5 de septiembre. "Nadie es superior a nadie"
Yves Bannel. Foto de Álvaro García.
Hoy, Bannel, director general de una empresa de energías renovables, pinta, lee los libros de tres en tres y confiesa que sintió un gran alivio cuando, hace cinco años, decidió desprenderse del insoportable aparato de televisión que le hacía perder un tiempo precioso para él. En su nuevo libro, carga contra el conformismo, el hedonismo y el individualismo de nuestra sociedad. Y sostiene, convencido: “Somos prisioneros del mercado, del poder financiero anónimo. Y vivimos en la cultura de la inmediatez y de la moda. El mercado se está convirtiendo en un nuevo totalitarismo”.
En la actualidad hay en España, como en el Año de Gracia de 1936, unos cinco mil masones. El 15 de febrero pasado se reunían en el Círculo de Bellas Artes, templo de la cultura “laicista”, en donde Yves Bannel, Gran Maestro adjunto del Grande Oriente Ibérico, presentaba el libro, “Humanismo renovado y ética. Reflexiones de un masón”.
Yves Bannel, fue asesor del presidente de la República Francesa, Valéry Giscard d'Estaing. Abrazó la masonería al poco de llegar a España, y hoy es una especie de ministro de exteriores de los masones españoles. Bannel tomó muy pronto conciencia de hasta qué punto todos los hombres son iguales en todas partes y que lo único que cambia es la cultura: “Eso te ayuda a rechazar la idea del nacionalismo –decía en una entrevista con Josefa Elola–, de la raza superior. Nadie es superior a nadie. En todas partes hay la misma proporción de imbéciles e inteligentes, de sádicos y de bondadosos”. A Banel le gustaría que desaparecieran las fronteras y los pasaportes. Y piensa que ya es hora de que, en España, la masonería recupere la posibilidad de dar opiniones sin que se las tache de ser opiniones del diablo.
Yves Bannel, fue asesor del presidente de la República Francesa, Valéry Giscard d'Estaing. Abrazó la masonería al poco de llegar a España, y hoy es una especie de ministro de exteriores de los masones españoles. Bannel tomó muy pronto conciencia de hasta qué punto todos los hombres son iguales en todas partes y que lo único que cambia es la cultura: “Eso te ayuda a rechazar la idea del nacionalismo –decía en una entrevista con Josefa Elola–, de la raza superior. Nadie es superior a nadie. En todas partes hay la misma proporción de imbéciles e inteligentes, de sádicos y de bondadosos”. A Banel le gustaría que desaparecieran las fronteras y los pasaportes. Y piensa que ya es hora de que, en España, la masonería recupere la posibilidad de dar opiniones sin que se las tache de ser opiniones del diablo.
Hoy, Bannel, director general de una empresa de energías renovables, pinta, lee los libros de tres en tres y confiesa que sintió un gran alivio cuando, hace cinco años, decidió desprenderse del insoportable aparato de televisión que le hacía perder un tiempo precioso para él. En su nuevo libro, carga contra el conformismo, el hedonismo y el individualismo de nuestra sociedad. Y sostiene, convencido: “Somos prisioneros del mercado, del poder financiero anónimo. Y vivimos en la cultura de la inmediatez y de la moda. El mercado se está convirtiendo en un nuevo totalitarismo”.
2 comentarios:
En principio, este parece un buen presupuesto ideologico "nadie es superior a nadie" hasta que un idiota forrado de explosivos, en nombre de alá, mata a cuantas personas se encuentren a su alrededor, o quién en aras del proceso de construcción de euskalherria, o buscando la itaca perdida dispara en la cabeza a Ernest Lluch, por ejemplo.
La masoneria en Madrid, es como un sindicato de la CEOE, o la patronal. chiflos.
Publicar un comentario