13 de agosto. (Y II) La Tercera República.
Hace poco más de un mes, Antonio Romero, en una jornada de charlas y debates impartida en Helma (Jaén) sobre la Tercera República, tras las críticas planteadas ayer a la Corona, aseguraba: “Ha llegado el momento de plantear abiertamente un proceso constituyente hacia la III República". Y enumeraba una serie de razones, como el hecho de que la mayoría de la población actual no haya votado la Constitución de 1978 y que, en su momento, no hubiera ningún referéndum específico para que el pueblo decidiera entre monarquía o república. “Por un lado –decía –, el Rey fue nombrado por Franco y carece de legitimidad democrática e histórica; por el otro, la monarquía es opaca en gastos económicos, patrimonios, donaciones… La monarquía –añadía– será constitucional pero no democrática; el Estado no puede heredarse como si fuera un cortijo. La República federal y solidaria es la forma más democrática, más social, y la que se adecúa mejor a la España plural del siglo XXI".
Romero recordaba que la monarquía tiene un origen ilegítimo: "Las oligarquías que habían utilizado España como una finca privada con el respaldo de la mayoría de la Iglesia y del ejército, las representó el general Franco al sublevarse contra la República, apoyado por Hitler y Mussolini, llevando a España a una guerra y a cuarenta años de dictadura fascista. Y es aquí, en plena dictadura, donde se produce el nombramiento de Juan Carlos I como sucesor de Francisco Franco, el dictador más sanguinario y mediocre de la historia de Europa. Luego, la sucesión tiene un origen ilegítimo". Romero apostaba por pasar "del republicanismo estético, de salón, al republicanismo movilizador, a trabajar con los movimientos sociales y las instituciones". Y concretaba: "Hay que aumentar el número de Ayuntamientos que salgan del régimen monárquico actual e impulsen la red republicana, apoyar los medios de comunicación con una línea abiertamente republicana, situar la lucha por la Tercera República aquí y ahora, y, en ningún caso, a medio o largo plazo".
Romero recordaba que la monarquía tiene un origen ilegítimo: "Las oligarquías que habían utilizado España como una finca privada con el respaldo de la mayoría de la Iglesia y del ejército, las representó el general Franco al sublevarse contra la República, apoyado por Hitler y Mussolini, llevando a España a una guerra y a cuarenta años de dictadura fascista. Y es aquí, en plena dictadura, donde se produce el nombramiento de Juan Carlos I como sucesor de Francisco Franco, el dictador más sanguinario y mediocre de la historia de Europa. Luego, la sucesión tiene un origen ilegítimo". Romero apostaba por pasar "del republicanismo estético, de salón, al republicanismo movilizador, a trabajar con los movimientos sociales y las instituciones". Y concretaba: "Hay que aumentar el número de Ayuntamientos que salgan del régimen monárquico actual e impulsen la red republicana, apoyar los medios de comunicación con una línea abiertamente republicana, situar la lucha por la Tercera República aquí y ahora, y, en ningún caso, a medio o largo plazo".
Javier Parra, director del diario digital “La República.es”, decía, en el mismo acto, que “si algo debemos tener claro es que a los poderes fácticos les da igual un régimen monárquico o republicano siempre y cuando se mantengan sus privilegios y es por eso por lo que son ellos quienes tienen el control de los grandes medios de comunicación (la Iglesia, los grandes banqueros, etcétera)”. Parra aseguraba que “en este país sólo se producirán cambios cuando los de arriba no sepan como seguir manteniéndose y los de abajo no quieran que se sigan manteniendo. En ese momento, todo el mundo hablará de cambiar las cosas y quizá de la República". Parra aseguraba que la Tercera República vendría como lo hizo la Segunda, "cuando la mayoría de los españoles vean en ella como un elemento esperanzador para cambiar todo lo que no funciona". "Habrá que trabajar en los movimientos sociales, en los ateneos, en las asociaciones, en las organizaciones políticas, estableciendo los vínculos entre las luchas concretas y la posibilidad republicana. Cuando hay muchas cosas que no funcionan es necesario reinventar el país de arriba a abajo, y hay que ilusionar a la gente con la posibilidad de reinventar ese nuevo país, la Tercera República construida entre todos".
1 comentario:
very cool.
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