Cataluña, contra viento y marea, y su referéndum artesanal.
El acoso del Estado de derecho
aleja el 1-O de los principios organizativos y las garantías exigidas por la
Comisión de Venecia, pero alienta una mayor participación de catalanes, muchos
de los cuales pueden cambiar su abstención por una votación activa de protesta
frente al aumento de fuerzas represivas de la Policía o la Guardia Civil en
Cataluña. “Votar, se votará –escribe Jordi Mercader en ElPlural.cat, bajo el
título ‘El referéndum artesanal–. Ni el mayor Trapero lo podría impedir en el
caso de que dispusiera de tiempo y efectivos suficientes para hacerlo, ni el
empeño de la Guardia Civil lo evitará a pesar de saltarse algunas líneas rojas
de los derechos políticos. El ahínco con tendencia al exceso con la que se
prodigan jueces y fiscales, atacando la logística (los ayuntamientos, las
escuelas), la línea de suministros (proveedores de papeletas, urnas o
distribución de notificaciones), la maquinaria de agitación y movilización (ANC
y Òmnium) y eliminando el órgano de las garantías electorales (la Sindicatura
electoral) va a ser suficiente para desnudar el referéndum de sus atributos de
credibilidad y seguridad jurídica, pero resultará insuficiente para anular la
determinación de votar de muchos catalanes, movidos ahora ya por razones
diversas. Siempre pendientes de que los halcones jurídicos y policiales puedan
extralimitarse definitivamente hasta llenar las calles de indignación en la
misma jornada del domingo, se intuye que la presión desatada por el Estado va a
obtener su premio: alejar el 1-O de Venecia y de la bendición de su comisión de
vigilantes de las garantías inexcusables de un referéndum. Curiosamente, este
éxito parcial proporciona a los dirigentes independentistas la excusa perfecta
para despreocuparse de todo tipo de garantías en la convocatoria: discúlpennos,
el autoritarismo nos impide hacerlo mejor”. Un sondeo de GAPS prevé una
participación del 63% en el referéndum. La cifra de catalanes que acudirían a
votar se ha disparado en más de 600.000 personas en las últimas dos semanas, en
reacción a la actuación del Estado.
Santi
Vila, conceller de Empresa de la Generalitat: “En España, de cada diez cabezas,
nueve embisten y una piensa”.
“De nuevo, los españoles
cometemos el error de usar la cabeza para embestirnos y no para pensar”,
declaró en La Sexta, Santi Villa, el conceller de Empresa de la Generalitat,
tras reconocer que “seguramente” han “violentado el reglamento en el
Parlament”. Esta reflexión de Antonio Machado fue recordada por Villa quien
añadió que “en España, de cada diez cabezas, nueve embisten y una piensa”. El
mismo miércoles, la Generalitat convocaba por sorpresa a la Junta de Seguridad
de Cataluña. Quizá, esta metáfora fuera la mejor forma de definir el choque de
trenes que se aproximaba. Y saltaba la primera sorpresa: tras la reunión con el
‘major’ de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, con la Fiscalía Superior
de Catalunya y los altos mandos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional,
el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, convocaba para el jueves a
la Junta de Seguridad de Cataluña, un organismo que se reunió la última vez el
pasado 10 de julio y que, antes de la mencionada cita, llevaba ocho años sin
emplazarse. El ministerio del Interior “en aras a la responsabilidad y velando
siempre por la convivencia pacífica y seguridad de todos los catalanes”,
decidía acudir a la cita. Ambos gobiernos estaban ya en situación de alta
tensión. Mientras Puigdemont aseguraba que este referéndum “no lo va a parar
nadie”, la Fiscalía había ordenado a los Mossos d’Esquadra que precintasen los
colegios electorales para evitar la votación, mientras este cuerpo le advertía
de que esto podría suponer una alteración del orden público. Poco después era
el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) el que daba un golpe en la
mesa y le pedía a la Fiscalía que termine “diligencias, actuaciones e
instrucciones” para asumirlas desde este órgano. Mientras tanto, las
declaraciones de políticos y sociedad civil se sucedían. El líder de Podemos,
Pablo Iglesias, acusaba al Gobierno de estar creando un “escenario prebélico”
en un tono más dramático que en el de los últimos días: “Sospecho que algunos
pirómanos en el PP están buscando escenarios de heridos que nos pueden llevar a
alguna situación de desgracia el domingo”, comentaba en una entrevista en RNE.
