sábado, 8 de marzo de 2025

Cuando el gato domestica al hombre.


El gato es un animal que ha logrado domesticar al hombre. No es el hombre quien ha domesticado al gato, sino al revés.

El gato eligió vivir con el hombre, pero en su propio término. Se trata de un animal que no ha renunciado a su libertad, que no ha renunciado a su soledad. Y, sin embargo, el gato es capaz de amar. Ama con una pasión que es casi humana y con una intensidad que es casi dolorosa. El gato ama con su cuerpo entero, con su alma entera. El gato ama sin condiciones, sin reservas.

Y cuando el gato ama, es como si el universo entero se detuviera. Como si el tiempo se detuviera o como si la realidad se detuviera.

El gato ama con una pureza que es casi divina. Y yo, que he sido amado por un gato, sé que he sido amado de verdad, sin condiciones ni reservas. Sé que he sido amado con una pasión que es casi humana, con una intensidad que es casi dolorosa.

Y por eso, yo amo a los gatos. Amo su independencia, su libertad, su soledad. Amo su capacidad para amar sin condiciones, sin reservas. Y amo su pureza, su inocencia, su divinidad.

(Este texto es una adaptación de un fragmento de un ensayo de Borges, titulado “El gato” y publicado en su libro “Otras inquisiciones”.)


No hay comentarios: