domingo, 20 de octubre de 2013

Santamaría se enfrenta a los parados, la patronal catalana recela del proceso soberanista y Botín se baña en Nueva York, bajo la lluvia de la inversión.

 
 
Esta ha sido la semana de los contrastes. Mientras Soraya de Santamaría, ministra de presidencia, miente y se enfrenta a los parados, los empresarios catalanes recelan del proceso soberanista y hay quien asegura que el PIB crecerá casi un 2%, en 2016. Mientras los parados no ven por ninguna parte los brotes verdes, Emilio Botín, presidente del Banco de Santander, se despacha a gusto en unas declaraciones sorprendentes y dibuja una España irreal. Mientras Rajoy, desde Panamá, asegura que la recuperación está dando los primeros resultados, sigue creciendo el número de los parados y el deterioro de una mayoría de españoles se hace insostenible. Y mientras el Gobierno trata de calmar los ánimos a los españoles y Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, aseguraba este viernes que no había cobrado ningún sobresueldo de manos del extesorero del partido, Luis Bárcenas, éste declaraba por videoconferencia que entregó sendos pagos a Cospedal, en la séptima planta de la sede de la calle Génova y otro en su despacho del Senado, en una fecha posterior a junio de 2008.

Soraya Sáenz de Santamaría se negó el miércoles en el Congreso de los Diputados a pedir disculpas a los parados a los que acusó de defraudar a Hacienda.
Pero vayamos por partes. El miércoles pasado, Soraya Sáenz de Santamaría, ministra de la Presidencia y portavoz del Gobierno, se negó en el Congreso de los Diputados disculparse con los parados a los que,  en su rueda de prensa habitual,  tras el  Consejo de Ministros, había acusado de defraudar a Hacienda. La vicepresidenta optó por atacar a los socialistas, que le habían reclamado que se retractara, y, en un rapto de insensatez, terminó atacando al exministro de Trabajo, Valeriano Gómez, a quien acusó, de haber hecho, en 2011, una afirmación similar a la suya sobre el fraude fiscal cometido por parados. La vicepresidenta aludió a unas declaraciones del socialista quien asegurara que “había un 25% de fraude en el desempleo”. Gritos de “mentira” por parte de los socialistas se oyeron en el hemiciclo. La bancada del PSOE estaba indignada. El exministro de Trabajo intentó responder a Saénz de Santamaría, pero el presidente de la Cámara, Jesús Posada, se lo impidió en ese momento. “Al final de las preguntas, le daré la palabra”, le anunció. Los diputados socialistas reprocharon a la vicepresidenta la “falsedad” de su afirmación. Sáenz de Santamaría habría manipulado las palabras pronunciadas dos años antes por Valeriano Gómez,  en las que defendía a los parados de los ataques del presidente de la patronal, Juan Rosell, quien pedía poner coto “porque sí” a los parados que se apuntaran al desempleo. Lo que dijo entonces Valeriano Gómez fue que su ministerio prestaba “especial vigilancia al control del fraude en el cobro del desempleo. Y defendió que de los 235.000 perceptores del paro que se habían investigado ese año “sólo” a una cuarta parte de ellos se les había retirado la prestación por cobrarla fraudulentamente. Gómez subrayó entonces que “lo importante” era que de los más de dos millones de personas que habían perdido su empleo, el 80%, tenía derecho a la cobertura. “Hay muchas menos personas que cometen fraude en el subsidio que aquellas que las perciben porque no tienen trabajo”. Valeriano Gómez desmintió a Sáenz de Santamaría: “Yo no hice nunca ese tipo de declaraciones”. Lamentó el “espectáculo, impropio” de la vicepresidenta al acusar a un miembro de un Equipo de Gobierno anterior y “marcharse, huir, no tener la mínima educación de escuchar a la persona aludida que también ha sido ministro”. Tras su intervención, la vicepresidenta del Gobierno abandonaba, en efecto, el hemiciclo y no se quedaba para escuchar los reproches de los socialistas, así como del líder de Izquierda Unida, Cayo Lara, por sus “falsedades”.