Ricardo Blázquez, cardenal arzobispo de Valladolid, lanzaba, en nombre de la
propia Conferencia Episcopal, un comunicado que pedía a los políticos que
“eviten decisiones y actuaciones irreversibles y de graves consecuencias que
los sitúen al margen de la práctica democrática amparada por las legítimas
leyes que garantizan nuestra convivencia pacífica”. Los obispos insistían así
en la vía del “diálogo generoso y honesto” donde se respeten “los cauces y
principios que el pueblo ha sancionado en la Constitución”. Esta petición de
diálogo tuvo una respuesta inmediata del Partido Popular: es mejor que deje la
política a los políticos y que se centre en los temas morales. Por su parte, la
CUP avisaba de que “queremos una República en la que la Iglesia católica no sea
la quinta columna del patriarcado”, poniendo en riesgo privilegios como la
exención del IBI. Y recordaba que, en el caso de que triunfase el ‘sí’ en la
consulta, estarían obligados por la ley de referéndum. Joan Tardá (ERC) daba la
réplica, asegurando que la última palabra la tendrán el Parlament y el Gobierno
catalán.
La izquierda independentista, en Barcelona.
Este fin de semana han acudido a
la capital catalana grupos radicales de extrema izquierda y de extrema derecha
a la llamada del referéndum. Todos ellos piensan “celebrar” a su manera el referéndum
de independencia. Hubo autocares fletados desde Madrid, Galicia, Valencia y
Andalucía con decenas de personas para manifestarse en la capital catalana en
contra de la “consulta ilegal”. También llegaron elementos 'peligrosos' del
Front National desde el sur de Francia. Su presencia coincide con colectivos de
ultraizquierda llegados de Madrid, País Vasco o diferentes países de Europa
para “calentar la calle” este 1-O. El más numeroso de estos colectivos llegó
del País Vasco. Entre la izquierda 'abertzale' y los radicales catalanes se
constata cierta sintonía. Los primeros, muy bregados en la 'kale borroka', han
transmitido sus enseñanzas a los independentistas catalanes, pero ahora están
dispuestos a adoptar en el País Vasco la estrategia de asalto al poder y a las
instituciones que tan buenos resultados ha dado en la comunidad mediterránea. Los
ultraderechistas, por su parte, aunque son una minoría, no dejan de representar
un posible problema de orden público. Entre los miembros desplazados a
Barcelona se encuentran grupos violentos vinculados a equipos de fútbol, como
el Deportivo o el Celta. Además, están previstos actos para hoy en la capital
catalana de varias organizaciones de la extrema derecha. Uno de ellos está
convocado por Falange, mientras que otros han sido convocados por Democracia
Nacional y por España en Marcha.
Así se
manifiestan Falange y Movimiento Católico Español.
Falange emitió un comunicado en
el que señala que “hay que salvar a Cataluña de secesionistas y corruptos”. Por
ello, convoca una concentración en la plaza de Sant Jaume (sede de la
Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona) para el mismo día 1, a las 12 del
mediodía. Los falangistas señalan: “Se autorice o no finalmente nuestra
convocatoria, nuestros afiliados y simpatizantes tienen previsto acudir a las
distintas convocatorias a favor de la unidad nacional que se celebrarán ese día
en Barcelona, convocados por distintos grupos y asociaciones”. Democracia
Nacional, por su parte, ya promovió el pasado miércoles una concentración —no
llegó a las 100 personas— frente a la emisora pública Catalunya Ràdio para protestar
contra la presentadora Mònica Terribas (exdirectora de TV3), que llamó a la
población a denunciar y hacer públicos los movimientos de fuerzas de la Policía
Nacional y de la Guardia Civil. Según el partido ultra, la emisora pública,
“que recibe dinero de todos los españoles, se ha alineado radicalmente a favor
del golpe de Estado independentista”. Días antes, también había participado en
una concentración ante la sede de la Asamblea Nacional Catalana (ANC). El
peligro de la presencia de elementos extremistas de signos opuestos en
Barcelona es que lleguen a encontrarse y entablen alguna batalla campal, aunque,
en principio, las fuerzas de seguridad controlarán los movimientos de cada
grupo para evitar algaradas violentas.
La
sombra del tricornio es alargada.
