Los estudiantes se echan a la calle contra los recortes.
Miles de personas, entre estudiantes, docentes y personal universitario, en la manifestación de Barcelona.
Los estudiantes españoles abandonaron, el miércoles pasado, las aulas para salir a la calle y protestan por los recortes en educación. Cientos de miles de estudiantes y profesores de enseñanza media y universitaria de Barcelona, Madrid, Valencia, Zaragoza y otras muchas regiones, participaron en las manifestaciones en solidaridad con sus compañeros de Valencia, en las que exigieron más inversiones en educación. La protesta de los estudiantes coincidió con la jornada de movilización celebrada en los países de la Unión Europea contra los recortes sociales, los ajustes presupuestarios y las políticas de austeridad impulsadas desde Europa. En España, la jornada fue coincidente con la protesta contra la reforma laboral aprobada en febrero por el Gobierno de Mariano Rajoy. En la Puerta del Sol, numerosos manifestantes escucharon al secretario general de UGT, Cándido Méndez, quien invitó al Gobierno a corregir dicha reforma. Fernando Lezcano, secretario de Comunicación de CCOO, precisó que el Gobierno había provocado con su reforma un conflicto social y que tenía en su mano desactivarlo. El coordinador general de IU, Cayo Lara, mostró su apoyo a “a tope” a la convocatoria de una huelga general contra la reforma laboral, aunque deseaba que el PP rectificase la norma aprobada y deseaba hacer una reforma empresarial para que la patronal pagase más impuestos y se acabase con el fraude fiscal.
Un grupo de estudiantes, utilizando como barricada un contenedor de basuras.
Los estudiantes colapsaron el centro de las ciudades. Miles de alumnos y trabajadores de escuelas y universidades desoyeron los consejos de Rajoy quien pedía que entendiesen que las cosas no eran tan fáciles y apelaba a que no salieran a la calle. Pero los recortes educativos movilizaron mucho más que las palabras del presidente del Gobierno. En Barcelona y Madrid acudieron más de 60.000 profesores y estudiantes universitarios en huelga. En Madrid, Valencia, Barcelona, y entre otras ciudades de España, miles de jóvenes corearon consignas, reclamando una educación pública de calidad. La calma se rompió en la ciudad condal, en donde la marcha se transformó en una “batalla campal”. A las 14.30, cuando la manifestación llegaba a su fin, empezaron a sonar las sirenas de la Policía. En la calle de Diputación, el corazón de la ciudad, ardían contenedores, papeleras y máquinas del Área Verde y Azul. Y las protestas desembocaron en actos de violencia por parte de algunos grupos alborotadores que rompieron los cristales de la fachada de unas anexas oficinas del Banco Popular. Otro grupo se enzarzó en otra batalla con agentes de Mossos d’Escuadra en las inmediaciones de la Universidad de Barcelona, después de quemar contenedores y arrojar piedras a la Policía que respondía con varias detenciones y lanzamientos de salvas para dispersarlos. “Esta acción no tiene nada que ver con la manifestación”, se desmarcó un portavoz de la plataforma. Barcelona, según fuentes policiales, sufre, desde hace más de una década, el acoso de grupos radicales violentos que aprovechan grandes protestas para “atacar el sistema”. No es fácil decir si son 100 ó 200 personas. “Su función prioritaria es definir qué momentos y de qué manera” actuarán en contra del capitalismo. “En Cataluña tenemos ese caldo de cultivo desde hace muchos años”, añaden. La jornada de reivindicación por la educación pública terminó con 12 detenidos, entre ellos, dos menores, y 12 personas heridas, siete de ellos, Mossos d’Esquadra.
Un empleado de una sucursal bancaria increpa a dos manifestantes que han roto cristales en una entidad bancaria, en el Paseo de Gracia, junto al edificio de la Bolsa de Barcelona. Fotos publicada en la portada de The New York Times y en el País el 29 de febrero.
“Para quemar un contenedor –opinan fuentes policiales– tienes que ir preparado. Los palos y las piedras tampoco caen del cielo”. Los provocadores llevan ropa para cambiarse en el momento, o incluso se visten todos iguales para dificultar su identificación. “Atacan símbolos claros, como la Bolsa o el Banco Popular, considerados como una representación del capitalismo”. Son solo algunos ejemplos de lo que los Mossos han constatado que hacen los profesionales del alboroto, camuflados en la masa de forma organizada y generando incidentes. Suelen vivir, dicen, o frecuentar casas okupadas emblemáticas de Barcelona, y no todos tienen la misma función, a pesar de ser asamblearios. Los ideólogos, “que no son jovencitos”, influyen sobre personas más jóvenes, que son quienes queman los contenedores o rompen el mobiliario urbano, explican dichas fuentes. Muchos son estudiantes universitarios. “Nos preocupan los que efectivamente realizan la acción. Y, sobre todo, la nueva savia”. De los 12 detenidos el miércoles, ninguno tenía antecedentes policiales. La policía calcula que una treintena de personas participaron en los incidentes, y tratan de identificarles a través de las imágenes captadas. Los Mossos sabían que ese era un día “claro” de riesgo. Pero a diferencia de otras veces, no detectaron movimientos internacionales. “Hay efectos de sinergia con otros grupos, y, en alguna ocasión, han venido expresamente para dar apoyo a sus reivindicaciones”, aseguran. “El problema no son las manifestaciones, o las acampadas, sino aquellos que se infiltran y que los propios organizadores no detectan”.