Soraya Rodríguez acusa a la vicepresidenta de "criminalizar" a los empleados.

La portavoz socialista acusó a la vicepresidenta de “criminalizar” a los desempleados, a pesar de que el Gobierno del PP “ha generado ya un millón de ellos”. Rodríguez le recriminó, además, que fuera un alto cargo del PP quien “acusara” a los parados de defraudar pero rechazase explicar “con el mismo tono de superioridad moral” los sobresueldos que habían cobrado los miembros de su partido al mismo tiempo que la percepción que recibían como diputados. “5.833 parados que cobran desempleo han sido detectados por fraude, por cobrar la prestación y por tener un trabajo –explicó Soraya Rodríguez–. No, medio millón, como dijo usted, mintiendo. No son el 20% de los desempleados. Le exijo una rectificación y una disculpa. Usted utilizó datos falsos para poner, junto a la palabra desempleado, la palabra defraudador y criminalizarles. No es la primera vez que lo hacen. En la pasada reforma, del Código Penal del 2012, ya convirtieron en delito las infracciones administrativas del cobro de la prestación por desempleo a partir de un euro, en la misma lamentable reforma en la que garantizaban la impunidad de los evasores fiscales. No me puedo creer que usted acuse a los desempleados de trabajar en B. Precisamente usted, cuando tiene algunas explicaciones pendientes en esta Cámara”. Y le preguntó si podía explicar “con la misma rotundidad y tono de superioridad moral con el que acusa falsamente al 20% de los parados si han estado cobrando su salario de parlamentario y otro del partido, durante cuánto tiempo, en qué cuantía y si todas han sido debidamente declaradas desde el punto de vista fiscal, de compatibilidad parlamentaria y de obligaciones con la Seguridad Social”. Rodríguez le recordó que, con el gobierno del PP “se han destruido un millón de empleos, han reducido las prestaciones por desempleo, han endurecido los requisitos para acceder a las mismas, para seguirlas cobrando y han bajado la tasa de cobertura por desempleo de este país al 62%”.

  El fraude laboral, según Sáenz de Santamaría, permite  obtener millones.

Cuatro días antes, en una rueda de prensa ofrecida tras el Consejo de Ministros, Soraya de Santamaría presentaba los datos de la lucha contra el fraude fiscal y laboral. La vicepresidenta del Gobierno tomaba la palabra como protagonista principal y decía que, desde que ellos gobernaban, habían detectado que 520.000 parados estaban cobrando fraudulentamente el paro. El dato no era correcto. La cifra real de parados que había defraudado al servicio de desempleo, en el 2013 hasta agosto, era de 5.833. Pero Sáenz de Santamaría había dejado caer que estaba hablando de 500.000 personas que cobraban el paro mientras trabajaban en negro. “Como dato también muy significativo, el de control en materia de fraude en prestaciones por desempleo. Estoy hablando de personas que cobran prestación por desempleo y que, sin embargo, trabajan fraudulentamente, trabajan en B. Bien, pues se han investigado y se han detectado 520.000 personas, más de medio millón de personas que cobraban fraudulentamente las prestaciones por desempleo y se ha ahorrado al contribuyente más de 3.000 millones de euros por esa cuenta”, recalcó la vicepresidenta. Hasta en tres ocasiones repitió Sáenz de Santamaría la cifra del medio millón, que suponía que uno de cada cinco parados con prestación estaba defraudando al Estado. “Es lo más llamativo de todo el informe”, insistió la vicepresidenta, “se han detectado más de medio millón de infractores que cobraban indebidamente prestaciones por desempleo”.
 
 

Alfredo Pérez Rubalcaba, líder del PSOE, critica, en un comentario que aparece en sus cuentas de Facebook y Twitter, las palabras de la vicepresidenta en la conferencia de prensa posterior a la reunión de Consejo de Ministros. Para Rubalcaba, la aseveración de Santamaría supone llamar “tramposos” a muchas parados. “De nuevo –añade– no les basta con recortar. Además, insultan y mienten”.
 
Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría y Artur Mas, en la Conferencia de Presidentes celebrada en octubre del año pasado.
 
En octubre del año pasado, en la Conferencia de Presidentes, Mariano Rajoy, acompañado de Sáenz de Santamaría, hacía un viaje a Cataluña. Pero, el miércoles pasado, la vicepresidenta tuvo que acudir sola. Ambos presidentes –el del Gobierno español y el de la Generalitat de Catalunya– estaban invitados al acto de entrega de las Medallas de Honor y de los Premios Carles Ferrer Salat, con los que la patronal reconoce la actividad de empresarios, empresas y entidades a Barcelona. Al encontrarse Mariano Rajoy en Panamá, en donde debía participar en la Cumbre Iberoamericana, Soraya Sáez de Santamaría le sustituyó. Pero, el presidente catalán, Artur Mas, plantó a la vicepresidenta en la entrega de premios de la patronal Fomento del Trabajo. Mas no aceptó ser relegado en el protocolo por la vicepresidenta “por no sentar un precedete”.

  Sáenz de Santamaría acompañada de Puig a su llegada al acto.
La fotografía entre ambos presidentes era esperada en una semana de especial tensión entre la Generalitat y la Moncloa. Ambos presidentes estaban invitados al acto de entrega de las Medallas de Honor y de los Premios Carles Ferrer Salat, con los que la patronal reconoce la actividad de empresarios, empresas y entidades. Ante la ausencia de Rajoy, Sáenz de Santamaría acudió a Barcelona en calidad de presidenta del Ejecutivo en funciones. Pero Mas  no quiso aceptar ser relegado en el protocolo por la vicepresidenta. Una hora antes del inicio del acto, comunicaba a Joaquim Gay de Montellà, presidente de Fomento, que no acudiría a los premios de la patronal porque, según el programa, él no presidía el acto, honor que recaía en Sáenz de Santamaría. La Generalitat se percató de esta situación el mismo miércoles, al recibir el programa de Fomento y comprobar que era Santamaría la encargada de presidir el acto. El Gobierno catalán negoció con la patronal y con La Moncloa para que Mas ostentara la presidencia, algo que incumplía las normas previstas. Según un portavoz de la Generalitat, Mas no acudía a ningún acto que no presidiera, salvo las visitas del Rey, el Príncipe o el presidente del Gobierno. “Es un gesto de dignidad institucional”, explicaron sus colaboradores. El ex presidente Jordi Pujol implantó esta práctica los 23 años que estuvo al frente de la Generalitat. Finalmente la representación catalana la asumió el consejero, Felip Puig. Artur Mas decidió delegar en el conseller de Empresa y Empleo la máxima representación de la Generalitat en aquel acto. Según explicaron fuentes de la Generalitat, se había acordado que Mas hablase después de ella como presidente, pero Sáenz de Santamaría, siguiendo las directrices que establece el protocolo, sería la encargada de cerrar el acto al ejercer como presidenta en funciones. Lo que le hizo renunciar al acto.

Santamaría, en Barcelona, entre el presidente de la CEOE, Joan Rosell, y de la patronal catalana, Joaquin Gay de Montellà

El plante llegaba en una semana en la que el Ejecutivo de CiU ponía nervioso a la Moncloa por la publicación de una lista de presuntas deslealtades con Cataluña. Con su ausencia, Mas marcaba distancias con la patronal catalana, recelosa del proceso soberanista. Sáenz de Santamaría evitó hablar del desplante pero no perdió la oportunidad de reclamar lealtad a Cataluña. La vicepresidenta subrayó que la economía está mejorando y recetó unidad para afianzar la recuperación. “Debemos compartir la responsabilidad de gobernar –resaltó–. Gobernar es generar confianza en un ámbito permanente de lealtad institucional. Es saber que juntos seremos capaces de superar las metas que no podremos alcanzar por separado”. En su discurso, Puig coincidió en que la economía mejora pero insistió en que la solución pasaba por una Cataluña con “estructuras de Estado”. Gay de Montellà se encargó de recordar que los empresarios catalanes recelan del proceso soberanista –son partidarios de rescatar la propuesta del pacto fiscal– al sostener que “la inestabilidad” choca con la recuperación económica. Y reclamó diálogo a ambos Gobiernos que “han convertido 2013 en un año perdido en que los puentes del diálogo se han transitado muy poco”. Juan Rosell, presidente de la CEOE, certificó la inquietud de los empresarios y abundó que estaban a favor de pactar y no de la ruptura.
 
