Los españoles que se marcharon de España y viven en el exilio.
Nacido en Xàbia (Alicante) y
licenciado en Comunicación audiovisual por la Universidad Politécnica de
Valencia, Rubén Hornillo es uno de los cientos de miles de españoles que
emigraron con el estallido de la crisis. “No nos vamos por nuestro espíritu
aventurero. Nos vamos porque nos echan”, dijo Hornillo, quien lleva desde 2009
fuera de España. Primero, en Corea del Sur; finalmente, en Los Ángeles (Estados
Unidos) en donde espera consolidarse en la industria audiovisual. Para intentar
narrar ese éxodo –dos millones y medio de españoles viven fuera– Hornillo está
intentando producir un documental, “Españoles en el Exilio”. La idea surge en el
2012. “Cada semana –cuenta Rubén– veía en Facebook a algún amigo que se iba del
país. Y, al llegar el 25S, cuando la policía dio la gran paliza a los que
protestaban en Rodea al Congreso, me enfurecí y decidí hacer este proyecto.
Sentí que nos estaban echando a hostias del país”. Lo cuenta a Voro Maroto
quien así lo publicó, en Eldirario.es, en febrero de 2015. Rubén ha grabado en
Alicante, Barcelona o Madrid y ya tiene 40 minutos de material. Pero concluir el material no le está resultando fácil. “Por
ahora, se ha conseguido muy poco dinero para lo que es una producción
audiovisual. Un poco más de 4.000 dólares mediante crowdfunding y 6.000 de
inversión privada. Estas cantidades son insuficientes para terminar el proyecto
y ahora me encuentro buscando financiación, fuera de España, por supuesto”,
cuenta Hornillo quien no dispone de ninguna clase de ayuda estatal. “A la
subvención no podemos optar porque en España no se subvenciona el proyecto sino
la empresa productora, y como yo no tengo empresa allí (ni la voy a tener
porque económicamente no me puedo permitir abrir una empresa durante un año
solo para poder optar a una subvención), es una vía inexistente”. Tampoco
cuenta con capital privado. “He negociado con varias productoras de allí para
solicitar una subvención, pero las productoras españolas no valoran lo que aquí
se llama sweat equity (la inversión del esfuerzo) y no me han hecho propuestas
que yo considere justas. Ahora mismo, estoy intentando cerrar la financiación
mediante subvenciones de fundaciones privadas americanas y cerrando la preventa
de los derechos de emisión aquí”. Necesita unos 90.000 euros para continuar con
el rodaje, que quiere llevar a lugares como Berlín, Abu Dhabi, Sidney, Chile o
San Francisco, en búsqueda de testimonios como algunos de los ya registrados”.
Concluir el rodaje no será fácil,
pese al éxito de formatos como “Españoles en el mundo” o “Callejeros Viajeros”,
programas que pertenecen a la época del “España va bien”. Lo que pasa es que no
supieron adaptarse a la realidad, y mientras muchas familias empezaban a ver cómo
los más jóvenes se iban al extranjero en situaciones nada idílicas, estos
programas siguieron tratando el mito del ‘aventurista’, en el que se retrataba
a un español que emigraba al extranjero y vivía como un rey. Al parecer, contar
la vida cotidiana de los españoles expulsados a hostias no es tan atractivo,
pero Hornillo no desiste.
Españoles
en el exilio’, el documental que cuenta lo que ‘Españoles por el mundo’ te
ocultó.