Estudiantes valencianos, contra los recortes en la enseñanza.
En Valencia, más de 20.000 estudiantes valencianos se unen el mismo miércoles para “decir no a los recortes en la calidad de la enseñanza pública y a la represión de las reivindicaciones”. La marcha, un nuevo acto de protesta en la capital valenciana, desde que, el pasado 15 de febrero, un alumno del IES, Lluís Vives, fuera detenido en una concentración no comunicada, estuvo apoyada por diversos colectivos estudiantiles de niveles medios y universitarios. Entre otras organizaciones que intervienen, está la Assemblea Interuniversitària, el Sindicato de Estudiantes –que también convocó más de 40 manifestaciones y concentraciones en toda España–, la Faavem, el Consell de la Joventut Valenciana (CJV), el Bloc d'Estudiants Agermanats (BEA), el Campus Jove, Acontracorrent y Sindicat d'Estudiants del Països Catalans (SEPC). La comitiva sale poco después del mediodía de la Facultad de Geografía e História de la Universitat de Valéncia, tras una pancarta que dice: “Por una enseñanza pública y de calidad”. Otros carteles aparecen con mensajes diversos: “Podéis cortar todas las flores, pero no detener la primavera valenciana”, “Estamos mejorando la sociedad, disculpen las molestias”, “Educación al 5% TAE”, “Educa a los niños y no será necesario castigar a los hombres” y algunos más irónicos como el que, con la ilustración de una porra, pide: “En la cabeza, no; que estoy estudiando”.
Uno de los carteles dice: “Se alquila mi centro por fórmula 1”. Lo lleva un estudiante del instituto número 3 de Villena y resume el sentimiento de los manifestantes valencianos: “Estamos aquí –dice Sara Martínez Casamayor, estudiante de Geografía e Historia que lee el manifiesto que cierra la marcha– para decir ‘no’ a la injustificable violencia policial, a los recortes en materia de educación y al despilfarro. Queremos visibilizar que nos están robando: el dinero saqueado en Emarsa equivale a la deuda de la Generalitat con todos los institutos de la Comunidad Valenciana. (El llamado caso Emarsa investiga el agujero de 17 millones de euros). El dinero gastado en la ‘Fórmula 1’ equivale a la construcción de 26 centros educativos. Y el gastado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, al presupuesto de 30 años de la Universidad de Valencia”.
Un grupo de estudiantes, en el encierro en la Complutense, de Madrid.
Tras estas movilizaciones, más de 200 estudiantes, universitarios y de institutos, y algunos miembros de PAS, acuden a un encierro en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense. Están presentes alumnos de todas las universidades públicas de Madrid: Complutense, Alcalá, Rey Juan Carlos, Autónoma, Politécnica y Carlos III. Manuel, uno de los participantes en la asamblea, señala que las medidas, que se están “acelerando” en el actual “contexto de recortes”, ahondarán más la situación de “mercantilización de la educación”, que se inició con el denominado proceso de Bolonia y ahora con la llamada Estrategia 2015. Y denuncia la subida de tasas, la “mayor que ha habido”, que puede suponer un encarecimiento de entre el 30 y el 80%, así como una deuda que ahoga a las facultades, que “supera los 160 millones de euros”. En la asamblea, celebrada en el hall de la facultad, se debaten las reivindicaciones y la forma de afrontarlas por el movimiento estudiantil. Se remarca que “el problema de la Universidad es el mismo que el del conjunto de la sociedad, la deuda ilegítima que ahoga a los Estados mientras la banca sigue ganando”. Varias intervenciones apuntan que el objetivo debería ser “caminar hacia una huelga general, en la que los estudiantes expongamos nuestras propias demandas”. Otros entienden que el problema supera las fronteras españolas, por lo que “hay que contactar con los estudiantes de otros países” e intentar “una movilización a nivel europeo”.
