En plena pandemia, las grandes empresas armamentísticas incrementaron sus negocios.
La crisis mundial
desatada por la pandemia no ha podido con el negocio armamentístico, que ha
demostrado su capacidad de seguir facturando inmensas cantidades de dinero
incluso en una recesión económica planetaria. Así se desprende del informe que
acaba de dar a conocer el Stockholm International Peace Research Institute
(SIPRI) con datos de 2020, otro año de grandes beneficios para la industria
militar mundial. Según consta en el dossier elaborado por este prestigioso
centro de investigación, “las ventas de armas y servicios militares de las 100
empresas más importantes ascendieron a 531.000 millones de dólares en 2020, lo
que supone un aumento del 1,3% en términos reales en comparación con el año
anterior”
Alexandra Marksteiner,
investigadora del Programa de Gasto Militar y Producción de Armas del SIPRI,
sostiene que “los gigantes de la industria se vieron protegidos en gran medida
por la demanda sostenida de bienes y servicios militares por parte de los
gobiernos. En gran parte del mundo, el gasto militar creció y algunos gobiernos
incluso aceleraron los pagos a la industria armamentística para mitigar el
impacto de la crisis de la covid-19”. En cualquier caso, el documento destaca
que “operar en el mercado militar no garantiza la inmunidad a los efectos de la
pandemia". Por ejemplo, el fabricante de armas francés Thales “atribuyó
una caída en las ventas de armas del 5,8% a las interrupciones inducidas por el
cierre en la primavera de 2020”. “Algunas empresas – añade– también informaron
de interrupciones en la cadena de suministro y retrasos en las entregas",
añade.
En cuanto al ranking de
las 100 principales compañías de este sector, el informe señala que Estados
Unidos “fue de nuevo el país con más empresas clasificadas en la lista Top 100”.
En conjunto, las ventas de armas de las 41 empresas estadounidenses ascendieron
a 285.000 millones de dólares –un aumento del 1,9% en comparación con 2019– y
representaron el 54% de las ventas totales de armas de ese listado. “Desde
2018, las cinco primeras empresas del ranking tienen su sede en Estados Unidos”,
subraya el SIPRI.
Por su parte, las
empresas chinas representaron el 13% del total de las ventas de armas en 2020, “las
terceras más importantes, por detrás de las compañías estadounidenses y por
delante de las del Reino Unido”. Entre otros datos, el informe señala que Navantia
es la única compañía española que figura en el ranking de los 100 grandes
vendedores de equipamiento militar. El astillero español ha logrado
consolidarse en ese sector al calor de los negocios alcanzados con el régimen
de Arabia Saudí para la construcción de cinco corbetas. De acuerdo al listado
del SIPRI, se ubica actualmente en el puesto 84 del Top 100.
El estudio indica que “las
26 empresas armamentísticas europeas de la Top 100 representaron en conjunto el
21% del total de las ventas de armas, con 109.000 millones de dólares”,
mientras que las siete empresas británicas registraron unas ventas de armas de
37.500 millones de dólares en 2020, un 6,2% más que en 2019. Las ventas de BAE Systems –la única empresa
europea que se ubica entre los 10 principales operadores– aumentaron un 6,6%
hasta los 24.00 0millones de dólares. Asimismo “las ventas de armas de las seis
empresas francesas que figuran en la lista de las Top 100 cayeron en su
conjunto un 7,7%”, afirma Lucie Béraud-Sudreau, directora del Programa de Gasto
Militar y Producción de Armas del SIPRI.
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