De Quevedo a Miguel Hernández: ocho siglos de argumentos contra la tauromaquia
El libro “Pan y toros.
Breve historia del pensamiento antitaurino español” recopila destacadas
personalidades de diferentes épocas que han denunciado la celebración de estos
festejos. El periodista cultural, José Antonio Luna, resumió el 20 de noviembre
de 2018, en ElDiario.es, los Ocho siglos de argumentos contra la tauromaquia, de
Quevedo a Miguel Hernández. “Los españoles que quieren dejar de serlo luchan
contra la fiesta de los toros”, dijo Esperanza Aguirre en 2014 durante Feria de
Abril de Sevilla. Para la por entonces presidenta del PP de Madrid, acabar con
los festejos era sinónimo de “desprestigiar” a España. Esa es la razón por la
que llegó a declarar el espectáculo como Bien de Interés Cultural, para
“defenderlo de los ataques de los malandrines”. A pesar de ello, el espectro de
detractores es mucho más amplio del que creía la política. “Nos han llamado de
todo —reconoce el periodista, historiador y activista Juan Ignacio Codina— :censores,
intransigentes, obsesivos, envidiosos, hipócritas, mentirosos, manipuladores,
estúpidos y, más recientemente, perroflautas y comehierbas. Hay que reconocer
que los taurinos son unos expertos en defenderse atacando”. Es, además, autor
de un trabajo de tesis que ahora llega transformado en libro: “Pan y toros”.
Breve historia del pensamiento antitaurino español (Editorial Plaza y Valdés). Todo
comenzó con una pregunta: ¿es el antitaurinismo una moda? Después de más de
tres años de trabajo no solo respondió al interrogante, sino que se topó con
una larga lista escritores, pintores, filósofos, religiosos, políticos,
periodistas e historiadores, hombres y mujeres de todas las épocas y todas las
ideologías que mostraron la cara nada agradable de convertir al animal en un
objeto de entretenimiento. “Las corridas
de toros han sido vistas como un elemento que impedía la regeneración social,
política y cultural de España. Ha sido más bien una rémora, una losa”, denuncia
Codina. Porque, como se puede comprobar a lo largo de su reportaje, los
argumentos antitaurinos cuentan con ocho siglos de historia. Debido a lo
extenso y variopinto, resulta complicado elaborar una lista que no olvide algún
peso pesado de la cultura. Aun así, y con ayuda del autor de la obra, José
Antonio Luna recopila nueve de las numerosas figuras que componen el amplio
muestrario.
Según Codina, si el escritor español siguiera hoy con vida, sería uno de los que diría “sí a los toros y no a los toreros”. La Epístola satírica y censoria contra las costumbres presentes de los castellanos recoge parte de su animadversión por estos festejos. Es en ella donde Quevedo señala que “el toro es un animal noble que ayuda al hombre en sus labores del campo y que no merece ser tratado de este modo”, ya que es “el marido de la vaca”. Pero el contexto importa. El escritor vive en un periodo, el del Siglo de Oro, en el que se respira cierto aire de cambio y aperturismo, de nuevas ideas que buscan romper con la tradición. En este ambiente es donde nace su antitaurinismo. “Quevedo sentía verdadera repugnancia por las corridas de toros, a las que consideraba inhumanas”, sentencia el periodista.
A Quevedo no le gustaban
las corridas de toros, como muestran algunas estrofas de su Epístola Satírica y
Censoria que empieza con los muy famosos y celebrados versos:
“No he de callar por más
que con el dedo, / ya tocando la boca o ya la frente, / silencio avises o
amenaces miedo”.
Quevedo pone a parir a
los jóvenes taurinos. No es que fuera pacifista; es que consideraba que la
juventud tiene que mostrar su valor en la guerra y no matando toros. Y le daba
igual que los niños mataran gallos. Dice así don Francisco, duelista famoso y
matador de hombres:
“Pretende el alentado
joven gloria / Por dejar la vacada sin marido, / Y de Ceres ofende la memoria.