La manifestación del miércoles transcurre en Madrid sin incidencias, pero la presidenta Aguirre aprovecha para acusar al PSOE y a los sindicatos de querer convertir a España en Grecia, “con mucho jaleo en la calle”. Lo lemas coreados en la Plaza del Sol, aluden a los estudiantes: “Somos estudiantes –gritan los manifestantes– no maleantes”, “Nuestras armas son los libros”, “El dinero del banquero, para el instituto obrero”. Los manifestantes recorren la calle Alcalá hasta la Puerta del Sol, portando pancartas contra la privatización de la educación pública, los recortes y la Policía. Tohil Delgado, secretario general del Sindicato de Estudiantes, afirma: “No estamos solos” y critica que los recortes del Ejecutivo de Esperanza Aguirre hayan supuesto una reducción de 3.200 profesores en el presente curso y que se hayan reducido o desparecido en algunos casos los desdobles y las tutorías. Además, recuerda que, en Madrid, hay más centros de secundaria privados y concertados que públicos. “Hemos sufrido una violencia terrible que nos recuerda a otras épocas. Quieren acabar con la enseñanza pública y no se lo vamos a permitir. Somos más fuertes y tenemos que exigir que la crisis la paguen las grandes empresas”.
Tohil Delgado, secretario general del Sindicato de Estudiantes.
El Sindicato de Estudiantes acusa a las autoridades catalanas de aprovechar el comportamiento de elementos “ajenos” al movimiento estudiantil como excusa para que la Policía acabara con la movilización estudiantil de la peor manera posible: con cargas “salvajes”. Tohil Delgado se muestra “sumamente indignado” con la actuación policial y con el mensaje mediático de que la intervención se produjo a causa de los incidentes en la Bolsa y un banco. “La realidad no es esa –asegura–, sino que la carga policial está muy distante en el tiempo y en el propio espacio de la entidad bancaria”. Denuncia que los agentes esperaron “mucho tiempo” para intervenir, de una manera “completamente descontrolada, arbitraria”, golpeando a muchos jóvenes que se manifestaban “pacíficamente”, y atribuye lo ocurrido a una estrategia del consejero de Interior de la Generalitat. Todo esto sirve para “eclipsar” lo que fue una movilización del conjunto de los estudiantes del país “sumamente pacífica y reivindicativa”. Delgado reconoce que es muy difícil que los organizadores de las manifestaciones puedan combatir a los infiltrados violentos. Sin embargo y según ha apuntado, hay “miembros de la Policía de paisano integrando estos grupos para dar esta imagen (de violencia)” y considera que dicha institución “tiene la capacidad suficiente para aislar a unas pocas decenas y permitir que una manifestación de más de 60.000 jóvenes pueda continuar de manera pacífica”.
“¿De quién es la culpa de que los radicales se echaran a la calle –se pregunta pablo M Beleña en Diariocrítico– para realizar estas protestas de claro tinte violento y radical? La prensa más conservadora lo tiene claro: el PSOE. Atacan así al partido principal de la oposición para defender las reformas y los recortes del Gobierno de Rajoy. Por ejemplo, el diario 'ABC' sostiene en una portada apocalíptica, llena de fuego y violencia, que así es ‘La oposición responsable del PSOE’, queriendo aprovechar para criticar y cuestionar las palabras de Rubalcaba. El líder socialista calificó así hace unas semanas cómo sería su labor de oposición frente al nuevo Ejecutivo 'popular'. En otro diario 'La Razón', mismo enfoque: ‘Prende la llama del PSOE’, en otra portada, donde las llamas aparecen en las calles de Barcelona”. Y, acto seguido, sale Carlos Floriano, el nuevo portavoz del partido en el Gobierno, y suelta contra el PSOE y su líder: “Hay una estrategia del Partido Socialista con el ánimo de, ocupando las calles, crear un clima de conflictividad social que disimule el rotundo fracaso electora”. Floriano exige a Rubalcaba que condene los actos violentos ocurridos en algunas manifestaciones.
El secretario general del PSOE califica de “detestable” la violencia desatada en las protestas en Barcelona, y añade: “El problema no es la violencia. El problema es que haya alguien que quiera relacionar al PSOE con la violencia”. Rubalcaba critica la actitud del ministro de Educación, Cultura y Deportes, José Ignacio Wert, a quien acusa de empezar con las acusaciones contra el PSOE en “un pleno memorable en el que se quedó sin educación, en dos minutos y medio”. Después de ese pleno, añade Rubalcaba, comienza el rosario de declaraciones, de fotos y pies de fotos “intolerables” que el PSOE “tiene que rechazar”. Luego, reivindica el derecho constitucional de los españoles a manifestarse libre y pacíficamente cuando quieran. “El PP lo ha hecho durante ocho años, cuando estuvo en la oposición, y el PSOE lo hará porque ejercemos nuestro derecho y cada uno lo hace con quien quiere. El PP lo ha hecho con la Conferencia Episcopal y el PSOE, con los sindicatos, cada oveja con su pareja”.
