9 de junio. Obama, el primer candidato negro a la Casa Blanca.
Hillary Clinton ha oído bien: ella ha perdido; Obama ha ganado
Dos abogados –el uno, varón y negro; la otro, hembra y blanca– han protagonizado una larga batalla por la candidatura del Partido Demócrata de los EEUU. Las diferencias entre ambos candidatos a la Casa Blanca comenzaron desde el inicio de la campaña de primarias, hace cinco meses. Hillary Clinton, abogada, era la primera candidata blanca con cierta experiencia adquirida bajo la presidencia de Bill Clinton. Como Primera Dama, consiguió una posición destacada en los asuntos políticos. Y como senadora por el Estado de Nueva York, mantuvo hasta casi el final la casi seguridad de tener la nominación en el bolsillo. Así lo reflejó en la campaña, con más de una veintena de debates televisivos y 56 comicios celebrados. Hasta que, de clara favorita, pasó a ser la rezagada con unas posibilidades cada vez menores. Pero nunca se dio por vencida. Para sus críticos, era un ejemplo de testarudez; para sus defensores, uno de constancia, encontrándose con una incomprensible derrota frente su competidor, Barack Obama, igualmente abogado con una brillante retórica, aunque con apenas experiencia política.
Hijo de padre negro de origen keniano y de madre blanca americana, Barack Hussein Obama es el primer político afro-americano que ha conseguido los delegados suficientes para unas elecciones presidenciales. El mismo día en que concluían las primarias, Obama era apoyado por 2.154 delegados frente a los 1.919 que defendían a su contrincante, Hillary Rodham Clinton.
Le costó a la senadora reconocer su derrota, pero, al final, felicitó a Obama por la "extraordinaria campaña" realizada y afirmó que "ha sido un honor disputar esta campaña con él y llamarle mi amigo". Por su parte, Obama tuvo palabras de agradecimiento hacia Hillary Clinton por "haber inspirado a millones de votantes". "La senadora Clinton –dijo generosamente de ella–, la líder que inspiró a millones de estadounidenses con su fortaleza, su coraje y su compromiso, ha hecho historia en esta campaña”. Obama reconoció los múltiples logros conseguidos por Clinton a lo largo de su trayectoria, y aseguró que, cuando finalmente se gane la batalla por la cobertura sanitaria universal en este país, "ella será la figura central de esta victoria". Al menos, aparentemente, toda disputa entre ambos ha quedado superada. Todo roce y diferencia desapareció de cara al enfrentamiento con el republicano, John MaCain, quien quiere atraer el voto de los seguidores de Clinton y, por de pronto, ha acusado a Obama de “hacer falsas promesas”. Una regla que, de aplicarla entre los más importantes políticos españoles, superaríamos muchos escollos a la hora de avanzar y convivir.
Mañana, continuación: (y II) “Yes, we can”
Hijo de padre negro de origen keniano y de madre blanca americana, Barack Hussein Obama es el primer político afro-americano que ha conseguido los delegados suficientes para unas elecciones presidenciales. El mismo día en que concluían las primarias, Obama era apoyado por 2.154 delegados frente a los 1.919 que defendían a su contrincante, Hillary Rodham Clinton.
Le costó a la senadora reconocer su derrota, pero, al final, felicitó a Obama por la "extraordinaria campaña" realizada y afirmó que "ha sido un honor disputar esta campaña con él y llamarle mi amigo". Por su parte, Obama tuvo palabras de agradecimiento hacia Hillary Clinton por "haber inspirado a millones de votantes". "La senadora Clinton –dijo generosamente de ella–, la líder que inspiró a millones de estadounidenses con su fortaleza, su coraje y su compromiso, ha hecho historia en esta campaña”. Obama reconoció los múltiples logros conseguidos por Clinton a lo largo de su trayectoria, y aseguró que, cuando finalmente se gane la batalla por la cobertura sanitaria universal en este país, "ella será la figura central de esta victoria". Al menos, aparentemente, toda disputa entre ambos ha quedado superada. Todo roce y diferencia desapareció de cara al enfrentamiento con el republicano, John MaCain, quien quiere atraer el voto de los seguidores de Clinton y, por de pronto, ha acusado a Obama de “hacer falsas promesas”. Una regla que, de aplicarla entre los más importantes políticos españoles, superaríamos muchos escollos a la hora de avanzar y convivir.
Mañana, continuación: (y II) “Yes, we can”
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