Mallorca, de la calma a la catástrofe.
De la isla de la calma
descubierta durante la primavera de 1893, en la que un artista y literato fue
seducido por ella, a la isla tocada por la catástrofe de hace dos días media
más de un siglo. La primera Mallorca fue fuente de inspiración de Santiago Rusiñol
tanto para la pintura como para la literatura. La segunda es fuente
catastrófica y la naturaleza rompe con la imagen de sosiego labrada a lo largo
de decenios. De la idílica imagen rusiñoliana llegamos a la otra cara de la
naturaleza de una isla, aciaga y desastrosa que hoy nos ocupa, en la que cientos
de profesionales de distintos servicios de emergencias buscan a los heridos y desaparecidos
tras la riada que asoló la localidad de Sant Llorenç (de 8.000 habitantes) al
desbordarse el torrente. Se calcula que son al menos 10 los muertos y 3
desaparecidos por las inundaciones en la comarca del Levante, a unos 60
kilómetros de Palma. Aunque el número de vecinos afectados por la catástrofe
podría ser mucho mayor. Y todo por las fuertes lluvias que cayeron en la noche
del martes, registrándose hasta 220 litros de agua por metro cuadrados en la
localidad, desbordándose el torrente de Sant Llorenç e inundando en pocos
minutos el centro del pueblo. En las plantas bajas, el agua alcanzó los dos
metros y las calles se convirtieron en auténticos ríos.
Inmediatamente, un
centenar de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) fueron desplazados
a la isla, junto con ocho vehículos, una embarcación, tres helicópteros y tres
perros de rastreo, sumándose a las labores de auxilio a los afectados por el
desbordamiento. En torno a un centenar de personas pasaron la noche del martes en
un polideportivo de Manacor habilitado junto a otros espacios públicos en donde
se acogieron quienes no podían llegar a sus casas o tuvieron que abandonarlas a
causa de las inundaciones y los daños sufridos. A las víctimas
mortales de lo ocurrido se suman los terribles daños en viviendas, calles e
inmuebles, así como las decenas de vehículos que fueron arrastrados por el
agua.
El presidente del
Gobierno, Pedro Sánchez, expresó a través de Twitter su “solidaridad y apoyo a
las familias y amigos de las víctimas mortales, y a todos los afectados por
estas trágicas inundaciones”. “El Gobierno no les va a dar la espalda”, insistió
el jefe del Ejecutivo al visitar la isla, quien explicó que el próximo Consejo
de Ministros iniciaría los trámites para la declaración de zona catastrófica y
la inmediata puesta en marcha de las ayudas económicas. También el líder de la
oposición, Pablo Casado, se desplazó a la zona cero para mostrar su apoyo a las
víctimas y afectados. Previamente, el Pleno del Congreso de los Diputados guardó
un minuto de silencio en homenaje a las víctimas mortales confirmadas. Tres de
ellas siguen sin ser identificadas. El exalcalde de Artà, Rafael Gili, de 71
años, de la extinta Unió Mallorquina, murió ahogado en esa localidad, de la que
fue regidor en dos periodos, entre 2004 y 2005.
Catástrofe en Mallorca: inundación de Sant Llorenç
El este de Mallorca, arrasado por las lluvias torrenciales
Vecinos de Sant Llorenç (Mallorca) graban las fuertes inundaciones
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