Madrid vendió la piel del oso antes de cazarlo.
Botella y Rajoy se quedaron con un palmo de
narices.
Más de 300 personas
viajaron a Buenos Aires en la delegación española de Madrid 2020 a costa del erario
público. Un número que superaba al de los miembros de las otras dos candidaturas
juntas, Tokio y Estambul. Algo que echaba por tierra el modelo austero que
quería vender el Gobierno. La delegación japonesa no llegó a las 150 personas,
mientras la de Estambul estaba compuesta por unos 90 miembros. En medios
políticos y periodísticos de la derecha se había asegurado que todo estaba
calculado. Si España se convertía en sede de los Juegos Olímpicos de
2020, todo serían réditos políticos que el PP podría empezar a cobrar. El
presidente del gobierno, Mariano Rajoy, pensaba rentabilizar esa candidatura más
allá de las razones económicas, como la prueba evidente de que ‘el mundo
cree en nuestra recuperación económica y confía en la gestión de este
gobierno’, aseguraba uno de los dirigentes desplazados a Argentina. De
hecho, en un arranque de euforia, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, proclamaba
sin sonrojo horas antes de darse a conocer la elección del COI que “España es el
gran éxito económico del mundo”.
“La delegación española destilaba euforia –escribe Ester Jaén en
Cuartopoder–. Pero la realidad heló la sonrisa de buena parte de los asistentes
a la ceremonia de nominación de Tokio como sede olímpica. Ni siquiera hubo
disputa: España fue eliminada a las primeras de cambio. Y las esperanzas
políticas de algunos y las estrategias de otros empezaron a caer como un
castillo de naipes. Madrid 2020 ya no podrá ser la rampa de lanzamiento de la
recuperación económica de Rajoy, pero el fracaso sí puede convertirse en un
lastre para la imagen de nuestro país”.
De ser algo que hubiera servido de promoción a la
alcaldesa de Madrid, el rechazo del COI ha provocado un aluvión de críticas a
Ana Botella, así como la mofa y befa en
Internet. Y ha vuelto la imagen de un Madrid, sin juegos; un Rajoy, sin
discurso y una Botella, sin futuro. Un futuro político de la esposa del ex presidente Aznar desde un puesto que se le
regaló por ser quién era. “Nunca tuvo futuro político –escribe Maura de la Peña en Vozpópuli–, pero la
jerarquía de su marido en la estructura del Partido Popular y sus poderosas
amistades entre la oligarquía madrileña, básicamente constructores y
empresarios eléctricos, consiguieron elevarla al sillón de mando del
Ayuntamiento de Madrid, el más importante y con mayor déficit de España, ante
el beneplácito de unos pocos y la indiferencia y/o el rechazo de la mayoría de
los habitantes de la capital. El episodio hizo correr el escalafón en el
Ayuntamiento capitalino, para felicidad de la señora Botella… Y si Botella llegaba
muy tocada a la cita bonaerense, ha salido de allí herida de muerte”.
La señora de Aznar jugó a fondo y perdió estrepitosamente.
Fue una de las grandes derrotadas –con el propio Mariano Rajoy y todo su
Gobierno del PP–, en la noche del sábado pasado, en Buenos Aires. La desfachatez con la
que la delegación española vendió la piel del oso antes de cazarlo, recibió un
palo olímpico en la capital argentina. Rajoy, Botella y toda la delegación
volvió con las orejas gachas. El COI no se fió de los políticos españoles y
humilló al Madrid oficial. En Singapur, Madrid 2012 cayó en la tercera ronda y
se quedó a un paso tan sólo de la final París-Londres. En Copenhague, Madrid
2016 llegó a la final, aunque Río le ganó por goleada. En Buenos Aires, el
empate con Estambul la condenó a ser la primera en caer. El COI volvió a darle
la espalda y reconcedió claramente los méritos de Tokio, basándose en el punto
de vista económico. Lo que demuestra, en parte, el mercantilismo de este Comité
Olímpico así como su carácter expeditivo en la lucha contra el dopaje. Los
delegados del COI eludieron la crisis y se centraron en la lucha contra el
dopaje. E incluso prefirieron la capital
turca a la española que ingenuamente había confiado en que ni la crisis ni la
corrupción política le pasaría factura. El batacazo de Buenos Aires demuestra
la poca confianza que siguen inspirando los políticos españoles.
Eddy Sánchez, coordinador general de IU de la Comunidad de Madrid, califica
de “mala gestión” la actuación de los gobiernos regional y municipal de Madrid
con respecto a la candidatura olímpica de Madrid 2020, porque “vendieron la
piel del oso antes de cazarlo”. Los hashtag #PelisConAnaBotella y #AnaBotella
son los más comentados en la red social Twitter, donde la alcaldesa de Madrid y
su desafortunada “cup of café con leche” son estrellas indiscutibles. El
ingenio de los internautas no tiene límites y su discurso cuenta ya incluso con
una versión electrónica que acumuló en unas horas más de 200.000 reproducciones.
Los montajes con carteles y títulos de películas se suceden, desde ‘La Tonta del Bote’ a ‘Eduarda
Manostijeras’, una imagen que también sirve para ‘Ah, te rizas como
puedas’, pasando por ‘Nacida libre’, ‘Esta candidatura es una ruina’,
’20020 leguas de viaje submarino’, ‘Lo que Tokio se llevo’ o ‘Blancanieves y
los 180 delegados’.
1 comentario:
En mayor rigor quizá fuera el diario El Mundo quien vendiera la piel del oso antes de cazarlo con su avanzadilla en el pronostico de votos mayoritarioas. Madrid y sus habitantes están muy por encima y ajenos por completo en responsabilidad al respecto de la decisión del COI.
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