martes, 17 de noviembre de 2009

Rato quiere volver a mandar.


Dibujo de Mikel Casal a Rato.
Rodrigo Rato, ex ministro de Economía y Hacienda, ex vicepresidente segundo del Gobierno y ex director del FMI (Fondo Monetario Internacional), quien ocupara la Vicesecretaría General del Partido Popular, añora los viejos tiempos y quiere volver a mandar, esta vez como emperador de Caja Madrid en donde reinará a su gusto. Este puede ser el trampolín que le lleve a la cumbre de sus aspiraciones secretas. Y el futuro presidente de la segunda mayor caja española y cuarta entidad financiera del país demostrará que es todo un mago flotando entre billetes.

Por de pronto, tendrá que utilizar a fondo toda su magia para tapar agujeros tan grandes como la morosidad, con impagos de 7.400 millones de euros, las pérdidas en inversiones, los mil millones de euros de créditos que le concedió a Martinsa y otros problemas que, con el tiempo, se van agravando. Pero a Rato no le preocupan estos retos. Y, desde que hace unos meses, está dispuesto a superar sus bien remunerados cargos en el banco de inversión Lazard, en el Santander y en Criteria y, con sesenta años, a cambiar otra vez de vida. Con su nuevo cargo como presidente de la Caja, volverá a ser su propio jefe.

“Cuando se confirme su nombramiento como presidente ejecutivo de Caja Madrid –advierte Fernando Saiz en “Público”–, tendrá que dejar todos su cargos en el sector, por razones obvias de incompatibilidad. En el trueque, probablemente perderá dinero y tranquilidad, pero con toda seguridad ganará poder e influencia. Y tiene la oportunidad de recuperar su crédito como gestor”. Recuperación que no está en contradicción con sus ambiciones políticas. Porque ¿quién sabe lo que puede ocurrir en el futuro en la dirección del PP? “La persona que criticó a Aznar por sumarse a la guerra en Irak y que abogó por acercarse al electorado homosexual porque son votantes ideales del PP, no ha perdido su pasión por la política. Ahora, desde el consejo de administración de Caja Madrid, tiene una atalaya para observar de cerca lo que pasa en su partido”.

Claro que, como sugiere Arcadi Espada en sus diarios, “antes de contratarle habría que pedir algunos informes. Nada raro. En las empresas serias es costumbre pedir informes sobre el personal contratable en los lugares donde trabajó… Y no estaría de más que la Caja pidiese informes a la empresa más importante donde Rato ha trabajado, el FMI. Su abandono inesperado y abrupto concitó críticas y perjudicó, en alguna medida, la imagen exterior española cuando, en marzo de 2007, declaró que agotaría su mandato y, en junio, anunciaba su dimisión para octubre. Hubo cábalas: si venía a presidir el Banco Bilbao-Vizcaya, el Partido Popular, si había visto venir la crisis hipotecaria… Pero lo mejor es esta apreciación que endosaron a fuentes de toda solvencia: Rodrigo Rato se encuentra ‘especialmente cansado’ por el trabajo y los continuos viajes por todo el mundo”.

Ahora, Rodrigo Rato está dispuesto a recuperar el protagonismo perdido y vuelve dispuesto a recuperar el mando. Su objetivo es hacerse con la Caja antes de final de año. Pero la pregunta que sigue sin ser respondida es ¿para qué? Dice el proverbio latino que todos los caminos conducen a Roma. Y quien dice Roma, dice a la presidencia del Gobierno ¿Será ésta la elección final de nuestro hombre?



1 comentario:

Anónimo dijo...

La mirada alta y soslayada hacia la derecha. Perfil rabínico. Son casi identicos Rodrigo Rato y Jose A. Perez Rubalcaba. A este último apenas le diferencia la leve inclinación postural lumbalgica para la deambulación y algo más prolongado el mentón. Al primero le gusta el cine y la imagen y al segundo el audio y las escuchas. Sálvese quien pueda, en todo caso.
chiflos.