Gandhi y un profesor.
Antonio Almecija Molina
recuerda la anécdota registrada cuando estudiaba Derecho en Londres entre Mahatma
Gandhi y un profesor de apellido Peters. Un día Peters estaba almorzando en el
comedor de la Universidad y Gandhi, con su bandeja, se sentó a su lado. El
profesor muy altanero, le dijo: “Estudiante Gandhi, ¡usted no entiende! Un
puerco y un pájaro, no se sientan a comer juntos”.
Gandhi le contestó: “¡Esté
usted tranquilo profesor, yo me voy volando!”. Y se cambió de mesa.
El profesor Peters lleno
de rabia porque entendió que el estudiante le había llamado puerco, decidió
vengarse con el próximo examen... Pero el alumno respondió con brillantez a
todas las preguntas.
Entonces el profesor le hizo
la siguiente interpelación: “Gandhi, si usted va caminando por la calle y se
encuentra dos bolsas, una llena de sabiduría y otra de dinero, ¿cuál de las dos
se lleva?"...
Gandhi respondió sin
titubear: “¡Claro que la del dinero, profesor!”
El profesor sonriendo le
dijo: “Yo, en su lugar, hubiera agarrado la sabiduría, ¿no le parece?”
Gandhi respondió: “Cada
uno toma lo que no tiene, profesor”.
El profesor, ya
histérico, escribió en la hoja del examen: “Idiota” y se la devolvió al joven. Gandhi
tomó la hoja y se sentó... Al cabo de unos minutos, se dirigió al profesor y le
dijo: “Profesor Peters, usted me ha firmado la hoja, pero no me puso la nota”.
Moraleja... Si permites
que una ofensa te dañe... Te dañará... Pero si no lo permites, la ofensa volverá
al lugar de donde salió.
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