Políticos, cazadores, toreros y otros especímenes.

El miércoles pasado volvió la refriega entre el PP y el PSOE en el Congreso de los Diputados. Rajoy atacó al juez “que quiere convertir el sumario en una causa general contra un partido”. El presidente del PP arremetió contra la cacería, “un acto degradante que extiende un velo de sospecha sobre el ministro y sobre el juez”. Acusó a Bermejo de ir de caza “gratis, donde está prohibido, sin licencia y acompañado de jueces, policías y fiscales”, algo que “en otros tiempos se llamaba derecho de pernada”. Y se quejó del sinfín de informaciones filtradas sobre personas “a las que se machaca en su honor y se las deja en la indefensión”. El diputado Arturo García-Tizón tildó a Garzón, junto a determinados grupos de comunicación afines al PSOE, de “iniciar una nueva campaña de desprestigio al PP, coincidiendo con las próximas elecciones vascas y gallegas”. Y pidió su dimisión. El Ministro Bermejo asegura que no se había dado cuenta de que estaba en otra comunidad, “por la cercanía de la finca con Castilla-La Mancha, donde yo habitualmente estoy” y, asegura que posee licencia de caza de casi todas las comunidades, y que procederá a “sacarse inmediatamente” una para Andalucía. Zapatero, que lo que le repugna es la corrupción y acusa a Rajoy de llevar a la Cámara “sus problemas que no sabe o no puede resolver”. Es continuo el intercambio de acusaciones y el arrimo del ascua a su sardina. El PP califica el acto del ministro de “degradante”, mientras considera que las corridas de toros son todo lo contrario, como si ambos no humillaran al toro y no le mataran por el placer de torearlo. Tanto el PP como el PSOE participan por igual en cacerías y en corridas. Bermejo se aferra a su afición “No puedo compartir –sostiene– que un imputado por corrupción no deba dimitir y el de la cacería sí. Cada uno se califica a sí mismo”. Y los diputados socialistas le aplauden mientras gritan de pie:”Torero, torero”. Pero el torero puede ser de derechas o de ideología socialista y el toro embiste indistintamente por la derecha o por la izquierda. La confusión puede llegar a ser total. Mientras tanto, el PP intenta que los problemas de corrupción de su entorno se queden al margen.

El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo durante la sesión del miércoles en el Congreso. Foto EFE

María Teresa Fernández de la Vega critica el “derecho al pataleo” al que recurre el PP para tapar la trama de la corrupción. “La cuestión –declara la vicepresidenta del Gobierno– no es ‘Si el ministro caza o no caza o si ha habido alguna irregularidad con la licencia’. Lo que está en el fondo de la cuestión es que un juez esté investigando una trama de corrupción presuntamente vinculada al principal partido de la oposición”. De la Vega define la ofensiva del PP contra Baltasar Garzón, juez de la Audiencia Nacional, como “una escaramuza miope e irresponsable que les pasará factura en los tribunales y en las urnas”.

El 6 de octubre del 2008, comenzó la temporada de caza mayor. En España, los cazadores acabarán con la vida de 60.000 ciervos, 120.000 jabalís y otros 30.000 animales más de las especies gamo, muflón, corzo, rebeco, arruí, cabra montés y lobo. Quitarán igualmente la vida de un millón de liebres, cuatro millones de conejos y 140.000 zorros, tres millones de perdices, un millón de codornices y cinco millones más de otras aves entre las que se encuentran faisanes, palomas, ánades y patos. Y todo por divertirse mientras “hacen deporte” Entre los profesionales de esa masacre se cuentan a personajes por todos conocidos, admirados y votados.

En el ranking de los diez cazadores con trofeo récord en España se encuentran el Rey, Juan Abelló, amigo íntimo del Rey, Manuel Fraga, Adolfo Suárez Illana, Miguel Corsini y los Albertos –Cortina y Alcocer–. Otros cazadores que llenan de pedigrí las monterías nacionales son Isidoro Álvarez, presidente de El Corte Inglés, Francisco Álvarez-Cascos o nobles como Carlos de Borbón Dos-Sicilias, Duque de Calabria.