“Un animal a la labor
nacido / De paciencia preciosa a los mortales, / Que a Jove fue disfraz y fue
vestido;
“Que un tiempo endureció
manos reales, / Y detrás de él los cónsules gimieron, / Y rumia luz en campos
celestiales,
“¿Por cuál enemistad se
persuadieron / A que su apocamiento fuese hazaña, / Y a mieses tan grande
ofensa hicieron?
“¡Qué cosa es ver un
infanzón de España / Abreviado en la silla a la jineta, / Y gastar un caballo
en una caña!
“Que la niñez al gallo le
acometa / Con semejante munición apruebo; / Mas no la edad madura y la perfeta.
“Ejercite sus fuerzas el mancebo / En frentes de escuadrones, no en la frente / Del padre hermoso del armento nuevo.
Puede que no sea tan reconocido como Quevedo, pero su forma satírica de criticar la tauromaquia merece una mención especial. Este dramaturgo, nacido en 1839, era, asimismo, un escritor para revistas y zarzuelas. En una de sus funciones parodiaba la historia de un torero apodado “el Tato”, origen del dicho popular “no ha venido ni el Tato”. A este le tuvieron que amputar la pierna después de sufrir “una cogida”, algo que convirtió la extremidad en una especie de reliquia. “La tenían en una farmacia para disecarla y que fueran a venerarla. Total, que se quemó el edificio donde estaba y la gente entró a rescatar la pierna del Tato”, explica Codina entre risas. Giner de los Ríos luchó contra la tauromaquia. El filósofo malagueño del siglo XIX, también conocido por crear el proyecto pedagógico de la Institución Libre de Enseñanza, consideraba que las corridas de toros eran propias de “una patria embrutecida que no sabe qué camino tomar”. “Llegó a decir que los toros no son prácticas nobles, que los periódicos consagraban una página a la lotería, otra a los toros y otra a los crímenes de sangre, que eran la misma cosa”, cita el periodista de su tesis. Continúa diciendo que De los Ríos “trataba de levantar el nivel cultural del pueblo para huir de la vulgaridad”, aspecto que, en definitiva, le llevó a luchar contra la tauromaquia.
Pardo Bazán, nacida en 1851, está considerada como una de las autoras más relevantes de la historia de España. Fue directora de la publicación Biblioteca de la Mujer, alzándose como pionera en los derechos de las mujeres y el feminismo. “Nadie pone en duda el profundo sentimiento español de la autora de Los pazos de Ulloa. Y fue eso, precisamente, fue lo que la impulsó a denunciar unas prácticas que consideraba aberrantes e inhumanas, impropias de un país al que tanto amaba”, recalca el historiador sobre esta escritora que, aunque de joven asistió a corridas de toros, poco a poco se fue convirtiendo en una antitaurina decidida. La novelista gallega era “antitaurina y muy beligerante”, como asegura Juan Ignacio Codina. Mujeres como Pardo Bazán “no solo tuvieron que hacer frente a una sociedad machista, sino que también fueron antitaurinas”. Otra mujer, Cecilia Böhl de Faber y Ruiz de Larrea, tradicionalista, monárquica, católica, conservadora y antitaurina nacida en 1796, en Suiza, fue una escritora y folclorista española, conocida por el seudónimo de Fernán Caballero. Cultivó un pintoresquismo de carácter costumbrista y su obra se distingue por la defensa de las virtudes tradicionales, la monarquía y el catolicismo. Firmaba con el pseudónimo masculino de Fernán Caballero porque, de lo contrario, era imposible labrarse una carrera literaria. En 1852, envió una carta al periódico El Heraldo que dejaba clara su postura sobre el festejo. “Qué asombrados se quedarían los aficionados a los toros, cultos, literatos y liberales, si supieran que la ilustrada Alemania que tantas simpatías tiene por la patria de Calderón y de Lope, echa en cara a la España simultáneamente las corridas de toros y la Inquisición”, declaró la autora.
