Mas versus Rajoy.
Artur Mas firmó su decreto para el
anunciado referéndum con todo boato y bajo el control atento de los
separatistas.
El 27 de septiembre, el presidente
catalán, Artur Mas, firmaba el decreto de convocatoria de la consulta
soberanista del 9 de noviembre. Antes de la firma se leyeron los puntos que
contiene, entre ellos las dos preguntas que se formularán a aquellos que
participen del 9-N con la finalidad de que la Generalitat , con “conocimiento
de causa, pueda ejercer las iniciativas legales, políticas e institucionales
que le corresponda”. Para Artur Mas, este decreto se convoca “bajo el amparo de
la ley de consultas, con respeto a los marcos legales”. Asegura que “Cataluña
quiere hablar, quiere ser escuchada, quiere votar”. Sostiene que el proceso
soberanista se basa en “amplias mayorías sociales, consenso político, búsqueda
constante del diálogo y respeto a los marcos legales”. Insiste en reclamar al
Gobierno central dirigido por Rajoy que haga lo posible por permitir la
consulta, y garantiza que está abierto a
pactar “hasta el último momento” las condiciones para hacer posible el 9 de
noviembre, pero advierte que “no podemos caer en la trampa del inmovilismo vestido
de una presunta legalidad”. Mas zanja su discurso con una intervención en castellano
y en inglés para defender que su intención es que el proceso se haga desde el
diálogo y la paz. Dice que se trata de una ley que regula las “consultas
populares no referendarias”, que “pueden promoverse por iniciativa institucional
o por iniciativa ciudadana”. La finalidad de las consultas convocadas bajo el
amparo de esta ley es “conocer la opinión de la población sobre la cuestión
sometida a consulta y su resultado no tiene carácter vinculante. Sin embargo,
los poderes públicos que las han convocado deben pronunciarse sobre su
incidencia en la actuación pública sometida a consulta, en el plazo de dos meses
a partir de su celebración”. El Govern prevé que la consulta cueste unos 9
millones de euros, aunque la cifra acabará siendo superior porque no se incluye
el IVA en algunas de las partidas; además, el decreto deja claro que todas las
cifras presupuestadas son “una estimación y que, por tanto, pueden variar al
alza o a la baja”. El TC deberá decidir cuándo convoca un pleno extraordinario
para debatir el recurso, ya que no hay ningún pleno ordinario la próxima semana
Una vez rubricado el decreto de convocatoria de la consulta, el Gobierno
central ya ha puesto en marcha la maquinaria para frenar esta convocatoria. Se
espera una reunión rápida y que el pleno admita el recurso, lo que paralizará
de inmediato la convocatoria de consulta, con todos sus efectos, al menos
durante un periodo de cinco meses.
El decreto de convocatoria de la
consulta, firmado por Artur Mas.
Mas reunió a sus más cercanos asesores para hacer
oficial el siguiente paso a tomar por parte del Govern después de que el
Tribunal Constitucional suspendiera la consulta. Mas espera que cumpla con la
legalidad y no entre en un campo de absoluto limbo, ya que, según él, no se
había dado un caso semejante por parte de una comunidad autónoma desde la
llegada de la democracia. Pide al Constitucional que sea una corte “de todos” y
no solo del Gobierno. Pero el EFC, sus socios del Govern, presentan la
campaña para la consulta, advirtiendo de que la mantendrán pese a la decisión
del Tribunal Constitucional. Por su parte, Mas se limita a cuestionar la
velocidad “supersónica” con la que actuó el TC. Para él, la consulta sobre la
independencia de Cataluña no puede ser tildada de ilegal porque no es un referéndum encubierto. Y cuestiona el papel del presidente del TC, Francisco Pérez de los Cobos, recordando
que el Parlament ha pedido su recusación por dos motivos: su “larga militancia
en el PP” y haber manifestado animadversión hacia asuntos vinculados con
Cataluña y su autogobierno. Mas niega que la consulta del 9-N sea un referéndum
encubierto y reivindica la potestad de la Generalitat de
proponer cambios normativos sin límites, así como la necesidad de que el
Gobierno central “escuche la voluntad popular antes de tomar cualquier
iniciativa institucional, política y legal”. Y le invita a que pregunte a los
catalanes si consideran que no se puede hacer como se plantea desde la Generalitat , aunque lamenta
que tampoco aceptase esta posibilidad. “Ni preguntan –aseveran– ni dejan
preguntar. Probablemente lo que temen es la respuesta. Les da miedo la
respuesta, cuando lo que debería darles miedo es que no pueda haber respuesta”.
Artur
Mas asegura cumplir su palabra, los compromisos adquiridos con
sus socios y las promesas del programa electoral. A partir de ahora, dice, y
para no caer en ilegalidades, será la “sociedad civil” quien tome la
iniciativa, porque el proceso y la transición nacional no se
paran. La calle hervirá las próximas semanas. Cierto que el Gobierno catalán
seguirá manteniendo la alerta “por si en cualquier momento se produce un fallo
y se permite seguir con el proceso de la consulta, ya que consideramos que
tanto la Ley de
Consultas como el decreto de convocatoria son plenamente constitucionales y por
ello levantará la suspensión”.
