La supuesta comisión del rey de España en el petróleo.
Roberto Centeno, catedrático de
Economía, explica, en “Radio 3W”, el expolio del monarca español, Juan Carlos
I, en las arcas públicas. Según Centeno, en una entrevista realizada el 12 de
diciembre del 2014, el ex monarca, su amante Corinna y su amigo, Manuel
Prado y Colón de Carvajal, percibieron una comisión de entre “uno o dos
dólares” por cada barril de petróleo que compraba el erario público
de España en los países árabes. El catedrático no
tuvo pelos en la lengua a la hora de reconocer que él estaba al tanto de las
cuantías de tales comisiones, porque una de sus funciones era la de pagar los
suministros de petróleo por su responsabilidad de consejero delegado en CAMPSA.
Debido a la “intermediación” de Manuel Prado y Colón de Carvajal, por
encargo de Juan
Carlos, España pagaba el petróleo más caro, ya que ambos
se llevaban una suculenta comisión.
“La cifra –declaró Centeno– no la recuerdo
exactamente, pero había un sobrecoste. Al comprarlo directamente –estábamos
hablando de treinta y tantos dólares de aquellos años–, si le ponemos la
inflación, ahora no sé cuánto saldría. Desde luego, el doble o el triple -…
Pero, en fin, había comisiones que podían oscilar entre 1 y 2 dólares por
barril y eso es una barbaridad por la cantidad de barriles de petróleo que
caben en un superpetrolero. Uno de 200.000 toneladas lleva entre 1.400.000 ó
1.600.000 barriles. Un petrolero le podía producir en aquel momento un
beneficio de 2
millones de dólares del año 1979. Y
eso son palabras mayores”.
El catedrático Roberto Centeno tenía
el objetivo, como función otorgada directamente por el Consejo de Ministros, de
obtener petróleo al precio más barato posible, debido a la carencia
española de suministros energéticos, con los consiguientes riesgos de
desabastecimiento y colapso. Para
facilitar su tarea, Centeno dice
que recurrió al embajador en Kuwait, Fernando Schwartz. Y describe sus
atribuladas gestiones con él.
La operación de compraventa estaba hecha hasta que se mezcló en ella un siniestro personaje que venía
de la Casa Real española y que, con el tiempo, llegaría incluso a pisar
la cárcel por corrupción, amontonándose en los juzgados sus procedimientos
judiciales. Centeno preguntó
al ministro de Hacienda, Francisco Fernández Ordóñez, quién era
ese personaje que tenía poder suficiente para impedir una transacción
petrolífera del Estado, o para encarecerla con sus comisiones ilegales. “Entonces [Fernández Ordóñez] se me quedó mirando
con profundo asombro y me dijo: ‘Pero
Roberto, no me fastidies. ¿Que tú no sabes quién es Manolo Prado? ¡Pero tú eres un pardillo! Sabrás mucho de petróleo pero no tienes ni
idea de cómo funciona este país’.
“Pues explícamelo tú”, le
dije. Y me respondió: “Manolo Prado es la única persona que tiene derecho a comprar petróleo
en Arabia
Saudita y los Emiratos“.
Patidifuso
ante la confesión de Fernández Ordóñez, Centeno añadió: “Paco, según lo que tú me estás contando, por
razones que ignoro, hay un señor que tiene reservado ese chiringuito. Explícame
entonces dónde voy a buscar yo el petróleo que España necesita. ¿Se lo pido al
ayatola Jomeini, por ejemplo? ¿Qué crees tú que pasaría si me fuera a Teherán y
le pidiera que me diera un barco de crudo?” Y Fernández Ordóñez le respondió: “Eso me lo tenías que haber dicho”.
Obviamente, la operación se truncó y Manuel Prado y Colón de Carvajal fue
quien la llevó a cabo. Una operación infinitamente más costosa para el erario
público español, con suculentos resultados para el monarca y sus
intermediarios.
En el año 2012, The New Cork
Times estimaba que la fortuna del rey de España
era de 1.800 millones. A
tenor del
presupuesto que recibe anualmente del erario público, que oscila entre siete y
ocho millones, cuesta entender que el monarca aparezca en las listas de
personas más ricas del mundo. Pero, como la actual legislación no obliga al rey
a revelar su patrimonio, cualquier intento de sacar el fondo de esta cuestión,
en el fondo resulta, y muy probablemente seguirá resultando, estéril.
No hay comentarios:
Publicar un comentario