David Bollero escribe en “La
sombra del tricornio es alargada”, un artículo de Público: “La Guardia Civil,
no lo olvidemos, es una organización militar, un instituto armado que, en las
últimas semanas, ha vuelto a evidenciar que la sombra del tricornio es
alargada. Carlos del Castillo firma un artículo muy revelador, en el que
recopila las últimas denuncias políticas interpuestas por asociaciones de la
Guardia Civil. Denuncias contra Netflix por estrenar la película Fe de Etarras,
contra la periodista Mònica Terribas, directora del programa El Matí de
Catalunya Ràdio; contra el ex teniente del Ejército de Tierra Luis Gonzalo
Segura por una viñeta en la revista satírica El Jueves… Denunciar es libre,
ejercen su derecho, pero también da una idea muy clara de lo que se cuece en
esas asociaciones. Y lo cierto es que inquieta y delata que, en las Fuerzas de
Seguridad del Estado, los valores democráticos todavía hayan avanzado menos de
lo que lo han hecho en la sociedad civil. Se han convertido en pequeños
reductos de intransigencia, de intolerancia… y lo que más me sorprende es que
el resto del cuerpo, que sí tiene una visión del siglo XXI, no consiga, sino
imponerse, al menos sí visibilizarse distinguiéndose de sus compañeros. Por
otro lado, este conservadurismo de una parte de la Guardia Civil despierta y
espolea a otro segmento de la sociedad civil. El modo en que ayer despedían en
Huelva a los agentes de la Guardia Civil que partían a Catalunya, al grito de
‘a por ellos’, ilustra a la perfección el atajo de cazurr@s que crecen como
setas. Entre es@s cazurr@s, como en las concentraciones de ultras que insultan,
que impiden el transcurrir normal de la democracia, hay fascistas y neci@s a
partes iguales, siendo tan peligros@s un@s como otr@s. Quienes anhelan tiempos
en blanco y negro son una amenaza para el avance de libertad y derechos que
habíamos ido consiguiendo años atrás, que perdíamos con cuentagotas hasta hace
poco tiempo y ahora ya es preciso un torniquete. Ver concentraciones ante
cuarteles de la Guardia Civil para prestarles su apoyo como si fueran a una
guerra, escuchar encendidas proclamas por redes sociales con ese tufo fascista
de quienes más daño están haciendo al país, a esa patria que tanto dicen
defender, podría ser hasta cómico para alguien que observara la escena desde
fuera, pero viéndolo desde dentro, asusta. Habrá quien piense que el conflicto
catalán nos ha hecho desandar en democracia. No es cierto; lo que ha sucedido
es que ha sacado a la luz a personajes que estaban ahí, algunos de ellos
durmientes y otros, con tricornio o sin él, que ya venían mostrando sus
anhelos, su particular visión de Estado que es incompatible con una democracia
moderna. Es labor de todas las personas honestas, con tricornio o sin él,
frenar a estas hordas fascistas, a estos grupúsculos intransigentes”.
Troleada de Albert Pla con una carta sobre
Catalunya en su estilo más irónico.
A Albert Pla se le ocurrió
escribir una carta sobre el referéndum, haciendo gala de su conocida ironía.
Muchos, ajenos al habitual tono sarcástico del cantante, han criticado sus
palabras. “Ya nadie está para canciones –dice el cantautor–, y más con la que
nos está cayendo a los catalanes que también nos sentimos españoles. Tengo el
corazón partío, me duele el alma, no entiendo nada. Me siento como el Patufet
debajo de la col, siendo devorado por el buey del independentismo. Son pocos,
pero cantan muy fuerte. Y sus cantos me están volviendo sordo de recuerdos. De
recuerdos de mi juventud, de retales de mi infancia. Aún me reconozco, no hace
tanto tiempo, un joven lleno de sueños paseando por las Ramblas con amigos míos
de Madrid, hablando en castellano sin que nadie te insultara por la calle.
Recuerdo que entonces esa Barcelona era la Barcelona más bonita del mundo. La
Barcelona de Juan Marsé, Gil de Biedma, Vargas Llosa y de tantos otros
catalanes. Recuerdo, con el corazón partío, esas entrañables tertulias en mi
querida Boquería, en el bar Pinocho, donde todos decíamos lo que pensábamos y
nos reíamos de nuestras discrepancias. Pero, ahora, mis antiguos amigos se
sientan en el taburete más alto, acallando a los demás. Nos han vuelto
chiquitos, nos tratan como a niños... Y yo les digo que me siento orgulloso de
ser niño, me niego a perder mi infancia. Aún recuerdo cuando mi madre me
cantaba El noi de la mare y después me ponía Fina estampa, de Dolores Pradera.