El presidente catalán junto a su socio de gobierno, Oriol Junqueras.
El Tribunal Constitucional aplicó por
la vía rápida el derecho del Estado a su legítima defensa. Por unanimidad de
sus doce magistrados y a bote pronto, el lunes pasado daba el alto en nombre de
la ley al intento de reventar el principio de soberanía nacional única e
indivisible. La impugnación, decidida en la mañana y presentada por la tarde,
produjo la inmediata suspensión de la ley catalana y sus efectos jurídicos
durante un periodo máximo de cinco meses. Dentro de ese plazo el TC ha de
levantar o ratificar la suspensión. Mientras no ocurra lo uno o lo otro, tachar
de “ilegal” o “inconstitucional” la ley de consultas aprobada por el Parlament,
o la convocatoria del referéndum firmada por Mas, “entra en el ámbito de
la libertad de expresión de “pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra,
el escrito o cualquier otro medio de reproducción”.El Tribunal Constitucional
ya tiene dicho que es legítimo defender el derecho a decidir pero es ilegal
ejercerlo en cuestiones que afectan a la soberanía nacional (marzo de 2014). Y
los magistrados decidirán sobre el fondo de la cuestión: ¿es legal preguntar
sólo a los catalanes sobre un asunto que afecta a todos los españoles? Las alusiones a la legalidad de las
decisiones impugnadas serán “legales” hasta que el Alto Tribunal diga lo
contrario. Pero ¿cuándo sucederá esto? Todos desean que su fallo se conozca
antes del día elegido para la consulta: el 9 de noviembre.
La secretaria general de ERC, Marta Rovira (d),
junto al secretario general adjunto del partido, Lluís Salvadó.
El mismo lunes, 29 de septiembre, tras la
primeras palabras del TC, Artur Mas da un paso atrás y pasa el relevo a la ‘sociedad
civil’ para que agite la calle. Y el Gobierno español teme la incontrolable
presión de la calle, agitada por la Generalitat hasta la fecha mismo de la consulta.
El Gobierno catalán cumplía los compromisos adquiridos con sus socios y las
promesas del programa electoral. “Nadie nos podrá reprochar nunca que no cumplimos
nuestra palabra”, confiesa a El Confidencial un alto dirigente
convergente que prefiere guardar el anonimato. A partir de ahora, y para no
caer en ilegalidades, es la “sociedad civil” quien toma la iniciativa, porque
el proceso y la transición nacional no se paran. Cierto que
el Gobierno catalán seguirá manteniendo la alerta “por si, en cualquier momento,
se produce un fallo y se permite seguir con el proceso de la consulta, ya que
consideramos que tanto la Ley
de Consultas como el decreto de convocatoria son plenamente constitucionales y
por ello levantará la suspensión”. Pero la punta de lanza del desafío se
traslada a otros actores. Serán los partidos políticos que apoyan el referéndum
(CiU, ERC, ICV y la CUP ),
juntamente con las organizaciones Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium
Cultural, quienes tomen el relevo para inundar las calles de la “marea amarilla”.
Y los soberanistas anuncian para la tarde del martes concentraciones en las
plazas mayores de los pueblos de Cataluña para protestar contra la suspensión
del proceso por parte del Constitucional.
La secretaria general de Esquerra y el secretario general adjunto, Marta Rovira
y Lluís
Salvadó respectivamente, se adelantan a los acontecimientos,
previendo la respuesta del TC, y presentan su campaña Vull ser lliure, vull
un nou país (Quiero ser libre, quiero un nuevo país). “Es nuestra
respuesta a las acciones de prohibición del Estado”, justifics Salvadó. “Ante
la prohibición, apelaremos a la libertad. Ante la intolerancia, normalidad democrática.
Ante el estado de excepción, campaña y debate de ideas”, añade.
Marta Rovira, por su parte, anuncia que los republicanos no se quedarán con los
brazos cruzados. “Ahora es cuando empieza verdaderamente la guerra
contra España. Si hemos de escoger entre obedecer el mandato democrático de la
ciudadanía de Cataluña o bien, obedecer una sentencia del Tribunal
Constitucional o un proyecto sin contenido, que nadie tenga ninguna duda de que
obedeceremos
el mandato democrático de los catalanes y daremos una
oportunidad a este mandato”. Lo dice un partido que obtuvo 496.000 votos, que
evidentemente se han de sumar a los 1.112.000 de CiU, los 358.000 de ICV y los
126.000 de la CUP. En
total, pues, 2.092.000 votos sobre 5.257.000 ciudadanos con derecho a voto.
Para líder de ICV, Joan Herrera, el gran derrotado por el referéndum sobre la independencia de Escocia es el presidente Mariano Rajoy.
