El cinismo del Gobierno balear de PP y Vox: cierran la Oficina Anticorrupción por “ineficaz y parcial”.
El Parlament balear,
gracias a los apoyos de las fuerzas del gobierno regional, PP y Vox, aprobó el pasado
martes el cierre de la Oficina Anticorrupción de las Islas Baleares. La derecha y la extrema derecha consideran
que la entidad supone un gasto “superfluo” e “innecesario” para las cuentas
autonómicas. La Oficina Anticorrupción fue impulsada por Unidas Podemos durante
el primer gobierno de la coalición de izquierdas que lideró la socialista
Francina Armengol. El organismo surgió con el objetivo de prevenir e investigar
los posibles casos de uso o destino fraudulento de los fondos públicos. El PP y
Vox dejaron el ente público sin financiación durante los dos últimos meses,
mientras tramitaban su cierre definitivo. Y aceleraron su cierre tras saber que
el ente estaba investigando a un alto cargo popular.
El cierre se llevó a cabo
como parte de la aprobación de la proposición de ley de transparencia y control
de los cargos públicos de Baleares, impulsada ahora por un Govern balear
encabezado por Marga Prohens (PP), mientras que los partidos de la oposición
votaron en contra de esta medida. La diputada de Podemos, Cristina Gómez,
expresó su sorpresa por la iniciativa del PP y Vox, destacando la ironía de que
el partido señalado por “corrupción sistemática” liderara la eliminación de un
órgano de control anticorrupción. Desde el PSOE, el diputado Marc Pons criticó
la decisión del PP, calificándola como un retroceso en la transparencia y el
buen gobierno en Baleares. Su grupo piensa recurrir el cierre de la Oficina
Anticorrupción ante el Tribunal Constitucional. Por su parte, la diputada de
MÉS, María Ramón, enfatizó la importancia de combatir la corrupción para
preservar la calidad democrática de la vida política, instando a los partidos a
ser ejemplares en su actuación.
Marc Pons, portavoz
adjunto del PSIB-PSOE, lamenta que, con el cierre de la oficina, no habrá “ninguna
institución que haga investigación e inspección”. El socialista recrimina que
PP y Vox “pasar a la historia por la involución democrática, la pérdida de
transparencia y la falta de compromiso en la lucha contra la corrupción”. El PP,
tirando de ironía, se ha referido al organismo como la “oficina socialista de
persecución de la oposición”. Los populares argumentan que, a su juicio, la
Oficina Anticorrupción no ha generado “ningún resultado destacable”. El pleno
rechazó solicitar, como pedía Més per Menorca, un informe al Consell Consultiu
en relación a la custodia de los expedientes, actualmente en manos del
organismo, que superan los 200.
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