Me dormía agarrado a su mano, sabiéndome el niño más listo del mundo porqué mi
madre me decía que yo hablaba dos idiomas y que el resto de niños del mundo
solo hablaban uno. Mi madre me decía, mientras me acurrucaba, sonriendo: ‘Sí,
cariño, eres el niño más listo del mundo’. También recuerdo a mi padre,
escuchando ese maravilloso disco de Serrat, cantando a Machado y luego
tatareando L’home dibuixat, de Sisa. Tengo envidia de mi infancia. Tengo
envidia de mi juventud. Recuerdo como si fuera hoy a Maragall al lado del
presidente español, remando juntos en una barquita chiquita rumbo al gran
puerto de las Olimpiadas que presentó al mundo una Cataluña y una España
impensable 20 años antes. Pero ahora esta barca también se hunde. ¡Socórreme,
agua, por favor! Des del barquito de papel de mi infancia pido ayuda a todos
los catalanes y españoles sensatos. Solo pido que en Cataluña se me defienda
como ciudadano. No confío mucho en Rajoy, aunque reconozco que ha sorteado la
crisis económica con notable habilidad. Pero también creo que tal vez no ha
gestionado bien la problemática de Cataluña. Creo que la situación actual
reclama que otros políticos más sensatos, como Pedro Sánchez, deben liderar
ahora serenamente y sin prisas, sobretodo sin prisas, una respuesta dialogada
con el presidente catalán, que, aunque mande en minoría, si sumas el voto de
todos los catalanes sigue siendo el presidente de Cataluña. No queremos tener
más privilegios que cualquiera de las otras regiones de España. Pero, ¿os
imagináis la maravilla que sería que también pudiéramos ver algún día a los
españoles saliendo de los toros con prisa para poder disfrutar d’Els Pastorets
con lágrimas en los ojos y el corazón partío?”.
Serrat
responde a quienes le llaman 'fascista'.
Joan Manuel Serrat ha respondido
breve, pero contundentemente, a los que le han criticado, e, incluso, le han
llamado 'fascista' por posicionarse en contra del referéndum ilegal del 1 de
octubre. En Buenos Aires, donde presentaba la gira “El gusto es nuestro”, junto
a Ana Belén, Víctor Manuel y Miguel Ríos, el cantante y compositor catalán dijo que, quienes le catalogan así,
desconocen “lo que es el fascismo”. En declaraciones en El País, Serrat
responde desde la capital argentina: “Que se tilde de fascistas mis
declaraciones es o desconocer lo que es el fascismo o realmente buscar un
insulto como a un árbitro de fútbol cuando pita algo que no nos gusta y nos
acordamos de su madre sin que aquella señora haya tenido algo que ver con el
oficio que se le supone”. El artista no quiso hablar más sobre este asunto
porque, según explicó, su “mayor interés es no ahondar en la brecha, en la
fractura social que se está produciendo”. Sus compañeros de gira salieron al
paso de las críticas y los insultos: “Llamar a Juan fascista es de zumbaos o de
tener muy mala leche. Es injusto. Siempre ha sido el propagandista de la
catalanidad”, afirmó Miguel Ríos al defender a Serrat, quien hace 50 años se
opuso a cantar en Eurovisión si no podía hacerlo en catalán y vivió un exilio
en México, en la última etapa de la dictadura franquista. Durante una rueda de
prensa en Chile, el pasado viernes Serrat hizo declaraciones contra el
referéndum del 1 de octubre, que calificó de “no transparente” y de una
maniobra “que no puede representar a nadie”. Según añadió, tanto a la
Generalitat como al Gobierno central les conviene mantener el desencuentro para
“tapar unos años de recortes económicos y corrupción política”. El cantante
recibió críticas en las redes sociales, pero también numerosos apoyos bajo la
etiqueta #JoSocSerrat.
Juan Tapia.
Joan Tapia, ex director de La Vanguardia, se pregunta qué ocurrirá el 1-0, en Barcelona. Para él, la tensión en Cataluña ha subido hasta extremos inimaginables hace pocas semanas, y España se enfrenta a su crisis constitucional más grave desde la recuperación de la democracia. Y expone en cuatro apartados la crisis actual y las posibles vías de salida.
Carles Puigdemont y Jordi Évole
en 'Salvados'.
1. “El independentismo se
equivocó al violar la Constitución y el Estatut. Rajoy debe explicar su
posición, más allá de hacer cumplir la ley. No nos remontemos a las causas del
conflicto... Vayamos al momento actual. El separatismo se equivocó gravemente
los pasados 6 y 7 de septiembre al aprobar –además, con un procedimiento
irregular– dos leyes de ruptura con España que transformaron el choque de
trenes, que se venía temiendo desde hace tiempo, en un flagrante choque de
legalidades. Y como en un país no pueden coexistir dos legalidades distintas –la
insurreccional catalana y la constitucional–, es inevitable que una se imponga
a la otra. Y lo que estamos viendo desde entonces es un duro forcejeo entre
esas dos legalidades. Siempre se puede rectificar, pero el 6 de septiembre el
separatismo traspasó lo que, en principio, es un punto de no retorno. El
referéndum con todas las garantías que el independentismo presumía que podría
realizar de forma unilateral es ya imposible, porque la Sindicatura Electoral
ha sido declarada ilegal, multada y disuelta por el propio Puigdemont. Si quien
debe garantizar el correcto funcionamiento y comunicar los resultados ha dejado
de existir, es evidente que el referéndum que se pretendía no va a tener lugar.