“Los dirigentes empresariales catalanes recelan de la secesión” –titulaba Raphael Zinder en El País del jueves pasado–. “Y el desafío planteado por Más divide al empresariado catalán. Los productores de cava, por ejemplo, no muestran el menor deseo de apoyar el movimiento secesionista catalán que desafía seriamente al Gobierno central de España. José Luis Bonet Ferrer, presidente de Freixenet, el mayor productor de cava, señala: ‘Los empresarios tenemos derecho a preocuparnos si los políticos generan tensiones en vez de buscar el diálogo’. Esto no lo dicen solo los viticultores que producen cava, sino también ejecutivos de todas las industrias que integran la economía catalana, de 200.000 millones de euros, equivalente aproximadamente a la de Portugal. La región combina un potente sector financiero, encabezado por el gran banco La Caixa, con una sólida base industrial que abarca sectores tradicionales como la fabricación de coches o como la investigación científica y la tecnología médica. Los empresarios catalanes afirman que les preocupa menos lo que Mas dice que Madrid debe a su región (9.400 millones de euros) que una inestabilidad política que podría dificultar las perspectivas de España de volver a los niveles de crecimiento anteriores a la crisis. El consenso siempre es mejor que el conflicto (…) Algunos ejecutivos catalanes han apoyado claramente el secesionismo, especialmente los miembros de la asociación de 100 empresas llamada FemCAT, fundada para ayudar a Cataluña a ‘ocupar el lugar que le corresponde en la escena mundial y europea’, según afirma el manifiesto fundacional de 2004. Pero la mayor parte de la comunidad empresarial catalana todavía tiene que decir cuál es su postura formal en el debate sobre la independencia. Xavier Torra, el consejero delegado de Simon, fabricante de interruptores y enchufes eléctricos, señala que el debate secesionista se ha vuelto ‘demasiado emocional’ y se ha alejado de la realidad económica catalana.  ¿La voz de las empresas catalanas ha guardado silencio en gran medida, porque la mayoría de nosotros entiende que, tanto si la gente quiere ser independiente como si no, ya formamos parte de una economía totalmente interdependiente y globalizada’. Simon es un perfecto ejemplo de una empresa que ha dejado atrás sus orígenes catalanes. Cuenta con fábricas en una docena de países, entre los que se incluyen China, Polonia y Rusia... Lo que más preocupa a algunos inversores es si el Gobierno de Rajoy podría vetar la entrada de Cataluña en la Unión Europea si se separa sin la aprobación de Madrid. El mes pasado, los promotores de un complejo de juego y de ocio de 4.800 millones de euros, llamado Barcelona World, advirtieron de que su proyecto catalán podría irse a pique si no se garantiza que Cataluña pertenecerá a la UE…. Las empresas de su sector tienen razones adicionales para estar preocupadas. Se encontrarán en primera línea de cualquier boicot dirigido por los consumidores, si la tensión política entre Madrid y Barcelona sigue aumentando”.