Las guerras de independencia hispanoamericanas desembocaron en una profunda crisis social y económica que, como era de esperar, también se extendió hasta los ilustrados de la época. Por ello, la generación del 98 nuevamente pugna por regenerar España y, entre las muchas medidas que proponen, se encuentra la de suprimir el espectáculo taurino. “No creo que trajera trastornos de ninguna clase la supresión de las corridas y sí muchos beneficios”, dijo Unamuno. Èste, como recalca Codina, “acusó al público taurino de asistir a las plazas únicamente para ver correr la sangre de los animales y la de los toreros”. Dos universales de nuestras letras como Miguel de Unamuno y Antonio Machado coinciden en que en tauromaquia la única pasión que se vive —en el sentido de martirio, como la pasión que sufrió Cristo— es la del toro: “El pobre toro es también una especie de cristo irracional, una víctima propiciatoria cuya sangre nos lava de no pocos pecados de barbarie. Y nos induce, sin embargo, a otros nuevos”. Toma pasión taurina. Antonio Machado escribe en unos términos muy similares a los del catedrático vasco: “La afición taurina es, en el fondo, pasión taurina; mejor diré fervor taurino, porque la pasión propiamente dicha es la del toro”. Pues vaya con la pasión taurina, que solo la padece el pobre toro. En la misma línea se encontraba Azorín, quien llegó a decir que “las corridas de toros son crueles y estúpidas”. Además, el poeta alicantino acuña el concepto de “patriotismo reflexivo”, el cual surge cuando se intentan combatir “las lacras” que impiden el desarrollo de un país. Casi todos los integrantes de esta generación resultaron ser antitaurinos, incluido Pío Baroja: “Estúpida y sangrienta fiesta”, “sucia morralla de chulos”, “turba de bestias crueles y sanguinarias, estúpidas y petulantes”, son solo algunos de sus calificativos.
La estela antitaurina
continuaría en la siguiente generación. “Nunca sentí piedad por un torero, y
hasta pensé a veces que era buena su muerte por el pobre toro traicionado”,
escribió el onubense Juan Ramón Jiménez en “Toros de noche”, algo que podría
parecer atrevido incluso en la actualidad. “Si hoy día pones eso en Twitter te
metes en una muy gorda”, bromea el autor de la tesis. Otro poeta, Gabriel Miró,
compartiría la misma sensibilidad con los animales: “Tiene unos libros de un
viajero que recorre España y se encuentra con una serie de situaciones
violentas y miserables, entre ellas las corridas de toros”, asegura Codina.
Argumentos en pro y en contra de la tauromaquia:
Pro: La tauromaquia es
parte de la cultura española y tiene una tradición milenaria. Es uno de los
pocos restos de antiguas culturas orientales. Eliminarla sería menospreciar
este componente tan especial de la cultura española.
Contra: Todas las
culturas, tanto las occidentales como las orientales, tienen elementos
destructivos. La tradición no justifica la crueldad.
Antes de la corrida, al
toro bravo se le trata mucho mejor que a los toros de matanza de la
bioindustria.
Esto no es un argumento
válido. El hecho de que existan situaciones peores no justifica una situación
en sí negativa.
La corrida de toros es
una muestra del aprecio y respeto hacia la fuerza del animal.
El aprecio y el respeto
no se demuestran por medio de la tortura.
Las corridas de toros no
se ven como deporte, sino como una mezcla de arte, baile y muestra de
'virilidad' (machismo).
Que esta tradición
contenga también otros aspectos no disminuye su crueldad.
Una corrida de toros
sirve para descargar colectivamente sentimientos negativos y agresivos. Eso es
sano.
Existen alternativas
inofensivas para una descarga de tensión (como el deporte), evitando cualquier
sufrimiento de un animal.
Los toros son un símbolo
casi religioso de la lucha entre el bien y el mal. El toro representa el mal.
