From nope to HOPE.
Bajo el título “De la
desesperanza a la esperanza: Arte vs Armas, Petróleo e Injusticia”, el pasado 1
de octubre, LQSomos mostraba dicha exposición contra el comercio de armas, sita
en el centro cultural Recreation de Brixton (Londres), abierta durante todo el
mes de septiembre. Calificada por sus organizadores como “resistencia de base”,
recordaba cómo recogió el trabajo de diseño de más de 40 artistas
antimilitaristas que retiraron su trabajo del Design Museum de Londres tras
haber descubierto que este museo había servido de sede para organizar eventos
por una compañía fabricante de armas. La muestra incluye diferentes paneles
pintados por artistas antisistema que desvelan la siniestra tecnología bélica
desarrollada hasta el momento por las compañías productoras de armamento y el
devastador efecto destructivo que pueden llegar a tener los engendros bélicos
que cada nuevo día aparecen en el mercado mundial de armas.
La exposición denuncia
tanto a EEUU como al Reino Unido por su sucio comercio de armas utilizadas
contra poblaciones indefensas (caso de venta de armamento a Arabia Saudí), ha
sido considerada por sus organizadores como un acto provocativo y de rebeldía
contra un comercio criminal que se enriquece sacrificando a todo tipo de
víctimas civiles. El pasado año se organizó la primera exposición de Art the
Arms Fair, en respuesta contra la feria de armas de DSEI (Defence &
Security Equipment International) que se celebra cada dos años en Londres. Más
de un centenar de artistas colaboraron en esta muestra antimilitarista, que fue
visitada por miles de ciudadanos y que incluyó actos culturales de todo tipo:
performances antisistema, conciertos de música y recitales de poesía. El líder
de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, una de las voces británicas más
firmes contra el tráfico de armas, fue el político que más se destacó en su
oposición a las nuevas tecnologías bélicas. Hace ya cuatro años se opuso
públicamente a los misiles nucleares Trident, instalados en los submarinos de
la Royal Navy, y aseguró que, si algún día él se convirtiera en primer ministro
británico, jamás utilizaría esos misiles y los retiraría de la circulación.
Esto molestó mucho a toda la clase política británica, incluso a algunos
parlamentarios de su propio partido, que hicieron inversiones particulares en
esa diabólica tecnología con que van equipados los submarinos nucleares
británicos.
El programa iniciado en
Brixton, incluye varios tipos de actos culturales. El 7 de octubre hubo una
proyección pública de la película “Shadow World” (El mundo en sombras), del
realizador Andrew Feinstein, ganadora en el 2.016 del premio al mejor
documental en el Edinburgh Film Festival. Dicho documental ofrece una
descarnada visión del comercio mundial de armas, con sus astronómicas cifras de
ganancias y su costo en vidas humanas. El 15 de octubre se abrirá un debate
sobre la responsabilidad de Gran Bretaña en las guerras del golfo, con David
Wearing, Iona Craig y Owen Jones como invitados. La organización quiere hacer
hincapié en su denuncia contra el gobierno del Reino Unido, que desde que
comenzó la guerra en Yemen ha vendido a Arabia Saudita la astronómica cifra de
4.7 billones de libras en aviones de guerra, misiles y todo tipo de armamento
pesado. Con el suministro de material bélico a Arabia Saudita, España es
igualmente cómplice del genocidio que está llevando a cabo en Yemen. Como botón
de muestra, el reciente bombardeo saudita de un autobús escolar en Yemen que
acabó con todos los niños que trasportaba.
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