Sin embargo, Puigdemont en la entrevista sin concesiones a la que se sometió
con Jordi Évole (hecho que le honra), a pesar de parecer un político
acorralado, afirmó que el referéndum se celebraría y que se proclamarían
resultados. Parece pues que a lo que aspira es a repetir una especie de
consulta participativa como la que Artur Mas hizo el 9-N de 2014, proclamar
luego, de alguna forma, unos resultados –que solo le pueden ser favorables,
porque controlaría las mesas y los no separatistas no irían a votar– y actuar
luego, según lo que dice la ley de ruptura: proclamar la independencia. Salvo,
claro, que, en un gesto de lucidez, decidiera convocar nuevas elecciones.
Algunos independentistas lo defienden, porque creen que las reacciones
excesivas del Estado han provocado una mayor desafección que electoralmente les
beneficiaría (…)
El
lehendakari, Iñigo Urkullu, durante el desfile del Alderdi Eguna (Día del
Partido)
2. “El Estado afronta un difícil
reto: hacer imperar la legalidad, pero sin que las medidas de coerción aumenten
la desafección. Las medidas coercitivas –incluso una simple multa de tráfico– nunca
son simpáticas. Ahora el Estado se enfrenta a la tarea de imponer la legalidad
constitucional en Cataluña, territorio en el que el PP no es fuerte. Solo tiene
un diputado más que la CUP. No es una
tarea fácil, pero las medidas coercitivas no deben aumentar la desafección. Si
se impone la legalidad, pero los medios utilizados son reprobados por la
población, se puede ganar la batalla, pero se corre el riesgo de perder la
guerra. Y en este sentido, tanto la imputación por la Fiscalía de 712 alcaldes
(el 75% del total, pero que no reúnen el 50% de la población) como la detención
de altos cargos de la Generalitat no son ni fácilmente comprensibles ni
proporcionadas. Los altos cargos de la Generalitat pueden ser imputados, pero
su detención durante 72 horas no arregla nada y solo ha conseguido agitar la
calle y aumentar la notoriedad del conflicto. Felipe González repitió que los
jueces solo debían hablar mediante providencias, autos y sentencias. Tenía toda
la razón, pero el fiscal general -cuya autoridad moral no es muy alta, pues fue
reprobado por el Congreso de los Diputados– se permite afirmar en público que
los catalanes están ‘abducidos’, como si estuviera en una tertulia del café
Gijón, y declarar que no se descarta el ingreso de Puigdemont en prisión. Es
exactamente lo que el lendakadri Urkullu ha calificado de ‘echar gasolina al
fuego’.
Carles Puigdemont, en el Palau de la Generalitat de
Catalunya.
3. “Un conflicto tan grave con
Cataluña, donde más se votó la Constitución, indica que algo se ha hecho mal. El
'president' Montilla –socialista y no nacionalista– ya advirtió hace años de la
creciente desafección catalana. Es evidente que en el conflicto actual nadie
está libre de toda culpa. Los políticos, los periódicos, los empresarios
catalanes se pueden haber equivocado muchas veces, pero es evidente que el
'establishment' madrileño no ha sabido entender el problema. Ya se vio cuando
Pasqual Maragall, alcalde de Barcelona, habló de abrir el camino a la
bicapitalidad de España con la presencia en Barcelona de instituciones
españolas (como el Senado) y la respuesta fue acusarle de separatista. 'El
País' publicaba el domingo una encuesta que obliga a reflexionar. El 61% de los
catalanes cree que el referéndum de Puigdemont no tiene las garantías precisas
para ser considerado legal y válido internacionalmente, y el 57% (contra el
36%) opina que Cataluña debería optar por una estrategia negociadora como la
del País Vasco, pero al mismo tiempo nada menos que el 82% piensa que el
Gobierno Rajoy ha contribuido a reforzar el independentismo y un porcentaje
idéntico es partidario de un referéndum pactado y legal sobre la independencia,
en el que los catalanes decidan si quieren seguir formando parte de España. ¿Hay
peso suficiente en Madrid para actuar teniendo en cuenta esta realidad? Pedro
Sánchez lo viene a admitir al proponer una comisión parlamentaria que estudie
la situación y lleve la discusión a las Cortes españolas, que por otra parte es
lo que propone como vía negociadora Roca Junyent en su último artículo. Y es
cierto que Rajoy, con años de retraso, lo ha acabado aceptando. Pero mucha
gente en Cataluña –no solo independentista– piensa que ya es tarde, que el
bosque ya quema y que ‘a buenas horas, mangas verdes’.
