4 de agosto. El tricornio del señor Arzobispo.
Fernando Sebastián, Obispo de Tudela y arzobispo emérito de Pamplona, el mismo que pedía "consideración" para los partidos de extrema derecha en las pasadas elecciones municipales, cree que el "conflicto" con el locutor radiofónico Federico Jiménez Losantos es "una cosa minúscula" en comparación con el "fenómeno de la descristianización” de Occidente. Hace dos semanas, Fernando Sebastián, desde la Universidad Rey Juan Carlos, de Aranjuez, que dirige su compañero, el cardenal Cañizares, el mismo que establece paralelismos entre Zapatero, Hitler y Stalin, acusaba a los socialistas de ateos y cargaba contra el Gobierno y contra Zapatero. Y, en esta ocasión, desde la Universidad Menéndez Pelayo de Santander, el arzobispo defiende a su modo al locutor de Radio Popular y asegura que la justificación de la fe en Jesucristo "no va a depender de la COPE".
El pasado año, en vísperas de las elecciones municipales y autonómicas, Monseñor Sebastián se despachaba a gusto al afirmar, en una conferencia pronunciada en León, que los partidos de extrema derecha, como la Falange Española de las JONS o Alternativa Española, eran "dignos de consideración y apoyo”. Y señalaba, literalmente: "Hoy, en España, hay algunos partidos políticos que quieren ser fieles a la doctrina social de la Iglesia en su totalidad, como Comunión Tradicionalista Católica, Alternativa Española, Tercio Católico de Acción Política, Falange Española de las JONS. Son partidos poco tenidos en consideración. No tienen muchas probabilidades de influir de manera efectiva en la vida política, aunque sí podrían llegar a entrar en alianzas importantes, si consiguiesen el apoyo suficiente de los ciudadanos católicos. Y sí son dignos de consideración y de apoyo”.
Todavía hoy se recuerdan las protestas de monseñor cuando una de las pancartas esgrimidas por las peñas sanfermineras mostraba una caricatura que pretendía ser una crítica a las ultramontanas declaraciones del arzobispo Sebastián. La Peña Muthiko Alaiaks, una de las más antiguas de Pamplona, esgrimía en junio del 2007 el dibujo alegórico que mostraba al arzobispo, con el yugo y las flechas de Falange en el pecho, sosteniendo un crucifijo en el que Jesucristo hacía el saludo romano con la mano derecha, al estilo fascita. La pancarta fue denunciada por él de “sacrílega e irreverente”, por lo que inmediatamente convocó a sus fieles a una multitudinaria misa en la que reiteró sus críticas, como ocurrió en el caso de las Caricaturas de Mahoma. La situación fue tan tensa que obligó a los socios de la Peña a tomar medidas de autoprotección ante la posibilidad de que fueran atacados por los ultras católicos, decididos a que este dibujo no estuviera presente en las fiestas de Sanfermín.
Sebastián, enojado, movilizó a la Hermandad de la Pasión y propició una marcha-desagravio. Dos meses y medio después de aquellos hechos, la directiva de la Hermandad de la Pasión tomó la drástica decisión de disolver el paso del Cristo Alzado, con la expulsión de sus 50 portadores que se habían negado a no sumarse a la marcha de desagravio. Algunos no lo hicieron sencillamente por hallarse fuera de Iruñea, disfrutando de sus vacaciones, y otros por no compartir los motivos políticos. Uno de los afectados, Fernando García, socio a su vez de la peña Muthiko Alaiak, criticó con dureza la sanción sin precedentes de la actual directiva de la Hermandad de la Pasión "que funciona con criterios más propios de la Edad Media que del siglo XXI".
El pasado año, en vísperas de las elecciones municipales y autonómicas, Monseñor Sebastián se despachaba a gusto al afirmar, en una conferencia pronunciada en León, que los partidos de extrema derecha, como la Falange Española de las JONS o Alternativa Española, eran "dignos de consideración y apoyo”. Y señalaba, literalmente: "Hoy, en España, hay algunos partidos políticos que quieren ser fieles a la doctrina social de la Iglesia en su totalidad, como Comunión Tradicionalista Católica, Alternativa Española, Tercio Católico de Acción Política, Falange Española de las JONS. Son partidos poco tenidos en consideración. No tienen muchas probabilidades de influir de manera efectiva en la vida política, aunque sí podrían llegar a entrar en alianzas importantes, si consiguiesen el apoyo suficiente de los ciudadanos católicos. Y sí son dignos de consideración y de apoyo”.
Todavía hoy se recuerdan las protestas de monseñor cuando una de las pancartas esgrimidas por las peñas sanfermineras mostraba una caricatura que pretendía ser una crítica a las ultramontanas declaraciones del arzobispo Sebastián. La Peña Muthiko Alaiaks, una de las más antiguas de Pamplona, esgrimía en junio del 2007 el dibujo alegórico que mostraba al arzobispo, con el yugo y las flechas de Falange en el pecho, sosteniendo un crucifijo en el que Jesucristo hacía el saludo romano con la mano derecha, al estilo fascita. La pancarta fue denunciada por él de “sacrílega e irreverente”, por lo que inmediatamente convocó a sus fieles a una multitudinaria misa en la que reiteró sus críticas, como ocurrió en el caso de las Caricaturas de Mahoma. La situación fue tan tensa que obligó a los socios de la Peña a tomar medidas de autoprotección ante la posibilidad de que fueran atacados por los ultras católicos, decididos a que este dibujo no estuviera presente en las fiestas de Sanfermín.
Sebastián, enojado, movilizó a la Hermandad de la Pasión y propició una marcha-desagravio. Dos meses y medio después de aquellos hechos, la directiva de la Hermandad de la Pasión tomó la drástica decisión de disolver el paso del Cristo Alzado, con la expulsión de sus 50 portadores que se habían negado a no sumarse a la marcha de desagravio. Algunos no lo hicieron sencillamente por hallarse fuera de Iruñea, disfrutando de sus vacaciones, y otros por no compartir los motivos políticos. Uno de los afectados, Fernando García, socio a su vez de la peña Muthiko Alaiak, criticó con dureza la sanción sin precedentes de la actual directiva de la Hermandad de la Pasión "que funciona con criterios más propios de la Edad Media que del siglo XXI".
Como señal de reconocimiento por su labor apostólica, el pasado lunes, 28 de enero, la Conferencia Episcopal Española hizo entrega del “Premio Bravo Especial 2007” al arzobispo Sebastián, concedido por la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social por “su aprecio por los medios como instrumentos para la evangelización en la sociedad actual así por la puesta en marcha de proyectos de la Iglesia en el campo de las comunicaciones sociales que siempre ha animado en su ejercicio pastoral”. Y monseñor se dejó fotografiar con un tricornio de la Benemérita. No en vano su labor en el ámbito espiritual y social, se equipara a la de cualquier guardia civil.
2 comentarios:
Este tipejo se merece una eutanasia activa mediante la inoculacion de plomo envainado entre las cejas. En iruña están avanzados en esa tecnica, aunque allí es abundante la lista de espera, por lo que quiza le puedan derivar a otra comunidad para la intervención, si pasan 90 dias. chiflos.
rectifico o cancelo mi anterior comentario. Es un error. Hoy he leido un articulo de prensa publicaddo en el país, y escrito por Salvador Paniker, dirigido especialmente al Dr. Luis Montes, y he entremezclado emociones y conceptos. Disculpas.
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