Iñaki Berazaluce escribe en
Strambotic sobre estos españoles que viven en el exilio. “Durante la larga
crisis que asoló la economía española desde 2007 –dice– y que algunos dan por
cerrada y otros, no tanto, millones de españoles abandonaron el país para
buscar mejor fortuna en otras tierras. Las cifras de este exilio son inciertas,
en tanto el gobierno español nunca puso demasiado afán en hacer un censo de los
emigrados, pero suficientes como para marcar una brecha generacional”. Rubén
Hornillo cuenta su aventura y la de su generación en el documental ‘Españoles
en el exilio’, que se estrenó en el Festival de Cine y Derechos Humanos de
Madrid, una cinta de más de una hora en la que ha invertido más de cinco años
de trabajo y que recoge la peripecia – y
a veces la desesperanza– de una generación. En “Españoles por el exilio” se
insiste en algo que es bien conocido: somos la primera generación que va a
vivir (está viviendo) peor que nuestros padres. Sin embargo, ese fenómeno no es
privativo de España, también se da en Europa o en Estados Unidos. “Es un fenómeno occidental –contesta Rubén
Hornillo a Iñaki Berazaluce–, no sé cómo están en Corea, pero en el mundo
occidental las condiciones de los trabajadores son cada vez peores, porque
crecientemente pesa más el capital y menos el trabajo. La crisis se notó en
todo el mundo, pero, como muchas cosas negativas, en España se notan más. Es
una cuestión generacional: hemos sido la generación que nos hemos hecho adultos
en pleno colapso del sistema económico vigente y todavía no se ha creado un
nuevo sistema económico, pero todo indica que va a ser super cruel. El empleo
deja de ser la relación principal del trabajo. El trabajo lo hacen cada vez más
falsos autónomos, y los antiguos jefes se convierten en clientes, con lo que no
hay responsabilidad alguna de la empresa, y si no lo haces tú hay cien más
esperando que lo hacen por la mitad… Creo que la situación en Cataluña ha
tenido mucho que ver. El Gobierno considera una tragedia que 2 millones de
catalanes quieran abandonar España pero no que 2 millones de jóvenes la hayamos
abandonado ya. En el documental se insiste en el término ‘exilio político’,
aunque el origen de la expatriación de todos los que aparecen es económica”.
No es
lo mismo un 'refugiado' español que uno sirio.
“Cuando hablas de la emigración
–contesta Rubén Hornillo– parece un
desastre natural, algo que no tiene responsables, pero hay decisiones políticas
que han conducido a que millones de personas hayan tenido que salir del país.
El caso más flagrante es la reforma del artículo 135, un cambio en la
Constitución que provoca que un montón de recursos que se podrían haber
utilizado para mitigar la crisis se bloqueen para controlar el déficit. Utilizamos
la palabra exilio con intención de provocar. De ningún modo queremos
equipararnos a los que expatriados de la Guerra Civil. De hecho, ellos
utilizaban el término ‘refugiado’, no ‘exiliado’ y, cuando consultas el
diccionario, ves que la diferencia es contextual. Tampoco es lo mismo un ‘refugiado’
español que uno sirio. En el caso de España es distinto porque, entre 1995 y
2005, habíamos llegado al cénit de la civilización. Era un sistema que tiene
compasión por los que menos tienen y ofrece oportunidades al resto. Es muy
dramático que haya lugares que nunca hayan podido ni acercarse a esto”. Pero ¿están
los jóvenes españoles preparados para abrirse hueco en otros países europeos? “Parece
que hay una ideología cuasi racista por la que el sur de Europa tiene que estar
al servicio del norte de Europa y que, además, los mejores del sur tienen que
acabar en el norte como científicos o médicos, una formación que por cierto se
ha pagado con los impuestos del sur. Ahí hay una ideología”. Finalmente,
Hornillo detecta que “hay gente que han estado dos o tres años y que han
vuelto, porque se ha dado cuenta que es mejor vivir tres generaciones en una
casa, y trabajar cuatro meses al año, mejor que limpiando retretes en Londres
tú solo. A eso se suma el hecho es que se han repartido los puestos de trabajo,
los que se iban en 2012-13 no encontraban nada; donde antes había un solo
trabajo, ahora hay cuatro cada tres meses. Y a los que llevamos más de cinco
años fuera nos va a costar mucho volver porque hemos echado raíces en otras
tierras”.
En 2013, la cifra de los
españoles que emigraron se incrementó en un 6,6%, 127.000 personas más que en
2012. Según los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (Ine),
el mayor incremento de residentes españoles se ha producido en el continente
americano, donde ya suman 1,3 millones de españoles. Argentina (404.111),
Venezuela (188.585), Brasil (117.523) y Cuba y México, ambas con más de 108.000
residentes, acogen al mayor número de ellos.
Ecuador fue el país que más incrementó el número de españoles durante 2013 con
un 51,7%. Más que en 2012, seguido de Colombia, con un 21,5% y Perú, con un
13,6%, lo que muestra el “efecto retorno” de muchos nacionalizados con la
llegada de la crisis. Menos de la mitad de más de 2 millones de españoles en el
extranjero (702.734) son nacidos en España. De los que emigraron a Europa destacan
los 215.183 españoles en Francia (un 4,16% más que en 2012), los 122.218 expatriados en Alemania (un 5,31%
más interanual) o los 81.519 en Reino Unido (9,58%). Por último, el Ine detalla
que en EEUU residen 103.474 mientras que, en Asia, suman 27.485, en Oceanía
19.101 y en África, 17.273.