Hay pocos empresarios, y menos aún si son catalanes, que se atreven a expresar en público su opinión sobre la deriva independentista en Cataluña. Hasta ahora, solo el presidente de Planeta, José Manuel Lara, se había lanzado a hacerlo.  “La independencia es imposible, y lo saben todos” advertía el pasado martes a la hora de valorar el proceso soberanista en Cataluña y el ambiente de tensión que se vive desde la diada de 2012. “Llevamos más de un año hablando con ruidos y tambores”, sentenciaba el editor barcelonés durante el almuerzo de presentación del Premio Planeta de novela. Lara, que en los últimos meses ya había repetido que una hipotética independencia de Cataluña le obligaría a llevarse su grupo editorial a otro lugar, aprovechó para apelar una vez más al diálogo. “A pesar del esfuerzo de algunas personas, no se ha conseguido que se hable en serio. Las cuestiones de sentimientos no se pueden discutir en los medios. No conviene”. El director de Planeta lamentaba que “pase lo que pase” la fractura en la sociedad catalana parece ya inevitable. “Estamos jugando con sentimientos, no con ideologías. Una sociedad dividida no es una sociedad potente.  Pase lo que pase, ya nadie nos ahorra el fraccionamiento de la sociedad catalana. Y eso es culpa de uno y de otro”, añadió.
 
Salvador Sostres, columnista de El Mundo, afirma que los datos del paro son un fraude, unas cifras abultadas por “personas que rechazan trabajos y otros tantos que no mueven un dedo para no encontrar nada”. El periodista de extrema derechas llega a afirmar que hoy, en España, “quien realmente quiere trabajar, trabaja. […] Tal vez no te paguen lo que crees merecer, pero quizá deberías preguntarte si realmente lo mereces, en lugar de andar todo el día quejándote y gimiendo como si estuvieras dando a luz. Lo peor de la crisis es lo blandengues que nos ha pillado, lo reblandecidos y estúpidos que nos dejó el anterior ciclo de abundancia. Hoy, a muchos les da miedo trabajar”. Sostres sostiene que “faltan camareros”, asegura que “un buen camarero, en Barcelona, puede cobrar de sueldo de partida entre 30.000 y 35.000 euros al año, y hay más oferta que demanda”. “¿Quién te crees que eres para encontrar humillante un trabajo? –se atreve Sostres a preguntar– ¿En qué atalaya crees estar? Lo peor de la crisis es que hay muchos españoles que consideran más humillante el noble arte de servir que estar en el paro y que los demás todo tengan que pagártelo”. El articulista también aboga por el capitalismo más desenfrenado, ese que no entiende de derechos laborales: “En España, se puede trabajar (…) si lo primero que preguntas, cuando te hacen la entrevista, no es el salario o el horario, si entiendes que tu deber no es hacer unas horas sino realizar con competencia y rigor la tarea que te han encomendado, y si entiendes que tu retribución no puede establecerla un absurdo convenio colectivo que todo lo iguala”. En su proclama de prescindir de sindicatos, Sostres añade: “No necesitarás saber ningún horario, si te comprometes sinceramente con tu trabajo y entiendes que quien te paga el salario y los derechos es tu patrón y no el sindicato; la única conquista social tangible y real son las empresas y los empresarios que crean riqueza y puestos de trabajo”. Siguiendo en la línea marcada por la ultra-derecha, para Sostres el patrón es quien manda y el trabajador debe de estar a su total disposición. Es la vuelta al capitalismo duro del ordeno y mando para que todos cumplan y obedezcan sin la menor protesta.

Emilio Bottín, presidente del Banco Santander,  junto con el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, durante la inauguración de la marca Santander en Estados Unidos.
 
Y mientras Santamaría hace caso omiso a la ola de protestas levantadas por sus declaraciones sobre el fraude fiscal cometido por los parados, el independismo intenta abrirse paso frente a los empresarios catalanes y la ultra derecha ata corto y con bozal al  trabajador y desprecia a los parados, el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, se despachaba con unas declaraciones sorprendentes y dibuja una España irreal. “Es un momento fantástico para España –declara en una rueda de prensa celebrada en Nueva Cork, con motivo del acto de cambio de marca en el país norteamericano, donde la entidad dejará de denominarse Sovereign y pasará a llamarse desde ahora Santander Bank–. Llega dinero de todas partes. España está en un cambio muy drástico. La confianza ha aumentado de forma inimaginable. Todo el mundo tiene interés en invertir”. Ebrio de optimismo, el presidente del Santander pone énfasis en cómo llega el dinero a España a través de la Bolsa, que se acerca a la reconquista de los 10.000 puntos, y la inversión en deuda pública. En su entusiasta mensaje se olvida decir que a España han llegado muchos fondos buitre e inversores que están comprando a precio de saldo. El banquero atribuye buena parte de este cambio a la labor del Gobierno del PP y a lo que denomina como “reformas muy importantes como la laboral y la financiera”. E insiste en que quedan aún reformas por hacer para que la economía crezca y pueda reducirse la tasa de paro. Pero insiste en que  España está en un momento muy bueno y hay que aprovecharlo”.
 