Fiestas religiosas no
deben ser usadas para reducir a los animales a meramente un símbolo.
Dios ha creado a los
toros para luchar con el torero y morir en esa lucha.
Es pretencioso ponerse en
el lugar de Dios y disponer así del destino de los animales.
Los toros bravos solo son
criados por su bravura durante la corrida. La abolición de los toros
significaría la pérdida de una especie de animales única.
A ningún animal le
interesa ser criado para sufrir.
Los toros forman una
parte importante de la industria turística española.
La mayoría de los
turistas va a los toros solo por curiosidad y sale de la plaza indignada. Los
toros son una mala publicidad de España.
Las corridas de toros son
la Fiesta Nacional. Son el símbolo de la esencia del país. Actuar en contra de
los toros es actuar en contra de España.
Es absurdo identificar a España con una sola tradición. Muchos españoles están en contra de los toros porque no les gusta identificarse con esa tradición. Podríamos darle la vuelta al asunto: aquellos que aman a España desean la abolición de este escándalo nacional.
Adhik Arrilucea escribe en Publico sobre la falacia de la tauromaquia: el arte como justificación de la tortura. El estatus estético que se le otorga a la tauromaquia constituye un “uso demasiado laxo e indefinido de la palabra arte, que se atribuye a cualquier cosa”, señala Fernando Castro, profesor titular de Estética y Teoría de las Artes por la Universidad Autónoma de Madrid. “Es importante tener en cuenta la ética”, explica Emi Navarro, organizador de Youth Climate Save (YCS) València. “Para aterrizar el debate teórico sobre los problemas políticos, la ética es una buena forma de decidir si algo debe ser considerado arte o si, por el contrario, es algo del pasado”, añade. Para Castro, llamar arte al toreo es “una forma perversa, una coartada para justificar que la tauromaquia merece el mismo respeto que las formas artísticas”. El filósofo critica en declaraciones a este medio que “dar un argumento estético a estas prácticas donde se exhibe la violencia y el maltrato de manera permanente es una forma de cinismo impresionante”. “La sociedad avanza y con ella la cultura", explica Navarro. "En el caso de la tauromaquia, esta ha de formar parte del pasado”. El toreo pierde popularidad a paso acelerado. Según la última encuesta del Ministerio de Cultura, solo el 1,9% de los preguntados afirmaron haber asistido a un espectáculo taurino entre febrero de 2021 y marzo de 2022. El dato supone un descenso de más de seis puntos con respecto al mismo período de 2018-2019. “Todas las encuestas oficiales dejan claro el rechazo social a la tauromaquia, pero sigue adelante porque hay grandes empresarios detrás, por las subvenciones millonarias que recibe”, denuncia el responsable de la Plataforma Antitaurina de Alfafar, Diego Nevado. Por su parte, Navarro indica que “para que algo sea considerado cultural debería formar parte del conjunto de la sociedad o, por lo menos, de una mayoría, pero este no es el caso”. En este contexto, “es normal que el sector taurino se sienta amenazado”.