Miquel
Iceta, primer secretario del PSC.
4. “Miquel Iceta se lanza como
candidato a la Generalitat y propone un pacto aprobado por el 80% de los
catalanes. Reafirma su censura a la ruptura del independentismo con la
legalidad. Cree que es una vía estéril sin salida y que además divide a los
catalanes. Afirma que es necesario un pacto y que ese pacto debería ser
sometido a referéndum, porque Cataluña tiene la herida abierta del rechazo al
Estatut de 2006 que decía que Cataluña, que se consideraba una nación, formaba
parte de España. No obstante, reafirma que no es partidario de un referéndum de
autodeterminación que la ONU solo acepta para las colonias, cosa que Cataluña,
un país con instituciones elegidas, no es. Iceta cree que es prioritario un
referéndum para un pacto que una, no para consagrar la división. Con Cataluña
partida (un 41% quiere la independencia y un 49% no, según la última encuesta
del CEO de la Generalitat), un referéndum sobre la independencia no arreglaría
la división interna y debería ser en todo caso un posterior y último recurso. Lo más interesante de la comparecencia de
Miquel Iceta es que manifiesta su voluntad de ser candidato a la presidencia de
la Generalitat en las próximas elecciones. Pero añade un matiz: quiere ser el
candidato del PSC, pero también de todos aquellos – socialistas o no– que apuesten por un nuevo
pacto para resolver la incardinación de Cataluña en España. Cree que el PSC
puede ser también el refugio de todos los que quieren más autogobierno, pero
dentro de España. Pero la propuesta de Iceta es solo algo para el futuro. El
primer reto al que se enfrenta Cataluña –y España– es salvar con el menor daño
posible la jornada del próximo domingo.
Ada Colau escribió un artículo en
el diario británico 'The Guardian' en el que exige que la Comisión Europea
actúe en el conflicto entre el Gobierno y Cataluña. En el texto –titulado 'Cataluña, un asunto europeo'–,
denuncia “la ola de represión” del Estado y recuerda que “la mayoría de la
población quiere votar” y que ella no es independentista. Con la misma idea,
envió una carta a 27 alcaldes europeos
–de París, Roma, Berlín, Londres...– en la que les anuncia que pedirá a
dicho organismo europeo que abra cuanto antes un espacio de mediación para
encontrar una “salida negociada”. Según Colau, el origen de la situación actual
son las “reiteradas negativas por parte del Gobierno a entablar un diálogo
sobre las reformas territoriales españolas que reconoce el derecho de los
catalanes a decidir su propio futuro político”. Y culpa directamente a Mariano
Rajoy del “empeoramiento de la situación”. Colau pone de relieve “la amenaza de
arresto de 700 alcaldes”, el cierre de páginas web de la Generalitat o el
“interrogatorio y la intimidación a los directores de los colegios”. Para ella
es un “error” que esta situación “puede ser resuelta mediante acciones legales
contra sus representantes políticos: seguir ese camino solo ayudará a levantar
las tensiones sociales y bloquear cualquier posibilidad de encontrar una salida
al conflicto”. Por ello, cree que esta situación se ha convertido en “un
conflicto europeo”. Ante el proyecto europeo “amenazado por el terrorismo, el
auge de los populismos xenófobos y diversas formas de repliegue del Estado
nacional, Europa no puede permitirse adoptar una posición pasiva en relación
con la cuestión catalana, ya que los acontecimientos que suceden en Barcelona
afectan por igual a París, Madrid, Bruselas y Berlín”.
Vicenç Navarro.