En este marco, no ha de pasar desapercibida la huida por el foro de ICV (Iniciativa per Catalunya Verds), partido político ecologista español de ámbito catalán, el gran ausente en la protocolaria firma del decreto de A. Mas, en el Palau de la Generalitat. Su líder, Joan Herrera, no tuvo más remedio que ceder y admitir que los ecosocialistas apoyarán el referéndum y que votarán sí a la primera pregunta (¿Quiere que Cataluña sea un Estado?) y dejarán libertad de voto en la segunda (De ser así, ¿quiere que sea un Estado independiente?). Las tensiones afloraron en ICV, puesto que un porcentaje nada desdeñable de su militancia está en contra de la independencia. ICV no hará campaña con el resto del bloque, ante la amenaza de ruptura de esta formación. Los partidos favorables al referéndum (CiU, ERC, ICV y CUP) pactan el nombre de los 7 integrantes de la Comisión de Control del 9-N, formada por los politólogos Mercè Barceló, Joaquim Brugué, Alfons González, Miquel Martin, Marc Marsal, Jordi Matas y Benet Salellas. Todos ellos están políticamente vinculados a opciones independentistas. Queda en el aire la incógnita de si llegarán a reunirse, puesto que la suspensión del TC debería dejar también inhabilitado cualquier acto relacionado con la consulta, al menos por parte de la Administración. Dicha Comisión de Control hace las funciones de Junta Electoral. De todos modos, la Comisión ha de ser ratificada en el Parlamento y algunos grupos de la oposición consideraran que, con una ley en suspenso y un decreto igualmente no legalizado, la cámara legislativa no podrá tomar una determinación al respecto. Fuentes convergentes señalan que el Gobierno catalán "ha terminado ya su cometido". Y serán ahora los partidos y las asociaciones cívicas los que continúen con las movilizaciones en las calles. Pero los "populares" están decididos: "O paran de inmediato los preparativos de la consulta o se encontrarán con una querella por prevaricación, malversación de fondos y desacato". El secretario general de ICV, Josep Vendrell, califica de "vergonzosa" e "insólita" la reacción "inmediata" del Tribunal Constitucional contra la consulta del 9 de noviembre, y hace un llamamiento a la movilización para que los catalanes secunden los actos de protesta convocados. Vendrell denuncia la "urgencia" con la que se ha reunido el pleno del alto tribunal, algo que no ha sucedido nunca, según el dirigente ecosocialista, así como su "reacción inmediata" con su decisión de suspender cautelarmente la consulta. Insiste en que la decisión del Gobierno de recurrir tanto la ley de consultas como el decreto de convocatoria es un "grave error" y lamenta que haya pasado la pelota al tejado del Constitucional, "vulnerando las normas básicas".
Mas critica la actitud del Ejecutivo español que,
antes de la decisión del TC, ya sentenciara que la consulta era “ilegal”.
Artur Mas critica la actitud del Ejecutivo y la
velocidad del Tribunal Constitucional para frenar la consulta del 9-N. El alto
tribunal
suspende la consulta por unanimidad en apenas hora y media cuando, en otras
resoluciones, tarda meses o años. El
presidente de la
Generalitat señala que el presidente del Tribunal, Francisco
Pérez de los Cobos, militó en el PP y
recuerda que ha manifestado una “clara animadversión” con Catalunya.
Pese a la decisión de suspender cautelarmente la consulta, el dirigente catalán
manifiesta que tiene “esperanza” de que el conjunto de miembros del tribunal
actúen como un árbitro “de todos”, cuando analicen el contenido del decreto y
la ley de consultas. Mas subraya que la Generalitat está “preparada” para defender
legalmente la consulta y seguir con los preparativos de la misma. Asimismo,
denuncia que es de “Montesquieu en estado puro” que el Gobierno, antes de la
decisión del TC, ya sentenciara que la consulta es “ilegal”. “Y –añade, indignado– se quedaron tan anchos”.
Para el presidente catalán, el
Gobierno actúa de forma “hostil” contra la mayoría en Catalunya al
“obstaculizar la legalidad catalana” con sus recursos que, a su juicio,
presentan porque “les da miedo” la respuesta que puedan dar las urnas el 9-N. “Estamos
preparados para hacer posible lo que es necesario, y lo que es necesario es
votar”. Y añade que el Gobierno lo que quiere es “hacerlo imposible, cuando lo
que es necesario es resolver el reto democrático votando”. El presidente
catalán realiza estas declaraciones durante su participación en la presentación,
en el Palau de la
Generalitat , del Libro Blanco de la Transición Nacional
de Catalunya, que, en cerca de 1.400 páginas, recoge los 18 informes del
Consejo Asesor para la
Transición Nacional (CATN) elaborados y presentados en los
últimos meses.
El presidente del Constitucional, Pérez de los
Cobos, escucha por lo bajo lo que le cuenta Rajoy.