Otros comentarios, imágenes, fotos y fotomontajes:
Viejóvenes paseando por las calles de Madrid como con prisa y hablando de “libertad”, con ropa estilo barrio de Salamanca y joyas de marca. También, música dinámica, timelapses, fuegos artificiales y planos aéreos. Podría ser un spot del otoño en unos grandes almacenes o un festival de música con Taburete como cabeza de cartel, pero no. Resulta que es un anuncio de la Feria de San Isidro en Madrid. Vamos, de los toros. El vídeo se titula “el toreo siempre está de moda”, pero en el vídeo, ni rastro del toreo. Probablemente se les habrá olvidado colocar las imágenes de la actividad que anuncian. O quizá poner toros escupiendo sangre, jadeando desorientados o agonizando mientras esos jóvenes aplauden emocionados es más honesto, pero no tan cool. (Tremending)
El presidente socialista de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, con el apoyo de su formación, Sumar, se enfrascaron hace unos días en sus opiniones enfrentadas sobre los toros. El primero señala que le parece “de una soberbia inmensa” que el ministro “se quiera apropiar del concepto de modernidad en el país”. Reconoce que su gesto tiene una intencionalidad y cree que va creciendo en España una sensibilidad de protección con los animales. “Pero aquí quien muerde a las ovejas es el lobo, y no se me ocurriría en términos políticos poner a un lobo a cuidar las ovejas”, ha manifestado García-Page. Sumar no ha tardado en responder al presidente de Castilla La Mancha, diciendo que sus ministros en el Gobierno continuarán ejerciendo sus competencias “moleste a quien le moleste: Lo que no vamos a hacer es poner a los toreros a cuidar de los toros”. Y ha incitado a apoyar la Iniciativa Legislativa Popular para “acabar con la tauromaquia”.
Berta Reventós, corresponsal en Buenos Aires de medios como La Sexta, la cadena SER o RAC1, dejó sin palabras a Manuel Adorni, portavoz del Ejecutivo argentino. Reventós formuló una pregunta clara y sencilla al portavoz de Milei: “¿En qué datos se basa el Gobierno argentino para afirmar que la integridad de las mujeres españolas está en riesgo a causa de la inmigración ilegal?”. Adorni siempre suele tener respuesta para todo, pero esta vez no supo qué decir y trató, visiblemente incómodo, de salir del paso. “No sé efectivamente… No quiero contestarte algo que escape a lo que te pueda contestar algo equivocado. No sé bien de dónde exactamente de dónde, de quién y de dónde surge la base de esa definición (sic). Pero por qué no le dejás los datos tuyos a nuestro subsecretario de Prensa y ahora en un ratito gustosamente te lo contestamos, no hay problema”, dijo visiblemente incómodo de salir del paso.
Claro que hay política en
la Universidad. Siempre debe impulsar la reflexión social, el cuestionamiento
del sistema o el pensamiento crítico y combativo. Los y las estudiantes deben
estar al frente de las protestas legítimas contra las injusticias y luchando a
favor de los derechos humanos y las causas sociales. Si no, algo está fallando.
(Skakeo Fan Zine).
Feijóo en Cataluña: “Pido el voto a los que no admiten que la inmigración ilegal ocupe nuestros domicilios”. El PP decide copiar el discurso de vox y, de una tacada, meten okupas, inmigración y delincuencia en una frase. De toda la vida si te pones al nivel de la Ultraderecha, te come la Ultraderecha. No aprenden de la historia....
“Todo niño es un artista
que canta, baila, pinta, cuenta historias y construye castillos. Los grandes
artistas son personas extrañas que han logrado preservar en el fondo de su alma
esa candidez sagrada de la niñez”. (“La resistencia”, Ernesto Sabato)
Esta increíble obra de ingeniería se encuentra en la “Presa de las tres gargantas” que es considerada la más grande del mundo.
El humor en la prensa de
esta semana: Jotajota, El Roto, Peridis, Eneko, Manel F., Vergara, Indígoras y Pachi, Javi Salado, Santygutiérrez, Napi,
Puebla, Garcia Morán, Sansón…
Pep Roig, desde Mallorca:
Los vídeos de esta semana:
Urtasun afea a Illa equidistancia respecto a la
supresión del Premio a la Tauromaquia
PREMIO DE TAUROMAQUIA | Urtasun: "Quien quiera
conceder un premio, es libre de hacerlo" | EL PAÍS
Page pide la retirada de las competencias taurinas al
Ministerio de Cultura de Urtasun
Urtasun, sobre la tauromaquia: "Hay una mayoría
de españoles que no comparten el maltrato"
Pedro Sánchez canta "I'm still standing" –
Polònia
El Rei i els exiliats – Polònia
Eurovisión: 34.000 muertos y una canción
No hay comentarios:
Publicar un comentario