Domingo, 7 de septiembre. Música, textos, fotografías y dibujos.
La música noctívaga de Erik Satie (1866-1925), quien puso banda sonora a la exposición creativa del primer Picasso, suena misteriosamente al piano. Su escurridiza estética alimentó a Ravel, a Debussy y a tantas vanguardias posteriores. Cuando murió, sus amigos encontraron en su ático parisino una colección de 100 paraguas. Dicen que es muy apropiada, porque el piano de Satie es pura lluvia, y su sonido resulta tan evidente y enigmático como la lluvia. Los títulos de sus obras son suficientemente elocuentes sobre su carácter estrafalario y socarrón: Trois gymnopédies (1888), Trois gnossiennes (1890), Trois morceaux en forme de poire (1903), Pièces froides (1907), En habit de cheval (1911). Escuchando la primera Gymnopédie, recomendamos leer y contemplar el resto de textos e imágenes de este domingo.
Una banda militar interpreta ante 200 féretros de combatientes palestinos y libaneses, entregados por Israel como canje. Preside el escenario un retrato de Imad Mughniya, uno de los máximos dirigentes de Hizbullah, asesinado supuestamente por los servicios de seguridad israelíes en Siria hace algunos meses. Los muertos descansan sobre un patio de un colegio en el que se instaló un campo de baloncesto. Un lugar apropiado para esta escena. Una escuela de odio, dolor y muerte, solemnizados por una marcha fúnebre.
Una banda militar interpreta ante 200 féretros de combatientes palestinos y libaneses, entregados por Israel como canje. Preside el escenario un retrato de Imad Mughniya, uno de los máximos dirigentes de Hizbullah, asesinado supuestamente por los servicios de seguridad israelíes en Siria hace algunos meses. Los muertos descansan sobre un patio de un colegio en el que se instaló un campo de baloncesto. Un lugar apropiado para esta escena. Una escuela de odio, dolor y muerte, solemnizados por una marcha fúnebre.
Primero se escucharon gritos desesperados que pedían auxilio y se iban debilitando. Luego, en medio de un silencio de muerte, los sonidos amortiguados de teléfonos móviles, enterrados bajo los escombros, a los que nadie respondía. Sucedió en la provincia china de Sichuan. Se calcula que pudo haber 40.000 personas bajo las ruinas en las que sólo unas pizarras con los símbolos chinos se mantuvieron en pie. Foto de Frederic J. Brown / AFP
La abogada mexicana Adriana Macías, abogada mexicana ha cumplido uno de sus más profundos deseos: escribir y publicar libros pese a no disponer de manos. El último y más reciente se titula "La fuerza de un guerrero". Macías nació hace 30 años sin brazos, pero eso no le supuso un problema, ya que convirtió sus pies en sus manos. Con ellos, Adriana hace de todo: escribir libros, maquillarse y comer en restaurantes ante el asombro de los comensales.
Hubo un tiempo en que estaba muy mal visto que las parejas de la Guardia Civil se hicieran carantoñas. Pero, varias décadas de democracia dan para mucho. Hasta para el amor de parejas beneméritas con distinto o mismo sexo. En esta fotografía, dos jóvenes agentes se miran con dulzura en el receso de un acto castrense en Valencia. Foto de José Cuellar.
Rafa Nadal, el isleño olímpico, venció al norteamericano Mardy Fish y ayer comenzó a jugar la segunda semifinal del Open de Estados Unidos contra el escocés, Andy Murray. Los últimos coletazos de la tormenta tropical, 'Hanna', obligaron a posponer la partida en la que el manacorí perdía por dos sets a cero. Con los resultados obtenidos hasta el momento, Nadal se asegura el número uno hasta final de año. El español –de la misma isla en la que también yo nací– acaba de ser nombrado Premio Príncipe de Asturias de los Deportes. EFE/ John G. Mabanglo.
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