El Tribunal Constitucional, que votara el lunes
pasado suspender la consulta catalana, es uno de los más conservadores de la
historia del tribunal. Presidido por un juez designado directamente por el PP,
del que fue afiliado durante varios años, y con magistrados que pertenecen al
Opus Dei y antiabortistas. El tribunal está integrado por doce juristas, de los
cuales cuatro fueron elegidos por el Congreso, otros tantos por el Senado, dos
por el Gobierno y otros dos por el CGPJ. Francisco Pérez de los Cobos
(presidente) fue designado por el Senado a propuesta del PP. De hecho, al poco
de comenzar su andadura, se reveló que había pagado la cuota de afiliado de los
conservadores durante tres años. Además, a comienzos de este año Público.es reveló que figuraba como administrador de una
consultora, pese a la incompatibilidad constitucional de su cargo
con “cualquier actividad profesional y mercantil”. Sin embargo, pese a su
presunta afinidad con el PP, fue el único de los jueces conservadores que
rechazó el recurso del partido que preside Rajoy a la ley del matrimonio
homosexual. Seis de sus magistrados con conservadores.
Mas ya ha cumplido con los suyos.
“La
principal baza de Mas para llegar 'vivo' hasta el plebiscito y eludir los
recursos jurídicos del Gobierno –escribe José Alejandro Vara en Vozpópuli– se
basa en apelar a la movilización de los ciudadanos, a mantener activas las
organizaciones que han secundado y hasta impulsado todo el proceso que arrancó
en la Diada de
hace tres años. Se trata de agitar la calle, de mantener viva la llama de la
reclamación del derecho a votar, de no ceder ante la presión de los tribunales.
Artur Mas ha
llegado más lejos que nadie en su desafío secesionista al Estado.
Ni siquiera Ibarretxe
osó plantear en términos similares su propuesta de plebiscito. Por eso, el
Gobierno catalán intentará mantener este ambiente reivindicativo todo el tiempo
que sea posible. Tiene que justificar su apuesta y lo tiene que hacer con el
respaldo de la población. La Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Omnium
Cultural, las dos entidades que han agitado las inquietudes soberanistas en
Cataluña, tienen todo dispuesto para responder a las medidas del Gobierno de
Rajoy y de los tribunales. Movilizaciones, concentraciones, actos en municipios, centros
laborales, educativos... el movimiento ciudadano ya está en marcha. Artur Mas
alentó a estas organizaciones a que refuercen su ‘capacidad de resistencia’.
Les dijo que ‘esto no funciona saliendo a la calle una vez al año. El futuro
nos lo tenemos que ganar?. Se piensa en Moncloa que la estrategia de tensión
permanente hasta la fecha misma del plebiscito es un arma cargada de
peligros. El primero, que derive en conatos o intentos de
desobediencia civil el día del plebiscito, tal y como se ha jaleado,
en forma interminente, desde ERC y otras organizaciones secesionistas. Y
también hay inquietud por lo que pueda pasar en el momento en que el
Constitucional suspenda la convocatoria y, por lo tanto, anule la campaña
institucional de la
Generalitat. Artur Mas ha querido calentar tanto los ánimos
que quizás le resulte difícil echar el freno y dar marcha atrás. La
presión popular no va a ceder, sino todo lo contrario. Parece obvio que ni la ANC ni Omnium van a volver a
casa. Y esto plantea un escenario que desde La Moncloa se adivina erizado
de problemas, con riesgo de que en algún momento se escape el propio
control de la Generalitat. Mas no parece convencido de que haya que
llegar hasta el final, es decir, a llevar a cabo el plebiscito aún en contra de
las disposiciones de los tribunales. Llenaría de descrédito internacional su
proceso. Pero va a apurar
los límites y los plazos. Y ni siquiera él sabe hasta qué punto será
capaz de controlar la marea de la reivindicación”.
Artur Mas, en el Parlament: “No rectificaré”.
El miércoles, 1 de
octubre, tras la suspensión cautelar de la consulta soberanista del 9-N en
Cataluña por parte del Constitucional, el Govern decide suspender
“temporalmente” su campaña institucional para no comprometer jurídicamente a
los funcionarios y ciudadanos que estén involucrados en los preparativos.
Mientras que los anuncios televisivos, radiofónicos y de prensa van
desapareciendo, se mantiene abierto el acceso a la web (9nconsulta2014.cat), que contiene información sobre quién tiene derecho a
votar en la consulta, los puntos de votación y las noticias sobre el proceso soberanista.