“El Sr. Rajoy –escribe Vicenç
Navarro, en Público, bajo el título ‘La necesaria movilización de las fuerzas
democráticas frente a los herederos del franquismo’– encaja perfectamente en el molde extremista
del nacionalismo uninacional heredado del franquismo. Cree, como también creen
muchas personas de derechas, e incluso de izquierdas, que los partidos
independentistas son los responsables de haber creado este enorme movimiento en
Catalunya, sin querer darse cuenta de que la realidad es precisamente lo
contrario. Ha sido el hecho de ver desoídas las justas demandas de redefinición
de España lo que ha convertido el deseo de reconocimiento en un deseo de
separación (…) La prohibición del ‘referéndum’ por parte del Estado y del
gobierno Rajoy, consecuente con su historia de falta de sensibilidad hacia las
peticiones provenientes de Catalunya, ha generado una gran protesta, claramente
instrumentalizada por los partidos independentistas que gobiernan Catalunya,
que han utilizado a su vez métodos sectarios y antidemocráticos en su
instrumentalización del referéndum (…) En realidad, tales medios han sido meros
instrumentos independentistas. Esto ha dado pie a desarrollar una enorme
represión contra las instituciones de la Generalitat de Catalunya que está
siendo llevada a cabo por los aparatos del Estado uninacional (el judicial y el
policial) bajo el gobierno de Rajoy, represión que están afectando los derechos
políticos y civiles de toda la población mediante medidas que, como han indicado varios juristas y
constitucionalistas de conocido prestigio (como el Sr. José Antonio Martín
Pallín, fiscal y magistrado emérito del Tribunal Supremo, el Sr. Baltasar
Garzón o el profesor Javier Pérez Royo), son ilegales (…) La represión ha
movilizado a la mayoría de las asociaciones progresistas de la sociedad civil,
desde los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT, hasta los movimientos vecinales,
asociaciones de pequeños empresarios, clubs de fútbol, etc. que se están
organizando para oponerse a tanta represión. La gran mayoría de dichas
asociaciones no son independentistas, pero se sienten ofendidas por la brutal
represión que está hoy teniendo lugar en Catalunya”.
Esta no es una simple foto, sino una realidad.
Los bomberos catalanes saludan a la
democracia de las urnas.
“El referéndum no es ilegal
–escribe en Público el periodista Jordi Molina, forjado en la prensa de barrio
de Barcelona–. Ni las detenciones de cargos electos, ni la intervención de la
Fiscalía, ni el desembarco policial en Cataluña lo hacen ilegal. Afirmar que es
ilegal sería como asumir la legitimidad de un organismo absolutamente
politizado y caduco, como el Tribunal Constitucional (TC), y comprar
acríticamente el relato interesado de determinados medios de comunicación
estatales. Que el TC haya suspendido el referéndum, no implica su ilegalidad,
implica una suspensión que no ha sido reconocida por la Generalitat. Lo que preocupa,
pues, y es razonable que sea así, es si, en estas circunstancias, podrá ser
efectivo. Si servirá para resolver el conflicto político que vive el país. Si,
realmente, al cabo de 48 horas y a pesar de la situación de excepcionalidad en
que vivimos, se podrá declarar la República Catalana, tal y como dicta la
también suspendida Ley de Transitoriedad Jurídica. O mejor dicho, si, en caso
de que se proclame, existirá reconocimiento internacional. Sea como sea, una de
las decisiones más importantes del país llega en unos días sin que ninguno de
nosotros –ni los del ‘SÍ’, ni los del ‘NO’, ni los del ‘depende’– hayamos
podido asistir a ningún debate. Con la autonomía intervenida y con los cuerpos
policiales haciendo horas extras en nuestras calles, el debate ha terminado
girando alrededor de si se podrá, o no, celebrar el referéndum, más que sobre
las virtudes o debilidades de una eventual independencia. Hay quien se había
imaginado este momento apasionante de la historia rodeado de argumentos y de
ideas…
José Coscubiela: “El referéndum sin garantías y
reconocimiento internacional que quiere hacer Carles Puigdemont se va a
convertir en un boomerang contra las instituciones catalanas”.
“¿Qué hacer, pues, de cara al domingo,
con un referéndum legítimo, pero suspendido, y con los Mossos bailando sardanas
alrededor de los colegios electorales? La respuesta, para mí, es clara: salir
masivamente a la calle, papeleta en mano. E intentar votar. Votar sí, votar en
blanco o votar no; pero intentar votar. A pesar del miedo que nos querrán
infligir y aunque sea driblando agentes. Participar del 1-O es hoy el mejor
ejercicio de soberanía que tenemos como pueblo. Y uno de los principales
problemas que tiene el gobierno de Rajoy y que lo puede llevar de donde no
debería salir nunca: la oposición. Por lo tanto, hay que salir a la calle y
hacer compatible el voto con una movilización masiva contra la oleada represiva
del Estado (…) ¿De verdad queremos hacer un país en el que personajes de la
trayectoria y compromiso de Serrat (en cultura), Évole (en periodismo) o
Coscubiela (en política) sean nuestros sospechosos habituales? Porque, si es
esta estrechez de miras la que debe regir los fundamentos de la nueva República,
algunos nos perderemos por el camino. Curiosamente, a ambos extremos les
interesa mucho la España monocolor y cavernícola del ‘oe, oe’, y muy poco la
fraterna que se ha movilizado en favor de la plurinacionalidad y del derecho a
decidir”.
Fotomontajes de esta semana:
Groucho Marx @GrouxoMarch Casa Blanca
Lucía Taboada @TaboadaLucia
-Tell me
about Catalina.
- Cataluña.
Madre mía, la traductora de Rajoy en la Casa Blanca.