Según su tesis, aún queda recorrido a la baja para que la prima de riesgo española se pueda establecer en el entorno de los 200 puntos básicos a finales de año. Defiende, además, la salud de la banca española, cuando está a punto de expirar la ayuda de la UE para sanear el sector y muestra su confianza en que las entidades españolas pasarán los test de estrés que ultima el BCE. “Estoy muy tranquilo por la banca española”, reconoce al frente de las centenares de sucursales que cuenta en España y las 720 oficinas extendidas por los Estados Unidos. Precisa que es la sexta marca bancaria más valiosa del mundo y que empezó la andadura en los Estados Unidos, hace 45 años, como el sexto banco español. Dice que la banca española estaba incluso maltratada y pidió que los tests de estrés a la banca fueran “rigurosos” y se realizasen por evaluadores independientes. Coincide con el ministro de Economía, Luis de Guindos, quien pidió que el examen a la banca española sirva de base para las futuras pruebas a nivel europeo. “Si las pruebas son rigurosas, Santander va a salir con matrícula de honor”, afirma. Luego, se congratula de que la entidad que lidera está “más fuerte que nunca”, en la actualidad, y “mucho mejor” que antes del inicio de la crisis. Y, ante la buena salud de la banca española, Botín defiende que las entidades están “deseando” prestar, si bien matiza que la demanda tiene que ser solvente. Tras la reincorporación del expresidente de Bankia y exministro de Economía, Rodrigo Rato, como asesor internacional del banco, Botín muestra su “satisfacción” y recuerda que, en su momento, calificó a Rato (imputado por diferentes delitos en el caso Bankia) como el “mejor ministro de economía de la democracia y su experiencia internacional nos viene bien”.
 
  Viernes de Dolores para el PP.
 
El “duelo” judicial entre la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y el ex tesorero del partido encausado por el caso Gürtel, Luis Bárcenas, se escenificó en los juzgados de Toledo. El ex tesorero 'popular' Luis Bárcenas declaró por videoconferencia que entregó sendos pagos a la dirigente del PP en la séptima planta de la sede de la calle Génova y otro en su despacho del Senado en una fecha posterior a junio de 2008. Bárcenas reafirma que fue su mano “la que entregó a Cospedal el sobre” con pagos de 7.500 euros. Dice que efectuó esos pagos porque “eran tradición en el partido compensar el nivel retributivo” de los secretarios generales del partido y del mismo modo recibían cantidades los predecesores de la 'número dos' en el cargo, Ángel Acebes, Javier Arenas y Álvarez Cascos. El extesorero asegura que existía una contabilidad oculta en el PP que implicaba pagos de empresarios de la construcción y abonos a líderes de la formación, incluido el actual jefe del Ejecutivo, entre 1991 y 2008. “He acabado reconociendo que los papeles son ciertos, que los hechos son ciertos, y que desde la primera hasta la última anotación son absolutamente ciertas”, dijo Bárcenas. Por su parte, María Dolores de Cospedal, asegura que no ha cobrado ningún sueldo de manos de extesorero del partido y que, además, no le consta que sus predecesores en el cargo --en referencia a Ángel Acebes, Álvarez Cascos y Javier Arenas-- lo hayan hecho. Cospedal señala que la declaración del extesorero “no se corresponde con la realidad” y, en ningún caso, recibió dinero negro. Y recordó que solo mantuvo dos conversaciones con Bárcenas para transmitirle su opinión de que tenía que dejar la Tesorería del partido, “algo a lo que él se negó”. “No volví a hablar con él, y tampoco para recibir dinero negro”.

 
El rescate bancario nos ha costado 159.000 millones –titula RGAlmazán en su blog Kabila–. En total, 159.000 millones– esperemos que sean suficientes, aunque todavía hasta dentro de un mes, no se sabrá si definitivamente la UE dará por cerrada la crisis bancaria española—, una broma de la que parece que en el mejor de los casos –aunque De Guindos, Rajoy y Montoro dijeran que se recuperaría estas mil-millonadas— no parece que recuperaremos más del 35% de esta cantidad. De momento hemos contraído cada españolito una deuda de 3.400 euros, incluidos niños de teta, nodrizas y soldados sin graduación. Así es que eso es lo que tenemos. Una deuda de la que no tenemos ninguna responsabilidad y que ha servido para apoyar a un sistema financiero cruel y más gestionado y que nos ha metido en una crisis galopante. Si al menos hubiera servido de algo, no digo que estuviera bien, pero podría ser un atenuante. Lo que ocurre es que esta deuda milmillonaria en la que nos han metido no está sirviendo para salir de la crisis y, mientras tanto, ese dinero les está sirviendo a los bancos para mejorar su situación e incluso obtener pingües beneficios, mientras que el crédito sigue sin fluir, y por lo tanto no se reactiva el consumo, y estos desvergonzados, a pesar de las ayudas, siguen desahuciando a la gente humilde y cobrando comisiones hasta por mirar. Mientras los ciudadanos se empobrecen, el paro está en unas cifras escalofriantes, los sueldos bajan, las pensiones pierden poder adquisitivo y siguen los recortes en los servicios esenciales, los bancos se dedican a recibir dinero del BCE al 0,5% y en vez de prestarlo a las familias o las empresas (cuando lo hacen cobran entre un 7 y un 8% de interés), lo invierten en deuda publica, obteniendo un 5% sin correr ningún riesgo. Un negocio redondo del que sólo salen beneficiados los bancos, mientras los ciudadanos nos comemos los mocos, y eso que la broma nos ha costado 159.000 millones de euros, y encima les tenemos que estar agradecidos. ¿Es o no es para rebelarnos?”

 
 
Encontré fotocomposiciones para los personajes más relevantes y situaciones más comprometidas de esta semana. Empezamos con Soraya Sáez de Santamaría. Continuamos con Rajoy y los derechos sociales, Unos recogen sobres, otros las sobras, Rajoy y su debilidad por los banqueros, El lapsus de Montoro, Así limpia el PP las calles de Madrid, El fiscal del Estado acusa al juez Castro de no confiar en las hadas y El Gobierno presiona para eliminar a Wyoming.









 

El humor de esta semana a través de los humoristas en la prensa: Peridis, Forges, Pat, Ferrán, El Reto, Erlich, A. López…








 

 


 
Pep Roig presentó su Quejio, La mano que daba los sobres, Mártires buenos y mártires malos, Salvador caducado y Preparando el futuro.







Terminamos ya con cuatro vídeos. El primero es del tropezón de Cospedal a la salida del juzgado.



La carrera yanqui de los toros. Sucedió este verano. En varios estados norteamericanos se tomaron a guasa las corridas y, en plenas zonas turísticas hubo encierros taurinos al estilo de los Sanfermines pamploneses. El colectivo 'Improv Everywhere', conocido por sus singulares flashmob, escenificó un encierro por el paseo marítimo de una playa californiana, con toda la escenografía utilizada en las fiestas de Pamplona. No hubo heridos. ni muertos, pero sí mucha gente que se partían de risa ante tanta guasa.



El 12 de octubre, mientras la población hacía chistes sobre la cabra de la Legión, Madrid era brutalmente atacada… Alguien llamó a la policía y al Ejército del Aire para poner en conocimiento de las autoridades competentes del genocido cometido.
 
 

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