Sin embargo, se ha retirado de la web el vídeo del anuncio audiovisual y figura este mensaje en el portal: “Como consecuencia del acuerdo del Tribunal Constitucional de suspender de forma cautelar y temporal la convocatoria de esta consulta, esta web no se actualiza”. El presidente dela Generalitat , Artur Mas, proclamaba el miércoles que
el proceso soberanista del Govern sigue adelante pese a la suspensión cautelar
de la convocatoria de la consulta del 9-N por parte del Tribunal Constitucional
(TC). “No rectificaré –asegura el presidente en la sesión de control al
Ejecutivo en el pleno del Parlament–. En lo que dependa de mí, el proceso se
acaba votando, y votando la pregunta acordada”. Y, dirigiéndose a Alicia
Sánches Camacho (PP), le repite, ufano: “Ustedes no podrán impedir que los
catalanes voten”. Marta Rovira, portavoz de ERC en el Parlament, le pide que prosigan los trámites y
plazos de la consulta del 9-N y le
advierte que ERC no será “cómplice” de las decisiones del TC y tampoco
desea que lo sea el Govern. Le advierte que suspender de forma cautelar y
temporalmente la campaña institucional “perjudica el derecho a la información”.
Según Francesc Homs, conseller de la Presidencia , las peticiones de suspensión
“responden al interés partidista del PP y no al interés general”, y cuestiona
“que respeten la
Constitución y el Estatut. No es nuevo que el PP actúe al
margen de las leyes, tiene el récord Guinness en esto”.
Sin embargo, se ha retirado de la web el vídeo del anuncio audiovisual y figura este mensaje en el portal: “Como consecuencia del acuerdo del Tribunal Constitucional de suspender de forma cautelar y temporal la convocatoria de esta consulta, esta web no se actualiza”. El presidente de
Furgones de la Policía Nacional
en Barcelona, en mayo de este año.
Mas 400
antidisturbios de la
Policía Nacional se desplazan a Catalunya desde distintos
puntos de España para reforzar la seguridad en los edificios del Estado “en
caso de que se produzcan incidentes”. El Ministerio del Interior enmarca este
envío dentro de la “normalidad”, un día después de las pacíficas protestas en
los ayuntamientos catalanes, tras la suspensión de la consulta. Su misión es
proteger edificios del Estado que “por el clima social y político” puedan ser
objeto de protestas. Los envía el Ministerio del Interior. En principio, la
misión de los miembros de las unidades de Intervención Policial (UIP) es preventiva,
ya que la seguridad ciudadana en Catalunya es competencia exclusiva de su
policía autonómica, los Mossos d'Esquadra. Interior asegura que estas fuerzas se
destinarán a aumentar la seguridad en las fronteras. Otra de las razones que
esgrimen es la puesta en marcha recientemente de un plan especial contra la
delincuencia itinerante, en el que participan las fuerzas de seguridad del
Estado.
La inmensa tromba de agua caída el martes en
Barcelona no consiguió deslucir la manifestación pacífica contra la resolución
exprés del Tribunal Constitucional. Miles de personas abarrotaron la Plaça Sant Jaume de
Barcelona en paralelo a los demás actos de protesta en numerosos ayuntamientos
de diferentes poblaciones catalanas. Con la frase “Votar es democracia, queremos
votar”, varias personalidades intervinieron en el acto. La actriz Sílvia Bel leyó
un manifiesto que denunciaba el intento de “enmudecer la sociedad catalana” por
parte de un TC, “totalmente dependiente
del poder ejecutivo” Subrayó que el conflicto “es político y no jurídico” y que
el 9-N representa “una oportunidad
histórica para construir unidos un país nuevo y mejor para todos”.
Muriel Casals, presidenta de Òmnium Cultural, aseguró que el nexo común entre
el calor del pasado 11 de septiembre y la fuerte lluvia de este martes era la
magnitud de la movilización y que “no nos echaremos atrás porque estamos muy
cerca de hacer realidad el sueño que muchos catalanes hemos estado esperando”.
Dijo que tanto el Parlament como el Govern tienen un mandato claro: ir a votar
y expresar democráticamente el futuro que queremos para nuestro país. Somos muchos, valientes y decididos”.
Por su parte, Carme Forcadell, presidenta de la ANC (Asamblea Nacional Catalana) advirtió que la voluntad del pueblo vencerá
cualquier obstáculo, incluso el metereológico. “Ni la lluvia, ni la nieve ni
ningún Tribunal Constitucional, nada nos parará. Votaremos y ganaremos”. Tanto
Muriel Casals como Forcadell pretendieron pasar de la V de la Diada “que significaba votar
y voluntad”, a la V
de victoria. Y `pidieron a los asistentes compromiso con el proceso y con
Catalunya para “demostrar al mundo nuestra voluntad de ser un Estado libre y
soberano”.