Las tres carabelas que usó Cristóbal Colón en su primer viaje al Nuevo Mundo, en 1492.
Como si fuera el pueblo
despidiendo a las tropas camino de una guerra contra el invasor. Así despiden
ciudadanos, familiares y policías a los efectivos de las fuerzas de seguridad
del Estado movilizados esta semana como refuerzo para el referéndum del 1-O. Interior
ha movilizado a miles de agentes de diferentes ciudades, que estos días se
están desplazando a Catalunya. “En las últimas horas –se reseña en Tremending–
están apareciendo en las redes diversos vídeos que muestran la curiosa forma en
que se está despidiendo a esos funcionarios en algunos lugares: con banderas de
España, aplausos y gritos de ‘¡A por ellos, oé!’, ‘¡Viva España!’, ‘¡Catalunya
es España!’ o ‘¡España no se rinde!’. El clima que puede verse en los vídeos ha
indignado a muchos usuarios en las redes sociales, que han rememorado imágenes
pasadas. Por supuesto, no han faltado las bromas, muy necesarias para destensar
el ambiente”.
Despedida organizada en Huelva a
los agentes de la Guardia Civil.
Unas 200 personas despiden en la comandancia de la Guardia Civil de Algeciras (Cádiz) a los agentes que viajan hasta Cataluña para el domingo, 1-O. La España que heló el corazón de Machado, marcha otra vez sobre Catalunya.
Ya podíamos haber cantado así cuando la Gürtel y todas esas cosas. Mejor nos habría ido. Lo de #APorEllos es un clarísimo ejemplo de cómo apagar un fuego echándole gasolina.
Meteoróloga
de TVE pronostica un “vendaval de hostias” en Cataluña #APorEllos
Skakeo FanZine @skakeo.fanzine
¡Qué bien le ha venido a Mariano lo de Cataluña!
1. Tapa la corrupción continua del PP.
2. Tapa sus decisiones políticas nefastas.
3. Se reafirma ante los votantes más exaltados como
defensores de la unidad de España.
¿Pensáis que no van a estirar el chicle?
Skakeo FanZine @skakeo.fanzine
Qué bien le ha venido al PDeCAT lo del Procés!
1. Tapa la corrupción continua heredada de CiU.
2. Tapa sus decisiones políticas nefastas anti-sociales.
3. Se reafirma ante los votantes más exaltados como defensores
de una Catalunya libre ante el opresor español.
¿Pensáis que no van a estirar el chicle?
1 Unos 350 abogados y procuradores de toda
Cataluña revindicaron ante la sede del Tribunal Superior de Justicia el derecho
de ir a votar el 1-O.
El humor de esta semana: Batti, El Roto, Peridis, Forges,
Vergara, Miki y Duarte, Manel F. J. R. Mora, Ferrán, Juna Carlos Contreras,
Pat, Pedripol, Dani Gove, El Jueves, ¿Dónde están las papeletas?...
Pep Roig, desde Mallorca: Frontal, Del rojo al amarillo, En
otra parte, El mundo gira, gira…, Estrategia simple, Callejón sin salida, Regreso
al pasado…
Evolución de los independistas catalanes
Urna cubierta por la bandera catalana, con la hendidura cubierta por la española.
Los vídeos de esta semana catalana.
Joan Coscubiela a El intermedio (27/09/2017)
Javier Sardà SE MOJA sobre el Referéndum de Catalunya "A HOSTIAS GANA EL ESTADO" (Entrevista publicada el pasado 22 de septiembre)
El monólogo de Buenafuente sobre el referéndum | Televisión
Pablo Motos a continuación le hizo una pregunta incómoda y era si él quería la independencia de Cataluña. El periodista afirmó que, personalmente, le gustaría poder votar y que no solo se refería al tema territorial. Entrevista publicada el 16 de octubre del 2014.
Jordi Évole: “Yo no quiero la independencia de Cataluña”
Carles Puigdemont confiesa dormir tranquilo “aunque eso no quiere decir que duerma bien”. “He tenido semanas, años, vidas anteriores más tranquilas que estos días”, bromea mientras le colocan el micrófono.
28 de septiembre del 2017. Puigdemont: “Hay un ardor guerrero por parte del Gobierno para impedir el referéndum”
Jorge Verstrynge habla sobre la independencia de Catalunya - Programa Singulars (Presentado por Jaume Barberà) - Televisió de Catalunya - Canal 33 - La legitimidad está por encima de la legalidad. Programa emitido la primavera de 2013.
Polònia | 448 | 21/09/2017
Polònia - El NO-DO del referéndum
Así sería España sin Cataluña
No hay comentarios:
Publicar un comentario