatirlo. La última de ellas y una de las más
novedosas, es la “cama de abejas”. Con ella lo que se busca es que el individuo
se relaje tras acostarse sobre una colmena. En este caso, las abejas sirven
como fuente de relajación. Protegido con un traje de apicultor, el interesado se
tumba sobre las colmenas y se encierra dentro de un sarcófago. Y, a oscuras y
con el sonido de estos insectos, se logra un deseado estado de relajación.
Ana Muñoz, creadora de
vídeos de sonidos relajantes de 'respuesta sensorial', aseguraba en Espejo
Público que cada vez se aplican más técnicas innovadoras como esta para perseguir
el objetivo. La creadora de esta novedad, Paula, ofrece otros servicios como
eco-retiro de lujo en la finca donde trabaja. Y, aunque nació en Polonia, con
tan solo 12 años se mudó a Holanda junto a su familia. Ahí comenzaban sus
distintos viajes, que la llevaron a vivir en una decena de ciudades de todo el
mundo. Se formó como profesora de yoga en su paso por Tailandia e Indonesia. Y,
hace unos años, se instaló en una finca andaluza en el que hoy considera su
pueblo, el municipio malagueño de Montecorto.
Allí nos trabaja Vicky,
una doctora en biología que dejó las aulas para conseguir su sueño: trabajar en
el campo con la agricultura biodinámica y ecológica. Su reto es volver a las
raíces. En su jardín medicinal, con 400 especies diferentes, y un invernadero
de cristal y madera, utilizado de semillero, pueden observar las “cama de
abejas”, una “joya” de las pocas que hay en Europa. Y nos asegura que las
vibraciones, el olor y el sonido de estos insectos contribuyen a la relajación
del ser humano.
Estas pueden ser la solución a muchos problemas físicos. Una forma alternativa de terapia en la que la gente se acuesta en camas sobre colmenas que ha hecho furor en Lituania. La técnica se utiliza para aliviar el dolor y tratar las dolencias con la energía creada por las abejas al batir sus alas. Zidrunas Japertas, apicultor y propietario del centro terapéutico, comenzó en el mundo de la terapia con abejas hace siete años, cuando tuvo algunas molestias en la espalda. “Me interesaban los centros terapéuticos de este tipo que había en Ucrania y los visité. La técnica me ayudó a aliviar mi dolor de espalda, así que empecé a recomendársela a otros”, declara A pesar del escepticismo de algunos, cientos de personas han probado la terapia en los últimos meses. Quienes prueban el inusual tratamiento creen que el aire, alrededor de una colmena, puede reducir la presión arterial y aliviar las dificultades respiratorias.
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