El Rey, número 1 de los cazadores con trofeo récord en España.

“Rajoy sabe –escribe Manuel Ortiz en su blog “Apuntes de Bolsillo (ver blogs recomendados, en la derecha– que no hay punto de comparación entre las andanzas cinegéticas ilegales del ministro y las trapacerías de sus militantes y cargos públicos presuntamente cazados legalmente por Garzón, pero apunta con su más pesada artillería a la cabeza de Bermejo con la esperanza de cobrarse al menos alguna pieza de valor… Y, yendo aún más lejos en esta arriesgada teoría, me atrevería a decir que tanto el caso de la niña asesinada en Andalucía –que ha tenido por parte de la televisión y de la radio públicas un tratamiento absolutamente desmesurado y desproporcionado– como otros posibles sucesos de cualquier tipo que se pueden producir en las próximas semanas, tendrán el mismo tratamiento informativo por parte de los medios públicos –arrastrando tras de sí bobaliconamente a los privados–, con lo que el intento de distracción de la opinión pública sobre la crisis económica seguirá por los mismos derroteros. El caso es que se hable de Garzón, de populares corruptos, de escenas de caza berlanguianas, de crímenes horrendos, de los Óscar o de la presidencia del Real Madrid. De todo menos del bolsillo de los españoles. Que se supone que es lo que de verdad importa. O importaba. Al menos, hasta hace unas semanas”.

Michel Platini, presidente de la UEFA, advierte del riesgo de que el fútbol europeo sufra una “explosión financiera” si no se adoptan medidas adecuadas en el plano económico para poner límites a los salarios de los futbolistas y a los traspasos. En un discurso sobre su visión del fútbol europeo, pronunciado ante el Parlamento Europeo, Platini recuerda que nuestro sistema está amenazado a medio plazo por una implosión financiera. Por ello, pide a las instituciones europeas que no les “impidan implantar mecanismos” que permitan “una mejor regulación” de sus competiciones y “una mayor transparencia de la gestión” de sus negocios. La UEFA estudia –según este dirigente galo–, la posibilidad de “relacionar de alguna forma los gastos en personal de un club a un porcentaje de sus ingresos deportivos, directos o indirectos. De manera que no pueda destinar más que una cifra cercana al 55 por ciento del presupuesto de que dispone para pagar los sueldos de los jugadores”. No se trata de “poner un tope” a lo que puede cobrar un jugador, sino al porcentaje del presupuesto del club que puede destinarse “al salario de todos los jugadores”. “Si los clubes no tienen ese dinero –aclara– no veo por qué tienen que pagar tanto. Tenemos que encontrar una solución”. Otra de las propuestas de Platini es la de prohibir los traspasos internacionales de jugadores menores de edad.

Machado era para España lo que Valéry para Francia. Pero, en febrero de 1936, en España no se le buscaba para mostrarle respeto, sino para fusilarlo como “rebelde”, como se fusila, seis meses más tarde, a Federico García Lorca. Lejos de España, de la “tierra triste y noble” de su Castilla…

…lejos de los “olivares polvorientos” de su Andalucía, Machado se extingue en el Languedoc pese a que tiene “una gran aversión a todo lo francés”. Allí, sin embargo, encuentra su último refugio. Don Antonio había escrito un “Retrato” que es un autorretrato:

Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla; <

mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
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¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera

mi verso, como deja el capitán su espada:

famosa por la mano viril que la blandiera,

no por el docto oficio del forjador preciada.

Converso con el hombre que siempre va conmigo

—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;

mi soliloquio es plática con ese buen amigo

que me enseñó el secreto de la filantropía.

Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.

A mi trabajo acudo, con mi dinero pago

el traje que me cubre y la mansión que habito,

el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.

Y cuando llegue el día del último viaje,

y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,

me encontraréis a bordo ligero de equipaje,

casi desnudo, como los hijos de la mar.

Versos casi proféticos de su exilio postrero en Collioure, donde termina su vida con un verso como único bagaje: “Estos días azules y este sol de la infancia”. Lo había perdido todo en la precipitada huída. Todo, menos amigos y admiradores que, hace setenta años, acompañaron su féretro a una tumba prestada.

El Museo Guggenheim de Bilbao dedica una exposición a la obra de Takashi Murakami, del 17 de febrero al 31 de mayo. El artista japonés afirma que en su obra artística, compuesta tanto por pinturas como esculturas y filmes de animación, trata de superar el mundo bidimensional del arte japonés y el tridimensional del arte occidental. Murakami es reconocido dentro y fuera de Japón por su particular síntesis entre el arte tradicional japonés, las corrientes contemporáneas de su país y la cultura pop americana. Murakami se hizo artista tras haber visto de pequeño “un cuadro de Goya con un monstruo que comía a una persona” que le creó “mucho trauma”. Desde entonces quiere tener como público a los niños. La muestra del Museo Guggenheim reúne más de 90 obras.

Caixa Forum, museo de la Obra Social La Caixa, celebra su primer aniversario con la muestra sobre Auguste Rodin en Madrid. Una muestra que reúne, en la misma plaza que da acceso al centro, siete esculturas del francés (París, 1840-Meudon, 1917), entre ellas “El pensador”, que acaba de exhibirse en la Gran Vía de Bilbao. La exposición forma parte del programa “Arte en la calle”, una iniciativa cuyo objetivo es “sacar el arte de las salas de exposiciones, devolverlo al espacio público y provocar un diálogo con la arquitectura”.

“Queremos destruir los museos, las bibliotecas, las academias de todas las clases”. Lo dijo Filippo Tommaso Marinetti, un joven poeta arrogante e impetuoso que publicaba, en febrero de 1909, su incendiario manifiesto del futurismo. Aquel poeta de familia acomodada fundaba, junto a un puñado de pintores italianos –Giacomo Balla, Umberto Boccioni, Carlo Carrà– una vanguardia única. Era la ruptura con el pasado, el culto a toda aquella nueva vida moderna plagada de electricidad, de máquina, de violencia, de movimiento, en la que un coche de carreras, “con la carrocería adornada de grandes tubos como serpientes de explosivo aliento… un coche rugiendo”, era más hermoso que la Victoria de Samotracia, según rezaba el manifiesto. Y para dar a conocer aquellas incendiarias teorías, nada mejor que acciones impetuosas. En 1910, Marinetti y sus chicos subieron a la torre del reloj en la Plaza de San Marcos de Venecia, desde donde lanzaron sus diatribas y panfletos “Contra la Venecia del Pasado” (urbe ‘passatista’, antítesis del futurista), que arremetía contra aquella “ciudad putrefacta, magnífica úlcera del pasado”. Fueron los chico futuristas que descubrieron el cubismo. Todos aquellos planos en los que Picasso y los demás cubistas descomponían sus mujeres y guitarras servían también para captar el movimiento, la “velocità” de la máquina y la ciudad. Pero el ímpetu futurista se ahogó con la Primera Guerra Mundial. En las trincheras perecieron Boccioni y el arquitecto Antonio Sant'Elia. Los demás tomaron otros derroteros. Y aquella “higiene del mundo”, que para Marinetti era la guerra, acabó con el movimiento.

La risa, de Umberto Boccioni

La niña que corre por el balcón, de Iocomo Balla.

Terminamos, como siempre con cuatro dibujos de Pep Roig: Solidaridad, Empeño problemático, Santa Corrupción y Econosuya.

Y con este video en el que Super Coco nos explica las diferencias entre izquierda y derecha.