23 de enero. Guionistas americanos en huelga.
Guionistas en huelga ante la sede de la NBC
Gracias al cine, término que engloba a los guionistas, directores, productores y actores, conocemos los defectos y problemas de la sociedad estadounidense. En sus pantallas se plasma, a veces mejor que en la realidad, el racismo, la corrupción judicial, la violencia policial, el poder corporativo, las intrigas políticas, los problemas ecológicos... Y ninguna otra cinematografía de otro país tiene semejante capacidad de autocrítica y denuncia. Pero una cosa son los guiones y otra la realidad de este país, en donde las huelgas están controladísimas y el partido comunista no existe oficialmente.
Precisamente fueron los trabajadores del cine norteamericano los primeros del mundo que movilizaron campañas de apoyo a la República Española, en 1936. Ahora, los trabajadores de la cultura audiovisual americanos pretenden dar otra lección, pero esta vez en su propia tierra. Las negociaciones entre el WGA (Sindicato de guionistas americanos) y el sindicato de los productores (AMPTP) sobre los derechos de autor derivados, rotas desde el 7 de diciembre, no han llegado aún a ningún acuerdo, subiendo el tono entre ambos gremios. La decisión de instalar piquetes en los Globos de Oro corre el riesgo de ensombrecer la otra gala de la entrega de los Oscar. “Estamos inmersos –dice el sindicato de guionistas– en una lucha crucial para proteger nuestras rentas y nuestros derechos a la propiedad intelectual para las generaciones venideras. Seguiremos haciendo todo lo que esté en nuestra mano para que las negociaciones lleguen exactamente a una solución justa. Hasta entonces, agradecemos el apoyo de la comunidad de Hollywood".
Coincidiendo con esta huelga, Javier Bardem fue galardonado como mejor actor de reparto por su papel de un sádico asesino en 'No country for old men' (No es un país para viejos), película que fue premiada como mejor por el Círculo de Críticos de Nueva York. En todos los medios de comunicación, los comentaristas estadounidenses le reconocieron, pero la huelga dejó a los premiados sin paseíllo para recoger el premio y sin discursos. El sindicato había boicoteado la ceremonia del 13 de enero en apoyo a los guionistas. Ayer la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas le nominó al Óscar. También el compositor español Alberto Iglesias opta a la preciada estatuilla en la categoría de música original por la banda sonora de Cometas en el cielo, de Marc Foster.
El Sindicato de Actores había dicho previamente que era una decisión personal de cada actor si quería acudir o no a la ceremonia. Y, en un comunicado, el Sindicato de Guionistas aseguró que se mantenía firme en su posición de hacer piquetes. Se preveía que unos 3.000 guionistas se concentrarían en la entrada del hotel Berverly Hilton. La ceremonia de entrega fue cancelada debido a la huelga, siendo reemplazada por una conferencia de prensa. "Estamos muy decepcionados –informó el presidente de la HFPA (Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood) Jorge Cámara–, ya que este año no se realiza la tradicional ceremonia, y porque millones de televidentes no podrán ver cómo muchas de las estrellas favoritas celebran sus especiales méritos en cine y televisión el año 2007". Pero, los actores nominados se manifestaron a favor de los escritores en huelga y señalaron que no atravesarían un piquete de los huelguistas para asistir a la ceremonia.
Mientras, tanto, la agrupación de los productores sigue rechazando las exigencias de los guionistas. La huelga afecta a la televisión y múltiples proyectos cinematográficos, incluso algunas grandes producciones en Europa. Y, entre tanta obstrucción y oscuridad, sólo el acuerdo alcanzado el pasado jueves, 17 de enero, entre la Alianza de productores de Cine y Televisión (AMPTP) y el Sindicato de Productores (DGA) podría construir a desbloquear la huelga mantenida por el Sindicato de guionistas (WGA).
El 5 de noviembre pasado dio comienzo en los EEUU una huelga que está causando estragos a la industria del cine y la televisión. Hasta la fecha, las pérdidas económicas se calculan en unos 940 millones de dólares para la economía de Los Ángeles, lugar en donde se inició, pero podrían ascender a 130 millones. La disputa laboral entre guionistas y productores se centra en los sustanciales ingresos generados por la venta de las series de televisión en discos DVD en los estudios de televisión y en las emisiones de las series por Internet, pero que los guionistas apenas perciben. Huelga que se mantuvo durante los Premios Globos de Oro y que puede coincidir con el amago de la gala de los Óscar, prevista para el 24 de febrero.
