Chávez se ha callado para siempre.

Hugo Chávez, líder incendiario que se ganó el apoyo del pueblo y se mantuvo 14 años en el poder, moría ayer, casi tres meses después de operarse por cuarta vez de un cáncer que le fue diagnosticado en junio del 2011. ABC se empeña en dudarlo. No la muerte, sino la ubicación del dictador venezolano. Dice que estaba en realidad en Cuba cuando le llegó, en manos médicas castristas. El Gobierno cubano lo niega, aunque no lo desmiente con fuerza. Pero eso, ¡qué importa ya! El Gobierno decreta una semana de luto y el funeral será el viernes.

Mientras tanto, el PP y el PSOE abogan por una transición constitucional en Venezuela. El juez Gómez Bermúdez entra en el caso Bárcenas. El Real Madrid, favorecido por la expulsión de Nani, remonta en Manchester y se gana los cuartos… de final de la Liga de  Campeones. El secretario general del SUP revela trapos sucios del caso Corina. El nuevo Papa se elige sin prisas, revisando el cónclave los escándalos. Bono asegura que la abdicación del rey sería un elemento de instabilidad muy grave. El ministro Fernández Días asegura que acata el matrimonio homosexual aunque no le guste y Luis de Guindo descarta, de momento subir el Iva aunque reconoce que todo llegará.

Susto a primeras horas de esta mañana en la Milagrosa, clínica en donde está ingresado el rey, recuperándose de su operación de hernia discal. Una bombona de oxígeno habría explotado en la habitación de las calderas, en el sótano, seguida de un pequeño incendio, aunque todavía hay mucha confusión. La Policía está investigando el caso y no descarta ninguna hipótesis. El rey permanece sin riesgo en su habitación de la clínica, enterándose de la desaparición de Hugo Chavez. Sin proponérselo, el rey ha conseguido definitivamente lo que un día le propuso al presidente venezolano, en una cumbre Iberoamericana en Santiago de Chile: “¿Por qué no te callas?”. Aunque el presidente boliviano, Evo Morales, haya afirmado visiblemente emocionado, que el presidente venezolano, tras su muerte,  “está más vivo que nunca”.