Esperando
que la lluvia no fuera “cosa del Estado español o del TC”, Quim Arrufat, (CUP), lanzó un mensaje de tranquilidad y firmeza,
pese a la decisión del Govern de suspender la campaña institucional: “Nos sabe
mal que el Govern se eche atrás, esperemos que rectifique en los próximos días,
pero la sociedad debe salir sí o sí a defender la consulta. No nos podemos rendir ante ninguna suspensión
o amenaza”. Joan Josep Nuet (ICV-EUiA) apeló a los catalanes “a no
acatar un Tribunal que no tiene legitimidad democrática” y a continuar en la
calle porque “sólo la unidad nos hará vencer”. Josep Rull acusó el gobierno
español de “insensibilidad” y de manipular el TC, aunque “ninguno de los dos
podrá frenar la voluntad clara e insobornable de un pueblo con un espíritu
extraordinariamente democrático”. Respecto a la suspensión de la campaña, la mano
derecha de Mas anunció que mañana el Parlament elegirá los miembros de la Junta Electoral de
la Comisión
de Control, “y éste es el elemento nuclear de la campaña” ante la guerra sucia del Estado, “que usará
todos sus medios al alcance para evitar que votemos”. En este sentido, explicó
que la estrategia del Govern debe ser tan constante como sutil. “Debemos evitar
la confrontación a campo abierto e ir avanzando para que, política y
jurídicamente, el proceso sea difícilmente atacable”. Fueron coreadas consignas
como “La Constitución
es la prisión”, “Presidente, ni un paso atrás”, “Qué quiere esta gente?,
Catalunya independiente, ¿qué quiere esta tropa?, Un nuevo estado de
Europa”.
Artur Mas:
“No puedo poner la mano en el fuego por nadie, excepto por mí”.
El diario El Mundo informaba la
semana pasada que El Principado de Liechtenstein había enviado una nota a las
autoridades españolas en la que apuntaba la posible implicación de Artur Mas
en las actividades ilegales del clan de los Pujol. La nota remitida
por la Unidad
de Inteligencia Financiera del Principado fue recibida en España a principios
de septiembre. Ya está en poder de la Fiscalía y de la Policía , y la Udef ha comenzado sus
averiguaciones. El
Principado advierte de que Mas podría estar
relacionado
con “actividades ilegales” de los Pujol a través de Brantridge
Establishment, sociedad creada en 2005 y disuelta en marzo de 2014. El diario
aseguraba que, desde hace cinco años, los Pujol ya han movido más de 500
millones de euros fuera de España. Uno de estos primeros informes recibidos en
España habría sido elaborado por la Financial Intelligence Unit del
Principado de Liechtenstein, la unidad policial especializada en finanzas de aquel
país. Liechtenstein apoya sus sospechas en 'datos públicos', de archivos,
registros y bases de datos. Pero no presenta el informe como concluyente. En el
mismo, los expertos de aquel país no hablan únicamente de Jordi Pujol sino que,
además, apuntan a Artur Mas, el actual president de la Generalitat de
Cataluña. Lo vinculan con esta sociedad y hablan de que podría estar
relacionado con las actividades ilegales del clan de los Pujol. En la
información detallan que esta sociedad de Liechtenstein fue cerrada cuando el
incendio soberanista ya estaba en pleno apogeo y se multiplicaban las denuncias
de corrupción sobre los Pujol y sobre CiU. Por su parte, Artur Mas concedió ese
mismo día una entrevista a TV3. Preguntado directamente sobre si él estaba
limpio de corrupción, contestó: “Limpio de corrupción creo que sí. Siempre me he comportado de una manera
correcta; aunque, alguna vez, puedo haber tenido algún fallo”. Una
respuesta, cuando menos, poco contundente. Se mostró a favor de esclarecer los
casos de corrupción: “Estoy absolutamente de acuerdo en hacer limpieza”.Y, en
una nueva entrevista en el programa El Objetivo de La Sexta , Ana Pastor le
preguntó si había compartido negocios con su padre político: “Nunca he tenido
vínculos con los negocios de la familia Pujol”, contestó Mas. También utilizó
el “nunca” para responder a la cuestión de si había tenido cuentas en el
extranjero, y concluyó diciendo: “Yo no sé si alguna vez he cometido alguna falta
administrativa. Pero corrupción, no”.
El presidente de la Generalitat firmaba el
pasado miércoles el decreto de nombramiento de los siete miembros de la comisión de control
de las consultas (junta electoral) designados por el Parlament, pese a la
suspensión cautelar de la ley de consultas decretada por el Tribunal
Constitucional. Mas lo firmaba de acuerdo con el desarrollo de la ley de
consultas, suspendida
cautelarmente por TC, junto al decreto de convocatoria del referendo
soberanista previsto para el 9 de noviembre. La comisión de control de las consultas es un órgano equivalente
a una junta electoral pensado para supervisar este tipo de referendos que
puedan ser convocadas y no únicamente el del 9-N. Está formada por siete juristas y
politólogos. El pleno del Parlament, pese al rechazo de los
partidos que no apoyan la consulta del 9-N (PPC, PSC y Ciutadans) que la
consideraron un acto de desobediencia, designó a sus siete integrantes, que son
los catedráticos o profesores de universidad Mercè Barceló, Joaquim Brugué, Alfons
González, Miquel Martin y Jordi Matas, así como por los
abogados Marc
Marsal y Benet Salillas. Francesc Homs, conseller de la Presidencia y portavoz
del Govern, precisó que el decreto entraba en vigor al día siguiente con su
publicación en el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña y subrayó que el
Ejecutivo catalán está convencido “de que se puede hacer” sin contravenir la
legislación vigente. Y, en una conversación con periodistas, explicó en el Parlament, que el Govern está estudiando
cómo puede crear las comisiones de seguimiento territoriales que equivalen a
las juntas electorales provinciales, sin que esto “afecte” o
tenga repercusiones legales en los funcionarios que tienen que formar parte de
las mismas.
