jueves, 9 de septiembre de 2010

Quejas en torno al Cuerpo.


Emblema de la Guardia Civil.


Números de la Guardia Civil, mostrando sus quejas.


La lucha encubierta que los agentes de la Benemérita mantienen con el Ministerio del Interior lleva meses materializándose con la famosa 'huelga de bolis caídos'. Además, representantes de la Unión de Oficiales de la Guardia Civil han presentado ya 400 quejas al Defensor del Pueblo en funciones. Y los oficiales del Cuerpo se han sumado a la contestación, alegando que la modernización del ente, prometida por Rubalcaba, se ha quedado hasta el momento en nada. Los guardias civiles se sienten despreciados. “A las comisiones de trabajo de la Ley de Personal de la Policía –se quejan los oficiales de la G. C.– acude el Director General y a su Consejo, el Ministro. A las comisiones de trabajo de la Guardia Civil acude, en el mejor de los casos, la Jefa del Gabinete del Director”.

En el mes de mayo, unos doscientos guardias civiles de uniforme procedentes de todo el país entregaron un escrito de queja en la sede del Defensor del Pueblo por sus condiciones laborales y profesionales y por el régimen disciplinario que contemplaba penas privativas de libertad. “Hemos venido –dijo entonces Joan Miquel Perpinyá, secretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) –a demandar amparo, a plantear la penosa realidad de modificar un régimen disciplinario, a decirle al Gobierno que tiene que dignificar nuestra profesión y que merecemos ser tratados como el resto”.

Perpinyá destacó entonces que aún siguen internando a agentes de la Guardia Civil en prisiones militares y que continúan siendo privados de su libertad por sanciones administrativas y disciplinarias, contra las que recientemente se pronunció el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. Hizo referencia a una decisión de este Tribunal que, el pasado 2 de noviembre, condenaba a España por una demanda presentada por un guardia civil quien, estando de baja médica, fue sancionado por haberse ausentado del cuartel sin permiso previo de sus superiores para visitar a un familiar gravemente enfermo. Recordó que la G. C. era el colectivo laboral con mayor número de bajas psicológicas y de suicidios, lo que atribuyó en parte al régimen militar al que son sometidos los agentes “Estamos cansados –decía– del maltrato y de que nos amenacen. La paciencia tiene un límite y el Gobierno ya lo ha rebasado. Si no nos dan lo que pedimos por las buenas, tendrán que hacerlo por las malas”. Y concluyó que “la próxima vez, no seremos doscientos, sino cuatro mil”.

Al fin, el pasado miércoles, en la sesión del control del Congreso de Diputados, Ignacio Cosidó preguntaba al titular de Interior qué estaba haciendo el Gobierno ante el “descontento” que manifestaban los guardias civiles. El diputado popular le reprochó el “problema no resuelto que tiene” el Gobierno con el conflicto de la Guardia Civil, un asunto que, a su entender, “amenaza con convertirse en algo crónico”. Pérez Rubalcaba le contestó que su Ministerio está trabajando en una reforma de la jornada laboral de los guardia civiles en la que se incrementan los descansos semanales, se aumentan los días feriados para adecuar las jornadas a las de los funcionarios, se permite la acumulación de dos descansos semanales y se regula el régimen de turnos. “Estamos resolviendo – le espetó Rubalcaba– los frutos de la incuria de ocho años de gobierno del PP; estamos subiendo las plantillas que ustedes bajaron; modernizando los cuarteles de los que ustedes se olvidaron; dando derechos a los guardias civiles que ustedes les negaron y mejorando la jornada laboral que ustedes sencillamente ignoraron”. Pero, por si acaso, los guardias civiles mantienen la convocatoria de una manifestación para el próximo 18.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay algo de último reducto en la Guardia Civil.Recuelos de la Dictadura, cierta adustez,falta de sonrisa,y un pelin de rencor social hacía los otros todavía se adivina en sus agentes -se diría números-.Quizá los bolis caidos supongan la travesia de su transición.Yo,que todos los días me cuento varias pirulas lo celebro enormemente.
chiflos.