La cancelación de los Globos supuso para cadena televisiva NBC la pérdida de unos veinte millones de dólares en publicidad. ante el boicot de muchos actores y candidatos a los galardones que no dudaron en apoyar la huelga de los guionistas. La ceremonia del desfile sobre la alfombra roja y la fiesta que suele celebrarse después de la entrega se sustituyó por una simple emisión de una conferencia de prensa en la que se anunció sólo los ganadores. Pero la huelga también amenaza a los Óscar. Y, aunque la organización asegure llevar a cabo la tradicional ceremonia, no ha revelado lo que hará si la huelga de guionistas, que cuenta con una caja de resistencia de más de 12 millones de dólares, no ha terminado para entonces.
La cancelación de los Globos supuso para cadena televisiva NBC la pérdida de unos veinte millones de dólares en publicidad. ante el boicot de muchos actores y candidatos a los galardones que no dudaron en apoyar la huelga de los guionistas. La ceremonia del desfile sobre la alfombra roja y la fiesta que suele celebrarse después de la entrega se sustituyó por una simple emisión de una conferencia de prensa en la que se anunció sólo los ganadores. Pero la huelga también amenaza a los Óscar. Y, aunque la organización asegure llevar a cabo la tradicional ceremonia, no ha revelado lo que hará si la huelga de guionistas, que cuenta con una caja de resistencia de más de 12 millones de dólares, no ha terminado para entonces.
Gracias al cine, término que engloba a los guionistas, directores, productores y actores, conocemos los defectos y problemas de la sociedad estadounidense. En sus pantallas se plasma, a veces mejor que en la realidad, el racismo, la corrupción judicial, la violencia policial, el poder corporativo, las intrigas políticas, los problemas ecológicos... Y ninguna otra cinematografía de otro país tiene semejante capacidad de autocrítica y denuncia. Pero una cosa son los guiones y otra la realidad de este país, en donde las huelgas están controladísimas y el partido comunista no existe oficialmente.
Precisamente fueron los trabajadores del cine norteamericano los primeros del mundo que movilizaron campañas de apoyo a la República Española, en 1936. Ahora, los trabajadores de la cultura audiovisual americanos pretenden dar otra lección, pero esta vez en su propia tierra. Las negociaciones entre el WGA (Sindicato de guionistas americanos) y el sindicato de los productores (AMPTP) sobre los derechos de autor derivados, rotas desde el 7 de diciembre, no han llegado aún a ningún acuerdo, subiendo el tono entre ambos gremios. La decisión de instalar piquetes en los Globos de Oro corre el riesgo de ensombrecer la otra gala de la entrega de los Oscar. “Estamos inmersos –dice el sindicato de guionistas– en una lucha crucial para proteger nuestras rentas y nuestros derechos a la propiedad intelectual para las generaciones venideras. Seguiremos haciendo todo lo que esté en nuestra mano para que las negociaciones lleguen exactamente a una solución justa. Hasta entonces, agradecemos el apoyo de la comunidad de Hollywood".
Coincidiendo con esta huelga, Javier Bardem fue galardonado como mejor actor de reparto por su papel de un sádico asesino en 'No country for old men' (No es un país para viejos), película que fue premiada como mejor por el Círculo de Críticos de Nueva York. En todos los medios de comunicación, los comentaristas estadounidenses le reconocieron, pero la huelga dejó a los premiados sin paseíllo para recoger el premio y sin discursos. El sindicato había boicoteado la ceremonia del 13 de enero en apoyo a los guionistas. Ayer la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas le nominó al Óscar. También el compositor español Alberto Iglesias opta a la preciada estatuilla en la categoría de música original por la banda sonora de Cometas en el cielo, de Marc Foster.
El Sindicato de Actores había dicho previamente que era una decisión personal de cada actor si quería acudir o no a la ceremonia. Y, en un comunicado, el Sindicato de Guionistas aseguró que se mantenía firme en su posición de hacer piquetes. Se preveía que unos 3.000 guionistas se concentrarían en la entrada del hotel Berverly Hilton. La ceremonia de entrega fue cancelada debido a la huelga, siendo reemplazada por una conferencia de prensa. "Estamos muy decepcionados –informó el presidente de la HFPA (Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood) Jorge Cámara–, ya que este año no se realiza la tradicional ceremonia, y porque millones de televidentes no podrán ver cómo muchas de las estrellas favoritas celebran sus especiales méritos en cine y televisión el año 2007". Pero, los actores nominados se manifestaron a favor de los escritores en huelga y señalaron que no atravesarían un piquete de los huelguistas para asistir a la ceremonia.
Mientras, tanto, la agrupación de los productores sigue rechazando las exigencias de los guionistas. La huelga afecta a la televisión y múltiples proyectos cinematográficos, incluso algunas grandes producciones en Europa. Y, entre tanta obstrucción y oscuridad, sólo el acuerdo alcanzado el pasado jueves, 17 de enero, entre la Alianza de productores de Cine y Televisión (AMPTP) y el Sindicato de Productores (DGA) podría construir a desbloquear la huelga mantenida por el Sindicato de guionistas (WGA).
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