12 de noviembre. ¿Quién debería callarse?
El Rey a Hugo Chávez: "¿Por qué no te callas?"
Chávez, continuó interrumpiendo al presidente del gobierno español: “José Luis, sabes el cariño que te tengo. Pero, como dijo el gran Artigas, con la verdad no ofendo ni temo". Carlos Lage, el vicepresidente cubano, defendió a Chávez. "Las agresiones que le hizo Aznar -dijo, en alusión al golpe de Estado del 2002- fueron peores". El presidente nicaragüense, recordó que los "antisandinistas se reunían en la Embajada española" y que, en 1986, Estados Unidos usó una base aérea de España para bombardear la residencia de Muammar Khaddafi, en la que murió una hija de 18 meses del líder libio. Daniel Ortega tuvo palabras durísimas para España y, en ese momento, el Rey, Juan Carlos, tras consultar con el presidente del Gobierno, decidió levantarse y ausentarse de la sala, con un semblante de regio cabreo. No es frecuente que el Rey dé muestras tan ostensibles de desagrado. Pero, en esta ocasión, decididió cortar por lo sano en un gesto nada diplomático.
Esto es lo que ocurrió en la malograda Cumbre que, gracias a Internet, en menos de dos horas, recibía 76.798 visitas y 356 comentarios. Néstor Kiechner, presidente argentino, criticó a los empresarios españoles y recibió 33.500 visitas. En total, las visitas ascenían a 110.298. El domingo por la tarde, contabilicé cerca de mil blogs en España que hablaban exclusivamente de este asunto. Todos ellos se hacían eco de esta frase real que pasó de boca en boca, no pocas veces con el adjetivo tejeriano de “coño”, añadido después del "por qué" real. El presidente Chávez replicó al Rey Juan Carlos, quien le había ordenado callar: "El Rey será Rey, pero no me puede hacer callar".
En una charla en una universidad, el venezolano daba la vuelta una y otra vez sobre el polémico final de la Cumbre y su roce con el monarca. "Yo reclamo respeto porque soy también un jefe de Estado y electo democráticamente. Él es tan jefe de Estado como yo, con la diferencia que yo he sido electo tres veces. Ningún jefe de Estado puede estar mandando a callar a otro. Dije la verdad en la que creo, así que no tengo nada que responderle". El sábado, Chávez reiteraba para Aznar el calificativo de “fascista”, llamaba “excremento” al líder del PP, Mariano Rajoy, e insistía: “Señor Rey: responda: ¿Sabía usted del golpe de Estado contra el Gobierno democrático y legítimo de Venezuela? ¿Será por eso que se enfurece porque digo que Aznar es un fascista? Me hago la reflesión y me digo ¡qué innocente! Si era el mismo Rey, que es el que dirige la política exterior...¿Por qué no te callas tú, Rey?
En España, el “¿por qué no te callas?”, lanzado por el Monarca, había sido un grito afortunado del Rey. El “ABC” recogía esas palabras, añadiendo: “El rey no se calla”. El diario monárquico era el que más alabanzas ofrecía al gesto del monarca, asegurando que había actuado "de modo ejemplar y acorde a su responsabilidad". “La Vanguardia” y “El Periódico de Catalunya” escogían el verbo "conminar "y subrayaban: "El Rey conmina a Chávez: ¿Por qué no te callas?". El editorial de “El Mundo” aclaraba: "El Rey puso a Chávez en su sitio en nombre de los españoles". Y remarcaba que Don Juan Carlos le dijo al presidente venezolano "lo que hace mucho tiempo alguien le tenía que haber dicho". El editorial de “El País” daba menos importancia a este asunto y prefería hacer un resumen de lo que ha sido la cumbre. No obstante, destacaba que, en este incidente, el monarca "también estuvo en su papel".
Me pregunto si la frase real será a partir de ahora utilizada con mucha más frecuencia en el coloquio callejero, lo que habría que agradecérselo al mismo Rey. Al menos, en eso, la presencia del Monarca en Sudamérica ha servido para algo. Aunque, en el fondo, uno se pregunte quién debería callarse en este caso. O contestar, como lo hiciera Zapatero, quien antes de seguir el ejemplo del Rey, aguantó, sin inmutarse ni hacer aspavientos, hasta el final.
Ocurrió el pasado fin de semana en Chile, en el cierre de la XVIIª Cumbre Iberoamericana que ya venía desprestigiada con las desavenencias entre Uruguay y Argentina por las papeleras. Hablaba el Presidente Zapatero, cuando el presidente venezolano comenzó a interrumpirle con palabras ofensivas hacia el ex-presidente Aznar. Hugo Chávez le llamó “fascista” en varias ocasiones y le acusó de colaborar en el “golpe de Estado” que hubo contra él, en el 2002, en Venezuela. Chávez arremetió contra los empresarios españoles y contra todos los que no piensan como él. Zapatero dijo a Chávez que, como representantes de gobiernos democráticos, había que hablar con respeto de aquellos mandatarios elegidos por el pueblo aunque estén "en mis antípodas". Chávez le volvió a interrumpir: "Dígale eso mismo a él, que me respete". En ese momento el Rey, enojado, miró a Chávez que estaba cinco asientos a su izquierda, y le espetó, señalándole con el dedo: "¡¿Por qué no te callas?!"
Chávez, continuó interrumpiendo al presidente del gobierno español: “José Luis, sabes el cariño que te tengo. Pero, como dijo el gran Artigas, con la verdad no ofendo ni temo". Carlos Lage, el vicepresidente cubano, defendió a Chávez. "Las agresiones que le hizo Aznar -dijo, en alusión al golpe de Estado del 2002- fueron peores". El presidente nicaragüense, recordó que los "antisandinistas se reunían en la Embajada española" y que, en 1986, Estados Unidos usó una base aérea de España para bombardear la residencia de Muammar Khaddafi, en la que murió una hija de 18 meses del líder libio. Daniel Ortega tuvo palabras durísimas para España y, en ese momento, el Rey, Juan Carlos, tras consultar con el presidente del Gobierno, decidió levantarse y ausentarse de la sala, con un semblante de regio cabreo. No es frecuente que el Rey dé muestras tan ostensibles de desagrado. Pero, en esta ocasión, decididió cortar por lo sano en un gesto nada diplomático.
Esto es lo que ocurrió en la malograda Cumbre que, gracias a Internet, en menos de dos horas, recibía 76.798 visitas y 356 comentarios. Néstor Kiechner, presidente argentino, criticó a los empresarios españoles y recibió 33.500 visitas. En total, las visitas ascenían a 110.298. El domingo por la tarde, contabilicé cerca de mil blogs en España que hablaban exclusivamente de este asunto. Todos ellos se hacían eco de esta frase real que pasó de boca en boca, no pocas veces con el adjetivo tejeriano de “coño”, añadido después del "por qué" real. El presidente Chávez replicó al Rey Juan Carlos, quien le había ordenado callar: "El Rey será Rey, pero no me puede hacer callar".
En una charla en una universidad, el venezolano daba la vuelta una y otra vez sobre el polémico final de la Cumbre y su roce con el monarca. "Yo reclamo respeto porque soy también un jefe de Estado y electo democráticamente. Él es tan jefe de Estado como yo, con la diferencia que yo he sido electo tres veces. Ningún jefe de Estado puede estar mandando a callar a otro. Dije la verdad en la que creo, así que no tengo nada que responderle". El sábado, Chávez reiteraba para Aznar el calificativo de “fascista”, llamaba “excremento” al líder del PP, Mariano Rajoy, e insistía: “Señor Rey: responda: ¿Sabía usted del golpe de Estado contra el Gobierno democrático y legítimo de Venezuela? ¿Será por eso que se enfurece porque digo que Aznar es un fascista? Me hago la reflesión y me digo ¡qué innocente! Si era el mismo Rey, que es el que dirige la política exterior...¿Por qué no te callas tú, Rey?
En España, el “¿por qué no te callas?”, lanzado por el Monarca, había sido un grito afortunado del Rey. El “ABC” recogía esas palabras, añadiendo: “El rey no se calla”. El diario monárquico era el que más alabanzas ofrecía al gesto del monarca, asegurando que había actuado "de modo ejemplar y acorde a su responsabilidad". “La Vanguardia” y “El Periódico de Catalunya” escogían el verbo "conminar "y subrayaban: "El Rey conmina a Chávez: ¿Por qué no te callas?". El editorial de “El Mundo” aclaraba: "El Rey puso a Chávez en su sitio en nombre de los españoles". Y remarcaba que Don Juan Carlos le dijo al presidente venezolano "lo que hace mucho tiempo alguien le tenía que haber dicho". El editorial de “El País” daba menos importancia a este asunto y prefería hacer un resumen de lo que ha sido la cumbre. No obstante, destacaba que, en este incidente, el monarca "también estuvo en su papel".
Me pregunto si la frase real será a partir de ahora utilizada con mucha más frecuencia en el coloquio callejero, lo que habría que agradecérselo al mismo Rey. Al menos, en eso, la presencia del Monarca en Sudamérica ha servido para algo. Aunque, en el fondo, uno se pregunte quién debería callarse en este caso. O contestar, como lo hiciera Zapatero, quien antes de seguir el ejemplo del Rey, aguantó, sin inmutarse ni hacer aspavientos, hasta el final.
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