Los plásticos ahogan el Mediterráneo
Greenpeace contra la contaminación por plásticos en el Mediterráneo.
La contaminación por
microplásticos, que representan el 95% de los residuos que flotan en las aguas
marinas, la sobrepesca y la vulnerabilidad de los cetáceos focalizaron el
pasado 8 de junio, Día Mundial de los Océanos, la atención de las asociaciones
conservacionistas. La asociación WWF publica un informe que señala que en
Europa sólo se recicla un tercio de los 27 millones de toneladas de residuos de
plástico que se producen cada año y la mitad de este material acaba en los
vertederos. Y nos recuerda que España es el segundo país por detrás de Turquía
que más residuos de plástico vierte al Mediterráneo, un mar que soporta un
incremento de microplásticos en sus aguas de hasta el 40% cada año debido al
turismo.
Según datos de Naciones
Unidas, cada año se producen más de 400 millones de toneladas de plástico en el
mundo y solo un 9% de los desperdicios producidos son reciclados. La
organización Greenpeace recuerda que cada año acaban en los mares y los océanos
alrededor de ocho millones de toneladas de este material, que suponen entre el
60 y el 80% de la basura marina acumulada. Esta ONG nos revela que la mayoría
de las muestras de agua y nieve recogidas durante una reciente expedición a la
Antártida contenían microplásticos, lo que indica que “ni el océano más remoto
del planeta está libre del impacto dañino del ser humano”. Y, si seguimos consumiendo
al ritmo actual, en 2050 habrá más plásticos que peces en el mar. Siete de las
ocho muestras de agua tomadas de la superficie del mar contenían
microplásticos, tales como microfibras, al igual que dos de las nueve muestras
recogidas con una red manta en arrastre.
Según esta ONG, la
situación es “alarmante”, ya que se calcula que hoy ya hay 150 millones de
toneladas de residuos plásticos en los océanos, Para Lasse Gustavsson, director
ejecutivo de Oceana Europa, los gobiernos “deben limitar la producción y los
ciudadanos reciclar y reutilizar los utensilios de plástico para que no lleguen
a las playas, al estómago de los peces o a las profundidades”, ya que “el mayor
impacto de la basura en el mar es el que no vemos". Oceana alerta de que,
cada minuto, se adquieren un millón de botellas de plástico en el mundo y cada
botella tarda unos 450 años en desintegrarse, y las micropartículas de plástico
entran en la cadena alimentaria, “con efectos aún por estudiar”.
Por otro lado, la Unión
Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) revela los datos de una
campaña de observación de cetáceos en el Mediterráneo, que pone de manifiesto
que la mayoría de las especies están catalogadas “en peligro”. En el
Mediterráneo, residen habitualmente once especies de cetáceos, entre ellos el
calderón común, el delfín listado y el cachalote, y otras 21 han sido
observadas en este mar. Para Antonio Troya, director del Centro de Cooperación
del Mediterráneo, proteger a los mamíferos marinos supone proteger a nuestro
planeta, porque ·para conservar especies en peligro, hay que restaurar el medio
marino.
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