Maltrato animal, en España, en casi 17.000 fiestas al año.
Las
organizaciones animalistas PACMA y Anima Naturalis consideran insuficiente la
ley de bienestar animal del Gobierno al excluir a animales de experimentación,
de ganadería y al no prohibir la tauromaquia. Casi 17.000 fiestas de maltrato
animal se celebran cada año en nuestro país, según la organización animalista
Anima Naturalis. Desde PACMA, achacan hasta 7.000 de ellas al País Valencià. Los
toros de San Juan de Coria (Cáceres) asesinados a tiros por civiles con
licencia de armas en 2015, 2019 y en junio de este año; los bous a la mar,
obligados a saltar al agua salada con una profundidad de cuatro metros, de la
que son rescatados mientras se ahogan; o los toros embolados, a los que la cera
derretida de los pitones incendiados les cae en los ojos, son algunos ejemplos
de unos festejos arcaicos respaldados por la financiación de ayuntamientos a lo
largo de la geografía española.
Los
4,5 millones de euros que el Gobierno de Díaz Ayuso concedió a ganaderías de
toro bravo antes de la pandemia son el reflejo de una industria agonizante. La
Fundación Toro de Lidia ha recibido 1.500.000 euros de las arcas públicas en
los últimos cinco años. Solamente durante la pandemia, Unión de Criadores de
Toros de Lidia recibió 797.000 euros; Funciones Taurinas S.A., 324.000 euros; y
Circuitos Taurinos S.L., 127.000 euros, entre otros. Así lo confirma Yolanda
Morales, portavoz nacional de PACMA: “Son empresas privadas que van desde la
representación de toreros y asesorías especializadas en asuntos taurinos hasta
gestores de plazas de toros y organizadores de festejos”.
Los
ayuntamientos extremeños “han invertido más de dos millones en este tipo de
festejos mientras se corta la financiación en prevención de incendios”, añade Jaime
Posada, coordinador de Anima Naturalis. El Gobierno de Díaz Ayuso ha
reintroducido el toro ensogado en la capital casi 30 años después de su
desaparición. A pesar de ello, Morales se muestra optimista ante los datos de
los últimos meses. “Puedo ver el fin de la tauromaquia relativamente cerca”,
sentencia la activista, “se intuye por la cantidad de subvenciones que reciben
y porque están incluso regalando las entradas”. Aún así, Morales prevé que el
cóctel de “adrenalina, alcohol y multitud de gente” prolongue la vida de los
encierros, a los que “les queda mucho más tiempo que a las corridas de toros”.
La
ley de bienestar animal impulsada por el Ministerio de Derechos Sociales y
Agenda 2030, aprobada el pasado 25 de julio por el Consejo de Ministros, “se
queda corta” para las organizaciones animalistas. “Los derechos de los animales
están avanzando mucho más lento de lo que Ione Belarra y Sergio García quieren”,
apunta Posada. “Hay que tener en cuenta que son el socio flojo de una
coalición, y tienen que negociar con alguien cuya prioridad es la caza y
promocionar determinadas formas de maltrato animal. Una ley que desprotege a
los animales de experimentación, que no prohíbe la tauromaquia ni ningún tipo
de festejo taurino, y no protege a los animales de ganadería, creo que es una
ley que se queda corta”, concluye Morales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario