Bromas y "sonrisas frías" de Bush motivaron el zapatazo.
Muntazer Al Zaidi, perseguido por un gesto "delictivo" en Irak.
Bombardeo de zapatos contra Bush.
Manifestantes iraquíes muestran la gesta del periodista Al Zaidi en la visita de Bush a Bagdad.
Al Zaidi fue recibido en el Tribunal Penal Central de Irak con aplausos y gritos de ánimo por parte de sus seguidores que esperaban en la puerta. El reportero aseguró que lanzó sus zapatos contra Bush como reacción a las “violaciones que se cometen contra la población iraquí” y declaró no tener intención de matar al comandante de las fuerzas ocupantes, “incluso si hubiera tenido un arma”. Y añadió que “sólo estaba expresando mis sentimientos internos y los de todos los iraquíes, del este al oeste y del norte al sur, y los sentimientos de odio que sienten por él”. “Al ver a Bush, pensé en la sangre de los inocentes fluyendo bajo sus pies mientras él sonreía –alegó Muntazer–. En ese momento, sentí que era el hombre que había matado nuestra nación... El principal asesino y la persona responsable de la muerte de nuestra nación”.
El hecho de ver al entonces presidente estadounidense enumerar las victorias conseguidas en Irak, hizo que Muntazer sólo pudiera pensar en los millones de civiles muertos, las mezquitas que habían sido atacadas, las violaciones de mujeres por parte de las fuerzas extranjeras y en los desplazados que había dejado el conflicto. Un compendio de cosas que provocó que todos los intentos de humillación que había intentado anteriormente contra su persona tomaran forma en el lanzamiento de sus zapatos y en aquellas palabras: “Toma tu beso de despedida, pedazo de perro”.
“Yo no sé de qué logros estaba hablando –dijo el periodista en su declaración–. Los únicos que yo podía ver eran los más de un millón de mártires y un mar de sangre. Hay más de cinco millones de huérfanos iraquíes por la ocupación, más de un millón de viudas y más de tres millones de desplazados”. Al Zaidi, denunció que, después de lanzar los zapatos al dirigente, fue golpeado delante del primer ministro y del mundo, para, posteriormente, ser encerrado en un calabozo.
Todo quedó aplazado hasta el 12 de marzo, en el que el Tribunal pedirá al Gobierno que aclare si la visita de Bush era o no de carácter oficial. Zaidi está detenido desde el 14 de diciembre, cuando, durante una conferencia de prensa, arrojó sus zapatos contra Bush. Desde entonces, su gesto se ha convertido en símbolo del antiimperialismo.
Sus bromas y su “sonrisa fría”. Ésos fueron los motivos que llevaron a Muntazer al Zaidi, periodista de la cadena iraquí Al Baghdadia, a insultar y lanzar sus zapatos contra George Bush en su comparencia el pasado mes de diciembre junto al primer ministro iraquí, Nuri al Maliki. Así lo explicaba hace seis días al tribunal que lo juzga por asalto a un jefe de estado extranjero, delito que le puede acarrear una condena de hasta 15 años de cárcel.
Al Zaidi fue recibido en el Tribunal Penal Central de Irak con aplausos y gritos de ánimo por parte de sus seguidores que esperaban en la puerta. El reportero aseguró que lanzó sus zapatos contra Bush como reacción a las “violaciones que se cometen contra la población iraquí” y declaró no tener intención de matar al comandante de las fuerzas ocupantes, “incluso si hubiera tenido un arma”. Y añadió que “sólo estaba expresando mis sentimientos internos y los de todos los iraquíes, del este al oeste y del norte al sur, y los sentimientos de odio que sienten por él”. “Al ver a Bush, pensé en la sangre de los inocentes fluyendo bajo sus pies mientras él sonreía –alegó Muntazer–. En ese momento, sentí que era el hombre que había matado nuestra nación... El principal asesino y la persona responsable de la muerte de nuestra nación”.
El hecho de ver al entonces presidente estadounidense enumerar las victorias conseguidas en Irak, hizo que Muntazer sólo pudiera pensar en los millones de civiles muertos, las mezquitas que habían sido atacadas, las violaciones de mujeres por parte de las fuerzas extranjeras y en los desplazados que había dejado el conflicto. Un compendio de cosas que provocó que todos los intentos de humillación que había intentado anteriormente contra su persona tomaran forma en el lanzamiento de sus zapatos y en aquellas palabras: “Toma tu beso de despedida, pedazo de perro”.
“Yo no sé de qué logros estaba hablando –dijo el periodista en su declaración–. Los únicos que yo podía ver eran los más de un millón de mártires y un mar de sangre. Hay más de cinco millones de huérfanos iraquíes por la ocupación, más de un millón de viudas y más de tres millones de desplazados”. Al Zaidi, denunció que, después de lanzar los zapatos al dirigente, fue golpeado delante del primer ministro y del mundo, para, posteriormente, ser encerrado en un calabozo.
Todo quedó aplazado hasta el 12 de marzo, en el que el Tribunal pedirá al Gobierno que aclare si la visita de Bush era o no de carácter oficial. Zaidi está detenido desde el 14 de diciembre, cuando, durante una conferencia de prensa, arrojó sus zapatos contra Bush. Desde entonces, su gesto se ha convertido en símbolo del antiimperialismo.
1 comentario:
La actuacion de Al Zairi no supone ningun simbolo antiimperialista ni nada de eso. No llega ni a la categoria de anecdota y es un imagen ya deglutida sin ningun tipo de consecuencia. Si el tipo ese es periodista debiera haberle hecho un par de buenas preguntas. En realidad, lo que pretende es cambiarse de mundo convertido en icono como una iman civil y vivir de una renta mensual asignada por un gobierno ocidental. En mi opinion esta historia de los zapatos no da para tanto. Es una autentica memez. Que pase el siguiente.
chiflos.
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