11 de enero. Un pasado "borrado del mapa"
Massot i Muntaner, durante la lectura de su pregón (Foto de M.Mielniezuk)
Massot recordó a Emili Darder, alcalde de la “ciutat” fusilado hace 70 años, tras un consejo de guerra "absolutamente indigno"; a Aurora Picornell, militante comunista ejecutada con otras compañeras en el cementerio de Porreres; a Jeroni Alomar, sacerdote condenado por ayudar a algunos republicanos a huir de la isla; a Alexandre Jaume, ex diputado de las Cortes, del ala "más moderada" del Partido Socialista; y a otro muchos. ”Se trata –dijo– de una época absolutamente vergonzosa, de una situación de locura colectiva provocada por el miedo, la embriaguez del poder y la fuerza". Y deseó que "la memoria histórica de nuestros días sea clara y limpia", donde "los mallorquines de toda la vida trabajen codo con codo con los recién llegados de tantos continentes".
Cuatro días antes de este pregón, el periódico “El Mundo-El Día” calentaba el ambiente, anunciando “al monje catalanista, enemigo del bilingüismo e impulsor del Bloc”. “El PP –titulaba– tilda de sectario el Pacto de Cort por el pregonero elegido en la Fiesta del Estandarte”. O recogía la opinión del PP, ahora en la oposición: “No es la persona adecuada”, “Massot es una persona sectaria”. “El equipo de gobierno de Cort –se lamentaba este diario–, encabezado por la alcaldesa, Aina Calvo, ha decidido convertir el Pregón de la Fiesta de l’Estandard de este año en un recorrido por las fosas comunes, los fusilamientos, las venganzas mezquinas y el horror de la Guerra Civil. El Pregón del monje catalanista Josep Massot i Muntaner, denuncia la locura de la guerra, rinde homenaje a quienes fueron fusilados o represaliados por orden de Franco en Mallorca, admite que hubo crímenes execrables en ambos bandos, y reivindica la oportunidad y la necesidad de seguir recreando este festín de sangre ahora, 70 años después, a través de la memoria histórica”.
Antonio Alemany, ex director de dicho diario y ahora director de “Libertad Balear”, periódico digital que se autocalifica de “independiente y objetivo”, publicaba que el autor del pregón de este año no era el más adecuado, tratando a Josep Massot de “mentiroso” e “hipócrita”. Otros medios de la derecha, como el Círculo Balear, sociedad cultural que reacciona “frente a las agresiones, coacciones y amenazas del nacionalismo catalanista”, expresaba su desacuerdo con que un pregón corriera a cargo de este “personaje que públicamente defiende las ‘bravatas’ anticonstitucionales” de esa “manifestación independentista”.
Josep Massot i Muntaner, monje y clérigo benedictino de la Abadía de Montserrat y especialista en la historia de la Guerra Civil en Baleares, recordaba el 30 de diciembre pasado a los muertos y exiliados de la Guerra Civil en Mallorca y destacaba la necesidad de reivindicar un pasado que ha sido "voluntariamente borrado del mapa". Historiador, escritor y filólogo, Massot pregonaba, en la Fiesta del Estandarte (día que rememora la conquista de Mallorca por Jaime I), la necesidad de reivindicar a los exiliados y de tener presente la "gran cantidad de personas" que fueron encarceladas y que se fueron de la isla por sus ideas "o por la mala fe de unos y otros". "Se trata simplemente de hacer justicia –dijo–, no de iniciar un proceso de caza de brujas, ni de estimular revanchas o la voluntad de pasar cuentas con los enemigos de ayer". Massot señaló que Mallorca ha de buscar "de verdad" el espíritu de la reconciliación "con una mirada limpia hacia el futuro" que impida, "que se vuelvan a producir situaciones que atenten criminalmente contra los derechos de los hombre y de los pueblos".
Massot hizo un breve repaso por su niñez en el casco antiguo de Palma y sus lecturas en la biblioteca de Cort y agradeció el honor de ser el pregonero, mostrando su interés por la Guerra Civil, “una guerra hasta hace poco silenciada y considerada tabú". Massot negó lo que la derecha viene sosteniendo, que apenas influyera en las islas Baleares y recordó los colectivos que se vieron afectados. En especial, aquellos grupos u organizaciones de izquierdas que "han sufrido durante mucho tiempo en su propia carne las secuelas de una represión implacable e inacabable. Una guerra que llevó a los más afortunados a prisiones y campos de concentración y representó la pérdida de bienes y de la misma vida para otros muchos”.