“Si repasamos las noticias de esta semana – escribe Francisco Álvarez Molina en su blog “No digas a mi madre que trabajo en bolsa” y bajo el título: “Viva la crisis”– nos encontraremos que el Banco Central Europeo (BCE) ha prestado más de medio billón de Euros (500.000.000.000) a las entidades financieras europeas a un plazo de tres años y a un 1% de interés. Dinero público que se presta barato a entidades privadas. Por otro lado, se van conociendo las entretelas de como va a funcionar el plan aprobado por el Gobierno para que las Administraciones Públicas paguen sus deudas con sus proveedores. Las entidades financieras se han ofrecido a prestar dinero a esas Administraciones a un tipo de interés cercano al 5%. Dinero caro prestado por entidades privadas a las instituciones públicas y que pagaremos todos a través de los impuestos. Creemos que ya irán hilando ustedes y entendiendo la razón del título. Sí, ciudadanos, les prestamos dinero público al 1% y ellos nos lo prestan al 5%. Un negocio redondo para los banqueros privados que gritan a coro: ¡Viva la crisis!”
“Por si ello fuera poco, hemos conocido que durante el mes de Febrero las comisiones que nos cobran las entidades financieras han subido el 22% y se han hecho públicas las retribuciones de nuestros insignes banqueros de las que no vamos a hacer comentarios pues se comentan por ellas solas. Los mismos que exigen que los salarios bajen aún más, no se aplican a ellos la receta. No todos van a ser buenas noticias para estos señores. Por un lado, les presentamos el Foro Antiusura, donde podrán encontrar información de cómo combatir la avaricia de las entidades financieras. Por otro lado, diversas instituciones y colectivos ciudadanos han puesto en duda la transparencia en el cálculo del Euribor que hipoteca la vida de muchos ciudadanos. Mientras esto sucede, al 99,9% de la población se mira sus bolsillos vacíos y mira incrédulo a su alrededor como si todo esto fuera un mal sueño y no la triste realidad del mundo en el que sobrevivimos. Les invitamos a que las consultas, dudas y sugerencias que tengan sobre el mundo de la economía y las finanzas las envíen a: labolsaylavida@rtve.es”.
Hoy, domingo, 4 de marzo, se realiza una consulta popular en la Comunidad de Madrid acerca de la privatización del Canal de Isabel II que propulsa el ejecutivo regional. Todos los vecinos disponen de una papeleta con el siguiente texto:
"¿Está de acuerdo con que el Canal de Isabel II siga
siendo 100% público? SI/NO"
Se pide la máxima colaboración para la difusión de esta consulta por la importancia que tiene la privatización o no de nuestra agua, la de tod@s los madrileñ@s. La presidenta, Esperanza Aguirre, pretende privatizar la empresa pública que gestiona el suministro del agua en Madrid. La joya de la corona está a la venta: Una empresa pública que ha generado unos beneficios de más de 98 millones de euros y ha permitido financiar obras públicas como líneas de metro, un teatro y carreteras, entre otras. Esperanza Aguirre pretende entregar los beneficios del Canal a la gestión privada. La empresa del agua de la Comunidad es una de las que más dinero genera a las arcas de la Comunidad de Madrid. Nosotros contestamos, sin dudarlo: ¡No a la privatización del Canal de Isabel II!
Tras haber estado, con los estudiantes, en la calle, pasamos al mundo del humor. Porque todos vamos en la misma barca, aunque unos remando y el resto, dando órdenes. Entre los dibujantes de esta semana, Sansón, Danuto y Martingo, J. R. Mora, Azagra, Manel Fontdevila, Eneko, Mafalda…
Pep Roig nos presenta el fotomontaje de la adtudalidad: “Que se calle la calle”, “Todos iguales, ante la ley” y escenas de la gran estafa.
Y terminamos con cuatro vídeos. El primero nos muestra a unos músicos animando el ambiente de la manifestación del 29 de febrero en Barcelona. Son estudiantes del Esmuc (y algún invitado)
El segundo es un interesante y contundente punto de vista de IU al mayor ataque en la historia de la democracia contra los derechos laborales, salariales y sociales de la mayoría.
El tercero nos habla del 2 de marzo de 1974, cuando Salvador Puig Antich, un anarquista catalán condenado a muerte por un tribunal militar, fue ejecutado. Lluís Llach le recuerda en su canción, L’Estaca, traducida a multitud de idiomas, que ha llegado a popularizarse. Fue compuesta en plena dictadura del General Franco en España y es un llamamiento a la unidad de acción para liberase de las ataduras y conseguir la libertad. Se ha convertido en un símbolo de la lucha por la libertad.
En el último, mostramos la historia de un pequeño planeta azul habitado por un montón de monos.
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