El camino de la música.

 

Muchas de las personas que viven de la música o incluso aquellas que lo hacen como un pasatiempo podrán recordar que fueron influenciados o inspirados por su maestro. Pudo haber sido un maestro privado o en las clases de la escuela quienes te motivaron a darte cuenta de que la música era mucho más que algo de lo que disfrutabas hacer en tus tiempos libres. Incluso si no te dedicas profesionalmente a estos, los beneficios de la educación musical están siendo reconocidos y estudiados. Por eso tenemos muchas cosas que agradecerles a los maestros de música

1. Nos enseñaron que se pueden cometer errores. De ellos uno aprende y crece como persona. Es una lección útil para la vida no solo para la música.

2. Nos enseñaron a creer en nuestras habilidades y a mantenernos calmado bajo la presión. Una excelente habilidad para poder resolver con calma situaciones complicadas.

3. Nos motivaron a hacer lo mejor y nos hicieron superar los límites

4. Destruyeron el mito de que “la práctica hace al maestro”. En realidad, sí se necesita practicar, pero, por si sola, la práctica no lo es todo.  También necesitamos encontrar la manera de estar inspirado.

5. Tenemos una tremenda dedicación. Tomamos clases, organizamos coros, nos acompañan escuelas de danza o a cantantes y planean actividades…

6. Hacen que las matemáticas sean más entendibles. Es más sencillo entender que dos negras caben en una blanca que un montón de números escritos en un pizarrón

7. Nos enseñaron a tomar la responsabilidad de nuestras acciones. Al practicar para nuestra clase de piano o acordarnos de traer el violín a la escuela.

8. Nos mostraron el camino en la música. Un camino que tiene muchas satisfacciones y beneficios

9. Nos mostraron la importancia de buscar y siempre mejorar. Sin importar si seguimos tocando el piano o algún instrumento, observando nuestras acciones y a critícalas para mejorarlas.

10. Nos mostraron que la música es mucho más. Y, después de aprender música, descubrimos que ésta sirve no solo para estar en el fondo de nuestra vida.