Los partidos a favor de la consulta en Cataluña
acuerdan mantener la convocatoria del 9-N.
El presidente de la Generalitat , Artur Mas,
y las fuerzas favorables a la consulta soberanista del 9-N se reunieron el viernes
para pactar una respuesta conjunta a la suspensión cautelar de la votación por
parte del Tribunal Constitucional (TC). Así lo
acordó Mas que se reunió en el Parlament con los líderes de los partidos
que apoyan la convocatoria: Oriol Junqueras (ERC), Joan Herrera (ICV-EUiA),
Quim Arrufat (CUP) y Jordi Turull (CiU). Las reuniones del presidente con estos
partidos han llegado después de una intensa jornada parlamentaria, en la que
CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP apoyaron seguir con el despliegue de la Ley de Consultas pese a la suspensión del TC. Artur Mas y los líderes de los partidos que
apoyan la consulta acordaron “mantenerse”
en la defensa de la celebración de la misma y pidieron al TC que levante la suspensión del 9-N lo antes posible.
La respuesta del Gobierno no tardó en llegar. A la misma hora que Francesc Homs
intervenía ante los medios, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de
Santamaría, anunciaba que el Ejecutivo
iría al TC por el decreto de
creación de la junta electoral catalana firmado por Artur Mas. Dijo
la vicepresidenta que eso supone un claro “incumplimiento” de la suspensión de
la consulta ordenada por el propio TC. Sáenz de Santamaría explicó que la Abogacía del Estado
pedirá al Tribunal Constitucional que incluya en la suspensión que dictó sobre
la ley de consultas el decreto firmado el jueves por el presidente de la Generalitat por el que
se designaron los miembros de la comisión de control de consultas de Cataluña.
La vicepresidenta del Gobierno emplazó a Mas a manifestar si va a acatar la
decisión del TC o si va a continuar en la línea del incumplimiento, como hizo
con la firma “novedosa, sin precedentes” de ese decreto. “Los ciudadanos tienen derecho a saber que
las resoluciones de los tribunales se cumplen y se respetan”, subrayó la
vicepresidenta, quien indicó que, desde su autonomía, la Fiscalía también estará
muy pendiente ante la posible comisión de algún delito. “Nadie puede diseñar la
democracia a su medida, porque está diseñada a la medida de los derechos de los
españoles”, declaró la vicepresidenta, quien se preguntaba qué autoridad tiene
un gobernante para pedir el cumplimiento de las leyes si él mismo no las
cumple.
“Es incomprensible –escribe Lluis Foix en La Vanguardia bajo el
título “Ya ruedan los dados”, publicado el primero de octubre pasado– que el
president de la
Generalitat haya actuado con la astucia del que pretende
engañar al adversario. Rajoy no ha tendido ninguna mano. Pero Mas ha actuado en
espera de que el Estado diera por buena una iniciativa que esconde una trampa
que consiste en proponer una consulta para pedir la opinión de los catalanes,
cuando en realidad es un referéndum de independencia como interpretan todos los
medios de comunicación internacionales… Está en marcha algo así como una guerra
preventiva que en el caso de Rajoy se expresa en la sacralidad de la Constitución y en la
visión de Mas se concreta en la voluntad de un pueblo que va a salir a la calle
para refrendar a su Gobierno. Cuidado con la política que se hace en la calle
porque es un sustituto que se puede convertir en populismo y neutralizar a
quienes alentaron las aglomeraciones perfectamente organizadas. Y cuidado
también con las guerras preventivas, que Bismarck calificaba como un suicidio por miedo a la muerte. Los dados han
empezado a rodar y los escenarios inmediatos son impredecibles. No existe
unidad política en Catalunya y sí que se da entre populares y socialistas en
Madrid. No hay que olvidar que cuatro de los nueve miembros del Consell de
Garanties Estatutàries votaron en contra de la ley de Consultas. Mas y Junqueras la han dado por válida sin tener en
cuenta que emprender un trayecto hacia la independencia sin un consenso interno
más sólido tiene sus riesgos. Como también es inseguro políticamente que se
pueda organizar un referéndum en poco más de 40 días. Hay que proveer de la
intendencia propia de un acontecimiento de estas características y, a la vez,
garantizar un debate abierto y amplio sobre las consecuencias de una ruptura
con España. Pasará lo que tenga que pasar, y el 9-N no acabará el mundo. Quizás
es demasiado tarde pero antes de entrar en una refriega política de esta magnitud
y antes de romper las vajillas artesanales de las casas respectivas, convendría
agotar todas las posibilidades para hablar y buscar puntos de encuentro que
eviten la catástrofe. Mas está acorralado, pero Rajoy no puede destruirlo
políticamente sin antes intentar la penúltima ocasión para tender un puente y
salir a su encuentro. El problema, siguiendo a Tuchman, es que los dos saben
que no transitan por la senda adecuada y, sin embargo, siguen adelante pensando
que saldrán victoriosos de sus envites. Se equivocan los dos”.
Cerca de 800
alcaldes catalanes cerraron filas ayer con la convocatoria de la
consulta soberanista, en un acto previo a la recepción que el presidente de la Generalitat , Artur Mas, llevó a cabo con los
representantes municipales. En este acto simbólico, Mas destacó que la “piña” en favor del 9-N que supone
la mayoría parlamentaria, el apoyo institucional como el de los ayuntamientos o
las movilizaciones sociales, harán que no se pueda “parar la voz del pueblo” catalán “por mucho que lo intenten”
desde el Estado. Josep Maria Vila
d'Abadal, presidente de la AMI
(Associació de Municipis per la Independencia ), destacó que lo importante es que
hasta ahora 920 municipios, de los 947 que hay en Catalunya, han aprobado
mociones a favor de la consulta soberanista, y destacó “la necesidad de tirar adelante
sin dudas el proceso”. “Queremos
cumplir la voluntad del pueblo que quiere que vengamos aquí todos”,
sostuvo Vila d'Abadal.
“¿Caminamos hacia el choque de trenes? –se
pregunta Enric Sopena, director de Elplural.com– Probablemente, sí. El Tribunal
Constitucional ha dado el mazazo esperado, que consiste en facilitarle la razón
al Gobierno en sus recursos contra las consultas del 9 de noviembre próximo. Se
oyen, mientras tanto, tambores todavía lejanos. Artur Mas trata de consolidarse a cualquier precio. Se ha vestido de
David y se dispone, dice, a derrotar a Goliat, que es España. Oriol Junqueras
sigue, impertérrito, apoyando la carta de la desobediencia civil. Va
pasando el tiempo y la iniciativa soberanista se refuerza
paulatinamente. El otro frente, el de los adversarios del separatismo, no
avanza en absoluto con la solidez debida. El diálogo entre Rajoy y Mas se
hundió antes de poner entre ambos un sainete de pésimo gusto, que así se
proyecta y con fervor a la ciudadanía. Los
partidarios de romper los vínculos de Cataluña con España han conseguido, tal
vez, una creciente, e imparable victoria. El relato de la
independencia (manipulado eso sí a raudales) es mucho más potente que la débil
crónica de los españoles/catalanes y viceversa , desperdigados cada cual, más o
menos. Es imposible, o casi, una coalición PSC, PP, Ciutadans y una muy
vacilante ICV. Sólo puede, por consiguiente, modificar la situación catalana,
hoy por hoy, que nos conduce a gran velocidad, y como país, al acantilado. Pero
que sepa Rajoy que el futuro de España está en sus manos. Se cargó el Estatut y ahora se cargará la vía
de la concordia. Es una desgracia monumental que España/Cataluña dependan de
dos trileros, Artur Mas y Rajoy Brey”.
Este es el fotomontaje de quien
fuera ministro de Justicia y, hasta ayer mismo, uno de los más fieles
seguidores de Rajoy. Le siguen otros, como la mejor decisión y el consejo de
Rajoy, Pujol y el dinero de Andorra o los monjes benedictinos de Monserrat
también votaron. Protagonizando un
gesto simbólico sin muchos precedentes, el grupo de monjes también se manifestó
delante del monasterio con carteles de “Volem votar”. A finals del 2012, Hilari
Raguer, monje benedictino de la comunidad montserratina, publicó el libro “Ser independentista no és cap pecat.
L'Església i el nacionalisme català” (Claret).
Comenzamos repasando el humor de esta semana, con
Erlich
Seguimos con los humoristas como Pat, Peridis, El
Roto, Forges, Kap, A. López, Elchicotriste, M. Vergara, F. Da Col, M. Fontdevila,
Asieryjavier, Fermartín, Ramón, J. R. Mora…
Y terminamos con el humor Pep
Roig: Bordeando, Sólo con su prepotencia, ¿Todavía?, Entre separatistas y
separadores, No saber, no contestar y Con la realidad por delante.
Esta semana nos despedimos con un
concierto didáctico (serie de conciertos en familia) que hace una semana
protagonizara la Banda
de Colmenar, de la que formo parte, dirigida por Miguel Olivares. El concierto
fue presentado y narrado por Fernando Palacios, profesor
de pedagogía musical, creador de grupos musicales dispares, intérprete de
música antigua, director y presentador de programas de radio y televisión, compositor
de obras de concierto, articulista y escritor de libros de recursos y profesor
en Universidades. Una importante parcela de su creación está dedicada a niños y
jóvenes. Entre los años 2008 y 2010, fue director de Radio Clásica (RNE). La obra interpretada y comentada fue “Un americano en
París”, de George Gershwin. Disfruten de ella.
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