Hijos lejos de casa.
El número de personas con nacionalidad
española que reside en el extranjero alcanzaba, el 1 de enero de 2016, los
2.305.030, según el INE. Tres meses más tarde, Garrido escribía en 20Minutos: “La
salida de españoles hacia el extranjero continúa su camino ascendente, tanto de
aquellos que se nacionalizaron, tras residir un tiempo en España, como aquellos
que han nacido en nuestro país. Desde el año 2009, el primero desde que el INE
publica esta estadística, el número de emigrantes españoles se ha incrementado un 56,62%. El número
incluye a todas las personas con nacionalidad española, sea o no esta su única
nacionalidad, inscritas en la Oficina Consular del país en el que residen. Una
criterio que según Andreu Domingo, subdirector del Centro de Estudios
Demográficos (CED) distorsiona la cifra real de españoles que viven fuera de
nuestro país y por lo tanto, están infrarrepresentados en los cálculos. Las
elecciones han supuesto un componente de interés en inscribirse. El CED también
apunta a que las diversas convocatorias electorales en 2015 pueden haber
empujado al alza la cifra de emigrantes. “Ese año, las elecciones eran
importantes y supusieron un componente de interés en inscribirse, especialmente
en la población más joven”, dice Andreu Domingo. El otro aspecto que podría
trastocar la cifra real de emigrantes, además de la no inscripción, es que
muchos hayan fallecido sin comunicarlo al registro. Más éxodo entre los
españoles 'de cuna'. El INE contabiliza las inscripciones existentes el primer
día de cada año en forma de balance, por lo que a los nuevos registrados hay
que restar los que han decidido regresar a España o se han eliminado de la estadística.
Por ejemplo, por las defunciones a las que se refería el subdirector del Centro
de Estudios Demográficos. Sería un error pensar que todos los nuevos
registrados corresponden a la llamada 'fuga de cebreros'. Los emigrantes
nacidos en España solo suponen un 33,3% del total de españoles residentes en el
extranjero, mientras que el 59,5% son nacionalizados que han regresado a su
país de origen. De hecho, según el Centro de Estudios Demográficos, muchos de
los que constan como españoles 'de cuna' son migrantes de arrastre, es decir,
hijos de emigrantes que crecieron en nuestro país”.
La concentración en Dublín el 13 de diciembre
del 2015 convocó a jóvenes que habían emigrado por motivos laborales.
El 13 de diciembre del 2015, emigrantes
españoles protestaron en 20 ciudades del mundo, contra el voto rogado. Varias
ciudades de Europa, América Latina y Estados Unidos se sumaron a la
convocatoria de Marea Granate para denunciar las dificultades para votar desde
el exterior. Las protestas formaban parte de la campaña puesta en marcha para
visibilizar las trabas administrativas para ejercer el derecho al voto,
impuestas por la Ley orgánica del Régimen Electoral General. La plataforma
denunció que, con esta norma, en las elecciones del 2011 solamente votaron un
5% de los españoles, un porcentaje mucho menor al de 2008 (32%).
Puigdemont en Bruselas, avalado por casi 45.000
'fieles'.
El pasado jueves, 7 de los
corrientes, Carlos Puigdemont, quien fuera president de la Generalitat de Catalunya,
afincado en Bruselas, se dirigió a los casi 45.000 'fieles' congregados en el
corazón de la Unión Europea. Tras recordar a los “presos políticos” (los ex
consellers Oriol Junqueras, Joaquim Forn y los 'Jordis'), aseguró que “hoy
estamos escribiendo otra página en la historia de Europa. La Cataluña de los 11
de septiembre, la Cataluña que se moviliza, la que defendió las urnas el 1 de
octubre, la Cataluña que se da la mano, la Cataluña de la gente, que sale a las
calles a exigir libertad, esta Cataluña es la mejor cara de Europa”. El
candidato del PDeCat reiteró que “queremos una Europa que escuche a los
ciudadanos y no solo a los Estados; que no tenga miedo de decirle a sus Estados
miembros cuando no respetan los derechos básicos: así, no. Nosotros, el día 21
de diciembre les diremos: así no”. En su
discurso cargó duramente contra la “Europa oficial que anima a Rajoy en su
represión”, al tiempo que aseveró que, cuando esa Europa oficial apoya a Rajoy,
“suceden cosas maravillosas como la de hoy”, en alusión a la marcha
independentista de Bruselas. Puigdemont preguntó en francés a Juncker y a “los
amigos de Rajoy” si han visto “en algún lugar del mundo una manifestación como ésta
para apoyar a delincuentes”, a lo que él mismo respondió negativamente. “La
próxima vez que os reunáis con Rajoy le podéis preguntar por qué persigue al
Govern catalán como si fueran delincuentes mientras la población se ha
movilizado para apoyarnos. Claro que, quizá no seamos delincuentes, sino
demócratas”. La marcha, bajo el lema “¡Europa despierta! Democracia para
Cataluña”, estuvo impulsada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium
Cultural, cuyos presidentes, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, se encuentran
encarcelados. Se buscaba apoyar la independencia catalana y exigir a la Unión
Europea que cambiara de postura sobre el procés.
Manifestación independista catalana,en Bruselas.
Cabeza de la manifestación.
La marcha fue no sólo una clara
demostración de fuerza sino también de la contradicción de un movimiento que
pide a la UE que defienda sus derechos, ignorando que, en Europa, respetar el
Estado de derecho es una línea roja. Al grito de “independencia” y “Puigdemont,
nuestro president”, la manifestación bordeó el barrio europeo de Bruselas. En
ella no faltaron críticas contra la Unión Europea y contra el Estado español.
“Europa se fundó para garantizar que el totalitarismo no volviera y el combate
hoy en Catalunya es entre la democracia de la sociedad catalana y el
totalitarismo del Estado español”, aseguró su el 'exconseller' Toni Comín
(ERC), en Bélgica desde el pasado 30 de octubre. “Tenéis miedo a la
democracia”, clamó Comín, dirigiéndose al Gobierno español. “Lo ha dicho la
justicia belga. Habéis retirado la euroorden porque aquí no es delito de lo que
se nos acusa. Y significa que nos perseguís por nuestras ideas políticas”,
afirmó. Y aún más vehementemente, espetó: “Tenéis miedo a las urnas porque sois
unos franquistas”. Puigdemont se mostró convencido de que, le pese o no a
Europa, están “escribiendo una nueva página de su historia, una muy bonita”. Y
tanto él como otros oradores reivindicaron que el independentismo catalán
encarna los verdaderos valores europeos. Un discurso compartido por los
movimientos euroescépticos. Tanto Puigdemont como Marta Rovira, número dos de
ERC, dieron también muestras de electoralismo. Ambos pidieron a los suyos que
vayan a votar el 21 de diciembre. “Si no, ganará Ciudadanos y, si lo hacen, se
cargarán el modelo de país que hemos construido”, dijo Rovira. Varios de los
interlocutores agitaron varias veces la imagen del franquismo. Y por parte de
la CUP, Joan Coma denunció “la pasividad de las instituciones europeas”.
“Pronto la bandera europea tendrá una estrella más” proclamó Agustí Alcoberro, vicepresidente de la ANC,
en referencia a una Cataluña independiente.
Bomberos catalanes con la República, en
Bruselas, pidiendo democracia.
1
Tremending Topic. Según el último barómetro del
CIS, Ciudadanos acaba de salvar la Navidad.
El 155, en Bruselas.
Corrupción del PP.
— Mariano, ¿ves el muro que está a unos 5 km?
— Sí.
— ¿Ves la arboleda detrás del muro?
— Sí.
— ¿Ves las nubes detrás de la arboleda?
— Sí.
— Pues hasta allí llega nuestra corrupción.
@mejorchef
Comienza la carrera electoral, por Ermengol:
El humor en la prensa de esta
semana: El Roto, Peridis, Forges, J. R. Mora, Pat, Manel F., Salazar, Ferrán,
Kap, Vergara…
El humor de Pep Roig, desde
Mallorca: Lo imposible, Goyazos, Surrealismo surreal, La Ley,
como estrategia política, Uso constitucional y Justicia selectiva.
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