Massot hizo un breve repaso por su niñez en el casco antiguo de Palma y sus lecturas en la biblioteca de Cort y agradeció el honor de ser el pregonero, mostrando su interés por la Guerra Civil, “una guerra hasta hace poco silenciada y considerada tabú". Massot negó lo que la derecha viene sosteniendo, que apenas influyera en las islas Baleares y recordó los colectivos que se vieron afectados. En especial, aquellos grupos u organizaciones de izquierdas que "han sufrido durante mucho tiempo en su propia carne las secuelas de una represión implacable e inacabable. Una guerra que llevó a los más afortunados a prisiones y campos de concentración y representó la pérdida de bienes y de la misma vida para otros muchos”.
Massot recordó a Emili Darder, alcalde de la “ciutat” fusilado hace 70 años, tras un consejo de guerra "absolutamente indigno"; a Aurora Picornell, militante comunista ejecutada con otras compañeras en el cementerio de Porreres; a Jeroni Alomar, sacerdote condenado por ayudar a algunos republicanos a huir de la isla; a Alexandre Jaume, ex diputado de las Cortes, del ala "más moderada" del Partido Socialista; y a otro muchos. ”Se trata –dijo– de una época absolutamente vergonzosa, de una situación de locura colectiva provocada por el miedo, la embriaguez del poder y la fuerza". Y deseó que "la memoria histórica de nuestros días sea clara y limpia", donde "los mallorquines de toda la vida trabajen codo con codo con los recién llegados de tantos continentes".
Cuatro días antes de este pregón, el periódico “El Mundo-El Día” calentaba el ambiente, anunciando “al monje catalanista, enemigo del bilingüismo e impulsor del Bloc”. “El PP –titulaba– tilda de sectario el Pacto de Cort por el pregonero elegido en la Fiesta del Estandarte”. O recogía la opinión del PP, ahora en la oposición: “No es la persona adecuada”, “Massot es una persona sectaria”. “El equipo de gobierno de Cort –se lamentaba este diario–, encabezado por la alcaldesa, Aina Calvo, ha decidido convertir el Pregón de la Fiesta de l’Estandard de este año en un recorrido por las fosas comunes, los fusilamientos, las venganzas mezquinas y el horror de la Guerra Civil. El Pregón del monje catalanista Josep Massot i Muntaner, denuncia la locura de la guerra, rinde homenaje a quienes fueron fusilados o represaliados por orden de Franco en Mallorca, admite que hubo crímenes execrables en ambos bandos, y reivindica la oportunidad y la necesidad de seguir recreando este festín de sangre ahora, 70 años después, a través de la memoria histórica”.
Antonio Alemany, ex director de dicho diario y ahora director de “Libertad Balear”, periódico digital que se autocalifica de “independiente y objetivo”, publicaba que el autor del pregón de este año no era el más adecuado, tratando a Josep Massot de “mentiroso” e “hipócrita”. Otros medios de la derecha, como el Círculo Balear, sociedad cultural que reacciona “frente a las agresiones, coacciones y amenazas del nacionalismo catalanista”, expresaba su desacuerdo con que un pregón corriera a cargo de este “personaje que públicamente defiende las ‘bravatas’ anticonstitucionales” de esa “manifestación independentista”.
Massot i Muntaner fue profesor de la Universidad de Barcelona y secretario de la Associació Internacional de Llengua i Literatura Catalanes, entre 1973 y 1993. Es conservador del fondo de la Obra del Cançoner Popular de Catalunya y fundador, en 1987, de la Societat Catalana de Llengua i Literatura, de la cual ha sido presidente, hasta 1990, y vice-presidente, desde 1995. Ha publicado un gran número de obras, muchas de las cuales hacen referencia a la Guerra Civil y la postguerra en Baleares. Recibió el premio de la Crítica Serra d’Or (1993), el Nacional de Cultura Popular de la Generalitat de Catalunya (1997) y la Creu de Sant Jordi. Recientemente, ha sido nombrado doctor honoris causa por la Universitat de les Illes Balears, y, desde el 2002, también es miembro con el cargo de Secretario de la Secció Històrico-Arqueològica del Institut d’Estudis Catalans. “Toda la vida –nos comentaba, al preguntarle por la impresión causada por estos ataques a su integridad moral– fui amigo de personas de buena fe, tanto de derechas como de izquierdas, incluso de falangistas. Así que se me hace difícil comprender esta reacción por parte de algunos. Aunque debo decir que, al terminar mi pregón, los concejales del PP me aplaudieron y Catalina Cirer, la ex alcaldesa del mismo partido, se acercó a mí y me felicitó”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario